sábado, 1 de mayo de 2021

Smooth Criminal

   

    Caminábamos como los colimbas al caer el sol en dos filas por el parque, haciendo caso omiso del cartel que rezaba "Cada uno en su carril". Habían tapeado las fronteras de la General Paz. Se sentía raro, como volver a los 70, a la dictadura. No se oxigenaba bien ni haciendo ejercicio. Algunos corrían. Ellos fueron los primeros en tener permiso y los llamaron "Runners" en pleno Palermo. Yo ya lo hacía con la consabida bolsita para disimular cuando todavía no se podía, cuadras y cuadras por calles y por avenidas, pero un policía una vez me paró y me preguntó dónde vivía, porque se dio cuenta de que no andaba de compras por esos lares. Otros paseaban a sus perros, y cuando volvían a casa les limpiaban las patas con lavandina. Hubo récord de casos de perros con patas quemadas en las veterinarias de toda la ciudad. Aparecieron miles de arcoíris pintados por los chicos en las ventanas de un montón de casas. Yo intentaba hacer lo que hacía antes de toda esta pesadilla, pero éramos muchos ahora, y entonces me veían... Y se reían. Algunos me aplaudían o me levantaban un pulgar de pasada, hasta de espaldas, cómplices respetuosos de mi rito excéntrico. Había una mina que le daba vueltas al parque en rollers, enchufada a sus auriculares y enfundada en un par de calzas engomadas, y bailaba sobre la bicicenda. Tenía un culo tremendo, y esa levantaba camioneros y ciclistas que la adulaban a bocinazos limpios. 

Yo hacía mi caminata diaria bailada. Con vincha y anteojos de sol, que se me empañaban cada dos por tres, para pasar desapercibida, pero ya no se podía. Éramos demasiados. Éramos un ejercito de almas en el Parque Saavedra deseando al unicornio azul que habíamos perdido en marzo de 2020. 


Y una señora mayor aún mas rebelde y libre que yo un día me hizo señas para que bajara el volumen al taco de mi música. Interrumpió mi encuentro con Jackson, cuya playlist sonaba ya de regreso al auto. Me detuve, me saqué los auriculares de las orejas, y a distancia y por lenguaje gestual, también me habló.

- ¡Te felicito! - me dijo. ¿Te puedo preguntar qué música escuchás?

Y yo me reí detrás de mi barbijo gris y le contesté con esa naturalidad irreverente para con la gente que me nació en pandemia.

 - Si que puede. Eso se puede todavía... ¡Qué no escucho, Señora Mía! Yo nací en los 80... ¡Escucho música! La mejor que jamás haya sido creada.

Y seguí caminando y bailando al ritmo de "Smooth Criminal" por no salir corriendo para tomar la Ruta 3 una mañana para no volver e irme cantando bajito para el campo, como hizo Celeste Carballo allá por el 82, pero sin permiso, sin barbijo y hasta sin auto, bailándome todo con Jackson.



Michael Jackson - Smooth Criminal (Official Video)


A boca de jarro

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