"INVICTUS" William Ernest Henley (1849–1903)
jueves, 29 de abril de 2021
INVICTUS
domingo, 21 de marzo de 2021
Adopción de nombre
Alfonsina Borges
Llego a Borges,
le entro,
derrito el miedo:
alegremente me
pierdo
en ese laberinto del espejo,
me embriago de Arquetipos y Esplendores,
me lleno los pulmones de eucaliptos,
arribo al otro lado del ocaso,
me encuentro con un sueño sepultado:
detrás
de los reflejos, presiento que ese Borges me ha nombrado.
Me fugo al mar, la invoco a mi Alfonsina,
acaricia la espuma mis talones,
evoco a quien mi nombre me ha legado
y grito, en el romper de un nuevo oleaje, en el despunte del otoño de mis días,
“Madre, Vos, con mi nombre, te has equivocado.”
Desde hoy, si él llama, diganle que yo a mi nombre lo he cambiado,
que no pienso irme a dormir, no todavía,
que, a pesar de todas las heridas, aún tengo sed y hambre de
vida,
que este es apenas mi bautismo de sal en la Poesía,
y que, desde hoy, en Libertad, de pie, a viva voz, decreto Yo que mi nombre es Alfonsina Borges.
Alfonsina y el Mar, Ariel Ramirez
A boca de jarro
sábado, 13 de marzo de 2021
Mi credo poético
Creer en el colibrí
Creer en el colibrí, en su aleteo febril,
Trasplantar todo un cantero en flor, bajo el sol de pleno enero,
Contra la jardinera sapiencia de mi bendita ancestría,
Contra la contrariedad de toda la sombra del árbol familiar...
Y, aún así, perfumarlo
en las macetas de barro de ese jardín
urbano que yo enaltecí.
Creer en el colibrí, en que por fin llegará a mí,
hacerle ofrendas de azúcar y pétalos resecos,
esperarlo, de rodillas,
orando al pie de un viejo banco heredado,
canturrearle mi poesía y, de pie, al alba,
ahora,
en el ocaso de mi fértil fémina cincuentena,
esperarlo con manos tendidas,
con ojos cansados,
oídos alerta,
corazón en mano,
por horas, por días, por meses, por años.
Creer en el colibrí,
desear atar a mi pluma de su aleteo
sutil,
despertar de madrugada,
con sus alas de colores pintadas hasta en mis párpados,
bajar las escaleras, a pie juntillas, a oscuras,
a escondidas de los ojos de los míos
que descreen que ha de venirme un día.
Salir al jardín, invocarlo,
a
boca de jarro, como me sale a mí...
Intentar volcar su vuelo en el papel de un anotador
gastado,
sólo por verlo volar sobre mi vida
por fin.
Creer en el colibrí:
Un acto de fe cotidiano;
Creer en el colibrí.
Desear cada día su caricia;
Vivir para aprender, como él, a volar
descalza, aleteando el mero instante fugaz .
Este es mi credo poético,
mi poesía de vida,
esto es para lo que yo nací.
en febrero 2021.)
A boca de jarro
sábado, 6 de marzo de 2021
Yo soy
Yo soy.
Comienzo los días
de una vida que, a ratos, se me hace vacía
intentando no identificarme
con aquello que el mundo
dice que yo soy,
con lo que lleva sello en mi documento,
en todos mis diplomas,
en mi libreta roja de casamiento,
en mi negro registro de conductora
de un vehículo que yo ni siquiera conduzco,
y que no deseo poseer para probar que soy.
Yo soy.
Puedo enumerar una larga lista
de habilidades, de capacidades y de derroteros:
lenguas, palabras, alhajas,
empleos,
nombres, lugares, pinturas,
sabores, olores, colores,
árboles, poemas, todas las canciones
que me subyugaron,
que me prometieron
muchísimo más de lo que me dieron,
y esta soy yo: yo soy la que escribe su definición.
Yo soy.
Yo no soy aquello que decido ser.
Yo no soy aquello que adoro hacer.
Yo no soy quien otros creen que yo debo ser.
Y sé muy bien quien soy,
aunque yo no tenga una definición.
Soy un núcleo líquido en el que navego
cuando la marea de esta vida adulta
por fin se sosiega, por fin se me aquieta,
cuando el flujo cede en honda sintonía con mis propias lunas,
y puedo gozar en mis aguas mansas,
y puedo ser yo en mis playas blancas, desnuda.
Entonces me paro frente a mis espejos
y me veo en todo lo que ahora descreo:
esa imagen vana, que es sólo un reflejo,
y todas las premisas que se me han dispuesto
para ser quien soy,
martes, 2 de marzo de 2021
Se ofrece recompensa (En tiempos de Pandemia)
Llegaba de mañana
para abrirme las puertas,
Y cuando anochecía
-la hora de mi angustia-
me regalaba abrazos
y no de los virtuales.
