jueves, 4 de agosto de 2011

Otra para docentes



                          

  Hoy, como respondiendo a mis preguntas y a la interesantísima y provocadora presentación slide de  "Enlaces Educativos" que incluí en  "Enlazar: REEDITADA", me encuentro con este mail en mi casilla de correo enviado por docentes de mi familia:
                                               
Un Supervisor visitó una escuela primaria.
       En su recorrida observó algo que le llamó la atención: una maestra estaba atrincherada atrás de su escritorio, los alumnos hacían un gran desorden; el cuadro era caótico.
        Decidió presentarse:"Permiso, soy el Supervisor... ¿Algún problema?"
        "Estoy abrumada señor, no sé qué hacer con estos chicos..."
No tengo láminas, no tengo libros, el ministerio no me manda material didáctico, no tengo recursos electrónicos, no tengo nada nuevo que mostrarles ni qué decirles..."
        El inspector que era un "Docente de Alma", vio un corcho en el desordenado escritorio, lo tomó y con aplomo se dirigió a los chicos:
        "¿Qué es esto?"  "Un corcho señor ", ....gritaron los alumnos sorprendidos.
        "Bien, ¿De dónde sale el corcho?".
        "De la botella señor. Lo coloca una máquina...", "del alcornoque... de un árbol"... "de la madera...", respondían animosos los niños.
         "¿Y qué se puede hacer con madera?", continuaba entusiasta el docente.
         "Sillas...", "una mesa...", "un barco! ". "Bien, tenemos un barco.
        ¿Quién lo dibuja? ¿Quién hace un mapa en el pizarrón y coloca el puerto más cercano para nuestro barquito?
        Escriban a qué provincia argentina pertenece.
       ¿Y cuál es el otro puerto más cercano?
       ¿A qué país corresponde? ¿Qué poeta conocen que allí nació? ¿Qué produce esta región?
¿Alguien recuerda una canción de este lugar?"  Y comenzó una tarea de geografía, de historia, de música, economía, literatura, religión, etc.

La maestra quedó impresionada. Al terminar la clase le dijo conmovida:

"Señor nunca olvidaré lo que me enseñó hoy. Muchas Gracias."


                                     
   A veces sentimos que necesitamos mucho más de lo que en realidad hace falta... 

Es cuestión de mirar y "ver", de asir la oportunidad como y cuando se presenta. Los chicos son mucho menos exigentes que nosotros mismos en los parámetros con los que juzgamos nuestra noble y ardua labor cotidiana,  y los que aplicamos sobre ellos. Da para pensar ahora que se largó la segunda, larga y agotadora segunda mitad del año. Pensemos juntos. No hagamos como la maestra del cuento que se mete debajo del escritorio, porque el cuento termina así:

Pasó el tiempo. El inspector volvió a la escuela y buscó a la maestra. Estaba acurrucada atrás de su escritorio, los alumnos otra vez en total desorden...

       "Señorita... ¿Qué pasó? ¿No se acuerda de mí?"
" Sí, señor. ¡Cómo olvidarme! ¡Qué suerte que regresó. 
No encuentro el corcho. ¿Dónde lo dejó? "



Enrique Mariscal
Cuando el maestro no tiene vocación o alma de maestro, nunca encuentra el corcho!!!

  Y les aseguro que no se trata de juzgar a nadie, sólo se trata de pensar juntos, de ENLAZAR, ya que en la soledad del aula, como nos pasa en casa como padres, uno a veces no piensa claramente, se ve abrumado y tironeado muchas veces: somos humanos después de todo. Como todos. Por eso creo que el humor compartido sirve para pensar todos juntos en lo que hacemos, en cómo nos autoevaluamos y cómo evaluamos a los demás, sobre todo, a nosotros mismos y nuestro prójimo más próximo, vulnerable y valioso: cada uno de nuestros alumnos.

  ¡Gracias, Eli y Ger!
Mucha tiza bajo las uñas...

