martes, 22 de octubre de 2013

De dones y anatemas



Poema de los dones, Jorge Luis Borges, 1960.


 (Fragmento)




Nadie rebaje a lágrima o reproche 

esta declaración de la maestría 

de Dios, que con magnífica ironía 

me dio a la vez los libros y la noche. 




De esta ciudad de libros hizo dueños 

a unos ojos sin luz, que sólo pueden 

leer en las bibliotecas de los sueños 

los insensatos párrafos que ceden 




las albas a su afán. En vano el día 

les prodiga sus libros infinitos, 

arduos como los arduos manuscritos 

que perecieron en Alejandría. 



(...)



Algo, que ciertamente no se nombra 
con la palabra azar, rige estas cosas; 
otro ya recibió en otras borrosas 
tardes los muchos libros y la sombra. 

¿Cuál de los dos escribe este poema 
de un yo plural y de una sola sombra? 
¿Qué importa la palabra que me nombra 
si es indiviso y uno el anatema? 

Groussac o Borges, miro este querido 
mundo que se deforma y que se apaga 
en una pálida ceniza vaga 
que se parece al sueño y al olvido.

Como una alumna adulta de Literatura me voy a adentrar en este fragmento de este poema de Borges, pero sin profesora, manual ni interpretación de crítico literario alguna. Así me enseñaron a hacerlo, así lo hago. Sólo desde el sentimiento y con alguna herramienta a mano. 

Me conmueve Borges cuando se niega a que se rebajen sus inagotables dotes de poeta y su amor infinito por los libros al reproche de su ceguera, eco del de John Milton, a quien admira. Es una declaración de maestría en el arte de las letras que le ha sido dada por Dios, ya que él mismo admite que de Dios procede toda maestría. Y sin embargo confiesa que le resulta irónico que el mismo Dios que le dio los libros, el afán de aventurarse hasta el alba para leerlos y de escribirlos tan bellamente, le dio también la noche, la oscuridad de no poder leer aquello que lo alimenta y lo que da como alimento a los demás. A pesar de su incapacidad de ver, se hace dueño de los libros con sus ojos sin luz. Admite lo ardua que le resulta esta empresa pero sale triunfal del buen combate. Reconoce que es aquello que no se nombra y que atribuimos al azar lo que rige estas cosas, eso que hoy llamamos destino: se refiere a su enfermedad. Y cuando habla de un otro, tiene en mente a Groussac, a quien nombra en el poema, por haber sido, igual que él, severo y duro en su crítica de la sociedad de la cual formó parte, carente del don de la sonrisa complaciente y políticamente correcta y no vidente. Luego de una vida prolífica y una labor en las letras sobresaliente, Groussac es operado de un glaucoma en 1926, queda totalmente ciego y finalmente muere a los 81 años.

La pregunta retórica acerca de la autoría del poema es contundente en la respuesta: es el don el que escribe desde las sombras, sea Borges o Groussac. No importa el nombre: "es indiviso y uno el anatema". No es sencillo abordar las implicancias del significado de la palabra anatema: creo que Borges, tal como lo hace Shakespeare en su obra, abarca todas sus connotaciones, que conoce bien gracias a su insaciable sed de saber. Anatema según Wikipedia era para los griegos una ofrenda a los dioses, aunque con el correr del tiempo devino en una maldición a la exclusión, a la amputación de un miembro, al destierro, al exilio, a la ignominia. 

Salvando todas las distancias con estos grandes de la cultura de todos los tiempos, todos y cada uno de nosotros recibe ciertos dones y ciertas limitaciones. Lo importante no es lo que se recibe como don o limitación, sino qué se hace con eso que nos es dado y cómo se usa y se da como fruto para lograr elevarse por sobre este mundo gris "que se deforma y que se apaga en una pálida ceniza vaga que se parece al sueño y al olvido."

