miércoles, 30 de enero de 2013

Aclaro y oscurezco





  Hay un dicho que reza: "No aclares que oscurece". Pero voy a aclarar para oscurecer la luz que irradió mi reflexión anterior sobre las minivacaciones de risa y luz que nos dimos como familia el fin de semana pasado yendo al teatro porque está en mi naturaleza hablar a boca de jarro.

  Ante todo, creo necesario aclarar que lo de no viajar este verano es una opción que ha tomado mucha gente simplemente por una cuestión injustamente numérica. Un sueldo medio-alto para un adulto con hijos en la Argentina con un buen empleo full-time oscila entre los $9.000 y los $15.000 pesos, impuesto a las ganancias incluido, el cual se lleva entre 10% y el 15% del mismo, en un contexto donde hay que hacerle frente a una inflación anual del 25% al 30%. Este sueldo es equivalente a un salario de aproximadamente $1.500 a $2.500 euros, algo por encima del mileurista. Es decir, multiplicamos cada peso más o menos por 6 en este país para obtener un euro y a cada dólar por 7 u 8, dependiendo de si es verde o "blue", como se da a llamar al dólar que se compra en el mercado negro para obtener un mayor volumen del autorizado por el gobierno, por ejemplo, para salir al exterior. Esta restricción se conoce como cepo cambiario. Nuestros gobernantes nos autorizan a comprar entre 25 y 50 dólares diarios por persona para viajar afuera. Comprar oro sería menos complicado. Igualmente la cuestión es comprar.

  Ahora vayamos a los bifes, la especialidad argentina. Las minivacaciones al teatro Gran Rex a ver a Les Luthiers con localidades de privilegio, en fila 7, para cuatro, nos costaron $1.280 o 220 euros. Esta salida al teatro comparada con unas minivacaciones disparó la asociación de un comentador amigo de la casa con la "gasolina de bajo octanaje", o como diríamos aquí, de medio pelo, y no me ofende para nada la similitud, porque la siento igual, ya que en otras épocas, con el mismo trabajo y equivalente sueldo pero distintas condiciones económicas, pudimos acceder a viajes maravillosos en la Patagonia argentina, sin ir más lejos, en el Calafate mismo, donde se ve mucha riKeza por cierto. Hoy por hoy, unas horas un sábado por la noche para una familia tipo, con localidades en primera fila en el teatro, a riesgo de perder la billetera a la salida por la inseguridad imperante, tal como les conté, costo de estacionamiento y gasto de gasolina para el traslado de ida y vuelta, cena en un buen restaurante con postre y vino, alguna compra de ropa no muy ostentosa previa que hacemos las mujeres para la ocasión y alguna golosina o refresco durante la función, más propinas, equivale aproximadamente a $3.000 o 500 euros, que implica el gasto que hacemos en todas las compras que necesita hacer una familia tipo como la mía en el supermercado mensualmente para abastecerse dignamente.
 
  Otro comentador querido se asombraba de que los teatros estuvieran desiertos en general en nuestra tierra. A nosotros nos entristece, ya que amamos al teatro y adoramos llevar a nuestros hijos a ese mágico espacio. En mi hogar, quienes aportamos somos dos profesionales con tres títulos, mi esposo tiene dos, yo, uno, y ambos obtuvimos medalla de honor por nuestro desempeño académico. Aún así, no podemos hacer una salida como ésta al teatro en familia más que una o dos veces al año, debido al poder adquisitivo enflaquecido o devaluado de nuestros salarios, que es lo que obtenemos por nuestros trabajos, siendo que no tenemos contactos que nos acomoden en puestos mejor pagos, ni hemos heredado campos, ni empresas, ni tampoco nos hicimos políticos o personajes mediáticos o jugadores de fútbol de primera. Entonces, hasta ahí llegan nuestras salidas al teatro, que es muchísimo más de lo que pueden costear millones de bolsillos de otras argentinas y otros argentinos, por lo cual nos sentimos sumamente afortunados, aunque desde ya, aspiramos a una situación mejor para todas y todos.

