jueves, 31 de marzo de 2016

Menos pausa

 

  Salió del consultorio sintiéndose menos abatida pero más enojada. La doctora le había explicado que no había pastillitas para aliviar esos síntomas que la habían llevado a consultarla, que el tratamiento, con sus antecedentes familiares, podría resultar peligroso, que lo de ahí adentro estaba todo en orden, simplemente que era como una especie de motor: ahora que estaba por dejar de funcionar, hacía ruido, pero no era ruido de enfermedad, que se quedara tranquila, que no había razón alguna para preocuparse. Preocuparse lo empeoraría todo, le había recalcado. ¿Empeorarlo? Imposible. Esos calores y la taquicardia que les seguía la tenían a mal traer, así que peor no podía haber. Poco y nada estaba durmiendo con este yeite de levantarse de noche empapada en sudor para escuchar cómo le castañeteaban los dientes y cambiarse el camisón a oscuras para que su marido no se enterara. La falta de sueño la ponía de un humor de perros.

-¿Cómo puede ser que no haya pastillitas todavía para aliviar los calores, Doctora? Bien que cuando a ellos no les arranca el motor, lo hacen funcionar con la pastillita mágica... Si los calores fueran cosa de hombres, seguro ya tendrían remedio, no me diga.

Menos abatida y más enojada. A su edad ya sabía reconocer sus emociones perfectamente; para diagnosticarlas no necesitaba de ningún facultativo matriculado. A los quince había consultado preocupada por ser la única chica de su grupo que aún no había desarrollado. "Menarca tardía" le habían escupido, y a seguir esperando. A los treinta y cinco por fin se animó a incurrir en la maternidad. "Madre añosa", sentenció el obstetra, solemne, y la mandó a hacerse análisis de todos los colores por haber esperado mucho. ¿Y ahora le venían con "Menopausia precoz"?





Camino de vuelta a casa lo vio todo claro a través del cristal empañado de la ventana del colectivo en aquella mañana otoñal. Ante las pérdidas de la vida, siempre hay dos actitudes entre las que se puede y se debe elegir: el abatimiento o el enojo. Abatidas por la menopausia habían quedado todas las mujeres de su familia que adoptaron el abanico y el gris, que alargaron sus faldas y trocaron tristemente zapatos por chancletas, que se resignaron a usar dos talles más de pantalón, a pasar inadvertidas ante todas las miradas. Ella, en cambio, usaría este enojo para resarcirse por todas sus esperas, por sus postergamientos históricos, por lo que se le anunciaba como el fin de su edad fértil. Menopausia: menos pausa. Menos pausa para empezar a vivir para ella misma, para cuidarse, para acicalarse. Menos tela para cubrirse, menos inhibiciones, menos invisibilidad. 





Media vida tratando de probar al mundo que era una buena mujer. Pues bien, ahora, con sus hijos grandecitos, bien criados, provistos, y con un matrimonio estable y estático que había superado el vigésimo aniversario, había quedado totalmente probado. Ahora sentía el calor que producían sus hormonas femeninas más que nunca antes, la premura de gozar con menos pausa y menos peligros, porque si no era ahora, entonces ¿cuándo? 





En cuestión de meses, su figura y su aspecto cambiaron sin pausa. Se cortó el pelo, se tiñó de rubia, se empezó a maquillar de mañana y a pintar las uñas de rojo, se aseguró de que el salero en sus brazos desapareciera haciendo gimnasia todos los días, se apuntó a las clases de spinning, que levantaban cachas y bajaban kilos, se hizo las tetas y cuando no quedaban carnes colgando de su cuerpo se colgó todos los aretes y los brazaletes a los que nunca se había animado y que hacían su nueva presencia audible y notoria, se hizo experta en lencería íntima sensual, se metió en mini bombachas cola less y se encontró un novio con bastantes años menos que ella. Para los calores, nada de abanico: se consiguió - en el mismo catálogo online donde había descubierto unos aparatitos a pila de lo más simpáticos y efectivos - un precioso ventilador portátil de cartera que adquirió sin pausa.




