jueves, 30 de junio de 2016

Sutilezas de la lengua


                           

    Se citaron en un café del centro después del trabajo. Él le dijo que lo de él eran los números. Ella, rotunda, retrucó:

- Lo mío es la lengua.

Restándole importancia a esa oración simple con verbo copulativo y predicativo obligatorio, él agregó que, matemáticamente hablando, ella era la suma de todos sus deseos. Ella se fue por la tangente mirando intensamente su boca en espera de otro número. 

Por una de esas innumerables sutilezas de la lengua, él no la calculó del todo bien: fue una de esas ecuaciones mal planteadas que no tienen solución.

  
  
A boca de jarro

jueves, 23 de junio de 2016

El buen amor



El buen amor


❤ La noche previa, poner en remojo, en vino generoso, unos recuerdos elegidos de los primeros tiempos del amor con unas ramitas de nostalgia fresca perfectamente picaditas. Echar a volar a la imaginación.


❤ Revisar bien la cocina en busca de las sobras de los guisados del amor de los últimos tiempos. Siempre se encuentran en la heladera o en el horno trozos de carne ya cocida y restos de revoltijos o de verduras a punto de ser desechados. Inclusive, se podría descongelar algún remanente de un cocido que ha quedado congelado y hasta casi olvidado en el freezer del amor. Al contrario de la creencia popular, las sobras siempre resultan fuente de enorme placer y sabor. 




❤ Deshebrar bien la carne y echar todo en un bol, aunque venga con algún grumo de recientes peloteras. Incorporarlos a la mezcla sin dudarlo y revolver enérgicamente. Aquí conviene añadir unas hojitas de hierbabuena.

❤ Deberá tomarse en cuenta que, aunque parezca un plato de sencilla elaboración, deshebrar la carne puede llevar su tiempo y la cocción deberá hacerse a fuego lento para no chamuscar los ingredientes. Se aconseja crear un clima relajado y evitar la constante tentación al picoteo. Para ello,  puede Usted acompañarse con el  trago de su agrado.




❤ Calentar una sartén de la abuela aceitada en oliva y rehogar el preparado con unos dientes de ajo previamente triturados en el mortero de la suegra. De esta manera, quedará sellado todo aquello que había sido deshebrado, se le dará color a lo que parecía nada más que ropa vieja y se le agregará una nota de sabor a lo insípido de la rutina.

❤ En caso de obtener una consistencia demasiado espesa, rectificar con un chorro de caldo o salsa de su preferencia. No olvide revolver constantemente para evitar que la cocción se pegue: nada peor para el buen amor que el pegoteo.





❤ Cerrar puertas y ventanas para permitir que el aroma se adueñe del ambiente y los sentidos. Es conveniente en este punto desconectar los teléfonos, apagar ordenadores y televisores encendidos, minimizar las fuentes lumínicas y ubicar a niños y mascotas a distancia prudencial o en casa de la abuela que ha facilitado la sartén. Cualquier fuente de distracción puede arruinarlo todo.

❤ Escoger música propicia, aflojarse bien la ropa y quitarse los zapatos. Este puede ser el momento del autoboicot: ¡atención! No se deje apabullar si le parece que ha olvidado algún ingrediente, que le falta algo de picante o que le sobran unos años, unos kilos o unos pelos. Apilar esas dudas recurrentes sobre la tabla de picar y filetear en lonjas delgadas para luego incorporar a la sartén.







❤ Agregue condimentos a discreción pero con intención: pimentón, nuez moscada, sal marina o especiada y pimienta negra. Vierta los recuerdos que reservaba en remojo de la noche anterior y ligue con lo más reciente del amor ya calentito sobre el fuego. Perfume con unas gotitas de la imaginación que había echado a volar. 

❤  Esto ya debería estar a punto: pruébelo con un dedo y dé a probar a su acompañante del mismo modo. 

❤  Sirva el buen amor sobre el pan nuestro de cada día.








A boca de jarro

lunes, 20 de junio de 2016

Lo que debía ser




O que tinha de ser - Vinícius de Moraes - Antônio Carlos Jobim



Porque foste na vida
A última esperança
Encontrar-te me fez criança
Porque já eras minha
Sem eu saber sequer
Porque eu sou o teu homem
E tu minha mulher

Porque tu me chegaste
Sem me dizer que vinhas
E tuas mãos foram minhas 
com calma
Porque foste em minh'alma
Como um amanhecer
Porque foste o que tinha de ser






Lo que debía ser - Vinícius de Moraes - Antônio Carlos Jobim

Porque fuiste en mi vida 
la última esperanza
Encontrarte se me hizo infancia
Porque ya eras mío
Sin que yo lo supiese
Porque vos sos mi hombre 
Y yo soy tu mujer

Porque vos me llegaste
Sin decir que venías
Tus manos fueron mías
Con calma
Porque fuiste en mi alma
Como un amanecer
Porque fuiste lo que debía ser





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