   Unas vacaciones en Cariló, por ejemplo, destino predilecto de la clase paqueta argentina en la Costa Atlántica que parece ajena a los vaivenes inflacionarios y cambiarios, en un buen hotel durante 5 días, se ofrece a $4.280 con desayuno incluido, nada más. Digo nada más porque no incluyo los extras indispensables si uno sale con chicos de veraneo. Ésto implica un gasto de alrededor de $20.000 para una familia tipo, agregando comida y sin hacerse los locos, o sea unos 3.000 euros.

  La opción de playa en el extranjero, tomemos Brasil y Florianópolis, mi lugar favorito si me dan a elegir como playas más o menos cercanas, en hotel con media pensión, unos 8 días para carnaval y con aéreo, cuesta $6.500 por persona o $30.000 para toda la familia, y ahí se va el sueldo de un mes de trabajo entero de dos que trabajen todo el día afuera de casa y ganen realmente bien. Y al volver, hay que hacerle frente a la temida canasta escolar de cada marzo.

  Con todo ésto, lo que intento decir es que no me siento una pobretona por no haberme dejado estafar este verano para cumplir por la obligación social de viajar para vacacionar o para, a la vuelta, postear una simpática entrada en mi blog acerca de lo cansador que resulta irse a la playa con los chicos para descubrir que “...de la maternidad, una nunca se toma vacaciones". Como comenté en ese blog al que cito y no voy a nombrar, ya que lo hice sin ánimo de ofender pero con los pies sobre la tierra y registro de la realidad que me circunda como madre en Argentina, y siendo la única de las pocas comentadoras que no obtuvo respuesta de su autora, al leer una reflexión tan banal, no puedo dejar de pensar en tantas familias trabajadoras de nuestro país que este verano no pudieron darse la merecida posibilidad de salir de vacaciones, ni en micro, ni en auto, y mucho menos en avión, y de "volver": "Habiendo tomado sol, conocido lugares, comido rico, comprado cosas y sacado millones de fotos..." sin sentirse "listas" para regresar por el cansancio de ese rol que no se deja de ejercer ni de vacaciones, tal como describe ella misma, aún calificando esta experiencia como "sanadora" para su grupo familiar, lo cual celebro. Ésto debería poder pasarnos a todas y todos, pero no sucedió este año debido al alto costo que implica para una familia de clase media argentina, a la inflación imperante y a la peleada cuestión salarial. Optamos o tuvimos que quedarnos en casa con los chicos y, con suerte, anotarlos en alguna colonia o club barrial, pagando también por ello, para poder seguir con la rutina laboral o hacer arreglos necesarios en la casa. Para darles una idea, lo invertido en nuestra casa, en pintura, cambio de cortinados que teníamos desde hace ocho años y necesitaban reemplazo, ropa de cama y baño nueva, etc., insumió unos $12.000, o sea unos 2.000 euros. Tal vez estos datos concretos y reales brinden una idea más cabal de la realidad económica en mi país de la que dan los números en abstracto.

  Es claro, entonces, que minivacaciones y vacaciones, cansancio y descanso, o gasolina de alto y bajo octanaje son conceptos que adquieren connotaciones diferentes de acuerdo a la realidad de cada uno. De todas formas, para unos y otros, es verdad que de ciertas realidades y roles nadie puede ni debe tomarse vacaciones. Y si de sanar se trata, ruego a todos los Santos del cielo que pronto pueda dejar de gastar las fortunas que he gastado en medicamentos desde que mi salud empezó a necesitarlos, tal vez, en gran parte, debido el alto estrés que estas cuestiones financieras generan en mí. La verdad es que ví mucha más gente en farmacias, laboratorios y salas de espera este verano que gente haciendo o deshaciendo el equipaje de veraneo, pero tal vez sea una apreciación subjetiva y a boca de jarro. Sin dudas, las vacaciones resultan sanadoras no por visitas al médico, análisis y tratamientos, sino por merecidos paseos y viajes en familia que, insisto, todas y todos deberíamos poder disfrutar. Y lamento oscurecer la luz que irradió el tono de mi anterior reflexión con la gris realidad del bolsillo de los argentinos de bajo octanaje...


A boca de jarro

24 comentarios:

  1. Cómo está el mundo,¿verdad?
    Lamentablemente a la vez que comprensivamente,cada uno ve las cosas desde su punto de vista, más bien,desde el punto de vista económico que rija en su hogar,como bien dices.