A boca de jarro

31 comentarios:

  1. Cuando llega el momento no hay que venirse abajo sino reinventarse.
    Hay que quererse y hacerse notar ¿Pero es que su marido no le daba marcha después de lo buena que se puso?
    bonito relato-reflexivo.
    Besos sin pausa

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    1. Se me ocurre que lo del marido es algo que tal vez pueda explicarse si tomamos como referencia lo que le está sucediendo a la protagonista. La andropausia también trae aparejadas ciertas dificultades para los hombres y, a veces, según cuentan y viven muchas mujeres, el hombre tiende a retraerse de la actividad sexual, aunque conozco muchos casos de hombres que cambian a su mujer por una de veinte y le dan para adelante, ja,ja!!! Muchas gracias por tu aporte, compañero en letras.

      Un beso sin pausa para ti también.

      Fer

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  2. Es en esos momentos cuando se aprecia el verdadero amor en la pareja...

    Saludos

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  3. Te he leído pero volveré en otro momento para comentar en que esté más animado.

    Un abrazo.

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    1. Es curioso que yo cuando entré en esa edad procelosa, caí en el otro lado, el de darme igual mi aspecto -dentro de un orden-, sabiéndome ya fuera de juego y centrándome en otras cuestiones de orden más mental que son las que en definitiva me interesan. Es como si mi físico me fuera irrelevante. De hecho me suelo mirar poco en el espejo. Me sé irremediablemente invisible. Pero ser mujer es otra cosa, como bien has expresado. La idea de cuidarse va en el código genético. Lo veo por las cremas y cremas que utilizan mis hijas adolescentes. A veces salgo de casa con el jersey del revés. Suerte que me miran antes. Esa mirada es la que me ayuda a conservarme de alguna manera.

      Me ha gustado tu texto por lo que expresa desde una perspectiva de mujer de la crisis de los cuarenta y los calores.

      Un beso, Fer.

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    2. El tema con el hombre es que logra seducir a la mujer inteligente con su inteligencia: no me parece que sea una cuestión de saberse fuera de juego, ya que el juego hay que seguir sosteniéndolo incluso dentro de la pareja, y eso tal vez sea lo más arduo. La novedad siempre atrae mucho más que lo conocido y lo familiar. Tal vez eso explique la razón por la cual tantas parejas se van a la lona cuando deben enfrentar esta etapa de sus vidas. Pero volviendo a lo que tú dices, creo que hay un costado maternal del amor femenino que hace que una le perdone el descuido al hombre, y hasta le guste, porque implica que una lo puede seguir subsanando como si de un hijo se tratara. El hombre se confía de ese aspecto de su mujer y se "deja estar", y su mujer sigue prendada de esa vida mental fecunda que conoce de su hombre. Me temo que esto no suele darse al revés, al menos no en nuestras sociedades.

      Muchas gracias por tu activa participación, Joselu.

      Un beso grande.

      Fer

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  4. Sinceramente, no sé cómo la sobrellevaré pero creo que es una cuestión de actitd. Sí nos fijamos en todas las formas de la naturaleza se puede ver que la madurez es un “ya está listo” para comerse o para disfrutar su belleza como las flores.
    Como siempre muy bueno Fer.
    Un abrazo y dile a tu protagonista que es mi heroína :))

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    1. Yo tampoco lo sé. Me la ha anunciado mi ginecóloga, pero todavía no me hago a la idea, aunque escribir sobre esto de alguna manera me ayuda a prepararme y a tomármelo con humor. Le diré a la protagonista que es tu heroína: en verdad, lo es de las dos, ja,ja!!!

      Besos y gracias, Marybel ;)!

      Fer

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  5. jaja qué bueno, Mari PAZ!!!!! Primero conozco muy bien la "Menos Pausa" y me encanta que sea Emma Thonson la que nos comunique cómo enfrentarse a esos cambios estupendos, maravillosos donde los bochornos te quitan la ropa, te hacen sudar, luego te refrescan, los nervios te pierden, JÁ, JÁ, ÑACK, se te hincha todo para volárrr más alto, la ropa te aprieta y te marcan tus redondeces, tus hermosas venas, el pelo cada día se aprecia diferente, unos días estilo león de sudáfrica y otros rizos tirabuzón de pasta "galio". La Menos Pausa en más que menos, es máss de lo que te imaginas, sino eres cinqueñera. Ah, yo opté por el abanico "made in spain" lo tengo de todos los colores.
    Ya ves Fer, soy del gremio de la Emma. Me encantó, chica, genial tu MENOS PAUSA. Un abrazo

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    1. Yo adoro a la Emma, Joseme: Emma Thompson es una auténtica mujer menopáusica que cambió marido justo a tiempo, se encontró un bombonazo más joven que ella que le fue fiel en lugar de meterle los cuernos con otras más jóvenes, como lo hacía el anterior, y creo que eso la rejuveneció. A veces, más que las hormonas, lo que peor nos hace a las mujeres en esta etapa es la actitud de quienes se supone que deberían amarnos y acompañarnos frente a estos inevitables cambios que tú tan bien conoces y describes. Me alegra que te haya gustado ;)!!!

