Anoche vi por tercera vez "In her shoes" ("En sus zapatos", 2005), una adaptación de una novela en inglés de Jennifer Weiner dirigida por Curtis Hanson y protagonizada por Toni Collette, Cameron Diaz y Shirley MacLaine. Una película que quizá no merezca la pena verse más de una vez, pero que siempre me engancha. Creo que lo que más me gusta es que puedo identificarme con ciertos rasgos de las tres mujeres que alimentan la historia, diría mejor, con las cuatro, aún con la que se menciona y se ve en fotos, pero que no está presente físicamente a pesar de ser quien ha dejado una huella indeleble en las otras tres. Y es esclarecedor en momentos de transición, de cambio, ver ciertas cosas propias con la distancia que impone la ficción, una ficción con un poco de melodrama, lo admito, pero con un planteo por lo menos interesante.
Es una película sobre la empatía y sobre cómo se pueden elaborar las pérdidas. Es una película que regala algunas líneas de poesía bellísimas que ayer me hicieron vibrar una vez más. Uno de esos regalos es el poema de Elisabeth Bishop, "One Art", traducido como "El arte de perder". Irremediablemente se pierde al traducir poesía, pero dejo que la mejor traducción que encontré hable por sí misma:
"El arte de perder" ("One Art"), de Elizabeth Bishop.
El arte de perder no es muy difícil;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida, pero perderlas no es un desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil.
Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares y nombres y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! Desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil.
Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.
Ni aún perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.
El arte de perder se aprende al asomarse al secreto que revela el poema de e.e. Cummings que cierra la película:
"I carry your heart with me" by e.e. Cummings (Fragment).
Here is the deepest secret nobody knows.
(Here is the root of the root and the bud of the bud
And the sky of the sky of a tree called life; which grows
higher than soul can hope or mind can hide)
And this is the wonder that's keeping the stars apart
I carry your heart (I carry it in my
heart).
"Llevo tu corazón conmigo" de e.e. Cummings (Fragmento).
He aquí el más profundo secreto que nadie conoce
(he aquí la raíz de la raíz y el brote del brote
y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece
más alto de lo que un alma puede esperar o una mente puede ocultar)
y éste es el prodigio que mantiene a las estrellas separadas
(he aquí la raíz de la raíz y el brote del brote
y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece
más alto de lo que un alma puede esperar o una mente puede ocultar)
y éste es el prodigio que mantiene a las estrellas separadas
Llevo tu corazón (lo
llevo en mi corazón).
¡Y qué difícil se me hace ver a Cummings en casi todas sus fotos con un cigarrillo en la mano al cabo de cumplir las primeras 48 horas de haberlo dejado! Por fin encontré esta imagen en la que se le ve muy apuesto y libre de humo:
" ...to air in the lung
let evening come."
A boca de jarro | |||||||||
Hay algo en la película que hace que la vuelva a ver cada vez que la dan...
ResponderBorrarTendrá que ver con lo que decís... la identificación con los personajes... o la posibilidad que nos da la vida de ponerse en los zapatos del otro...
Un abrazo
Si, Moni. Me pasa igual. Aunque ya la ví, me engancha. Eso de ponerse en los zapatos del otro es una gran ganancia.
Borrar¡Un abrazo y gracias!
Está claro que este post tiene un subtexto que solo tú conoces. Hablas de una película (que no he visto), de unos poemas de Elisabeth Bishop y de E.E. Cummings sobre la pérdida… para al final llegar al cigarrillo de este último poeta. ¿En qué estabas pensando? ¿En tu lucha por dejar de fumar? ¿Ya has empezado? ¿Esa es la pérdida? ¿O a partir de esa pérdida que ahora notas fisiológicamente lo amplías a otras pérdidas más existenciales?
ResponderBorrarLa vida toda es una pérdida. Perdemos la niñez, la juventud, los amores que nos han acompañado, amistades, la salud, el tabaco, y, por fin, la vida. Sin duda, la vida es una historia de pérdidas a las que hemos de acostumbrarnos. Tal vez la más dolorosa es la pérdida del "yo", pero a la vez es la más luminosa. Ahora soy yo el críptico.
Besos.
Estaba pensando justamente en todo eso, pero no tenía las fuerzas para explayarme o ahondar. Dejé que la poesía hablara. Perdemos algo a cada paso, y me gusta el tono del poema: no es muy difícil, no es un desastre. Me doy cuenta de cuántos años malgasté, y me doy cuenta de que no vuelven. Me miro al espejo y noto que perdí la juventud, y no es un desastre, simplemente aquella que busco no vuelve, no es tan difícil si se acepta la vida toda como pérdida a la que hay que acostumbrarse y entregarse mansamente. Tal vez esa aceptación sea la única ganancia.