Días pasados me encontré por casualidad con un alma afín: Javier Bellina, autor del blog Memorias de Orfeo. Me cautivó primero con una reflexión personal de apertura que hace sobre el oficio de escribir en una entrada sobre el Nobel de Literatura 2012, Mo Yan, un escritor chino a quien desconocía y que según Javier Bellina se destaca por su sencillez, es decir, por qué dice, de qué temas habla y cómo lo hace. Es eso, según Bellina y en mi modesto entender, lo que nos atrapa de un escritor, sea chino, inglés, francés, español, peruano o argentino. Bellina dice:


"Mo Yan escribe sobre lo que todo el mundo ve y vive, la vida cotidiana, lo que ha visto y sentido cuando vio y vivió. Este ser humano de ojos rasgados y piel amarilla conoce la condición humana, escapa a los estereotipos.

(...)


La sencillez se trabaja, necesitas saber con precisión de nanómetro qué quieres decir y con qué palabras, giros,  frases, signos de puntuación, tiempos y modos verbales, actitudes y emociones. Hay ciertas precisiones e intenciones en lo que quieres decir, y no digo que lo sepas con puntos y comas sino que poseas el estado de ánimo que te permita estar conectado con el momento en que estás conectado..."



Desde esa conexión leo este poema de Borges, a quien el Nobel le fue negado por cuestiones que no vienen al caso. Borges escribe aquí sobre lo que todo el mundo ve y vive: las grandes pasiones y los amores de su vida, los dones que como tesoros recibimos, la enfermedad, los demonios internos que intentamos exorcisar, nuestras luces y sombras, la muerte, el sentido de la trascendencia de la vida humana, el uno y el otro, el yo plural, la autoría de la maestría, lo irónico que resulta que se nos den ciertos dones y que otros se nos nieguen, las batallas vitales para superar esa enfermedad que a todos nos toca en algún tramo del camino o que nos acompaña de por vida, como fue su caso, y sobre cómo se vive con esa ironía que encarnamos sin terminar de entender y que "ciertamente no se nombra con la palabra azar".

Hay ojos a los que la visión les es negada pero que son capaces de ver más allá, de romper todos los moldes y que, desde sus iluminadas sombras, echan luz sobre las grandes verdades atemporales que a todos nos ocupan. En esa mirada que se eleva por sobre sus propios límites y que es capaz de hacer ver a otros ojos videntes pero carentes del don de mirar más allá de donde los ojos pueden ver reside el valor eterno de estos nombres grandes de la Literatura de hoy y de todos los tiempos.

Habrá más sobre Javier Mellina y sus Memorias de Orfeo porque es mucho lo que siento que tenemos en común. En esta ocasión le agradezco la inspiración, cierro con la cita que me atrapó inicialmente de esta entrega en particular y se las dejo para pensar y, si les apetece, comentar:

"Si un autor ha ganado el Premio Nobel de Literatura es que es importante. El universo de lo escrito con ansiedad literaria es amplio, abarca a todos esos autodefinidos escritores y a sus demonios internos. Hay ganancia secundaria si aparte del acto de la creación, del orgasmo interior, de la sensación de integridad y plenitud, además te ganas los frejoles con eso. En la práctica escribir es lo que haces cuando no trabajas, y la chamba el precio a pagar por ser humano: Se trabaja, después se escribe, la vida es justamente transar con esas cosas."

¡GRACIAS, JAVIER BELLINA!


A boca de jarro

28 comentarios:

  1. Magnífica entrada, de esas que disfruto de principio a fin con esta piel que respira literatura por todos sus poros, con el alma rendida a las letras desde siempre.
    Grande el maestro Borges. Traes de él versos bellísimos y me dejo empapara de su misterio y de su gracia, lo mismo que he leído con fruición lo que dice Javier sobre Mo Yan. Con decirte que me ha abierto las ganas de leerlo...
    Gracias, Fer, por esta hermosura.
    Un beso.