      Un fuerte abrazo y gracias!

      Fer

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  6. tomo sabias decisiones, siempre mirando hacia adelante, cualquiera que haya sido el pasado, saludos

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  7. ¡Estupenda reflexión!! Los calores y el hincharte como un globo me suena, menos mal que luego se pasa..........
    Saludos.

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    1. Todo pasa, Teresa ;)! Muchas gracias por la visita.

      Saludos.

      Fer

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  8. Me encanta esa recuperación del mundo de Cenicienta incorporado al mundo real y ejerciendo de Hada Madrina la porpia víctima. Así quiero entender esta hermosa historia de esperanza. Tal como se entiende lo de Caperucita Roja como una alegoría de la primera menstruación.
    Mis mejores deseos todas las mujeres que ya pueden vivir sin pausas y a todo trapo.
    Besos atlánticos de primavera.

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    1. Esta Cenicienta sí que la hizo bien: se encontró un príncipe más joven que ella, uno que en lugar de vestirla la desviste ja,ja!! Muchas gracias por tus buenos deseos, Krapp.

      Un beso grande y bien otoñal!

      Fer

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  9. La casualidad ha querido que en estos momentos varias de mis amigas y dos de mis hermanas estén pasando por ese trance de la menopausia. Ninguna está contenta, cada una se lo toma a su manera, y yo las miro y las escucho tratando de tomar nota mentalmente de todo para cuando me toque a mí, que no ha de faltar mucho...

    Por eso tu relato me ha gustado tanto y me ha parecido tan genial, porque viene a describir una realidad ineludible para todas las mujeres y ofrece la solución a tanta molestia y tanto fastidio. ¡Viva tu protagonista! jajaajaa.

    Buenísimo, Fer, me ha encantado :))

    Un fuerte abrazo de sábado!!

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    1. Diles a esas sufrientes mujeres que lean este inspirador relato, así se avivan y paran ya de sufrir, Julia, ja,ja! Esto de la menopausia es todo un tema, es cierto. Yo tampoco la estoy transitando todavía, aunque no me hizo ninguna gracia el anuncio que me ha hecho mi ginecóloga de que en cualquier momento me va a llegar... Y te confieso que lo de "Menopausia tardía" y "Madre añosa" es totalmente autobiográfico ;)

      Un beso grande y mil gracias, Julia!

      Fer

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  10. Me ha hecho bien leer tu Menos Pausa, justo en momentos en que estoy comenzando a transitarla. Trataré de seguir los consejos de la protagonista y darle para adelante.
    Un abrazao

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    1. Siempre palante, Mirna ;)! Muchas gracias por tu atenta lectura.

      Un abrazo!

      Fer

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  11. Genial relato y una visión muy vital de esa fase de la vida que toda mujer debe afrontar tarde o temprano (y peor si no la pasa porque quiere decir que no ha llegado a la edad).
    Yo siempre llevo un abanico en el bolso cuando llega el verano (en Madrid los meses estivales son sofocantes). Tengo una verdadera colección, de muchos colores que combinan según el bolso o el atuendo, así que no tendré ningún problema en llevar uno todo el año.
    Un beso, Fer.

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    1. Las del club del abanico somos multitud en todas las latitudes, pero como los abanicos vuestros, en ningún lugar, Kirke: ¡son tan lindos! Yo me traje unos cuantos de Madrid, también de varios colores. Acá sólo venden unos "Made in China" que son de un gusto espantoso, pero es lo que hay. La opción del ventilador de cartera no me parece tan mala, ¡ja, ja!

      Un beso, Kirke, y muchas gracias.

      Fer

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  12. Cumplir años es un fastidio, amiga Fer. Seas hombre o mujer. Pero peor es no cumplirlos, pienso yo. Y si no que se lo digan a Cher, que paró de contar en los 39 y ahí sigue, en bucle infinito. Y de esto hace la tira. Creo que es la única mujer del mundo cuya hija es más vieja que ella misma. Digno de estudio. :P

    Cada etapa en la vida tiene su encanto. Lo importante es no perder la ilusión ni las ganas de vivir, ya tengas 18 que 81.

