domingo, 30 de junio de 2013

Mi cumple 45!!!

 

¡Feliz cumpleaños Fernanda! (Google doodle en mi escritorio de hoy)




  La verdad, que siempre digo, (bueno... casi siempre, de mentiras ya hemos hablado), es que no iba a publicar nada sobre el día de mi cumpleaños después del ataque de los gusanos y la pata que me mandé, de puro paranoica que ando, borrando fotos que tendré que recuperar una por una, revisando las 318 entradas hasta hoy publicadas.

  Ando tan acelerada que hasta los otros días me enojé con Don Google, y le dije que si no me cuidaba bien, iba a exportar el jarrito a Wordpress: ¡soy fiera cuando me enojo, debo reconocer! Hoy a la madrugada, estrenando llena de sueños mis flamantes 45, les pedí ayuda a los muchachos de Buzz, porque las imágenes tan artesanalmente posteadas en muchas de mis entradas y en mi escritorio adorado habían desaparecido, y el jarrito parecía, como aportó Dr. Krapp en su último comentario, un Gruyere con agujeritos. Yo pensé que eran gusanos, pero si bien fueron ellos los que me pusieron loca, la pata me la mandé yo, de puro paranoica. 

Los muchachos de Google se comunicaron conmigo y me dejaron el siguiente mensaje:


"Es posible que la visibilidad de tus Álbumes Web de Picasa esté configurada como privada. 

Toda la información sobre cómo cambiarla en el Centro de Ayuda: 

http://support.google.com/picasa/answer/39551/?hl...

Es posible que aparezca una señal de stop o un signo de exclamación también como consecuencia de la eliminación de tus fotografías en tu móvil o los álbumes de Google+. Acuérdate que las fotografías que subes a tu blog se albergan en tu Cuenta de Google a lo largo de dos servicios: Google+ (si tienes un perfil creado) o Álbumes Web de Picasa (si no dispones de un perfil de Google+). 

Aconsejamos máxima prudencia a la hora de modificar álbumes y eliminar fotografías para que tus lectores no puedan visualizarlas con normalidad." 

  ¡Máxima prudencia! ¡Qué buen consejo! Se los agradezco tanto en el día de mi cumpleaños. Los agujeritos seguirán apareciendo, hasta tanto pueda taparlos, trabajando como siempre, desde casa y a todo pulmón, pero un poco más despacio, porque no es cosa de dejar ningún órgano en este intento vital de escribir sobre mi realidad. Me hace falta descansar un poco más, dormir en vez de escribir de noche, y dejarme de andar velando, porque si viene otro ataque, es mejor estar descansado. Me advirtieron, cada cual a su modo, quienes me quieren bien hoy, precisamente, que las peores decisiones que toman nuestros dirigentes son esas que se hacen trasnochadas, luego de extensas jornadas de trabajo sin descanso, de reuniones y debates. Y el ejemplo viene bien para aplicar a la vida, ya que se trata de una realidad universal: hay que trabajar para vivir y gozar, y no vivir para el trabajo, porque no sólo se pierde claridad, sino que además se pierde el gozo. Y eso es lo más espantoso que nos podría pasar.

  Así es que aclaro los tantos y les canto las 40 hoy, a mis 45: la culpable de los agujeritos fui yo, que, presa de mi paranoia, metí la pata cambiando la configuración de fotos en Google+, donde me he convertido en contribuidora pesada... Como siempre digo, aprendiendo de Eduard Punset, un valiosísimo divulgador de conocimientos plurilingüe, yo no soy nativa ni tampoco analfabeta digital: simplemente una aprendiz. Y me entusiasma aprender de tanta gente que me enriquece en este nuevo espacio que ha generado Google, quien tal vez hasta me conteste. ¿Por qué no? Si tenemos un Francisco que contesta cartas de madrugada a puño y letra: doy fe. Lo ha hecho con una amiga, así que tal vez lo haga conmigo también, porque carta le mandé.

  Me ha llenado de alegría el giff que me regaló Don Google y del que me avivé recién al mediodía, cuando tuve que cerrar para el festejo familiar. Ellos saben cuántas horas de este día a este blog le he dedicado para que luzca como me gusta, y creo que se figuran cuán feliz soy cuidándolo y compartiéndolo.
  
  Y después de lo de Assange, ¿qué más se le puede pedir a este noble y laburador equipo de gente para que nos cuide de gusanos mucho menores que ese? Seguiremos trabajando, Google y yo, codo a codo, para hacer de éste un lugar de libertad y respeto, de creatividad y valoración al mérito y de difusión de lo que nos ayuda a crecer como raza humana. Esa es de corazón la verdadera intención: es simplemente preservar la esencia de la rosa. Y es también lo que le pedí a Francisco, el Obispo de Roma, en mi breve misiva: que nos ilumine a todos en esta bendita Tierra para trabajar por el Bien, que tanta falta nos hace. Veremos si me contesta, pero esa es cuestión privada.