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  2. Sabía que te iba a gustar y casi te incluyo al final, pero tú mereces una entrada aparte y ya vendrá. Como dice Javier, aquí también Se trabaja, después se escribe...", y luego se lee. El verano es el tiempo más propicio para hacerlo en mi caso. Tengo que terminar de leer tu Aroma de vainilla para enlazarte al jarro y reseñarlo con todo gusto, para analizar el fenómeno de Alice Munro y para reflexionar acerca de lo que hemos compartido en nuestros intercambios sobre los autores que figuran en los escaparates de las boutiques de libros y lo que sucede en los concursos literarios. Los dos, tú y Javier, me han dado ganas de leer a estos Nobel de Literatura: primero terminaré tu libro, que es una maravilla -no me canso de decirlo-, luego arremeteré con Munro, por ser mujer y por la temática que aborda, ya que me podría ser útil para llevar adelante mi sueño en las letras. Y finalmente sí, leeré a Mo Yan. En medio de todo esto uno escribe, trabaja, vive: "la vida es justamente transar con esas cosas."

    Un beso, mi admiración por tus bellas letras y mi más profundo agradecimiento por tu presencia en mi vida, Isabel!

    Fer

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  3. Francamente, si algún día me dieran el Nobel me disgustaría muchísimo.

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    1. Ay, Manuel: eres tan franco y directo que me haces morir de risa!!! Te lo agradezco tanto!

      Yo no sé si a Borges le hubiese gustado recibir el Nobel, aunque sabía bien que lo merecía. Lo que sí sé es que a muchos en mi tierra les habría caído como una patada al hígado... De hecho, hay muchas personalidades relevantes del mundo de las Artes y las Ciencias que no asisten a las entregas de premios y distinciones cuando son galardonados. En el Nobel, como en los Oscar y todas esas cosas, hay política de por medio, ya se sabe. Eso siempre embarra la cancha, como decimos los porteños, y no siempre se premia con justicia y de acuerdo a los méritos, como en todos los ámbitos, mi querido Manuel.

      Premiado o no, Borges es un grande de las letras del mundo. Ahora te digo que sería una pena que tú no fueras a la entrega de tu Nobel porque me perdería de una ceremonia a la que, de otro modo, jamás seré invitada ;)!

      Un abrazo y gracias!

      Fer

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    2. El mayor premio al que puede aspirar un escritor es el reconocimiento de su obra por parte del público. Sin duda borges esto lo tiene en una grandísima medida.

      Los Nobel, al igual que algunos otros galardones, no buscan en medida alguna reconocer el trabajo del galardonado. Tan solo intentan por todos los medios mantener su propio prestigio.

      Podría invitarte a un café, una tertulia, a lo que tú quieras... Pero jamás te invitaría a la ceremonia de entrega de mi Nobel. Sería una descortesía dejarte plantada.

      Un abrazo.

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    3. Estamos de acuerdo, Manuel. Invítame a una tertulia, luego a una cena en algún lugar donde se sirva buena comida casera en abundancia y de postre ordeno unas buenas natillas y un carajillo como bajativo: ¡qué detalle que me ha encantado después de una buena comida ibérica ese carajillo que sirven en vaso de vidrio! Y no me dejes plantada a la hora de pagar la cuenta que corro con tremenda desventaja: 10 a 1 euro y peso... Pierdo por goleada si me dejas plantada ;)!

      Gracias por regresar!

      Un fuerte abrazo, amigo!

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  4. No creo que te haya hecho falta nada para desentrañar estos magníficos versos, lo has hecho con esa maestría que parece ser intrínseca en ti.
    Y me han gustado mucho las referencias sobre estos dos personajes, Mo Yan del que nada he leído y leeré y Javier Bellina, que es otro personaje a tener en cuenta. En fin, me has abierto las compuertas de la indagación y eso es siempre positivo.
    Gracias Fer.
    Besos.