    Para los que somos de clase media,ya sin alta ni nada,porque eso va quedando para los acaudalados que prefieren ser llamados así:
    Clase media-alta.

    Como digo, para los que somos de clase media y vamos a la baja,unas mini vacaciones es algo portentoso,una gozada fugaz cada día más costosa e inalcanzable.
    Antes, y duele pensarlo, con lo mismo te ibas una semanita al menos de hotel,que es de verdad vacacionar,pero ahora tal como están las cosas...

    En fin, que cada cual mira desde su bolsillo y lo que para nosotros ir al teatro o pasar un fin de semana diferente, supone un acto heroico más que merecido,para otros puede parecer irrisorio.
    Tal vez no lo fuese tanto si tuviesen que pasar con nuestra economía,¿no crees?
    Vaya horror de mundo que nos están "deconstruyendo" los líderes desvergonzados.
    Besos.

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    1. Toda la razón, Marinel. Aquí también se han encargado de extinguir a lo que solíamos llamar la clase media-alta. Ahora hay dos clases: ricos y no ricos, y luego, están los realmente pobres, debajo de la línea de la dignidad humana. Eso es lastimoso para mí porque nunca lo había visto tan claramente como en los últimos años. Para esos ya ni gobiernan. Los dejan dormir tirados en calles céntricas, en plazas, revolver cestos de basura en busca de alimentos, con sus hijos, su vino y la droga de la más barata y nociva encima. Es muy triste porque es miseria, Marinel. Así es que me considero afortunada de estar donde estoy todavía.

      En cuanto a lo de que cada cual mira desde su bolsillo, es cierto, pero me parece que es estar enajenado, alienado de la realidad en la que vives. Suele ser el caso de los que más tienen. Y eso me indigna. Porque tú puedes tener mucho, irte de vacaciones a donde se te antoje, pero no deberías estar tan enceguecido y ensoberbecido como para no ver que eres en verdad un privilegiado que perteneces a una minoría y no puedes andar haciendo alarde de que, encima de que te echas esos viajes con los niños, te cansas al desempacar: me resultó muy chocante leer algo así. Pero entiendo que soy demasiado sensible a cosas que provienen de mentes superfluas destinadas a una audiencia similar.

      Un beso y gracias por tu aportación.

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  2. Hola! Hace poco que descubri tu blog. Queria dcirte que lamento el mal momento que te hicieron pasar a la salida del teatro.
    En cuanto a los prescios desorbitantes, cada vez entiendo menos. Desde hace tiempo vivo fuera del pais y cada vez que voy de visita me agarro la cabeza con la inflacion. No puede ser que sea tal como indican los numneros oficiales, ni loco! Y ojo que voy relativamente seguido y puedo seguir la evolucion de los precios.

    Con respecto a los precios del teatro, la costa, etc, hay, me parece, una mezcla d einflacion (que es real y no se puede tapar el sol con el dedo mal qu le pese a algunos) y las idea de querer "salvarse" en una temporada. Si los comerciantes fueran mas vivos, tendrian precios accesibles y que a la vez les de ganacias y la gente gastaria. Y si el mudno fuera dieal, tendriamos gobernantes serios que trabajan para la gente en vez de para sus acolitos, sus bolsillos y sus cuentas bancarias.

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    1. Bienvenida, Ana!

      El mal momento quedó atrás gracias a la amabilidad solidaria y desinteresada de un caballero a quien le sucedió lo mismo, se puso con su esposa a revolver los residuos en los cestos de los alrededores y recuperó mi billetera con lo que más me importaba recuperar: la documentación. Además, su actitud de contactarse inmediatamente con mi casa y devolverme mis cosas en la suya sin esperar recompensa fue un regalo extra, una inyección de fe en el prójimo en tiempos en los que parece que sólo impera el "sálvese quien pueda".

      En cuanto a lo que me dices de tu impresión al viajar, ya lo escuché de muchos: nadie puede creer esta locura que estamos viviendo, y nosotros tampoco. Los números oficiales mienten descaradamente, por eso me decidí a hablar de números a calzón quitado, o como no uso calzón, a boca de jarro.