  Gracias, Don Google, por permitirme y asistirme al escribir, que es lo que más me hace feliz después de mi bella familia, con quien pienso compartir todas las tortas del giff y soplar cada velita para pedir los deseos que yo misma intentaré cumplir, pero un poquito más tranquila, con la ayuda de los Buenos, que aunque a veces no parezca, abundan en este mundo.

  Y gracias a todos aquellos que me enseñan, que me nutren, que me marcan un camino y que me desean un feliz día no sólo hoy, cada día.  ¡Les retribuyo a todos y cada uno tantas muestras de cariño! Les regalo yo esta canción, una de mis favoritas en la voz del Brasil:
  A veces pasa que cuando además de cumplir años, se crece, se tiende a darse una el permiso de desafinar sin vergüenza, ya que se autohabilta el derecho a conectar con lo que se siente, con la subjetividad pura, ya no tanto con lo que se piensa, sino con la música de la vida. Es como si los 45 me hubiesen traído ese tema que he cambiado aquí en el jarro: ahora deseo intentar sentir la realidad que me toca vivir en voz alta. Y se hace una más sensible al conectarse con la emoción pura. Este Stendhal me tiene a mal traer, será por eso que hoy, de regalo, recibí unos pensamientos. Aunque al menos este síndrome, que me tiene "rara como encendida", ha desterrado al de Sjögren, que no es poca cosa. Lo esencial siempre, y más que nunca a mi edad, es lograr el equilibrio, que no es fácil, pero se debe intentar. Afortunadamente en el mundo hay muchas personas que acompañan el trabajo de crecimiento personal en el que hace años estoy embarcada, aunque siempre sigo midiendo tan sólo un metro cincuenta y seis de estatura y tengo los pies firmes sobre mi puerto porteño y bien argentino, y desde aquí hacia los mares del mundo.


¡Muchas gracias por ser y estar todos los días!


A boca de jarro

sábado, 29 de junio de 2013

Historias de rosas y gusanos digitales


"Without contraries is no Progression" 
William Blake from The Marriage of Heaven and Hell, 1790-1793.


  Julian Assange, nacido el 3 de julio de 1971 en Townsville, Australia, programador, periodista y activista de Internet, y conocido en el mundo por ser el fundador, editor y portavoz del sitio web WikiLeaks, acusa a la Argentina de "vigilancia agresiva" sobre sus ciudadanos. Dice la noticia de InfoBAE.com del jueves:

"El fundador de Wikileaks aceptó dialogar con Infobae. Desde la Embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra recluido a la espera de un salvoconducto que lo libere del pedido de captura realizado por la Justicia de Suecia, el hombre que filtró secretos de Estado de varios países, escribió un libro y también se anima a analizar la situación de América Latina.(...) Criticó duramente que los pasaportes del país cuenten con un control biométrico, así como la cantidad de empresas internacionales que cumplen tareas de vigilancia y control sobre los consumos digitales ." Clarín lo tituló ayer: "Argentina tiene el régimen de vigilancia más agresivo de Latinoamérica".

 Lo cierto es que esta agresividad en los controles a la libertad de expresión se siente aún en los pequeños blogs, que somos víctimas de ataques constantes. Que lo diga el gusano de Assange no lo redime de su condición de gusano, a pesar de haber destapado a otros gusanos que se erigen en el nombre de la rosa. De todas formas, toda la cuestión refuerza el trastorno paranoide del que soy presa en estos últimos tiempos.


William Blake, Portrait


  William Blake, poeta, pintor, grabador, místico y enorme artista inglés, quien siempre ha estado en el altar de mis favoritos, pasó por esta vida mayormente como un desconocido, como tantos otros genios del Arte, así, con mayúsculas y en negritas, aunque en la actualidad su obra cuenta con una alta consideración y ha pasado a entronizar el podio del canon literario de todos los tiempos. Por la relación que su fenomenal producción poética mantiene con sus soberbios grabados suele ponerse a Blake como ejemplo del "artista total", y sin duda alguna,  desde que lo descubrí, lo ha sido para mí, y su poesía me ha marcado a fuego con el brillo fulgurante de su Luz perenne. Según el periódico The Guardian, citado por Wikipedia, "William Blake es con gran margen el mayor artista que Gran Bretaña ha producido", y a pesar de que me tira Shakespeare y mucho, comprendo que son dos rosas distintas y que El Guardián Británico en este caso no se equivoca en su juicio y da en la espina de mi sentir.

 Considerar los logros de Blake en poesía o en las artes visuales por separado sería menoscabar la magnitud de su obra: Blake veía poesía y pintura como un universo espiritual amalgamado, y ambos aspectos de su febril producción artística son inseparables para apreciar cabalmente su trabajo y su legado a la humanidad. Dice Wikipedia también, muy acertadamente: "Por esta razón, las ediciones ilustradas de la obra de Blake no habían sido especialmente valoradas en el pasado, hasta que los avances en las técnicas de impresión han permitido una mayor difusión, al hacerse éstas más accesibles.