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    1. Gracias, Marinel. Lo que me ha hecho falta es googlear a Groussac, a quien aún no he leído, y el significado de la palabra "anatema", que se infiere por contexto, pero merece la pena indagar todo el arco iris de significados que abarca, y no quise extenderme más para no caer en el rol docente que me sale por defecto profesional de tantos años. Este poema lo trajo mi hija pequeña del cole, recordé haberlo leído en la secundaria y me dio ganas de leerlo con mis ojos de adulta, que ya requieren de gafas, porque intenté bajarlo a la realidad de una niña de diez años y, naturalmente, quedaron muchas cosas en el tintero.

      Si hay alguna maestría en todo esto, mi querida Marinel, digo con absoluta honestidad, como lo hace el Maestro Borges y siendo absolutamente conciente del abismo que me separa de su genialidad literaria, que no es mía: es el don que viene del Dios en el que creo y que siento que debo regalar al mundo, con toda humildad y con todo gusto. Ahí está el premio. No hay premio mayor que esa sensación de dar lo que se ha recibido de Dios sin esperar recompensa alguna. Y a estos grandes me acerco con los pies descalzos, como se hace cuando se camina sobre campo sagrado. Es en verdad de sus anatemas de lo que más me nutro porque me enseñan a cargar con los propios, que no son pocos.

      A Mo Yan tampoco le conocía: fue Javier Mellina quien me puso al tanto de su existencia. Así como tampoco he leído nada de Alice Munro, Nobel de Literatura canadiense 2013, que incluyo en la lista de lectura veraniega. Pero la lista se hace cada vez más larga. Y pasa, como dije anteriormente y como dice Mellina, que acá: "Se trabaja, después se escribe, la vida es justamente transar con esas cosas.". Leer parce quedar fuera de la lista por largos meses, porque está la casa, la comida, los deberes del cole, el llevar y traer a mi pequeña a sus clases semanales, el adolescente de quince que se las trae, y a quien hay que estarle encima para que largue la compu y el iPad y se ponga a estudiar, los mandados, las nuevas actividades voluntarias a las que me he apuntado, la familia extendida, las noticias... Y cuando llego a la cama con el libro que deseo fervientemente leer, me duermo encima. Esa es mi realidad, como la de tantos. Además de que los libros en este bendito país cuestan una ponchada de pesos, sobre todo una vez que un autor ha sido premiado: ahí es cuando se van por las nubes. Y es necesario establecer prioridades.

      Por eso agradezco que haya seres que me regalen todo esto en forma desinteresada y con el mismo placer que una humildemente regala lo que le sale, seres que me informan, que me enseñan, que me conmueven, que me acompañan, que me hacen crecer y pensar y que me abren los ojos, porque a veces ni tiempo tengo de leer las noticias en los diarios o mucho menos ganas de ver los noticiarios locales, para no amargarme más. Prefiero desenchufarme blogueando, leyendo la poesía que tú y tantos me regalan también, siguiendo buenos blogs como los que sigo: son todos un libro abierto en la pantalla de mi ordenador. Ese es vuestro inmenso don y yo, agradecida, aporto el mío para que todos sigamos creciendo y alimentándonos mutuamente. De eso va la cosa ;)!

      Gracias a ti, siempre!!!

      Besos mil ;)!

      Fer

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  5. Gracias. Me siento muy pequeño leyéndote ... y privilegiado por haberte soltado el numen. Cuando se me pase la emoción diré más :)

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    1. Gracias a ti, Javier, que me has hecho volar con mi amado y vedado Shakespeare y me has abierto los ojos a lo que debo leer y para lo cual no tengo siquiera tiempo.

