Una de mis películas favoritas de todos los tiempos es "The Full
Monty", dirigida por Peter Cattaneo y protagonizada, entre otros, por Robert Carlyle y Mark Addy, que se estrenó en 1997. El título es una expresión idiomática de uso común en inglés que podría
transferirse en este caso en particular como "en pelotas" (Pardon my French!), o "desnudo total", a pesar de que en otros contextos significa "absolutamente todo" o "completo" (empleándose indistintamente las frases «the whole lot», «the whole hog» o «the full monty»). En la película, los personajes la utilizan para referirse al grado de su desnudez: "No one said anything to me about the full monty!" (¡A mi nadie me habló de un desnudo total!). Pero en inglés es lo que se considera "slang", (lenguaje callejero o vulgar), es decir
que mi primera versión es bastante acertada en referencia al argumento
de la película y a la impropiedad del registro. Además es así como se siente alguien al quedarse sin trabajo después de todo...
Con mucho humor al mejor estilo inglés, la película
cuenta cómo un grupo heterogéneo de hombres igualmente desempleados son inspirados a montar un show de strippers por el éxito arrasador de otro que llega al lugar itinerando de ciudad en ciudad y enloqueciendo a todas sus mujeres, quienes de alguna
manera, menosprecian a estos hombres, que se han quedado sin trabajo. Y uno de estos hombres, Gaz, el más duramente castigado por su condición, en su desesperación por solucionar sus problemas
personales, tiene la loca idea de reunir a seis desocupados y montar un show de strippers
para hacer algún dinero. Después de todo, si otros pueden, ¿por qué no ellos? Aunque no se trata de todos hombres físicamente agraciados.
Después de haber analizado la
precariedad en nuestros tiempos líquidos en mi entrada de ayer, y luego de haber
visto en los noticieros el lío que hay en el Reino Unido, que ha vivido
este miércoles la mayor huelga en el sector público desde los años
ochenta, en protesta por la reforma del sistema de pensiones del sector
público, se me vino este fabuloso film a la cabeza, aunque el paradigma ha cambiado. Sin embargo, el desempleo es un flajelo que sigue azotando y espantando a medio planeta. La experiencia desgraciada de esta condición, sobre todo en el hombre, padre y jefe de familia, y la consiguiente toma de consciencia de nuestra
precariedad e inestabilidad económica y laboral, es una de las vivencias más desestabilizadoras y traumáticas que se pueden transitar en la vida adulta, no sólo para el hombre en cuestión, sino para toda su familia. Es un impacto fuerte con efectos colaterales impensados y duraderos que sólo puede
enfrentarse con mucha imaginación y creatividad, más una buena dosis de
música, arte y humor, como se muestra en este film. El apoyo y el amor incondicional y manifiesto de la familia, el compartir con los seres queridos el malestar y el desasosiego, la impotencia y la injusticia, y el unirse a un proyecto con otros, por más
descabellado que parezca, no bajando los brazos y enfrentando la coyuntura
sin hundirse en la desesperanza, son la única forma de pelearle a la amargura de quedarse fuera de juego. Y lo que se rescata de ella, es el aprendizaje y la resiliencia que nos brinda si la sabemos aprovechar para nuestro crecimiento peronal, para valorar lo que somos y valemos, la fuerza de seguir adelante apostando por nosotros mismos aunque parezca que nos han pateado el tablero.
La película también nos confronta con
la necesidad de afecto de un hombre que siente que ha quedado fuera del mapa, y cómo esa sensación corroe su autoestima y
hasta su valía y su sentido de hombría. Además, se plantea cómo el género les juega en
contra a los hombres en avatares como este: el personaje principal, Gaz,
se ve en problemas en su rol paterno y en su vínculo con su hijo incluso ante la ley, por ser insolvente por causa de
los vaivenes de la economía.
Una película que merece ser vista, aunque ahora
hay problemas con Cuevana... Desde aquí, hago votos para que algún alumno aplicado consiga bajar la peli de internet con subtítulos en inglés para su profe. Comparto con ustedes lo que para mí y para
muchos es la mejor escena de la vista, declarada segunda mejor película británica
en 2007.