  ¡Ay, los avances, cuánto retroceso humano traen también: son las paradojas del arte en la era digital!

  Hay un poema en particular que en esta ocasión se me viene al sentimiento paranoide que acompaña mis insomnios por estos días. Está tomado de Songs of Experience y fue publicado en 1794, aunque, como todo clásico, aplica a las circunstancias actuales y atemporales, además de la propia. He aquí la belleza del ensamble pictórico y poético de Blake en el original en inglés:
   


  Si bien me parece herejía traducir poesía, me permito compartir una versión más o menos aceptable que transmite la esencia de este bellísimo poema con el aval del buen Blake, a quien conozco muy bien, ya que hasta trabajé para él, y quien, desde su experiencia, que sobrevino a su inocencia, como en mi caso, me daría el permiso encantado, no tengo dudas, para ilustrar el punto al cual busco llegar hoy, que es el centro de la rosa misma:
                                                                         
"La rosa enferma", William Blake

"¡Oh, rosa, estás enferma!
El insecto invisible
que en la noche vuela
al rugir la tormenta

ha encontrado tu lecho
de gozo carmín
y su amor secreto, perverso,
a tu vida da fin."

  En la experiencia de mi paso por este bosque virtual, que hoy se me hace una selva, hay mucho gusano suelto enfermando nobles rosas que sólo pretenden ser rosas, porque han nacido para serlo. Durante siglos se ha establecido una analogía entre la rosa y la vida: la metáfora alude a que en esta flor carmesí, o de cualquier color, hay belleza y hay espinas. Y hay gusanos que penetran su virgen y vaginal forma de flor con aroma singular para robarle su esencia. Es justo allí donde radica la belleza de esta flor, tan difícil de cuidar hasta para expertos jardineros: en su esencia. No son ni sus pétalos aterciopelados, ni sus colores fuertes o pálidos, ni su aroma embriagador, ni su forma vaginal, ni siquiera sus espinas, que tanto tienen que enseñar, sino la esencia misma de la belleza natural de la vida en libertad. Es el elixir que hace que recuperemos la esperanza en tiempos de desprotección ante tantas amenazas. Aquella que nos impulsa a seguir adelante a pesar de los gusanos que nos penetran como enfermos violadores, cambiando nombre e identidad, disfrazándose de alguien que en realidad no son, y que logran que terminemos por desconfiar ya de todos, alimentando con cada ataque nocturno nuestra paranoia en lo más profundo de nuestra humana esencia de rosas. Esa esperanza que encarnan figuras como William Blake, gracias a su experiencia, y que hace que se nos haga claro como al contemplar sus grabados que no son los grandes peces, ni el Gran Hermano de Orwell, otro genio visionario, quienes intentan destruir la esencia de nuestra preciada rosa, sino los simples y pegajosos gusanos que se arrastran sobre su propio vientre para robarnos la inocencia con la que exponemos con impensada ingenuidad nuestra vida, que es la rosa, en esta selva de las redes de la era digital.





 A fines del siglo XX, con la debacle de los tiempos sólidos que se han hecho líquidos y tan poco transparentes, existieron hombres empecinados en crear rosas sin espinas, pensando que de ese modo la rosa podría ser puro aroma y belleza. Pero me temo que la existencia enseña que una rosa, que es la vida, sin las espinas que hacen que ganemos experiencia y nos protejamos del mal que acecha a nuestro alrededor, no deben ser suprimidas de la entidad que es la rosa. Son los momentos difíciles y pinchudos como espinas los que más nos fortalecen y sacan a relucir lo mejor nuestro, nuestra mayor fortaleza, y le dan cabida a otras rosas del mismo rosal que salen a protegernos y a regalarnos su aroma y su caricia aterciopelada arropada en generosos pétalos de un color distinto al nuestro, pero siempre propagando la esencia pura, que es vida, con sus espinas carnosas.

  Así es que agradezco también los ataques de los gusanos digitales, porque no hacen más que confirmar el valor de ésta, mi rosa, la alegría de ocupar el pequeño lugar que tiene en el jardín de las redes y la conciencia que abren al violarnos tan vilmente desde la más cobarde oscuridad desde la cual somos también humanos, en esencia y en espinas ganadas en cada herida del gusano pestilente. Conciencia que se hace Luz al final de largos días y noches en los que he estado un tanto ausente de mi jardín virtual y el de ustedes, ya que es menester protegerse cuando intentan arrebatarnos lo más sagrado de todo, que es nuestra inocente transparencia, nuestra noble ingenuidad y nuestra sagrada privacidad y derecho inalienable a la expresión de sentires que pueden resultar en ocasiones un tanto espinosos, pero que van destinados siempre al bienestar de la esencia sagrada de la rosa.