BorrarUn beso y gracias por descifrarme.
Todos somos perdedores de más o menos "cosas". En esta evidencia se halla la clave de que sepamos asumir las pérdidas. La memoria, inteligente, ayuda mucho: olvida, sobre todo, lo más negativo...Eso y la perentoria necesidad de mirar hacia adelante nos permiten superar tales carencias.
ResponderBorrarUn beso
En definitiva, la vida nos prepara para la última pérdida. Para mí, es eso es lo que transmite el poema, y la sensación de que eso es lo natural. Creo que el saber asumir las pérdidas es un arte y al dominarlo, se gana.
BorrarGracias por tu interesante visión del tema, Luis Antonio.
Un beso.
Preciosos poemas. Y la película me parece una delicia moderna. Toni Colette es una debilidad. Pero yendo al grano,tanto en la película como en la vida, todo es un continuo fluir lleno de pérdidas,aunque también hay ganancias. Perdemos y ganamos contínuamente. Inevitablemente. Son caras de una misma moneda.
ResponderBorrarCon la supresión del tabaco pierdes una afición placentera pero dañina. Pero ganarás en salud.Y pronto ganarás el sentido del gusto cuando paladees el auténtico y genuino sabor de los alimentos, por ejemplo. O al menos comprobarás lo que te estabas perdiendo por culpa de la nicotina, que neutrealiza los sabores y hasta los anula. Preciosa entrada.Un saludo.
¡Qué bueno que me digas eso de la peli siendo un experto en el tema! Ahora no me siento tan tonta por haberla visto por tercera vez. Comparto tu admiración por Toni Collette: poderosa actriz, me encanta. No así Cameron Diaz, pero está bien elegida para el papel.
BorrarLa peli me vino a decir lo que necesitaba escuchar, perder es un arte que tomado como algo que no es difícil, que no es un desastre, hace que ganemos, se pierda lo que pierda. De todas formas hay que elaborar las pérdidas: el poema es un buen ejemplo. Al dejar esto una se da cuenta de los años perdidos, del tiempo que ha vivido atada a algo dañino, y da pena. Desde ya que valoro la ganancia, ya la he empezado a disfrutar.
¡Gracias por tanto apoyo, Víctor!
Un beso.
Es sumamente liberador el acto de perder cosas que aparentemente nos importan. Vila-Matas, el mejor escritor español vivo, habla de perder teorías. Suena muy bien eso de perder teorías. Pepe Carvalho, el detective de Vázquez Montalbán quema sus libros y dice: "Leí libros durante 40 años de mi vida y ahora los voy quemando porque apenas me enseñaron a vivir”. Hay gente que va al meollo de la cuestión y decide quemar su vida, perderla, dejarla abandonada en cualquier esquina. Esa es la gran liberación, la liberación total de todo y de todos pero al alcance de muy pocos.
ResponderBorrarMe gusta lo de perder teorías. No me convence lo de quemar libros, y mucho menos, la vida propia, lo de perder la vida en cualquier esquina, no, no me apetece para nada. La liberación para mí pasa por la aceptación de perder de a poco como un proceso natural: se pierde la niñez, la inocencia, la juventud, la salud, seres queridos, se van... Todos nacemos programados para algún día perderlo todo, es decir, la vida, pero tenemos también un fuertísimo instinto de conservación y, muchos, amor por la vida. Este es un poema sobre la falta de apego excesivo, sobre el arte de aprender a minimizar el dolor de las pérdidas, que igualmente duelen, pero creo que se trata de salir adelante.
BorrarAyer ví en tu televisión (TV ESPAÑOLA), un documental que ilustra de maravillas lo que siento sobre cómo asumir las pérdidas, inclusive la de la propia vida. Recién ahora recordé el nombre del hombre en cuestión: Carlos Cristos, ¡mira qué nombre! Te recomiendo que si puedes veas el documental en el que ha participado, Las alas de la vida. Te dejo un link para que lo rastrees si te interesa:Carlos Cristos, médico que mostró su lucha en pantalla. Justamente murió una semana después de que la dos emitiera ese programa que muestra como acepta, no sin dolor y lucha, la pérdida que conlleva su enfermedad. Me pareció que todo encajaba después de este poema bellísimo de la Bishop terminar el día con el testimonio de este hombre, alguien que no eligió liberarse por el camino más fácil y así entendió su misión y su trascendencia.