      ¿Pequeño dices sentirte, Javier Bellina? ¿De qué hablas, hombre? A mi justamente me lo dices, que tan sólo me elevo a un metro y cincuenta y seis centímetros del suelo que piso algo tambaleante por estos tiempos de fuertes cambios vitales, en los que paso de la euforia a la duda culposa y a la incertidumbre más oscura y lastimosa...
      Son seres alados y grandes los que me hacen volar en mi pequeñez y delirar en la madrugada, cuando todos duermen en casa y yo puedo darme el permiso de soñar ser quien siempre he soñado ser y posiblemente nunca sea...
      Cierro aquí mi anatema con el don de la pluma del Maestro Borges, que a todos nosotros nos saca polvo, y te lo dejo de regalo por todo cuanto me has dado y me seguirás dando:

      Ni siquiera soy polvo

      No quiero ser quien soy. La avara suerte
      Me ha deparado el siglo diecisiete,
      El polvo y la rutina de Castilla,
      Las cosas repetidas, la mañana
      Que, prometiendo el hoy, nos da la víspera,
      La plática del cura y del barbero,
      La soledad que va dejando el tiempo
      Y una vaga sobrina analfabeta.
      Soy hombre entrado en años. Una página
      Casual me reveló no usadas voces
      Que me buscaban, Amadís y Urganda.
      Vendí mis tierras y compré los libros
      Que historian cabalmente las empresas:
      El Grial, que recogió la sangre humana
      Que el Hijo derramó para salvarnos,
      El ídolo de oro de Mahoma,
      Los hierros, las almenas, las banderas
      Y las operaciones de la magia.
      Cristianos caballeros recorrían
      Los reinos de la tierra, vindicando
      El honor ultrajado o imponiendo
      Justicia con los filos de la espada.
      Quiera Dios que un enviado restituya
      A nuestro tiempo ese ejercicio noble.
      Mis sueños lo divisan. Lo he sentido
      A veces en mi triste carne célibe.
      No sé aún su nombre. Yo, Quijano,
      Seré ese paladín. Seré mi sueño.
      En esta vieja casa hay una adarga
      Antigua y una hoja de Toledo
      Y una lanza y los libros verdaderos
      Que a mi brazo prometen la victoria.
      ¿A mi brazo? Mi cara (que no he visto)
      No proyecta una cara en el espejo.
      Ni siquiera soy polvo. Soy un sueño
      Que entreteje en el sueño y la vigilia
      Mi hermano y padre, el capitán Cervantes,
      Que militó en los mares de Lepanto
      Y supo unos latines y algo de árabe...
      Para que yo pueda soñar al otro
      Cuya verde memoria será parte
      De los días del hombre, te suplico:
      Mi Dios, mi soñador, sigue soñándome.

      Sigamos soñándonos, por favor, Javier!!!

      Un fuere abrazo!

      Fer

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  6. Ser políticamente incorrecto es lo que tiene..., que cualquiera puede practicar con uno el 'tiro al blanco' en medio de esa masa aborregada de modas y demás, sin consecuencia alguna. Pero como decía mi madre, sabia donde las hubiere... para hacer lo que a uno le dé la gana, lo primero que hay que perder es la vergüenza y sobre todo, la reputación :))

    De lo único que podría acusarse al bueno de Borges, es de cierta ingenuidad política, pero claro, eso no deja de ser una opinión de otra que no conoce vergüenza a la que la reputación, se la trae al pairo y que no es muy correcta para 'casiná'!! :))

    A raíz de cierta polémica en mi blog, en cuanto a la autoría o no... del poeta, sobre un texto que publiqué hace un par de años (y en el que, la que erraba, era una servidora) investigué un poco más sobre su obra y su vida y como muestra de esa cierta ingenuidad que cito, dejo aquí un poema leído en Los Conjurados, que seguro conoces bien. Pero la sensibilidad y perfección de su obra, transciende más allá de cualquier ideología político-filosófica. Es uno de los grandes y los 'moñas' del nobel la pifiaron al no premiarlo, sin duda! Aunque quizás ahora, el premiar a Munro, que como él es sobre todo 'relatista', sea un intento de enmendar y dignificar ese género, del que sin duda él, es uno... sino el más grande.