A boca de jarro

lunes, 24 de junio de 2013

Historia reeditada: "Todos podemos brillar"







  Hoy, comienzo de una ardua semana de pruebas decisivas para nuestro porvenir como familia, necesito reeditar esta historia como homenaje a un grande de la cultura contemporánea cuya luz jamás se apagará, y como un recordatorio a mí misma, a los míos y a todos los que tienen a bien leer este blog de nuestro inmenso valor como personas protagonistas de la historia que nos toca vivir y moldear. El texto no es de Mandela, pero sí su ejemplo de vida. Vaya a él mi homenaje en estos días en los que está peleando su última batalla pacífica por la dignidad de la VIDA.


                                                                     8 de mayo del 2012



                                                                                                                
  Esta es una de esas perlas del collar de los escritos que atesoro que me regaló desde su blog, “Despertar y Crecer”, María Guadalupe Buttera, quien además entabló una abierta y franca relación de cercana amistad virtual conmigo y yo con ella. Mantiene el clima que intenté generar a través de las últimas entradas, cierra y abre bien una semana, que fue intensa, y fue para mí un texto muy movilizante en el momento en que lo recibí. Hoy necesito recordarme estas palabras, y de paso se las recuerdo a  María, y las transmito porque valen y empujan hacia adelante:

 "Todos podemos brillar"  de Nelson Mandela

"Nuestro miedo mas profundo no es creer que somos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es saber que somos poderosos más allá de la mesura.
Es nuestra Luz, no nuestra Oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para sentirme brillante, atractivo, talentoso, fabuloso?
Pero en realidad ¿quién eres tú para no serlo?
Tú eres un niño de Dios.
Tu juego a ser insignificante no sirve al mundo.
No hay nada de iluminación en hacerte menos, con el fin de que otras personas no se sientan inseguras a tu alrededor.
Todos podemos brillar, tal como lo hacen los niños.
Todos nacimos para manifestar la Gloria de Dios que se encuentra en nuestro interior.
Esta Gloria no está dentro de unos cuantos, está dentro de todos nosotros.
Y cuando permitimos que nuestra propia Luz brille, inconscientemente damos la oportunidad a otras personas para hacer lo mismo.
Conforme nos vamos liberando de nuestros miedos, nuestra presencia libera a otros automáticamente."

 

¡Y lo dice así: A boca de jarro!        



* FE DE ERRATAS del 16 de mayo del 2012.


Buscando el texto en inglés, me encontré con esto en la web:

*Esta cita inspiradora es de Marianne Williamson, tomada de su libro A Return to Love: Reflections on the Principles of "A Course in Miracles", Capítulo 7, Sección 3 (pág. 190-191), Harper Collins, 1992. 


*Nota acerca de la autoría del texto de Nelson Mandela

Esta cita se encuentra a menudo en Internet incorrectamente acreditada a Nelson Mandela en su discurso de inauguración presidencial de 1994, especialmente la última frase de la msima: "A medida que nos liberamos de nuestro propio miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros." 

Como referencia, aquí están los enlaces a dos sitios oficiales del gobierno de África de 1994:


*Texto original en inglés:

"Our Deepest Fear"


Our deepest fear is not that we are inadequate. Our deepest fear is that we are powerful beyond measure. It is our light, not our darkness that most frightens us. We ask ourselves, "Who am I to be brilliant, gorgeous, talented, fabulous?" Actually, who are you not to be? You are a child of God. Your playing small does not serve the world. There is nothing enlightened about shrinking so that other people won't feel insecure around you. We are all meant to shine, as children do. We were born to make manifest the glory of God that is within us. It's not just in some of us; it's in everyone. And as we let our own light shine, we unconsciously give other people permission to do the same. As we are liberated from our own fear, our presence automatically liberates others.
 
¡A boca de jarro hoy!

viernes, 21 de junio de 2013

Historia del Solsticio de Invierno 2013




  Este invierno no será el de mi descontento, sino el de mi alegría, que se ha pintado de verde. Este invierno no se me hará el Solsticio la noche más larga del año. Terminamos de arreglar nuestro bello jardín urbano, de curar a nuestro árbol y encendimos una vela. Pedimos nuestros deseos al Dios de la Naturaleza. El Solsticio, que significa "Sol Quieto" me ha puesto en movimiento un Sueño. Y lo ví claro en la noche, bajo un cielo estrellado, con el aire helado acariciando mi rostro. Cielo y Tierra, Dios y yo, nos encontramos anoche en este Espacio Sagrado, protegido del bullicio de todo el ruido mundano. Y pude escuchar Su Voz, que me susurró una Misión, que es la Mía, lo entendí. Y me llegó al Corazón. Ahora la debo acatar y realizar.