Un saludo.
Estoy de acuerdo contigo, la clave está en la aceptación de la perdida y no en entregarse a ella. Debemos acostumbrarnos a dejar cosas atrás pero mejor que sea por nuestra propia voluntad y no sometidos a circunstancias impuestas.
BorrarLo de perder la vida en cualquier esquina era una mera especulación intelectual aunque quizás cierta falta de apego a la vida nos ayudaría a vivirla mejor.
Veré ese vídeo.
Gracias por haber vuelto. Espero que puedas dar con ese programa. Vas a ver a alguien que va poco a poco y mansamente entregándose con absoluta dignidad y lucidez a lo que le ha tocado hasta que se va.
Borrar¿Será posible no sentir apego por la vida? No lo sé. Lo voy a seguir pensando.
¡Un beso y gracias por volver, Doc!
Realmente siempre (bueno, hace mucho!) he creido que las personas estamos preparadas para la pérdida, sea de lo que sea. No digo que no duela, que no te parta al medio según sea lo que perdés, pero se sale, se elabora el duelo y adelante! Y no ví la peli, pero me parece que me va a gustar revolver entre la trama a ver qué aparece :)
ResponderBorrarBesos Fer, cómo vamos en la lucha contra la nicotina?
Yo pienso como vos: creo que de eso se trata el arte de perder. La peli te va a gustar. Y la nicotina la dejé hace casi 72 horas. Lo voy llevando. ¡Gracias por tu interés y por tus aportes, Eli!
BorrarUn beso grande!!!
No sé que pensar del arte de perder FER...
ResponderBorrarYo no siento que haya perdido nada en mi vida, fíjate ¡¡debo ser una descerebrada!!:-) o a lo mejor una afortunada, no lo sé. Pero creo de verdad que conservo todo lo importante, nadie me ha quitado nada, al revés, tengo la sensación que siempre recibo, que tengo más que nunca. Las mismas ganas, ilusión y fuerza que siempre, en algunas cosas mucha más, mi cuerpo está igual que siempre, mi cabeza igual de mal que siempre, ni siquiera tengo sensación de pérdida con las personas. Creo a pies juntillas lo que dice Elizabeth Bishop en el segundo poema ( precioso) que transcribes. Puede irse alguien físicamente, pero de dentro de ti, sólo se va si tú quieres.
Sólo lo he experimentado una vez en mi vida, con mi padre. Se fue, pero un día, supongo, por pura supervivencia decidí que estuviera donde estuviera, me escuchara o no, seguiría conservándolo a mi lado y por eso... hoy, después de 7 años, le sigo hablando, contando y suponiéndole cerca. Antes le llamaba por teléfono cada día, ahora, simplemente no marco ningún número... pero sigo hablando con él. Si me pongo a pensar ya te digo, creo que yo no he perdido en mi vida a nadie... supongo que también es porque jamás he dicho adiós a nadie, sólo hasta luego :-) Mi puerta siempre está abierta y curiosamente, los que en un momento parece que se van, siempre vuelven, de una forma u otra siempre es y ha sido así... espero siga siendo:-)
Por cierto, para que no te sientas tan presionada por lo del tabaco, te he leído de reojo... por si te sirve, voy a ir a la contra de todos jajaja Yo empecé a fumar tradísimo, el primer cigarrillo lo probé con 21 años. Fumé 4 años como una carretera FER, lo dejé durante 10 años de un día para otro ( con ocasión del embarazo de mi primera hija) volví, no lo olvidaré, el día de la muerte de mi padre y el año pasado, me empezó a presionar todo el mundo para dejarlo otra vez, hasta me empastillaron jajaja. Bien... estuve 6 meses sin fumar y ¿sabes qué FER? volví a fumar... ¿sabes por qué? verás, yo corro o nado 100m en menos de 2 minutos, igual que cuando tenía 18 años, físicamente aguanto lo mismo, peso lo mismo y no noto nada malo en mi organismo por fumar. Me duele por el mal ejemplo que doy a mis hijos ¡¡fíjate, eso es lo que más me duele!! y porque efectivamente es nocivo para la salud, pero yo, intento dejarles claro que soy idiota en esto, que no lo sean ellos. No me he medicado en mi vida, no como grasas, ni bebo, ni hago excesos de ningún tipo...mi salud es tan buena como siempre, así que FER... fumo vale, pero también me muerdo las uñas... así que, entre quedarme sin manos, los nervios de punta y subirme por las paredes y tener un poco oscuros los pulmones...pues mira ... el gris no es tan horrible, cuando llegue a negro, me lo pienso:-) Valora pros y contras FER, a veces lo que para otros es horrible para ti no lo es tanto y viceversa... no te dejes presionar FER, decide tú de verdad. Yo dejé que decidieran por mi y fue un error. Nadie te quita nada si eres tú quien lo deja, si no es así... te lo aseguro, no merece la pena.