    Un beso, Fer. : )

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    1. Definitivamente es mucho peor dejar de cumplir años, concuerdo contigo, Pedro. Cher es uno de esos esperpentos con patas de los que no se puede ni imaginar la edad, ¿has visto? En alguna parte, supongo que en la espera de alguna aburrida peluquería, leí que hasta se hizo quitar costillas para achicar su cintura. Creo que ni el mejor equipo de psicólogos y psiquiatras de Harvard podría lograr hacerme entender qué pasa por la cabeza de ese tipo de mujeres: arriesgan su salud y hasta la vida por una belleza que se basa en la más absoluta artificialidad y que a los hombres de verdad no suele resultarles bella. Siempre pienso qué sentirán esas mujeres recién levantadas cuando se miran al espejo "al natural". Acá tenemos un montón de esperpentos botoxeados de ese calibre, de todas las edades, pero es en la menopausia cuando este fenómeno se acentúa. Y en el caso de las actrices resulta patético porque pierden lo más valioso que tienen a la hora de actuar, que es la expresividad facial.
      Ya lo cantaba el genial Chespirito:

      "Si tu eres joven aún, joven aún, joven aún,
      mañana viejo serás, viejo serás, viejo serás,
      a menos que con afán, que con afán conserves,
      tus inquietudes y así nunca envejecerás.

      Jóvenes hay de ochenta y tantos años,
      y viejos hay que tienen dieciséis,
      porque vejez no significa arrugas,
      y juventud no implica candidez."

      Un beso enorme y mil gracias, Fabelo: es un gustazo y un honor recibir tu visita ;)!!!

      Fer

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  13. Muy bueno Fer, hace años cuando me quejaba sobre la incomodidad de las mamografías y esas máquinas, la enfermera me dijo: "si se las tuvieran que hacer los hombres, hace tiempo que hubieran hecho una máquina más cómoda y menos dolorosa", leyéndote me ha venido a la mente.
    A pesar de que estamos en una sociedad dónde solo parece valorarse la juventud y la menopausia es sinónimo de mayor, creo que las mujeres no hemos de caer en trampas y hemos de valorarnos a nosotras mismas y encontrar la gracia en cada una de las etapas de nuestra vida, lo importante es vivir disfrutando tengas la edad que tengas.
    Un saludo

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    1. Lleva toda la razón esa enfermera, Conxita, toda la razón. Muchísimas gracias por tu sensato y valioso comentario y por tu atenta lectura.

      Un beso grande!

      Fer

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  14. Así, de frente y dándole la vuelta a ese otro episodio por el que tenemos que pasar las mujeres sí o sí y veladamente, se espera que lo hagamos como todo en nuestras vidas: sin molestar
    Me ha encantado ese dar calor al cuerpo, pero ese otro que no viene de hormona alguna.
    Emma Thompson es una de mis actrices favoritas. Magnífico ejemplo.
    Besos.

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    1. Emma Thompson es también una de mis grandes favoritas, Marinel ;)!

      Besos y gracias!!!

      Fer

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  15. Una encantadora historia enfocada muy positivamente, algo que no me sorprende ti, Fer, porque aunque no llevo demasiado tiempo leyéndote, me resulta muy divertido y alegre cuanto escribes, ya que naturalmente estas letras son el reflejo de tu propia forma de ver la vida y afrontar los problemas, como el que hoy nos compartes, el de la menopausia.
    Hablando en primera persona te comento que a partir de sufrir una cirugía me extirparon completamente todo este sistema reproductor, con lo cual ese proceso no lo he vivido igual, no he notado esos sofocos o calores repentinos ni tampoco me dio depresión, pero el tema de la libido si que cambió bastante. Como de eso ya han pasado más de quince años, pues en general me encuentro ahora mucho mejor al haberme librado de aquellos horribles dolores que padecía en esos días de cada mes.

    Muchos besos y te deseo que todo este proceso lo lleves con este espíritu tan positivo que te caracteriza, porque de esa forma se puede superar cualquier cosa.

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    1. Agradezco enormemente todo lo que me compartes acerca de tus aprendizajes vitales, tu atenta lectura y tus buenos deseos, amiga Estrella ;)!

      Mucho besos!

      Fer

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