      Y sí, Ana, todos quieren aprovecharse del momento: en los centros turísticos locales saben que si hay cepo cambiario nos tienen cautivos e intentan esquilmarnos ofreciendo una pobre calidad en general a precios exorbitantes. Recién por estos días comenzaron a admitir que esta temporada no habían recibido el caudal de turistas que esperaban. Y me alegro. No es que quiero que les vaya mal: al contrario. Les iría mejor a ellos y a nosotros si no incurrieran en el latrocinio descarado con el que intentan sacar la mejor tajada. Y es además una muestra de cierta madurez y sensatez de mis compatriotas de clase media decir ¡BASTA!, y no veranear pagando lo que ellos disponen.

      De los gobernantes, creo que ya he dicho bastante en la entrada, y resulta hasta peligroso decir cosas tan políticamente incorrectas en estos tiempos en la Argentina.

      Te agradezco mucho la visita y el aporte y te espero cuando gustes volver.

      Un saludo cordial.

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  3. Justo la semana pasada estuve con una amiga haciendo estas mismas cuentas. Este verano mis vacaciones fueron de invitada a casa en la playa y mi amiga, despues de hacer cuentas variadas se dió cuenta que le salía lo mismo una semana en una cabaña en Córdoba que una semana entre Berlin y Praga y, como tiene millas, se decidió por esto último. Mi semana prestada en la costa argentina me hizo ver que hay mucha gente a la que no le cerraron los números este verano, restaurantes a medias, mucha carpa vacia, la temporada estuvo floja y tengo mas de 20 años veraneando en la costa argentina para comparar.
    besos!

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    1. Tal cual, Maru. Tu amiga se avivó. Pero muchos tenemos esas orejeras puestas desde chicos, o el recuerdo y la noción de que el veraneo es en las playas argentinas porque así fue por muchos años, y no vemos que hay un mundo al mismo precio que Cariló por descubrir. Eso sí: tenés que viajar sola, porque para una familia es impensable. Multiplicá todo por cuatro, empezando por los pasaportes...

      Obvio que la temporada estuvo floja, pero no lo van a decir tan fácilmente por los medios. Recién ayer escuché una cierta aceptación de la realidad que fue más que evidente aún para quienes lo vimos por tevé.

      Gracias, Maru!!!

      Beso grande!

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  4. No entiendo. ¿Desde cuando la clase la da el dinero? ¿A caso es necesario irse a la Conchinchina para poder decir que unas vacaciones son realmente vacaciones? Tus vacaciones me han probocado una envidia, sana, por supuesto, pero muy notable. Si alguien me viene, como parece que te ha pasdo a tí, vanagloriandose de sus idas y venidas (viajar es otra cosa) de sitios mas o menos lejanos o populares, después de que acabe con su retaíla, le digo: Bueno, ¿y de vacaciones cuando te vas?

    No han logrado oscurecer nada porque su percepción, no es mi realidad.
    La economía es sólo una cuestión secundaria; la felicidad es lo primordial; y si alguno está pensando en la frase de Woody Allen "El dinero no da la felicidad, pero proporciona un estado tan parecido, que haría falta un experto altamente cualificado para distinguir la diferencia" Bueno, yo soy ese experto; yo y todos los que, como yo, conocen la felicidad de un mismo modo, por eso sabemos lo qué priorizar.

    Un beso, y no dejes que apaguen tu luz sólo porque ellos carezcan de ella.

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    1. Mi luz tiende a palidecer cuando me enfrento con la injusticia social, el atropello, el desprecio de quien se cree superior a los demás e ignora la realidad que se ve hasta con los ojos cerrados. Pero sé bien que la felicidad nada tiene que ver con el dinero y todo lo que él puede comprar.

      Valoro tenerte como experto en reconocer esa sutil diferencia que a muchos en ocasiones nos encandila. Y agradezco cada contribución tuya en mi espacio: tus comentarios son realmente geniales. Me encantaría saber tu nombre, porque de "desastre" no manifiestas nada.

      ¡Un beso grande y muchísimas gracias!

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    2. Vale, Manuel.

      Gracias nuevamente.

