Gustav Klimt, El árbol de la vida. |
La naturaleza siempre ofrece imágenes de lo que nos sucede a los seres humanos en términos vitales y existenciales. Ayer, en una de esas horas que se clavan en el reloj que asoma tras una ventana, mirando los enormes árboles de nuestra ciudad desde la habitación de un hospital, se me vino un sentir al corazón:
Ellos son los árboles, nosotras las raíces que los nutren y los sostienen.
Es un sentir de un día de encierro en un lugar donde se convive con la angustia, la fragilidad, el límite, la vulnerabilidad, la sombra... y con la fuerza, la lucha, la esperanza, el apego a la vida, el coraje, la luz de la divinidad.
No me da para ir más allá de la impresión, del sentimiento puro, del latido que late y se resiste a cesar en su latir... se aferra a la raíz de la vida, le da pelea... un ejemplo de entereza para alguien que se sintió subterráneo y sutil, nutricio sustento y generador de vida: yo-mujer-madre-hija-raíz.
A boca de jarro.
Hayyy tantas veces me siento una mas con la Naturaleza y me encanta y a la vez me asusta lo lejos que estoy del ejemplo que nos dan el resto de los seres vivos!
ResponderBorrarAmo mirar las flores ç, tocar los arboles Los siento pacientes arraigados hasta lo mas intimo a la vida Soportando tempestades y volviendo cada promavera a renacer Sin pretenciones materiales mas que las qe la propia Naturaleza les asigno para vivir Ayudando a los demas con su sombra y su abrigo
Y si.. un poquito de envidia y fascinacion a la vez dan!
Me encanta ese cuadro y todo lo que escribiste...espero que las cosas estén bien... digo por lo del hospital
ResponderBorrarAbrazos gigantes!!!!
Moni
Que lindo, poetico, facil de leer pero que cala profundo. Me encanto.
ResponderBorrarGracias, Ana Juana! Me parece que por ahí lo que nos puede asustar es el notar como desoímos las lecciones que la naturaleza tiene para ofrecernos como enseñanza, el notar lo alejados que estamos en nuestro cotidiano vivir de lo natural. Eso nos enferma. Y desde esa casa de enfermedad donde acudimos a buscar restablecer nuestra salud perdida, yo noté eso mismo mirando por una ventana que me permitió ver una vez más, ver un poco más allá de mis narices, un poco más hondo en las resonancias de mi alma, alma que no se cuida en esos lugares.
ResponderBorrarGracias por comentar!
Fer.
Gracias, Moni! Abrazo gigante para vos también! Te cuento: las cosas se van estabilizando. Lo importante, más allá de que yo también deseo la salud para mí y para todos mis seres queridos, y agradezco que te unas a este deseo mío (que retribuyo para vos y los tuyos, porque te sigo, Moni, y algo sé de lo que va pasando en tu vida, y otro tanto intuyo, como vos con la mía), lo importante, te decía, es tomar estas oportunidades que son parte inevitable del paquete que nos regala la vida para crecer. Si no, enfermar no tendría sentido...
ResponderBorrarY gracias, Mica! Es verdad, por fin una entrada corta y fácil de leer!!! Me sirve tu comentario, lo valoro y lo agradezco mucho: no todo da para escribir taaanto!!!
La poesía, Mica, se encuentra en esos momentos en los que uno ve un poco más allá, la poesía está en nosotros y en la vida misma. Me alegro de que haya calado profundo, porque ahí estamos en total empatía.
Gracias a las dos!
Fer.
Espero que esté todo bien...
ResponderBorrarEs muy lindo el texto, la naturaleza nos muestra imágenes de lo que nos sucede, será porque somos naturaleza también...
Qué bueno que lo tomes como oportunidad para crecer...
Cariños!!!!
Gracias, Gi. Se va estabilizando la cosa. La enfermedad permite el encuentro con la sombra del que tanto hablamos: siempre es una oportunidad para crecer.
ResponderBorrarBeso grande!
Fer
Fer... gracias!!
ResponderBorrarTe acompaño... estoy...te sigo...
Todo nos debe dejar una enseñanza y así crecemos aunque a veces duela... es inevitable
Abrazos
Amorosa, Moni: lo mismo digo yo! La verdad que esto del blog es un fenómeno fabuloso! Jamás pensé que me iban a acompañar desde tan cerca seres tan remotos, tal vez no en distancia, mucho menos en sintonía, pero que jamás conocí personalmente... Es una maravillosa paradoja de nuestros tiempos que agradezco profundamente!
ResponderBorrarBeso,Moni: todo el agradecimiento es mío!!!
Fer.
Sentirse raíz, sentirse enraizado... es sentirse uno con la existencia a la vez que parte importante y regeneradora en ella.
ResponderBorrarEl junco que se dobla pero no se quiebra.
El "apego" a la vida, pero desde la aceptación de las leyes que nos definen y nos trascienden, nos lleva al desap-ego... la necesaria distancia del ego que nos permite sobrevolar algunas situaciones y comprenderlas con integralidad, e integridad.
Un fuerte y cálido abrazo Fer!!!
Lore: qué buena reflexión!!! Muchísimas gracias por esclarecer tan lúcidamente un sentir tan visceral, una epifanía no más. Todavía hay demasiada emoción como para llegar a las hondas resonancias que te doy gracias por encontrar en mi sentir, plasmado como una fotografía, ¿o será una "emografía", ya que estoy tan empapada y casi hastiada de estas técnicas últimamente? Habría que hacer muchas de esas en los hospitales, y sanaríamos mejor y más rápido... Sí, te aseguro que trabajo para lograr "el desap-ego" y la mansa aceptación de las leyes de la vida. Me hiciste un enorme bien, un enorme tesoro haberte encontrado y compartir con vos! Quiero que llegue la primavera de tus cerezos en flor pronto!
ResponderBorrarBeso con fuerte abrazo para vos también!
Fer.
Ellos siempre serán los árboles.
ResponderBorrarLo interesante es cómo pasamos de ser sus brotes, enorgulleciéndolos, sus flores, ornamentándolos, sus frutos, perpetuándolos, sus hojas, alegrándolos cada vez que volvemos a ellos, a ser sus raíces, sosteniéndolos. Todo eso nos transforma en otro árbol.
La mayoría de los árboles viven mucho tiempo Fer...
Gracias, amiga! Mucha razón... Besos del corazón para vos.
ResponderBorrarFer.