Retomo lo que tanto parecen haber disfrutado muchos, tanto como yo, de este hermoso libro de arte que comenté hace un tiempo, "JUGENDSTIL" , por Anke von Heyl, Editorial h.f. ullmann, ArtPocket, una obra de arte en sí mismo, un lujo para mi abarrotada y últimamente descuidada biblioteca. Digo descuidada porque no hay tiempo de leer todos los libros que me están esperando en el calor de los estantes, entre pares, hibernando como las sabias y longevas tortugas este crudo invierno. Un invierno que en lo personal se presenta con encrucijadas en varios flancos: en lo familiar, debido a problemas de salud de los abuelos que también ya comenté, en lo laboral, debido a todo el reajuste que conlleva aún hoy, y creo que va para por lo menos todo el año, el despido de mi esposo, y que me dío el puntapié para empezar a escribir "a boca de jarro", en lo personal, por todos esos sentimientos encontrados que me genera el trabajo afuera y adentro del hogar, las condiciones en las que nos vemos forzados a trabajar los profesionales argentinos hoy, el tironeo que siente la mujer que trabaja afuera "del adentro", y el cansancio de esta época del año, con sus días cortos y noches largas... Lo que sucede en el mundo no me resulta indiferente. Me conmueve lo de los "indignados" españoles, los M15, como aprendí que se les llama gracias a un brillante artículo así titulado en orsaibitacoras.blogspot.com, 15M. Tomar el mando (Hernán Casciari 30 de junio, 2011), un artículo de opinión fuerte, que generó polémica, y en la cual sentí la necesidad de participar, tal vez para desahogar mi propia indignación ante mi propia realidad, la de los que quiero, y ante la inaudita y escandalosa miseria que veo en mi ciudad, hecha carne en gente grande y niños sobreviviendo y pasando la noche en las calles sobre papeles de diario con estas temperaturas heladas y desterrados del sistema, mientras los políticos se gastan fortunas haciendo campaña para que votemos por un nuevo Jefe de Gobierno el domingo, que probablemente seguirá mirando para otro lado... Pero no quiero hablar de política, aunque no se puede evitar...
Como verán, estoy muy cargada. Y ustedes parecen no estar muy motivados: las estadísticas bajaron, y casi no hay comentarios... Lo entiendo perfectamente: yo me siento igual que ustedes, agotada, agobiada, y por qué no decirlo, cansada y desilusionada un poco. Son estados de ánimo que fluyen en el día a día, de acuerdo a las hormonas, el clima intemperante y el sol escaso, la enorme cantidad de horas que se le dedican al trabajo, que sentimos que se traducen en magras recompensas, las excesivas demandas del afuera, las caras ojerosas que nos devuelve el espejo, y la humana y sabia necesidad de más horas de relax, recreación y sueño.
Por eso vuelvo al vigor de "JUGENDSTIL", porque leyendo el breve tramo que me inspira al azar, me encuentro con un guiso para este día de invierno que nos viene de rechupete: el movimiento "Arts and Crafts". Y sigo aprendiendo y compartiendo. Me enseñan aquí que este movimiento nació en Inglaterra como una reacción a los estragos que causó la Revolución Industrial a partir de los mediados del siglo XIX con la introducción de la producción en masa y lo que esto generó en la gente, y en este caso en particular, en los artistas, quienes descubrieron gracias a este monstruo que parecía engullir todo atisbo de creatividad y unicidad del ser, que el arte se presentaba como el único camino para hacerle frente a esta honda crisis existencial de aquellos tiempos. Y de éstos también. Por eso sigo escribiendo...
Aprendo que este movimiento de Artesanías reivindicó lo manual y el trabajo artístico que esto conlleva por su autonomía, su libertad, su creatividad, todos los contrarios a lo que arrojaba la introducción de las máquinas, que dejaron al ser afuera de la producción, carente no sólo de trabajo, sino de su propio sentido existencial, que se vivenció como redundante y vacuo.
Fue una vuelta a la belleza de lo sencillo y de lo cotidiano, a la revalorización de lo material en tanto nutre al alma artística presente en todos nosotros. Y parece que esto resultó ser:
"un bálsamo para las almas vejadas de muchos artistas desmoralizados, que siguieron sus visiones con interés creciente, en especial los escritores...."
Los escritos del reformador social John Ruskin sirvieron como catapulta para este movimiento artístico. Fueron sus palabras las que saciaron a las almas sensibles y heridas de entonces, a través de su demanda de revalorización de las habilidades artesanales, y su denuncia de este ser de la nueva era industrial para quien:
"la alineación del trabajo y la esclavitud del ser humano por culpa de la máquina devoradora suponían un problema apremiante ...."
Todos estos genuinos sentimientos negativos frente a un aspecto del cambio que estaban procesando como podían ante el vertiginoso ritmo que imponía la maquinaria recién estrenada, que había llegado para quedarse, logró sacar lo mejor de las almas sensibles de esos tiempos, y produjo una vuelta rigurosa en la técnica y la formación a lo sencillo y lo cotidiano: el diseño de tarros de mostaza, saleros, cuencos para espuma de afeitar, "jarros"...
La devastación en lo laboral trajo plenificación en el arte...
La devastación en lo laboral trajo plenificación en el arte...
Descubrieron que :
Los artistas se mudaron a zonas rurales a vivir en comunidades creativas y autosuficientes, a refugiarse en el arte escapando de la industrialización en masa.
"Se desarrolló un lenguaje propio para acompañar a las ideas del movimiento... surgieron términos como "unidad del diseño", "verdad del material", "fidelidad en la construcción", "formas democráticas", "alegría del trabajo", "simplicidad de la vida... "
¡Qué bien me hacen estos conceptos hoy! Parece que los inmigrantes del Nuevo Mundo empacaron en sus maletas estas antiguas tradiciones y se las llevaron en barco a través del Atlántico hasta tocar tierra, empezar a ser de nuevo en un MUNDO NUEVO, donde esto floreció como flores en primavera.
Dicen aquí que el movimiento llegó hasta Japón, donde se gestó lo que se conoce como el período Mingei...
Un poco de arte como bálsamo para nuestras almas no viene nada mal:
¿no es cierto?
¿no es cierto?
JARROS... ¿LLENOS O VACÍOS? |
es muy cierto lo que decis Cansancio, frio, dias cortos, los niños que demandan lo que les corresponde, los jefes lo mismo, el afuera el adentro y en el medio nosotras intentando pero no llegando Viendo las ojeras en el espejo y los resultados siguen sin ser optimos Exigencias... y dias y horas para bajar "la pelota al piso" y ser mas buenas con nosotras mismas Un poco de arte .. un poco de musica.. un buen juego con nuestrso hijos.. todo sirve para bajar de ese vuelo obligado y pesado en el qu evivimos!
ResponderBorrar¡Uy, qué bueno! Alguien que salió del letargo y reaccionó, a pesar del cansancio... cansancio materno, viejo conocido para mí. ¡SON MUY BIENVENIDAS!
ResponderBorrarMUCHÍSIMAS GRACIAS, Fer.
Aquí estamos para darte animo,
ResponderBorrarANIMO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! YOU CAN DO IT!!
Mil gracias: semana ardua en Argentina. Cierres de mitad de año, elecciones de Jefe de Gobierno en Ciudad de Buenos Aires, con debates televisados, y fútbol de Copa América: a caulquiera le baja el rating!
ResponderBorrarGracias por el ánimo y por estar aquí también: lo valoro muchísimo!!!
Of course, "we" can do it! Thanx! :)