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  5. Fer, tu sabes lo que creo... Que esta sociedad corrompida en sus altas esferas,estos an tomado la determinación de eliminar a esta clase media en la que andamos metidos la mayoría, con el fin de no hacerle sombra y poder salvaguardar sus antaño privilegios.. Y desgraciadamente lo está consiguiendo, a no ser que espabilemos rápido...
    Un abrazo.
    Elperroverde

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    1. Es mi deseo que espabilemos rápido y eso no suceda por el bien de todos. La clase media siempre ha sido el gran motor de crecimiento de todas las sociedades, en todos los aspectos, la más pujante, la clase trabajadora con voluntad y aptitud de aprender y crecer, con ganas de progresar y hacer progresar a las naciones. No sé en qué se puede llegar a convertir el mundo sin nosostros.

      Gracias y un abrazo, amigo Pedro!

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  6. Me parece que en tu escrito dejaste cosas bien claras sobre la oscuridad, que cada día más, se cierne sobre el país. La dirigencia está tan preocupada en ganar las próximas elecciones que la realidad del presente no existe para ellos, sólo los beneficos que pueden sacar para el futuro.
    Seguí aclarando Fer, porque es como si viviéramos en un corte deluz permanente.
    Un abrazo

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    1. ¿Y vos sabés que justamente estoy teniendo cortes de luz? ¡Qué clara la tenés, Mirella! Es bueno ver que no somos pocos los que vemos aunque intenten enceguecernos o encandilarnos, depende de cómo nos vaya con el bolsillo. Incluso me comentaron que estos feriados absurdos, como el de ayer, son para ahorrar energía que no tienen de dónde sacar.

      Un fuerte abrazo, amiga y muchas gracias!

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  7. En estos días en que en este viejo territorio hemos descubierto con datos reales y no sospechados que estábamos gobernados por una banda de cuatreros y mangantes he comprendido mejor esa vieja resignación cínica que los argentinos tenéis ante la realidad. Que un país como el vuestro con ese potencial del que siempre se ha hablado tenga una inflación de un 30% anual me parece un auténtico latrocinio. Todo eso del dolar y del cepo bancario también es para echarse a temblar. Luego las repercusiones a nivel personal y familiar son horripilantes.
    Estamos asistiendo a la agonía de un sistema repugnante pero estando tan enquistado no dará mucho trabajo podernoslo sacar de encima. Ojalá tengamos suerte y podamos verlo.

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    1. El potencial es absolutamente real, eso es lo que más duele, Doc. Países vecinos como Brasil deberían servirnos como ejemplo y modelo. Pero nuestros gobernantes se empeñan en cerrarse o mirar para otro lado, o se niegan a ver en su alienación y empecinamiento inexplicables.

      Ojalá tenga los ojos bien abiertos y sanos para ver un cambio para todas y todos, aquí y allá, amigo. Lo deseo de corazón.

      Gracias y un abrazo.

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  8. Mi generación, que conoció las terribles huellas que dejó la Guerra Civil española, ha evolucionado de menos a más. En el sentido material, cultural, progreso, etc. Personalmente me considero un privilegiado en todos los sentidos.

    La de nuestros hijos, sin embargo, y con los gobernantes corruptos e ineptos que nos han tocado en "suerte" junto con el fracaso del capitalismo...lo tienen más "crudo".

    Y ese es el mayor de los pesares que me embarga actualmente...

    Un abrazo, Fer

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    1. Ya había leído que mi generación está condenada a tener un nivel socio-econónmico inferior que el de mis padres. Es crudo, estamos de acuerdo. De todos modos, aún me siento una privilegiada a pesar de todo y no pierdo las esperanzas de un futuro un poco mejor.

      Un abrazo y muchas gracias, Luis Antonio.