Solía yo soñarla
y ella me amanecía.
viernes, 26 de febrero de 2021
Elegía
Caetano Veloso- "Elegia 1938", texto de Carlos Drummond de Andrade
Elegía 1938
Trabajas sin alegría para un mundo caduco
donde las formas y las acciones no encierran ningún ejemplo.
Practicas laboriosamente los gestos universales,
sientes calor y frío, falta de dinero, hambre y deseo sexual.
Héroes llenan los parques de la ciudad en que te arrastras,
y pregonan la virtud, la renuncia, la sangre fría, la concepción.
De noche, si hay neblina, abren paraguas de bronce
o se recogen en los volúmenes de siniestras bibliotecas.
Amas la noche por el poder de aniquilamiento que encierra
y sabes que, durmiendo, los problemas te dispensan de morir.
Pero el terrible despertar prueba la existencia de la Gran Máquina
y vuelve a ponerte, pequeñito, frente a indescifrables palmeras.
Caminas entre muertos y con ellos conversas
sobre cosas del tiempo futuro y negocios del espíritu.
La literatura arruinó tus mejores horas de amor.
Al teléfono perdiste mucho, muchísimo tiempo de sembrar.
Corazón orgulloso, tienes prisa en confesar tu derrota
y postergar para otro siglo la felicidad colectiva.
Aceptas la lluvia, la guerra, el desempleo
y la injusta distribución porque no puedes, solo,
dinamitar la isla de Manhattan.
Caetano Veloso - "Fina Estampa" Ao Vivo
A boca de jarro
domingo, 24 de enero de 2021
Elegía a mi utopía
Esta elegía es para mi Javier,
idealista empedernido,
historiador inspirado,
maestro hacedor de la historia mía
y artífice de mis mejores utopías.
Ir por la cabeza del Moro,
de madrugada, en puntillas,
furtiva y secretamente,
escoltada por su gente,
que con pasión la defiende,
con manos heridas de hija
con hambre y sed de justicia
- la poética y divina -
a rescatar del cadalso
a la cabeza del Santo
que por Padre dio su sangre.
¡Qué bella Utopía sería!
No la leyenda: la mía...
Padre que había estampado
su digna firma de Santo
a favor de los derechos de la reina de Aragón
contra la lascivia de una Bolena usurera,
en férrea oposición
a la anulación ilícita
de un matrimonio real y sagrado
- el Moro y su diestra pluma,
a quien en franca traición, una vil subyugación
no logran avasallar en su lealtad
al bien supremo ni a su fe inquebrantable.
¡Qué locura corajuda,
Santa sanidad de padre!
Y quien fue decapitado
por oponerse - estoico,
cual hierro caliente en su eje,
de perenne apego al bien -,
a la figura de quien
coronado oprobio fue
para una Inglaterra fiel
a los Siete Sacramentos,
a la lujuria del rey
que reinaba, sucio, entre sábanas.
¡Un lascivo amoral
que por seis esposas fue!
Fue la cabeza del Moro
la que por un mes quedaría expuesta,
ya desmembrada del cuerpo
de sus vísceras vaciado,
de sus bienes despojado,
de su dignidad privado
luego de ardua agonía
junto a la Torre de Londres
donde reo y cautivo penó
y donde del copón de oro,
que era su mayor tesoro,
bebió y brindó por última vez.
- "Le ruego, Señor Verdugo, ayúdeme Usted a subir,
que para bajar he de arreglármelas solo."
Y como en todo viaje
profético, iniciático y poético,
del padre se va hacia al hijo:
y en este singular caso, a su hija,
una digna Juana de Arco,
pero de nombre Margarita en pleno Renacimiento, (1535, era de Cristo, no less...)
para limpiar el escarnio
y el linaje de su padre
habilitado arteramente
hasta por el mismo Cromwell
y la complicidad de Cranmer.
Muere Moro: filial sirviente del rey,
mas, ante todo, mártir, hijo de Dios Padre.
Llegamos aquí al principio
que es como se ha de acabar...
De la cabeza del padre
rescatada por su hija
poco y nada hoy se sabe:
un puñado borroneado
de huellas sobre la tierra.
En este precioso cuento
los protagonistas son hombres y son rivales:
un epicúreo salvaje y un sufrido humanista,
como suele pasar siempre en nuestra Literatura...
No habrá ni gloria ni hoguera para la hija de Moro:
solo anónima leyenda y un tesoro invaluable.
Es la hija quien de verdad conoce, y calla,
del santo ungido su verdadero destino
y del destino de toda una Britannia perdida,
y de la cabeza del Santo
que rodó ensangrentada
y a la cual ella salvó
ya por cuervos lacerada.