  En el momento en el que el Sol está más alejado del Ecuador, yo me encuentro en mi eje, en mi centro y luminosa como la noche estrellada más larga de todo el año, que fue la vivida anoche, aunque a mí se me hizo corta. En esta noche helada un deseo que tenía guardado dentro, muy dentro mío, se Encendió, cobró Vida, tomó Forma y Germinó. Habrá que hacerlo Brotar, Abonarlo, Alimentarlo, Podarlo de vez en cuando, darle Calor y Regarlo con las aguas de mi Jarro hasta que por fin Florezca. Habrá que tener Paciencia, Coraje y Dedicación.  Habrá que protegerlo celosamente del Viento, de la Lluvia, de las Pestes, de las Babosas Pegajosas que emergen durante la Noche Invernal y perforan a sus Hojas, tan Rebeldes e Impiadosas como las Fuerzas del Mal. Habrá que seguir tejiéndole Historias para contarle al oído en las noches de este Invierno.

Google celebra el solsticio de invierno con un doodle (garabato) interactivo. Consiste en un guante tejido para dar la bienvenida al "Primer día de invierno 2013" en el hemisferio sur.

                         
 El anhelo es Trascender y lograr por fin llegar al Centro de los Misterios de mi Esencia Terrenal, esa cuya Revelación me fue consagrada Anoche, justo allí donde se encuentra La Puerta que comunica con mi auténtico Ser Primordial. Hoy el Tiempo se detiene y el Presente se me hace Eternidad. Hoy una Mujer piadosa llevó mi Sueño hasta Salta, a presentarle mi Ofrenda a la Virgen, la del Cerro. Y cerca de allí, en Jujuy, una Multitud de Hermanos se dio cita para pedirle Energía al Sol tibio del Solsticio de este Invierno en la Argentina, para pedir LUZ para los Pueblos dolidos. Con ofrendas de dulces, con grabados religiosos, con grasa animal y Sullu de llama y vicuña, con Khoa del altiplano, de un aroma penetrante, con incienso perfumado y con lanas de colores, se agradeció al Fuego y a la Madre Tierra por todo lo brindado durante lo que va del año. Y se pidió por el Buen Vivir para todos los Pueblos del Mundo. Con mi vela yo me uní a esa noble Ceremonia, tan alejada de aquí, aunque cerca en el Sentir y presente en la Memoria.

 Hoy, como los Masones, busco Paz y Prosperidad, como también dedicarme a que mis Seres Amados alcancen aquello que anhelan desde lo más noble de su Corazón Humano.

  Hoy, como los Quechuas, Aymaras, Kollas, Rapanui y Mapuches de mi tierra,  celebro el año nuevo que marca este Solsticio como Tiempo Bendito y Preciado de Purificación para TODOS. Lo Comparto con USTEDES

¡Enciendan sus velas hoy y únanse a la Oración al Sol de la Creación!

A boca de jarro

jueves, 20 de junio de 2013

Historia de síndromes raros


"Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados."

Henri-Marie Beyle, Un viaje de Milán a Reggio.

  Sobre fines del año pasado se me hizo un diagnóstico presuntivo de un síndrome raro que prevalece sobre mujeres a partir de los cuarenta años, o aún antes en algunos casos menos frecuentes, como el de la mismísima Venus Williams, tenista profesional, que abandonó el circuito a partir del diagnóstico del denominado síndrome de Sjögren. El mejor sitio de información al respecto que encontré en la red es una org en inglés: Sjögren's Syndrome Foundation, cuyo slogan reza: "YOUR CREDIBLE SJÖGREN'S SYNDROME RESOURCE". Allí se proponen ideas y recursos para convivir con esta condición crónica e autoinmune caracterizada por la sequedad. Encontré testimonios reales de mujeres que en todos los casos eran mayores que yo, y que a pesar de proponer llevar adelante una vida sonriente con el Sjögren como compañero de ruta hasta la tumba, aseguran que empeora con la menopausia, cuando la sequedad glandular naturalmente se acentúa, e insisten en que quienes lo padecemos debemos aprender a vivir con coraje y difundirlo, en un intento por crear conciencia sobre su existencia y sintomatología y apoyar a la org a través de donaciones.


"Living With Sjögren’s Syndrome"
"Be BOLD for Sjögren’s Awareness!"
"Donate Today"

  De acuerdo a lo que he aprendido de los múltiples especialistas que he visitado, este síndrome, descubierto por el científico sueco Henrik Sjögren, (se pronuncia "siogren" según los médicos locales), es una enfermedad autoinmune sistémica que afecta principalmente a las glándulas exócrinas y que conduce a la aparición de sequedad. Las glándulas exócrinas son las encargadas de producir líquidos como la saliva, las lágrimas, las secreciones mucosas de la laringe, la tráquea y la vagina, fluidos que hidratan, lubrican y suavizan las partes del organismo que están en contacto con las mucosas. Es también una enfermedad de etiología reumática, ya que puede producir dolor e hinchazón en las articulaciones, y la trata un reumatólogo, quien a la vez deriva a los pacientes a especialistas de acuerdo a sus síntomas: oftalmólogo, dermatólogo, ginecólogo, odontólogo, estomatólogo y psicólogo, ya que también puede causar depresión, desgano y fatiga, etc.
    
