lunes, 1 de marzo de 2021

Words have power: Set me free!

 



“If there's a book that you want to read, 
but it hasn't been written yet, 
then you must write it.”  



“You wanna fly, you got to give up the shit that weighs you down.” 



“Freeing yourself was one thing, claiming ownership of that freed self was another.” 




You think because he doesn't love you that you are worthless. You think that because he doesn't want you anymore that he is right - that his judgement and opinion of you are correct. If he throws you out, then you are garbage. You think he belongs to you because you want to belong to him. Don't. It's a bad word, 'belong.' Especially when you put it with somebody you love. Love shouldn't be like that. Did you ever see the way the clouds love a mountain? They circle all around it; sometimes you can't even see the mountain for the clouds. But you know what? You go up top and what do you see? His head. The clouds never cover the head. His head pokes through, beacuse the clouds let him; they don't wrap him up. They let him keep his head up high, free, with nothing to hide him or bind him. You can't own a human being. You can't lose what you don't own. Suppose you did own him. Could you really love somebody who was absolutely nobody without you? You really want somebody like that? Somebody who falls apart when you walk out the door? You don't, do you? And neither does he. You're turning over your whole life to him. Your whole life, girl. And if it means so little to you that you can just give it away, hand it to him, then why should it mean any more to him? He can't value you more than you value yourself.”






domingo, 28 de febrero de 2021

Miedo en pandemia


 
"No tengas miedo", te dije,

y te tomé de la mano, 

como cuando, por el miedo, 

no conciliabas el sueño

y yo me quedaba velando...


¡Qué estupidez dar la orden

de no temerle a ese monstruo,

como si algún humano sensato

pudiera así controlarlo!


Ese linyera sin ojos,

oloroso y desdentado,

que carga con bolsa de yute

y la lleva bajo el brazo


va por los niños de noche:

es "el Señor de la bolsa",

con quien a tantos aún nos corren,

y es implacable de noche.

 

Y, de grande, te atormenta

con ansiedad, con insomnio,

palpitar de boca seca,

y hasta en el alma temblores.


Yo sólo puedo decirte

que ese miedo nos habita

y tenemos que enfrentarlo:

¡aquí te ofrezco mi mano!

 

 

Para derribarlo juntas,

para, con velas, quemarlo,

para sacarle la lengua

y para, juntas, reírnos


de su siniestra presencia

que hoy reina aquí en nuestra tierra,

tras nuestros barbijos COVID,

y hasta el confín de la tierra.

 

Mirá a tu hermano, hija mía,

con su remera del Diablo,

parece transfigurado,

de San Ignacio colgado

 

descubriendo su coraje

al soltar la mano de ese

que lo tenía enjaulado

y haciendo brillar su rostro

en la luz de su trabajo.


A boca de jarro

viernes, 26 de febrero de 2021

Elegía

Caetano Veloso- "Elegia 1938", texto de Carlos Drummond de Andrade

 

Elegía 1938

 

Trabajas sin alegría para un mundo caduco

donde las formas y las acciones no encierran ningún ejemplo.

Practicas laboriosamente los gestos universales,

sientes calor y frío, falta de dinero, hambre y deseo sexual.

Héroes llenan los parques de la ciudad en que te arrastras,

y pregonan la virtud, la renuncia, la sangre fría, la concepción.

De noche, si hay neblina, abren paraguas de bronce 

o se recogen en los volúmenes de siniestras bibliotecas.

Amas la noche por el poder de aniquilamiento que encierra 

y sabes que, durmiendo, los problemas te dispensan de morir.

Pero el terrible despertar prueba la existencia de la Gran Máquina

y vuelve a ponerte, pequeñito, frente a indescifrables palmeras.

Caminas entre muertos y con ellos conversas

sobre cosas del tiempo futuro y negocios del espíritu.

La literatura arruinó tus mejores horas de amor.

Al teléfono perdiste mucho, muchísimo tiempo de sembrar.

Corazón orgulloso, tienes prisa en confesar tu derrota 

y postergar para otro siglo la felicidad colectiva.

Aceptas la lluvia, la guerra, el desempleo

y la injusta distribución porque no puedes, solo,

dinamitar la isla de Manhattan.


Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Minas Gerais, 1902-Rio de Janeiro, 1987) es considerado de forma casi unánime el poeta brasileño más importante del siglo XX, cabeza visible de la segunda generación del Modernismo de aquel país. Impulsó definitivamente el uso del verso libre y los temas provenientes de la cotidianidad y la biografía. 

 


Caetano Veloso - "Fina Estampa" Ao Vivo

 

 

 

A boca de jarro

 

 

 

 

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