A boca de jarro       

8 comentarios:

  1. Buenisimo el texto! Todo un tema el de la vocacion. Sabes? Mi mama es profesora en un profesorado de maestras en la ciudad de donde soy oriunda (cerca de Rosario) y muchas chicas que estudian lo hacen porque no saben que hacer o porque es lo unico a lo que pueden acceder por no poder costearse viajar a Rosario a las Universidades, por ejemplo. Entonces vocacion no tienen y llegan a un aula con chicos que hoy tienen en general demasiado estimulo, obvio que les cuesta horrores interesarlos en algo...
    Besos!

    ResponderBorrar
  2. Excelente este cuento de Mariscal!!! Me parece fantástico!!
    Necesitamos más maestros que le den significado a lo más pequeño para que a partir de allí puedan sus alumnos realizar grandes descubrimientos!!!!
    Abrazos

    ResponderBorrar
  3. ¡Qué buen cuento! Pensar que no me imagino mi vida sin Google, jajaj
    Esta historia me hace pensar en lo poco que ejercitamos la imaginación y la asociación libre para resolver nuestros propios conflictos. Cuando hay que afrontar un problema con muchas aristas, quizá lo mejor sea empezar por cualquier parte, un corcho por ejemplo, y desde ahí dejar que el pensamiento fluya para ser más creativos y disfrutar del proceso. Los chicos no tienen esa limitación en general, y son una permanente fuente de ideas, por eso responden rápidamente a un buen estímulo. Como siempre, los niños enseñan, ¡y cómo!
    Gracias Fer por este cuento =)

    ResponderBorrar
  4. Gracias Gi, Moni y Ale! Aportes lúcidos que enriquecen siempre. El texto es genial, sí, Gi. La vocación es un tema, y hay que acompañarla con la imaginación del niño interior, que hace falta mantener vivo, para que, a través de lo que hoy se conoce como pensamiento lateral, que no es otra cosa que la imaginación del niño, encontremos una salida airosa y creativa a lo que vemos como problemas, y así, todos felices, grandes y chicos, ¿no?
    ¡Qué buena la imagen del corcho...! Da para tantos chistes verdes, y mirá lo que hace un buen maestro con él... ¡Qué bueno esto de la asociación libre!
    Gracias, amigas mujeres por comentar y estar siempre!!!
    Besos a las tres,
    Fer.

    ResponderBorrar
  5. Es la vida misma!!

    Nos atrincheramos ante los conflictos, y pensamos que el problema es que no tenemos todo lo que no tenemos, cuando en realidad no sabemos qué hacer con lo que disponemos, único lugar de donde puede surgir lo que verdaderamente resuelve las situaciones más difíciles.

    Cada uno de nosotros es el ÚNICO que tiene SIEMPRE las llaves ("el corcho") de nuestros propios encierros.

    Me encantó lo que compartiste Fer! beso enorme.

    ResponderBorrar
  6. Gracias, Lore! Tenés razón: el aula, la escuela, la vida misma...
    ¿Qué pasa que no estás escribiendo mucho? ¿Esperando la primavera tal vez?
    Besos y buen finde!
    Fer.

    ResponderBorrar
  7. Estoy laburando un montón!! y como yo trabajo analizando/ escribiendo todo el tiempo, no me queda resto para el Blog! estoy esperando mis vacaciones...!

    ResponderBorrar
  8. Ah, era eso... ¿Trabajo, trabajo...? Suena familiar... ese que no nos deja tiempo para otros trabajos...
    Ok, Lore. Sigo esperando más cerezas para cuando sea el tiempo...
    Besos y dobles gracias por leer y comentar en medio del trajín!!!
    Beso grande,
    Fer.

    ResponderBorrar

Gracias por tus comentarios!

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Buscar este blog

A boca de jarro

A boca de jarro
Escritura terapéutica por alma en reparación.

Vasija de barro

Vasija de barro

Archivo del Blog

Archivos del blog por mes de publicación


¡Abriéndole las ventanas a la realidad!

"La verdad espera que los ojos
no estén nublados por el anhelo."

Global site tag

Powered By Blogger