  En la información disponible online, la terminología para clasificarlo resulta un tanto confusa, tanto como atemorizantes algunos de sus pronósticos. Algunos remarcan que es simplemente un síndrome, otros lo llaman enfermedad autoinmunitaria, de esas que están a la orden del día, sobre todo en mujeres cada vez más jóvenes, en gran medida debido al alto impacto que produce el estrés de la vida moderna bajo el color de muchas banderas. El sistema inmunitario se encarga de combatir las enfermedades al eliminar los virus y las bacterias que pueden ser dañinos para el cuerpo. Sin embargo, con las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario se equivoca y ataca las partes sanas de su propio cuerpo. Los médicos aún no conocen a ciencia cierta las causas de dichos padecimientos ni han encontrado una cura, aunque se está investigando. Se cree que pueden ser causados por una combinación de varios factores que siempre escapan a nuestro control.

 Soy hija de un médico que además padece una forma leve de Sjögren, una rareza muy común en los médicos, y que me ha enseñado que esto no es una enfermedad, sino un simple síndrome, ya que existe una gran diferencia entre ambos males. Según mi padre, médico cardiólogo y enfermo cardíaco además de portador no sufriente de Sjögren, un síndrome es un conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de un cuadro patológico determinado provocado por la concurrencia de más de un factor. Una enfermedad, por su parte, es una alteración leve o grave del funcionamiento de uno o más órganos que puede conducir hasta la muerte si no se lo trata o si resulta incurable. No es el caso de este síndrome en particular, con el cual se puede convivir empleando paliativos que mejoran la secreción glandular que escasea, y que realmente mejoran la calidad de vida del paciente, reduciendo el peligro de las posibles complicaciones que se pronostican, aunque las medicinas que se prescriben para tales fines perforan cualquier bolsillo.

  Ni bien se me nombró la palabra "síndrome", pensé en todos los bienaventurados que padecen Síndrome de Down, y comprendí que en la ruleta de la enfermedad que a todos nos toca tarde o temprano en la vida, no me podía quejar, aunque estuve deprimida por meses viendo como mi pelo caía como las hojas de otoño, mis ojos enrojecían y repelían la luz por la fotofobia que causa el ojo seco, mi piel se descamaba camaleónicamente en pleno verano, se irritaba con la exposición solar aún con protección de factor alto, con los perfumes que siempre había aceptado y adorado, con el infaltable maquillaje de cada día, y hasta con cremas carísimas que se me indicaron para combatir su sequedad. Mi boca se secaba también, por lo cual se me indicó el uso de saliva artificial (un asco), mucha agua y mucho chicle sin azúcar, ya que la sequedad bucal puede producir más caries si no se realiza una limpieza cuidadosa a diario además de consultas periódicas con el odontólogo de cabecera, con las que siempre he cumplido.

  Cuando llegué al momento de definir el diagnóstico de Sjögren fue en una consulta con un estomatólogo en marzo, quien, coronado de títulos, postgrados y honores de banderas de diversos colores, me dijo muy suelto de cuerpo desde su chaqueta blanca que para tales efectos debería someterme a una biopsia de glándulas salivales. Se trata de un procedimiento quirúrgico en el que se extrae una muestra de la cara interna del labio inferior para ser biopsiada por un patólogo al que debía llevársela yo, y ya iba por la décima segunda consulta médica para entonces, todo en pleno verano porteño y sin vacaciones. Se aplica anestesia local, se toma la muestra, se sutura con la cantidad de puntos necesarios para zurcir la herida y se aguanta la hinchazón, el no poder ingerir más que helado por días para aliviar el malestar, amén de correr el riesgo de contraer una infección en una zona muy fácilmente infectable: la boca de jarro. Al salir de la consulta ese mismo día, me sentí curada de espanto del Sjögren: ¡ni loca me expondría a todo eso siendo evidente que lo padecía! Mi pelo me lo decía, mi sequedad ocular y bucal, y mi espantosa depresión, que se manifestó con un ruidoso silencio. No iba a arriesgar ni un sólo pelo más para averiguar si se trataba de un gran, mediano o pequeño Sjögren.

  Desde entonces, llevo una vida normal, mi pelo ha ido creciendo y mejorando en aspecto, mis ojos se ven marrones gracias a las lágrimas y ungüentos que aplico varias veces por día, y mi piel se estabilizó, supongo que fue porque mi casa se inundó con la tormenta del 2 de abril: me armé de baldes para sacarla, me quedé a oscuras, encendí todas las velas y me olvidé del espejo. Y cuando todo volvió a la normalidad, me di cuenta de que todo estaba húmedo en mi mundo, y el señor Sjögren me dejó en Paz.



