"Un sacerdote francés perdido en el desierto, en la inmensidad de las dunas y los oasis.... ¿Qué había en el corazón de Charles de Foucauld? Podemos atisbar su vida interior a través de los numerosos escritos, cartas y notas personales que nos ha dejado.
En las resoluciones que formula después de un retiro espiritual el año 1902, en Beni-Abbés, podemos leer: «Ven: es necesario que el valor esté a la altura de la voluntad». «Búscate en Mí. Búscame en ti». «Es la hora de amar a Dios». Buscar a Dios sólo. Bondad, delicadeza, suavidad... Ánimo... Humildad”.
Charles de Foucauld llevaba siempre consigo un cuaderno con sus deseos más profundos. En la primera página había escrito: “Vive como si debieras morir mártir hoy..."
Charles de Foucauld llevaba siempre consigo un cuaderno con sus deseos más profundos. En la primera página había escrito: “Vive como si debieras morir mártir hoy..."
Llegó la hora de morir una muerte violenta. Para algunos, fue un auténtico martirio. Un grupo de rebeldes asalta el lugar donde vive el misionero. Lo atan mientras se dedican al saqueo. Quien vigila al P. Charles, de repente, le dispara un tiro en la nuca. Era el 1° de diciembre 1916.
En el desierto del Sahara un sacerdote enamorado de Cristo derramaba su sangre. Y nos deja sus escritos"
... Sus cartas desde el desierto.. el desierto en el que tantas veces nos encontramos.
FUENTE: “ Búscate en Mí, búscame en tí”
Por el Padre Fernando Pascual L.C.
Oración de entrega a Dios
(La oración que está sobre mi mesa de luz y que me cuesta tanto hacer carne...)
Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor
del que soy capaz,
porque te amo.
te la doy con todo el amor
del que soy capaz,
porque te amo.
Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
¡Que así sea!
ponerme en tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
¡Que así sea!