Ir por el libro en todo a veces ni es bueno, ni necesario cielo ¿ves por lo que no tengo la sensación de haber perdido nada? yo no pierdo, lo dejo o no dejo que se vaya :-)
Un beso inmeeenso cielo... y si dejas de fumar perfecto y si no, si tú te sientes bien ¡¡también!! recuérdalo por favor. Sufre lo estrictamente necesario, ni una miaja más:))
¡¡Feliz semana FER!!
Creo que todo a veces depende del cristal con que se mire, María. Para ti la juventud no se va, los seres queridos que mueren no se van, porque sientes que quedan dentro de ti, como dice el bello poema de Cummings: el secreto, el prodigio es que lo llevas dentro de tu corazón. Está bien. Es una buena filosofía. Es lo que dice el poeta Machado: "Todo pasa y todo queda...” Pero lo nuestro es pasar, María. Y al pasar se echa la vista atrás y se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar... agrega el Nano, ¿verdad? Eso me ha pasado por estos días, y por eso sentí la necesidad de dejar algo que realmente me hacía daño. En mi caso, el tabaco me pone aún más nerviosa, más ansiosa de lo que soy normalmente. Y no siento que pueda hacer todo lo que mi cuerpo quiere hacer de igual modo. Me estaba cansando mucho. Y me hartó. No es por ser buena y hacer las cosas bien o por ir por el libro que lo dejo. He valorado bien pros y contras, sin presiones, y elijo los pros. Y estoy sufriendo lo justo, lo que hay que sufrir para no sentir que se deja así no más. Que cueste, que se sienta para no volver a querer pasar por esta dependencia nunca más.
Borrar¡Gracias por compartir tan honestamente tu forma de ver y de vivir la vida!
¡Un beso enorme para ti también y feliz semana, MARÍA!
Tus escritos siempre dan para pensar demasiado... El arte de perder. ¿Verdad que todo tiene arte? ¡Hasta la pérdida! Me pregunto yo si para todo el mundo la pérdida es lo mismo... A veces, una pérdida quizás sea una ganancia...
ResponderBorrarEn todo caso, cuando se pierde algo lo primero que creo que hay que hacer para salir adelante es aceptarlo, ¿no crees?
Un abrazo
Desde ya: yo estoy elaborando una pérdida que resulta pura ganancia, Diego. Y pienso, igual que tú, que la aceptación es fundamental para llevar esto que llamamos vida adelante.
ResponderBorrar¡Un abrazo viajero!
Buscaré la película..... es de las mias. Empatía y elaborar las pérdidas..... Que dos cosas tan hermosas y las considero muy mías.
ResponderBorrarAprender a perder es difícil, yo lo llamo ir cerrando círculos, etapas de tu vida que se acaban..... pero no cabe duda de que te vas dejando parte de tu alma en cada pérdida. Así es la vida. Hermoso post, Fer.
Seguramente te va a gustar esta película, Lola. Creo que el círculo es la mejor metáfora para lo que acontece en nuestro paso por la vida. Fíjate que se utilizan círculos para representar el infinito: ∞. Así es como concibo el ciclo de la vida, Lola querida. Creo con el alma que nunca se termina de cerrar.
Borrar¡Te mando un beso grande!
A veces las pérdidas nos enseñan más que las ganancias, no se porqué extraña razón le sacamos más jugo a lo negativo que a lo positivo. ¿Será por aquello de no tropezar dos veces con la misma piedra? aunque terminemos haciéndolo, a veces.
ResponderBorrarTu blog es uno de mis lugares de reflexíon. Saluditoss!
Seguro que hay mucho de cierto en tu forma de verlo, Gloria. Hay quienes creen que venimos a este mundo a aprender las lecciones que necesitamos aprender, aunque como bien dices, a veces parece que nunca terminamos de aprender lo que necesitamos.
BorrarTe agradezco por pensar conmigo, Gloria, y te mando un cordial saludo.
Hola Fer, no he visto la película, pero he disfrutado con los poemas que has publicado en esta entrada, el de Bishop y de Cummings.
ResponderBorrarAbrazos!!
Muy amable y me alegro de que los hayas disfrutado, Alejandra.
BorrarAbrazos.
Fer