"Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser celebrada o perdonada."
Eduardo Galeano, "Celebración de la voz humana/2",
El libro de los abrazos.
- Fernandita, ¿para qué coños guardas todos esos trastos ahí abajo?
Entonces, miré sobre mi mesada y, junto a la canilla, apareció el único tachito que siempre tenía mi abuela para limpiar todo, con una esponja de cocina, un trapo rejilla, una botella de detergente y un frasquito de puloil. Iba a prodigarle un fuerte abrazo a mi abuela cuando un chirrido cercano me despertó.
Entonces, miré sobre mi mesada y, junto a la canilla, apareció el único tachito que siempre tenía mi abuela para limpiar todo, con una esponja de cocina, un trapo rejilla, una botella de detergente y un frasquito de puloil. Iba a prodigarle un fuerte abrazo a mi abuela cuando un chirrido cercano me despertó.
A la hora de estar levantada, me fui para la terraza a tomarme unos mates. El canto de un benteveo terminó de espabilarme en la vigilia soñolienta de la radiante mañana de verano porteña. Me encontré con un nido bien plantado de una pareja de benteveos sobre las ramas más altas del árbol de la vereda: una simpleza en presencia y en esencia digna de la visita del recuerdo de mi abuela.
A boca de jarro
A boca de jarro
Lo esencial está ahí siempre, verlo o no verlo... eso ya es otra cosa. A veces la mirada se nos ensucia y es entonces cuando se agradece tanto una visita así, en los sueños, y una música así, en los árboles. Los ojos se alegran y se visten de claridad para celebrarlo.
ResponderBorrarUn abrazo.
Muy cierto. Gracias por recordármelo.
BorrarUn abrazo.
Fer
Dulce despertar, Maria Fer, la abuela te estaba enseñando lo verdaderamente importante ¿para qué coños guardas todos esos trastos ahí abajo? y lo tienes Ahí no más, en tu terraza... muy chévere esta entrada. Cariños
ResponderBorrarMuchas gracias, María, y muchos cariños.
BorrarFer
: una simpleza en presencia y en esencia digna de la visita del recuerdo de mi abuela.
ResponderBorrarPrecioso niña!.
Te sonrío con el Alma.
Muchas gracias. Mi sonrisa con el Alma para ti también.
BorrarFer
Me encantan los sueños con las abuelas. Las mías me visitan seguido!
ResponderBorrarEstaba pensando cuanta razón, en mi casa de la infancia había pocas cosas. Lo necesario.
Besote Fer!
Y en la mía vivía mi abuela con nosotros y era así también.
BorrarBesote y gracias por la visita, Dana!
Fer
¡¡Precioso, Fer!! Que encontraras ese nido fue un recordatorio de que, en las cosas sencillas, está la felicidad. Y de que tu abuela tenía razón en lo que te decía.
ResponderBorrarMe ha encantado leerte. Un beso enorme
Me alegro que te haya gustado. Muchas gracias. Voy a ir pispeando a ver si esta parejita de benteveos tienen cría ;)!
BorrarUn beso enorme para ti también.
Fer
Buen augurio el del benteveo con su peculiar lomo pardo y el pecho y la cola, amarillos.
ResponderBorrarTu abuela era sabia. No tengo la menor duda. Sus palabras lo denotan
Abrazos, estimada Fer
Van dos augurios en lo que va del año... Veremos que nos deparan, mi querido Luis Antonio.
BorrarAbrazos y gracias.
Fer
Preciosa entrada Fer, son lindos esos sueños en los que vemos a personas que seguimos queriendo a pesar de que ya no estén con nosotros, es una manera de decir que las recordamos y creo que ellas tampoco nos olvidan!! Me gustó la definición de recordar!!
ResponderBorrarNo había escuchado el nombre (benteveo) de esos pájaros!!
Un besazo mi Fer!!
mafar
Yo creo que estos sueños son la señal más contundente de que estas personas siguen vivas y nos acompañan desde algún inefable lugar. No creo que haya benteveos en Europa: son aves que habitan América, desde los Estados Unidos hasta la Argentina. Tienen un chirrido singular: dicen algo así como "Bicho feo". Me encantan. Son muy simpáticos y vistosos.
BorrarMuchas gracias, mi querida amiga. Besos!!!