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  9. Fernanda
    Realmente con todo afecto te digo que no entiendo el sentido de tu texto, si guardas bronca por no haber salido de vacaciones porque decidiste poner tanta plata en cortinados y decoración o bien porque has tenido la desgracia de estar enferma y parte del tiempo y/o el dinero se te gastó en medicamentos. Pero evidentemente hablas como perteneciente a una clase social medio alta pues puedes darte el lujo de invertir tantos euros (no se por qué te refieres en esa moneda) para ver un espectáculo que mas alla que atractivo, es tan costoso.
    Pero el sabor que me da la lectura de tu texto es algo amargo, creo que por eso me animo a confesarte que este tipo de "bronca" puede enfermar y producir stress. Creo que el inicio y una gran parte de tu escrito encierra la bronca contra el poder que seguramente te ha afectado como a muchos de nosotros con inflación, impuestazos e inseguridad. Coincido contigo aunque no desde una visión PRO que tu pareces tener.
    Yo encambio con $ 7.000 fui de vacaciones usando mi pobre autito que no me falló, mi carpa estructural que cumnplirá casi 15 años y la pasamos muy bien, sin ir a Florianópolis como tu prefieres, recorri en parte nuestro país y regresé cansada pero feliz, con los chicos peleándose dentro del auto pero tostaditos.
    Igualmente gracias por hablar a boca de jarro. aunque sea así creo que tienes que pensar en tu salud y derivar ese sabor a "bronquita" que huele tu texto en tareas solidarias, que mucha gente anda necesitando.
    Un beso
    María Fernanda (homónimas)

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    1. Muchísimas gracias por tus apreciaciones y tus consejos, y muchísimo más por tu afecto, siendo que jamás me habías visitado, creo.

      La referencia a los euros tiene que ver con el hecho de que un comentador de la entrada anterior, a la que ésta se vincula, calificó mi salida al teatro como "gasolina de bajo octanaje", es decir, como algo de medio pelo, y es español. Por lo tanto, hice la conversión a euros para que los españoles que me comentan, que son mayoría, tuvieran una idea más clara de cuánto cuesta salir, vacacionar y hacer arreglos necesarios en casa en este país. Lo de casa no fue simplemente decorativo. Es necesario invertir en mantenimiento: si tenés una, lo sabrás bien. Necesito cortinas porque mis dormitorios no tienen persianas, por ejemplo. Y las cortinas salen carísimas, no sé por qué, pero son necesarias, igual que pintar las paredes cada tanto y solucionar problemas de humedad, o reemplazar almohadas, sábanas y toallas percudidas. Eso es todo lo que hice, y según me comentaron los comerciantes mismos, es lo que hicieron muchos este verano.

      Lamento discrepar con tu apreciación sobre el espectáculo que llevé a mis hijos a disfrutar: es de primera calidad, mis hijos mamaron cultura y prefiero cada peso invertido en esa salida que una estadía en un camping para que vuelvan bronceados. Para aire libre y deportes los llevo al club barrial,por mucho menos que 7 lucas. El buen teatro es una inversión para la educación de mis hijos de la que no reniego y una terapia, simplemente me gustaría que no fuese tan oneroso.

      Creo que lo de clase media-alta ya dejó de ser hace un tiempo, por eso me siento tan desorientada y embroncada con lo económico.

      No sé bien a qué te referís con lo de visión PRO. No tengo ninguna afiliación política.

      El título advierte que al aclarar, oscurezco el tono luminoso con el que viví mis minivacaciones al teatro, ya que se trató de una elección consensuada por la que me sentí privilegiada. Soy conciente de que mucha gente no puede darse ese lujo. La bronca está, lo admito, por el hecho de que debamos elegir entre ir al teatro, hacer esos gastos domésticos necesarios o salir de vacaciones.

      Lo de Florianópolis o Cariló son simples ejemplos que tomé del diario. Hace años que no puedo darme el lujo de ir al exterior y jamás veranearía en Cariló. Sí viajé tres veces por la Patagonia, dos en mi auto, y ahora se complica. Mis suegros fueron a Bariloche en auto este mes y faltaba suministro de nafta en el camino. El año pasado pasé unos días en Monte Hermoso y me costó carísimo, tanto el hotel, que dejó mucho que desear en calidad, como las comidas que hicimos afuera.

      Me alegro de que hayas disfrutado de tus vacaciones en carpa, pero no es mi forma preferida de vacacionar. Me gusta ir a un lugar donde realmente pueda descansar de lo que me ocupo los 365 días del año y dormir en una cama con un baño más o menos como el que tengo en casa: nada 5 estrellas. Respeto los gustos ajenos, pero el camping no me va.

      Y también admito yo misma que gran parte de mis males se debe al estrés que esta situación económica me genera, como a tantas y tantos compatriotas.