Neuriwoman


  Un tiempo después de que salí de ese pozo, una tía adoptiva virtual muy querida y popular que de enfermedad sabe y mucho, Neuriwoman, me diagnosticó un síndrome que desconocía: el de Stendhal, (también denominado Síndrome de Florencia o "estrés del viajero"). Según Wikipedia se trata de un mal psicosomático "que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor, palpitaciones, depresiones e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, especialmente cuando éstas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar. Más allá de su incidencia clínica como enfermedad psicosomática, el síndrome de Stendhal se ha convertido en un referente de la reacción romántica ante la acumulación de belleza y la exuberancia del goce artístico. Se denomina así por el famoso autor francés del siglo XIX Stendhal (seudónimo de Henri-Marie Beyle), quien dio una primera descripción detallada del fenómeno que experimentó en 1817 en su visita a la Basílica de la Santa Cruz en Florencia, Italia, y que publicó en su libro Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio", de donde se toma la cita que abre esta larga entrada. Aunque se me hace un síndrome atemporal que me hace muy feliz y sana, no fue descrito como síndrome hasta 1979, cuando la psiquiatra italiana Graziella Magherini observó y describió más de 100 casos similares entre turistas y visitantes en Florencia, cuna del Renacimiento, y escribió acerca de él.





Stendhal o Henri-Marie Beyle 


  Hoy es el Día de la Bandera en mi país. Y me atrevería a decir, como alguna vez lo hicieron Sjögren, mi tía virtual Neuriwoman, Stendhal y Graziella Magherini, que los argentinos padecemos del síndrome de la bandera festiva: nos acordamos de la bandera en las fechas patrias, aunque la escarapela no nos la ponemos ni a gancho cuando terminamos la escuela, salvo honrosas excepciones, cuando juega la selección argentina y para los mundiales de fútbol sobre todo. Ahí es cuando el síndrome de la bandera festiva argentino se exacerba más que nunca y se viste la ciudad y el país entero con la albiceleste.






  Yo sueño con un mundo que padezca enteramente del síndrome de la Bandera Transparente, sin colores ni símbolos, una bandera que deje ver lo mejor de la raza humana a través de las fronteras, que haga posible lo que parece imposible, que nos hermane y nos una, que nos dé la libertad de expresar lo que pensamos y sentimos sin  ofender a nadie y sin ser atacados ni combatidos, que no necesite de himnos, mástiles ni triunfos deportivos, aunque nunca vienen mal cuando 
las victorias son celebradas con alegría y sin falso orgullo o rencor, como tampoco la pluralidad de los pueblos y sus gentes, siempre que es bien aceptada y valorada. Una bandera traslúcida que pinte al mundo multicolor de color mar, tierra, nieve, arena, verde y cielo, como lo hace este argentino que mi Stendhal me ha hecho adorar:




                      Facundo Saravia, Coplas de Olvido





A boca de jarro

domingo, 16 de junio de 2013

La historia de mi árbol hoy






Este fin de semana casi coincidieron en mi tierra el cumpleaños número 76 de mi papá y el Día del Padre. Lo celebramos anoche. Esta vez no voy a salir a decir que es un día comercial como hago siempre, porque lo viví intensamente y lo disfruté de verdad. Le ofrendé como regalo este precioso ombú bonsai, que compré y cuidé desde una semana antes del día señalado, como símbolo del árbol que él me está ayudando a componer, el de mi historia familiar y ancestral.

Se me ha dado por ligar más con mis plantas este otoño. Ellas me colman de inspiración. Con sus cambios, sus nanas, sus pestes y sanaciones a través del correr de las estaciones, siempre tan nobles, tan verdes y en pie, a pesar del implacable sol del verano, la inundación que las maltrató este otoño, los vientos y las lluvias de nuestros inviernos primaverales, fruto del cambio climático, siempre desde sus macetas en mi jardín urbano me dan buenas lecciones. Ya iban quedando algo apretadas allí, pedían más tierra y espacio. Crecieron en este último tiempo, y se me hace que hoy quieren expandirse desde sus raíces para llegar a su eje, a su centro, y cumplir por fin su sueño de ser lo que han nacido para ser, nada más y nada menos.

Me susurran al oído secretos que yo sabía de la historia de la gente que forma parte de mi árbol y que ahora cobra vida, se agiganta, se enraíza a medida que voy hurgando, traspasando de maceta, agregando tierra, abonando....

Acá va una historia rimada: la historia de mi árbol, con una súplica a mis padres por un sueño que desea cumplirse, que sueña confiado y aguarda en la savia de mi árbol...

"En mi eje, en mi centro": Un pedido rimado a mis padres

Hoy siento que estoy en mi eje,
con mi árbol empardada,
 a sus raíces unida,
 a sus troncos aferrada.

Por sus brotes savia corre
y por mi sangre, inundada,
la savia que da sustento 
a mis sueños de mañana.

Sueño con amanecer,
una dichosa mañana,
en la tierra donde la raíz
quedó una vez apretada.

