miércoles, 1 de junio de 2016

Una vida de libro

Mike Stilkey

"Recuérdese la pobreza de los Infiernos que han elaborado los teólogos 
y que los poetas han repetido; léase después este cuento."

Jorge Luis Borges “Por qué eligió este cuento Jorge Luis Borges”, 
El Hogar, 26 de julio de 1935.



   Villa Pueyrredón tiene su biblioteca. Y sin lugar a dudas el mejor libro de la Biblioteca Vecinal Buena Lectura de Villa Pueyrredón es el que nunca se escribió en torno de la vida de su legendaria bibliotecaria. Muchas son las historias que sobre ella se cuentan en el barrio, y al posar mis ojos sobre ella aquella tarde nublada en la que decidí dejar de pagar una exorbitancia por best sellers de librería y volver a mis hábitos de tiempos de estudiante para pedir buenos libros prestados, me di cuenta de que todas ellas merecen ser contadas aunque es posible que ninguna sea cierta. 

Se cuenta en el barrio para quien quiera oírlo que en sus años mozos y estando embarazada de ocho meses, esta mujer descubrió que su marido la engañaba mientras se preparaba para asarle un pollo que acababa de sacar del freezer, y - tal como sucede con un cordero en una historia de Roald Dahl - de tanta indignación ante semejante noticia en su estado, cuando volvió su marido a casa del trabajo, se lo estroló a medio descongelar por la cabeza. La policía nunca logró dar con el arma homicida porque se la cenó al horno y con papas en casa del occiso y de su viuda como si tal cosa y sin la más pálida sospecha de tan tranquila que ella estaba. 

Cuentan también las malas lenguas de Villa Pueyrredón que después de eso la bibliotecaria ya de hombres no quiso saber nada. Entonces, cual una Sor Juana posmoderna y madre soltera, hizo votos de castidad y de abstinencia y puso toda su líbido en la fervorosa lectura de los libros de la biblioteca que como monja guardiana custodiaba. Fue en verdad por su memoria que la bibliotecaria se convirtió en una leyenda, y los cuentos sobre el tema han adquirido la estatura de hipérbole con patas. Al decir de los habitués más leídos de la biblioteca, en sus horas solitarias se dedicaba a memorizar las primeras líneas de sus poemas favoritos, y cuando alguien preguntaba por un poeta, ella se los recitaba. La gente también empezó a comentar que la bibliotecaria se había vuelto loca cuando se hizo público y notorio que se llevaba enormes pilas de libros a su casa al concluir cada jornada. Decían que de tanta soledad se había enamorado de los libros que vivía para enumerar, clasificar y ordenar, que los metía a la cama con ella y que cuando hasta su propio hijo se cansó de sus rarezas y se fue de casa, se inventaba mil excusas y ya ni siquiera los prestaba. 

Lo cierto es que yo aquella tarde nublada y fría me encontré frente a frente con los ojos gastados de una pobre mujer enajenada por tanto libro y tanto encierro, una mujer dolida y descartada, grismente desencantada, una mujer que quizás alguna vez soñó - igual que yo, igual que tantas - que su vida sería una vida de libro y que la historia de su vida se podría haber condensado en una gran frase literaria. Sin embargo, ya ves lo que son las cosas: su vida resulta ser - como la mía y la de tantas - un plagio al fin, una pieza de sainete de la más pura intertextualidad exagerada. 


A boca de jarro

jueves, 19 de mayo de 2016

Desenfadada estoy



Desenfadada estoy, 
¡qué bien lo has dicho!
Una mujer madura
logra por fin des-enfadarse 
con Dios y con el Diablo:
los dos me habitan 
y vienen de visita
los jueves por la tarde.

Agendalos.

El buen Dios
con su potente mano
enciende mi deseo
y lo transforma en risa,
y a pura carcajada 
una mujer madura 
causa estragos...




El viejo Diablo
al oído me susurra: 
"¡Desnudalo!"
Yo lo miro y le digo:
"Señor Diablo,
sin quitarle la ropa
mis ojos lo han desnudado."




Entonces Dios, el Diablo
y esta mujer madura
se van los tres a la cocina
a hacer de este convite
un desenfado:
quemamos las recetas del amor
y simplemente improvisamos.

Estás invitado.




A boca de jarro

martes, 17 de mayo de 2016

La Isla de la Depresión





   A mitad de camino entre el Golfo del Infierno y la Cordillera de la Locura, rodeada por las oscuras y heladas aguas del Mar Seco, se encuentra la Isla de la Depresión. Nadie que haya pasado un tiempo en este enclave vital - del cual jamás se sale ileso - sabe a ciencia cierta por qué se llega allí, ni tampoco conoce el camino de ida o el de vuelta. Presenta un relieve sumamente accidentado cubierto por una espesa capa de niebla que hace que hasta el andar se haga más lento. Hay nubes negras que cuelgan de su cielo y que se meten dentro de la cabeza de sus visitantes. Este curioso fenómeno climático hace arduo el pensar, cansino el hablar, tibio el sentir, lerdo el reaccionar, selectivo el recordar y, sobre todo, imposible el vibrar. Todo sobre la isla se ve gris, no hay promontorios desde donde atisbar el horizonte, y el único sonido que se logra distinguir más allá de sus profundos Ríos de Silencio es un tono monocorde que retumba en los oídos propios. Flora y fauna subsisten a duras penas ya que se encuentran a merced de los fuertes vientos de Miedo y de Ira que suelen azotar sobre toda la superficie de la isla, vientos bravíos que sacuden la espesa sequedad de sus aguas, aunque la mayor parte del tiempo la característica principal de su atmósfera es la falta de aire. Los vendavales que suelen suscitarse hacen notoriamente más visible su inhóspita oscuridad: una oscuridad en la cual se logra ver con absoluta claridad el fondo vacío de uno mismo. Contrariamente a todo el resto de los viajeros, los visitantes de la isla sólo experimentan alegría al lograr salir de ella a través de intrincados laberintos y pasajes subterráneos cuyo punto de salida no todos logran encontrar. A pesar de ser el destino menos atractivo del planeta, la Isla de la Depresión se ha convertido en uno de los sitios turísticos más concurridos. Ha sido visitada por grandes personalidades del mundo de las Artes y las Ciencias, hecho que generalmente coincide con el regreso de las exóticas y tropicales Playas del Éxito.


A boca de jarro


Buscar este blog

A boca de jarro

A boca de jarro
Escritura terapéutica por alma en reparación.

Vasija de barro

Vasija de barro

Archivo del Blog

Archivos del blog por mes de publicación


¡Abriéndole las ventanas a la realidad!

"La verdad espera que los ojos
no estén nublados por el anhelo."

Global site tag

Powered By Blogger