      De "tareas solidarias" me podés dar vos un ejemplo de lo que hacés para ayudar a los demás que haga que esa sensación de que el dinero que uno se rompe el lomo para ganar alcanza cada vez para menos y de que este fenómeno se extiende cada vez más desaparezca. Creo que lo que mucha gente anda necesitando es que se nos gobierne mejor, se nos cuide más, no se nos restrinja tanto, incluso en la libertad de expresar nuestra bronca, y se nos meta menos la mano en el bolsillo.

      Las tareas solidarias son loables aunque paliativas y no soluciones de fondo. La miseria se ve en todos lados y colaboro con eso en mi parroquia. De todos modos, espero que me ilumines: soy la primera interesada en conocer más métodos de sanación alternativos por los que no haya que pagar y se pueda ayudar a los más desamparados.

      Un saludo, tocaya! (Los homónimos son palabras que comparten un mismo significante pero difieren en su significado.)

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  10. Coincido plenamente con tu análisis, honesto y necesariamente parcial como son todas los análisis. Repito, coincido plenamente con tu visión. Coincido un 110% si fuera eso posible posible.
    Sos una mujer transparente y honesta. No creo necesario decir más.
    Un beso grande

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    1. No es necesario decir nada más y te lo agradezco profundamente, mi querido James. Sí, soy tan transparente y honesta como jodida y desbocada, amigo mío. Y pago un alto precio por eso. Pero ésto, como bien decís en tu maravillosa reflexión sobre nuestro margen de maniobra, que no comenté porque mis ojos ya no resistían después de escribir tanto en la compu, está en mi naturaleza y es algo que me resulta muy difícil de manejar. Así soy de fábrica. Y me puede hacer daño. Pero es mi forma de vivir y de honrar la vida: ser fiel a mi esencia.

      Un beso enorme!

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  11. Hola querida Fer!!!!!
    Me decido a venir y comentarte tras tu visita y quiero decirte primeramente que me alegro muchísimo que vinieras, ya que así yo me he atrevido a acercarme para dejarte estas palabras, aunque a partir de ahora siento decirte que me vas a tener ha menudo por aquí, jajaja!!.

    Está todo muy caro, como dices, cualquier salida de vacaciones supone un enorme gasto extra, sabiendo que a la vuelta hay que asumir lo gastado y poder terminar el mes en casa.
    En los últimos años tengo la suerte de poder salir fuera unos días (aunque sea a unos pocos km.) de vacaciones, y veo que los precios se han disparado cada vez más, porque dónde antes estaban llenos de turistas,ahora van pocos y menos tiempo, cosa lógica por la crisis en la que estamos metidos, me siento una privilegiada de verdad por poder hacerlo, por desconectar 4 ó 5 días al año,pero pienso...es que no tenemos todos derecho a hacerlo???, diría que sí,pero claro para los que se han quedado sin casa o sin trabajo, en lo último que piensan es en irse de vacaciones, por eso me siento privilegiada y al mismo tiempo culpable.

    Te dejo mi abrazo más cariñoso y nuevamente de doy las gracias Fer!!!!

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    1. Querida Estrella: ¡qué privilegio contar con tu luz irradiando las aguas de este jarro de barro quebradizo! Me llena de alegría nuestro encuentro por fin. Estaré encantada de recibirte tantas veces como quieras venir.

      Claro que a pesar de todo, seguimos siendo privilegiadas y nos queda clarísimo cuando vemos a los desamparados y abandonados por el sistema, que cada vez son más. Eso angustia también e incrementa esa sensación de pobreza y limitación en general. Uno siente que debe cuidar aún más de cada centavo y que debe ser bien gastado.

      Y desde luego estoy de acuerdo contigo en que el hecho de hacerse una escapada para descansar a algún sitio no muy glamoroso pero bello y tranquilo con la familia unos días al año debería ser una posibilidad accesible y razonable para todos los trabajadores y no un lujo que sólo se pueden dar algunos. Pero sí, son tiempos de crisis de los que todos tenemos algo que aprender.

      Te agradezco la visita y el seguimiento de corazón y estoy encantada de contar contigo como compañera mirando la vida desde esta ventana abierta de par en par.

      Un beso!

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