Hasta mi tierra llegó
el conducto vitalicio
de aquel árbol que en España
dejó truncos a sus hijos.

Pero hoy retoñan en mí,
este otoño casi invierno,
pidiéndoles, por favor,
a mis padres, frutos bellos

Que no nos trasplanten de aquí,
de este jardín terrenal,
sin antes volver los tres
a nuestra tierra ancestral
 
A circular esta historia 
en su eje, en su centro,
que queda abierta en mi sangre,
en mi maceta, sin tiempo.

Y en mis retoños amados
que le dan su dirección,
su fuerza, su distinción
y su sentido perfecto.


  Sea acatado o no
 este pedido rimado
lo obsequió de corazón
 a quienes me dieron vida
 
Y en ella vida a los míos,
en mi eje, en mi centro,
nunca tan sabia como hoy
 la savia de nuestras vidas. 

 


"Habanera de los Ojos Cerrados", Pasión Vega, 2001


A boca de jarro: ¡Feliz Día!

viernes, 14 de junio de 2013

Otra vez la misma historia...




"Impresionante. Bomberos, policías y médicos durante el operativo que se montó en Castelar. Por el impacto, varios vagones de los dos trenes quedaron montados unos sobre otros." Clarín de hoy.


  Dicen mis mayores que en mi país la historia es cíclica. Nunca más cierto. Esta imagen que tristemente se repite a dieciséis meses de otra similar, la de aquella fatídica mañana en Once del 22 de febrero de 2012, en la misma línea ferroviaria, el Sarmiento, que dejó un saldo aún más penoso que el de ayer en Castelar, y que transporta a millones de argentinos trabajadores, estudiantes, jubilados, enfermos que se trasladan a un hospital, ciudadanos anónimos y decentes que arriesgan su vida día a día para salir a bordo del tren a hacer la vida en esta ciudad, aunque se encuentran con la muerte sobre los rieles, es la alegoría más clara y más patética de la realidad política y social de mi país. Chocamos y volvemos a chocar en la misma línea, no logramos salir del choque, aunque nuestra presidenta prefiere no llamar a las cosas por su nombre y que sea "la Justicia" la que determine cómo calificarlo, a pesar de que las imágenes hablan por sí mismas. Como la otra vez, todos los dedos oficiales y responsables se alzan apuntando al chivo expiatorio de turno: el conductor de la formación. Otra vez la misma historia... 

  Al final de una jornada laboral de catorce horas, extenuante, como la de tantos, en la que hice uso del transporte público de mi ciudad, en estado calamitoso, y en el que se nos transporta como al ganado, quiero decir,  peor, ya que somos seres humanos, para poder cumplir, como tantos, con mis múltiples obligaciones laborales, esas que me permiten subsistir en mi país, encontrarme con cosas como esta me da vergüenza ajena y hasta miedo:





CFK lamentó el choque en Castelar: "La vida es así, nada es perfecto"

La mandataria confesó que siente "un poquito de bronca e impotencia", pero justificó las "paradojas" de la vida.

Mientras celebraba un nuevo sorteo de los planes Procrear, la jefa de Estado envió un saludo a las familias de las víctimas fatales de la tragedia ferroviaria. "Sé lo que están sintiendo", aseguró, en una comparación implícita con la muerte de su esposo, el expresidente Néstor Kirchner.

(Tomado de Editorial Perfil)


   Justificar lo injustificable, la corrupción, la irresponsabilidad, la desidia, el abandono, el tirarse la pelota unos a otros sin que nadie se haga cargo de aquello que le compete, la falta de inversión que amerita el transporte público en esta megaciudad desde la que se pretendió lanzar un tren bala, y en la que se regalan planes de vivienda y de alimentación... Un tren bala sólo nos habría conducido a chocar más rápido y de manera aún más dramática. 

  Se me hace difícil hoy pensar con claridad, hilar este tren de pensamientos y sentimientos que se chocan unos con otros para no poder llegar a ninguna estación segura y me recorren y me estremecen otra vez. Pero antes de descarrilar una vez más, necesito plantear esta necesidad que nos convoca: "argentinos a las cosas", como dijera Ortega y Gasset en su momento, quien hoy me dice: "El pensamiento es la única cosa del Universo de la que no se puede negar su existencia: negar es pensar." 

  Por eso pienso mi realidad en voz alta, como salga, lo importante hoy es pensar y dejar de negarse a hacerlo. Es menester bajar de este tren, ir más despacio, mejorar la infraestructura, invertir tiempo y dinero en pensar seriamente y a corazón abierto cómo nos conducimos por la vida en esta tierra. Y esa es una tarea que nos compete ejercer a todos, cada uno desde su pequeño o gran lugar en este inmenso país, al que a pesar de todo, de tanto, yo quiero de veras, aunque me duela verlo así. Así no quiero ver a mi Argentina, donde, como en una pesadilla recurrente, parece que siempre se repite la misma historia...  


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