    Les tocó en suerte una época extraña.
    El planeta había sido parcelado en distintos países,
    cada uno provisto de lealtades,
    de queridas memorias,
    de un pasado sin duda heroico,
    de derechos,
    de agravios,
    de una mitología peculiar,
    de próceres de bronce,
    de aniversarios,
    de demagogos y de símbolos.
    Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
    López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil;
    Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown.
    Había estudiado castellano para leer el Quijote.
    El otro profesaba el amor de Conrad,
    que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
    Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara,
    en unas islas demasiado famosas,
    y cada uno de los dos fue Caín,
    y cada uno, Abel.
    Los enterraron juntos.
    La nieve y la corrupción los conocen.
    El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.

    Por cierto, magnífico! tu análisis.

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  7. He escrito un comentario... pero con esto de la moderación, no sé si te habrá llegado o no... en todo caso, si no fuese así, volveré a escribirlo.
    Te abrazo.

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    1. Querida Cristal: muchas gracias. Ha llegado entero y perfecto tu comentario, muy jugoso además, por cierto, y con regalo de yapa. Es Borges quien escribe ese poema y según arroja la búsqueda en la red se titula "Juan López y John Ward". Más allá de lo que diga internet, no hay mucha duda sobre la autoría: la pluma parece borgiana - al menos que se trate de algún plagio. Y el poema es sobre la guerra de Malvinas. Fue escrito en 1985 y Borges murió sin entender a su Argentina un año después. Yo tampoco la entiendo hasta hoy, amiga, mucho menos en el 82, a pesar de que tenía apenas catorce años esa mañana en la que en medio de la absoluta incredulidad y la estupefacción, me anunciaron ni bien entré en formación al colegio que estábamos en guerra por las Islas Malvinas con Inglaterra...

      No concuerdo con tu apreciación de que Borges fuese un hombre políticamente ingenuo. Tiene muchas citas agudísimas sobre la política local que, dadas las circunstancias de vigilancia en mi tierra y sus efectos aún notorios en el jarro, no me voy a dar el permiso de reproducir, por mi propia seguridad y bienestar, y por los insistentes pedidos de mi familia para que cierre la boca de jarro... Pero te recomiendo que las busques y las degustes: valen la pena.

      Lo de tu madre, impecable y veraz. Aquí entonces somos varios los que hemos perdido la vergüenza y la reputación, además de la corrección política para "casitó", y a mucha honra, ¡qué tanto!

      Un saludo criollazo, mi amiga Cristal!

      Fer

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    2. Querida,Fer:

      Sí, sí, ese poema es del maestro, de su libro (Los Conjurados) y se refiere, evidentemente a esa absurda y estúpida (como todas) guerra. El que estaba en duda en mi blog, era otro texto y no era suyo... este, lo he escogido como ese referente de ingenuidad que cito. Pero cuando digo 'ingenuidad' no me refiero a una candidez crédula por su parte, si no a que siempre fue alguien -esperanzado en los cambios- de los que tu amada tierra ha andado sobrada... en los últimos tiempos... (¡que te voy a contar yo a ti!!) aunque siempre terminasen por decepcionarle... como probablemente a tantos de vosotros... y no nos cierres tu jarro, por nada del mundo, querida... las voces 'discordantes' son siempre necesarias, y sin ellas, creo que aún iríamos con el 'as de bastos' al hombro :))
      Así que... déjanos abierta tu ventanita, para respirar a gusto, aunque sea un ratito...

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    3. Gracias por volver, Cristal querida. En la esperanza es posible que fuese ingenuo: compartimos ingenuidad. No nos queda otro remedio a millones de argentinos pensantes y decentes más que seguir esperando, pero desde la certeza de lo que en realidad sucede y la crítica honesta y abierta y, en su caso, aguda, irónica, magistral. Por algo en mi paso por la secundaria Borges no formaba parte de los programas de Literatura. No se leía... Tuve la suerte de terminar mi bachillerato en el 85, ya con aires de cambio, y mi profesora de entonces nos dio un par de cuentos, que es todo lo que leí de él en mi paso por la escuela.