Ella es la reina real de esta historia,
la de su padre y la de su ancestría toda,
la que, a pura valentía y sobornando a un ruin guarda cárcel,
logra honrar su memoria...
Así se autoconsagró reina, sacerdotisa y profeta,
y a la cabeza del Moro en óleos santos ungió.
La hija quien finalmente
del copón pudo adueñarse
para beber de su gloria,
de esa casi ni el nombre figura
en los los libros de historia
escritos por quienes supuestamente triunfan...
Pero a mí, a mí se me hace,
-casi borgianamente, chaucerianamente,
trágicamente, diría, escribiendo aquí en mi Canterbury,
y a riesgo de no equivocarme -,
que esa hija he de ser yo.
Para mi Tomasa Moro,
con filial y verdadero amor.
A boca de jarro
sábado, 26 de diciembre de 2020
"Un mar de fueguitos": "A sea of bomfires", Eduardo Galeano
Galeano teaches us that...
A man from the small village of Negué, on the coast of Colombia,was able to climb up to the high sky above.
Upon his return, he spoke. He said he had beheld, from up there, human existence. And he revealed that we, humans, are a sea of little bonfires.
"The world - he revealed - is that: a multitude of people, a sea
of little bonfires. Every person glows with
their own light among all others. There are not two bonfires that are the same.
There are big bonfires and small bonfires and multicoloured bonfires. There are
people whose fire is peaceful, which does not even tremble in the wind, and
people whose fire is wild, which fills the air with sparkles. Some bonfires,
dull fires, neither gleam nor burn; but others burn life with such zeal that
you can't even look at them without blinking, and whoever comes close to their
fire becomes aflame."
jueves, 10 de diciembre de 2020
Subjuntivo
lunes, 8 de enero de 2018
Día de definiciones
Buscar este blog
Vasija de barro
Archivo del Blog
Archivos del blog por mes de publicación
-
▼
2021
(49)
- ► abril 2021 (8)
- ► marzo 2021 (18)
- ► febrero 2021 (11)
- ► enero 2021 (10)
-
►
2020
(21)
- ► diciembre 2020 (21)
-
►
2018
(2)
- ► febrero 2018 (1)
- ► enero 2018 (1)
-
►
2017
(5)
- ► noviembre 2017 (1)
- ► junio 2017 (1)
- ► marzo 2017 (1)
- ► febrero 2017 (1)
- ► enero 2017 (1)
-
►
2016
(44)
- ► diciembre 2016 (3)
- ► noviembre 2016 (3)
- ► octubre 2016 (3)
- ► septiembre 2016 (4)
- ► agosto 2016 (5)
- ► julio 2016 (2)
- ► junio 2016 (5)
- ► abril 2016 (2)
- ► marzo 2016 (5)
- ► febrero 2016 (4)
- ► enero 2016 (4)
-
►
2015
(89)
- ► diciembre 2015 (5)
- ► noviembre 2015 (9)
- ► octubre 2015 (10)
- ► septiembre 2015 (7)
- ► agosto 2015 (9)
- ► julio 2015 (6)
- ► junio 2015 (10)
- ► abril 2015 (5)
- ► marzo 2015 (9)
- ► febrero 2015 (4)
- ► enero 2015 (5)
-
►
2014
(22)
- ► diciembre 2014 (1)
- ► noviembre 2014 (2)
- ► octubre 2014 (1)
- ► septiembre 2014 (1)
- ► agosto 2014 (2)
- ► julio 2014 (1)
- ► abril 2014 (2)
- ► marzo 2014 (3)
- ► febrero 2014 (5)
- ► enero 2014 (4)
-
►
2013
(61)
- ► diciembre 2013 (2)
- ► noviembre 2013 (5)
- ► octubre 2013 (4)
- ► septiembre 2013 (2)
- ► agosto 2013 (6)
- ► julio 2013 (5)
- ► junio 2013 (10)
- ► abril 2013 (3)
- ► marzo 2013 (6)
- ► febrero 2013 (6)
- ► enero 2013 (6)
-
►
2012
(89)
- ► diciembre 2012 (7)
- ► noviembre 2012 (7)
- ► octubre 2012 (6)
- ► septiembre 2012 (3)
- ► agosto 2012 (4)
- ► julio 2012 (6)
- ► junio 2012 (5)
- ► abril 2012 (8)
- ► marzo 2012 (10)
- ► febrero 2012 (10)
- ► enero 2012 (14)
-
►
2011
(160)
- ► diciembre 2011 (13)
- ► noviembre 2011 (13)
- ► octubre 2011 (19)
- ► septiembre 2011 (11)
- ► agosto 2011 (14)
- ► julio 2011 (12)
- ► junio 2011 (20)
- ► abril 2011 (16)
- ► marzo 2011 (17)
- ► febrero 2011 (4)
no estén nublados por el anhelo."