Fer
Primero, has conseguido que me sonría con la descripción de la multitud de productos que todas usamos y con las que nos volvemos tarumbas. Después, la ternura se ha abierto paso con ese sueño de tu abuela. No me extraña que la felicidad salte entre estas líneas (también quise mucho a mi abuela y me encanta cuando sueño con ella y la veo hablarme, moverse, con vida).
ResponderBorrarUn abrazo muy grande, Fer.
Seguramente te has reído porque tienes tantos trastos como yo en tu bajo cocina, mi querida y admirada Isabel. Siempre que estoy lidiando con este tipo de quehaceres siento que estoy perdiendo tiempo precioso que podría emplear en cosas que realmente me gustan, como leer, y más rabia me da. Por las tardes estoy leyéndote a ti, y es todo un placer que te agradezco enormemente.
BorrarUn abrazo enorme!
Fer
Yo no puedo recordar a mi abuela para que me enseñara que las cosas sencillas son las únicas que merecen la pena. Por eso debo ser tan complicado. Un precioso sueño. A Galeano le tengo una antipatía singular. No me gustan las frases hechas y él dejó a miles a tenor de las que leí en su muerte. Fíjate que mi héroe es Samuel Beckett que vino a decir que el lenguaje era imposible y que solo nos llevaba a la incomunicación. No sé si dijo esto exactamente pero nada es más absurdo que el lenguaje en sus obras, y en la vida real muchas veces no es vehículo de comunicación.
ResponderBorrarUn beso. Bien por tu abuelita.
Tú no eres complicado: tienes tus días, Joselu, como todos. Beckett sí lo era, aunque hay cosas que ha escrito y que ha dicho que están llenas de sentido. Y Galeano tiene su maestría, a pesar de que debo admitir que me cansa un poco cuando le da a su ideología, pero bueno, algo hay que leer, y este me lo han regalado. Aquí los libros están tremendamente caros.
BorrarUn beso grande.
Fer
Ciertamente el sueño invernal tiene otro efecto que el estival. Un placer compartir este retazo de tus memorias. Preciosa la cita con Galeano. Fijate que es un autor que tengo pendiente.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
Este libro de Galeano que estoy leyendo es de fácil y amena lectura, y puedes leerlo mientras sigues una novela, ya que se trata de crónicas, relatos y una serie de encantadores piezas breves que tranquilamente se pueden mechar con otras lecturas.
BorrarMuchas gracias por tu visita, mi querida Marybel.
Besos!
Fer
Hay que saber valorar lo que nos rodea...
ResponderBorrarSaludos
Muchas gracias y muchos saldos, Mark.
BorrarFer
Que enorme placer y dulzura, verdades sencilla y magnificas... Ay, mi amiga¡¡¡ te doy las gracias, por esta bienvenida inesperada.
ResponderBorrarBesos muchos,
tRamos
Siempre es un placer recibirte en mi nidito virtual, mi querida tRamos.
ResponderBorrarMuchos besos y muchas gracias!
Fer
Estas abuelas que no conocían las inercias y esclavitudes de la sociedad de consumo y que con un trapito arreglaban el mundo. Pena del abrazo interrumpido.
ResponderBorrarUn benteveo no lo conocía. He tenido que buscarlo en la wikipedia porque es solo propio de aquellas tierras tan lejanas.
Besos
Sólo hay benteveos en América, según he leído en Wikipedia también. Tienen un canto extraño, ya que parece que dijeran: "Bicho feo, bicho feo." Algunos los asocian con augurios de todo tipo, buenos y malos, y otras supercherías. A mí me resultan encantadores.
ResponderBorrarUn beso, gracias por la visita y muy buen finde, Krapp.
Fer
De la mano de Galeano a los sueños donde el "repaso" del corazón te trajo a tu abuela dejando anidada en ti la sensación de un mágico vuelo.
ResponderBorrarEl paraje se brindó a acompañarte el despertar con ese nido...
Precioso y tierno a pesar de todo ese batiburrillo exagerado de limpieza que es el único toque de realidad que perturba la ternura.
Besos, mi escritora-poetisa.
Muchas gracias, poetisa de los abismos del alma mía ;)!!
BorrarBesos mil!
Fer