      No pienso cerrar el jarro, a menos que alguna mano negra lo haga por mí. Tan sólo procuro cerrar la boca y por un rato nomás, hasta que la indignación rebalse de nuevo y me la vuelva a jugar aunque limpien todas las imágenes que aún no he repuesto desde la última "limpieza" que han hecho los que se dedican a estas cosas...

      Un abrazo!

      Fer

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  8. Hoy no me voy a ganar mis frejoles contigo ya que creo que la literatura cuando es literatura rehuye de manuales, profesores y premios y más de esa astracanada sueca oportunista que le negó el Nobel al autor de esos versos que encabezan tu entrada.
    He leído muchas veces ese poema y me ha emocionado siempre. No he intentado explicarlo o explicármelo. Es lo que es y me llega, no necesito más. No necesito las notas a pie de página para que me dirijan mis emociones así como no necesito saber cuantas corcheas o semicorcheas tiene la 9ª Sinfonía de Beethoven para saber que me gusta.
    Uno de los motivos del rechazo de los más jóvenes a la literatura es la mediación que el profesorado y los "entendidos" pretenden establecer entre el lector y la obra. No necesitamos ni mediadores ni intermediarios, necesitamos gente que atraiga y convenza a la gente a la gente para que empiece a leer o siga leyendo. Ya habrá tiempo para explicaciones y comentarios añadidos al alcance de aquellos que quieren saber más.
    Besos, Fer.

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  9. Amigo Krapp: siendo casi la una de la madrugada local te voy a contestar en porteño, si me lo permitís, intentando evitar toda la arrogancia que nos ha hecho tristemente célebres en el mundo. ¡Te viniste con todos los tapones de punta, hermano! Igual acá, te ganaste hace rato todos los porotos. Es posible que la haya pifiado en este tiro libre: hasta a Messi le pasa, ¿qué va a hacer?

    La intención era adentrarme en un poema que leo ingenuamente porque me habla a mí en mi circunstancia, nada más. Ya me saqué los tamangos de profesora: en realidad, colgué los botines... Y siento que Bellina tampoco da cátedra como profesor cuando me desasna sobre Mo Yan, a quien no leí. Me llegó lo de la simpleza y lo del oficio de escribir y me subyuga este poema de Borges que leí ya de adulta porque me conmueve como lectora ingenua, igual que a vos. No era mi intención pelar chapa de crítica literaria ni mucho menos. Sé menos de literatura que la mayoría de Ustedes, ni hablar de métrica y de rima poética o de corcheas y semicorcheas, e igualmente la 9ª Sinfonía de Beethoven me pega y me hace llorar. Lo mismo me pasa con ciertas pinturas de las cuales me rehúso a leer interpretaciones de los entendidos. Esto me costó una fuerte enemistad con alguien que no regresó a comentar por acá, ¿te acordás?

    Para interpretaciones canónicas y explicaciones y para quienes quieren saber más, les recomiendo que mejor se vayan a buscar a otro lado. Por acá de eso no van a encontrar nada.

    Pero puede ser que se lea así y que la haya pifiado de cabo a rabo. Puede pasar. Y lo lamento mucho. No creo tampoco que Bellina de cátedra como profesor sobre Mo Yan, a quien yo desconocía por completo. Pero todo pasa por cómo se lee y se interpreta lo que se lee, eso de la conexión pesa. Me pega lo de la sencillez, lo de apuntar a escribir sobre aquello que todos escribimos en el libro de la vida sin el don de Borges. Tampoco el hecho de que un escritor haya sido galardonado por los suecos con el Nobel me hace salir corriendo a leerlo. Yo me compré un libro de Saramago y lo colgué a la sexta página.

    Muchas gracias por la crítica constructiva y muchos besos!

    Fer

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    1. Amigo Krapp: aquí mi crítico literario más duro y consecuente de todos, marido, me dice que fui yo la que interpreté tu comentario del modo equivocado. Y agrega que eso me pasa por no dormir lo suficiente y por andar contestando comentarios de madrugada, cosa que me reprocha por otros varios motivos... Dice además marido que tú me das la razón. Sea como sea, lo dicho, dicho está. Eres libre de interpretar lo que escribo como gustes: no me molesta en lo más mínimo, y si lo he interpretado yo del modo equivocado, te pido perdón, pero nunca me he ofendido y espero que tú, amigo, tampoco lo hagas nunca conmigo porque sabes bien lo mucho que te respeto y te valoro, e insisto, como decimos los porteños cuando jugamos al truco: te anotaste todos los porotos en este jarro hace rato.

      Muchos besos más!

      Fer

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  10. Fert, reconocer es de sabio, y tal que mi sabiduría es esa, reconozco que mi nivel no llega a entender tu entrada, pero eso no es óbice para que pase de incognito, y guarde silencio,
    Por suerte muchas otras las entendí y disfruté, por suerte siento la libertad de expresarme en tu blog tal cual soy y por último por suerte , vengo siempre que quiero y no entiendo la entrada, luego en los comentarios voy aprendiendo. y así ...y voluntad se consigue el camino al conocimiento.

    Besos cálidos ♥♥♥

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  11. Acá no hay nada que entender, querida Tramos: es puro sentir!!! Y hay una palabra en especial, "tramo", que fue así escrita para ti ;)!!! Donde dice:

    "...las batallas vitales para superar esa enfermedad que a todos nos toca en algún tramo del camino o que nos acompaña de por vida..."

    Mil besos y gracias!!!

    Fer

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  12. Hola, estupendos versos del entrañable Borges, me traes a la memoria. Un gran maestro. Todo este post es merecedor de nuestros aplausos y elogios. Es estupendo visitar tu espacio.

    Un saludo
    Rosa

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    1. Muchísimas gracias, Rosa!!! Muy amables y cálidas tus palabras. Este es un espacio abierto y eres más que bienvenida a comentar y participar cuando gustes. Es un enorme placer para mi recibir comentarios y contestarlos.

      Un cordial saludo!

      Fer

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  13. Me encanta Borges...como muchos otros autores a los que se le ha negado el premio Nobel...que puede que sea sinónimo de calidad literaria pero no siempre tienen la capacidad de conmoverme, que es lo que pido cuando leo...
    algo que me haga sentir...que me llegue al corazón...
    Gracias por recordármelo.
    besos y feliz semana

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  14. Yo pido lo mismo que tú, mi querida Julia, con Nobel o sin Nobel.

    Gracias a ti por tu visita esta noche, Julia: necesitaba la compañía ;)!!!

    Muchos besos y feliz semana para todos a pesar de todo!

    Fer

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  15. Querida Fer,
    Entré en tu blog para dejarte un comentario a raíz del varapalo que parece se ha llevado Cristina y su partido y veo que hay dos entradas que no he leído, no eran visibles en la lista de blogs, así que volveré con más tiempo para releer con calma estos versos y tus comentarios.
    Un petó,

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    1. Rosa querida: no me extraña que sucedan cosas raras en el jarro... No es la primera vez, ni creo que sea la última. Esto va para largo.

      Un petonazo!

      Fer

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  16. Hola Fer, hace unos días atrás leí el poema de Borges, el don de la visión, ver mas allá, cada vez escasea más, deberíamos treparnos a los hombros de personajes que columbran el horizonte con facilidad, para que las escamas que cubren nuestros caigan y veamos como ellos ven. Muy bueno tu análisis.
    Abrazo!!

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    1. Muchas gracias, Alejandra. Borges es un grande.

      Abrazo!

      Fer

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