El 2011 ha sido el primer año en el que, por diversos motivos, no he hecho ejercicio físico asiduamente en una seguidilla de al menos diez años ininterrumpidos de férrea disciplina en lo que comúnmente se cree que es mantenerse en forma para verse bien y estar sano. Y el retomar el ejercicio físico encabeza mi lista de propósitos para el año entrante como la de muchísimas otras personas que creemos en los beneficios del mismo.
Mi cuerpo no ha cambiado demasiado en varios meses sin concurrir a mis clases de aeróbica y localizada al aire libre dos o tres veces por semana, de acuerdo al espejo y a la balanza, vieja compañera de cuarto; como de hecho tampoco logré jamás lucir como una Barbie en los diez años en los que me hice adicta al ejercicio físico en sus diferentes versiones de alto impacto. El suplemento del New York Times que acompaña a la edición del diario Clarín del 31 de diciembre del año pasado informa que "La grasa hereditaria se vence con ejercicio", y además me dice algo que ya sospechaba hace años: el gen vinculado a la masa grasa, o gen FTO, descubierto en el 2007, lo heredé de mis abuelas españolas, ya que, según las investigaciones científicas más recientes, alrededor del 65% de las personas de ascendencia europea carga con alguna de sus odiosas variedades: adiposidades localizadas, sobrepeso u obesidad. Ya sabía yo que había heredado mi predisposición a las redondeces de estas mujeres robustas y orgullosas de las suyas, que nunca se preocuparon por combatirlas o esconderlas como lo hago yo. Es una pena no haber heredado otras cosas, como un millón de dólares, tierras o un piso en Madrid. Tal vez algún día se descubra que existe algún gen responsable por nuestra predisposición a la riqueza material o a su ausencia: nunca se sabe.
Mi figura sigue luciendo fiel a la de mis abuelas españolas que se desayunaban con pan con manteca y café con leche con nata, y llegaron a vivir casi ochenta años sin jamás caminar más que para hacer los mandados, a pesar de mi obsesión por el pan diet, el queso blanco bajas calorías, la mermelada light, una lágrima de leche descremada (una taza de leche magra apenas cortada con café), y el ejercicio físico, cosas que jamás comprenderían. Es más, sé que me dirían: "Fernandita, déjate de tonterías, cómete la tortillita y las natillas que te dejé preparadas y disfruta del buen vivir." Y mi abuelo asturiano insistiría con convidarme con una buena fabada acompañada por un buen tinto, pero ahí tendría una buena excusa genética para transigir, ya que, según los expertos, el tinto beneficia la salud cardiovascular, que también heredé fallada: ¡nunca un millón de dólares!
Mi figura sigue luciendo fiel a la de mis abuelas españolas que se desayunaban con pan con manteca y café con leche con nata, y llegaron a vivir casi ochenta años sin jamás caminar más que para hacer los mandados, a pesar de mi obsesión por el pan diet, el queso blanco bajas calorías, la mermelada light, una lágrima de leche descremada (una taza de leche magra apenas cortada con café), y el ejercicio físico, cosas que jamás comprenderían. Es más, sé que me dirían: "Fernandita, déjate de tonterías, cómete la tortillita y las natillas que te dejé preparadas y disfruta del buen vivir." Y mi abuelo asturiano insistiría con convidarme con una buena fabada acompañada por un buen tinto, pero ahí tendría una buena excusa genética para transigir, ya que, según los expertos, el tinto beneficia la salud cardiovascular, que también heredé fallada: ¡nunca un millón de dólares!
Todos damos por sentado que hacer ejercicio físico nos hace más saludables al tiempo que nos permite estar en forma, y es ese el mensaje que se nos transmite en todas partes. Practicarlo no sólo hace que uno cambie grasa por masa muscular, sino que además produce un efecto de consumo energético o calórico duradero más allá de la sesión de ejercicio misma. Se siguen quemando calorías horas después de haber entrenado. Además, mejora el funcionamiento cardiovascular y el retorno sanguíneo, así como el descanso nocturno, y brinda una sensación placentera de bienestar general debido a la liberación de endorfinas, hormonas relacionadas con el buen humor, especialmente si se lo practica en las primeras horas de la mañana y al aire libre, donde el contacto con la naturaleza y la oxigenación potencian la agradable experiencia de plenitud. Y podríamos seguir con la lista de sus bondades.
Uno de los beneficios que encontré al dejar de asistir al polideportivo con regularidad estoica fue el encontrar más espacio para descubrir pensadores como Zygmunt Bauman, que al respecto de la visión posmoderna de nuestra sociedad líquida, con su característica y cruel aversión por lo gordo en tanto "sólido", dice lo siguiente sobre la distinción entre la salud y el estar en forma:
"... la sociedad de consumidores blande ante sus miembros el ideal de estar en forma. Los dos términos - "salud" y "estar en forma"- suelen ser usados como sinónimos (...) Sin embargo, considerarlos sinónimos es un error- y no sólo por el hecho, bien conocido, de que no todos los regímenes para esta en forma son "buenos para la salud" y de que lo que nos ayuda a estar sanos no necesariamente nos hace estar en forma-. La salud y el estar en forma pertenecen a dos discursos muy distintos y aluden a dos preocupaciones muy diferentes. (...)
Si la salud es un tipo de estado de equilibrio, de "ni más ni menos", estar en forma implica una tendencia hacia el "más": no alude a ningún estándar particular de capacidad corporal, sino a su (preferiblemente ilimitado) potencial de expansión. (...)
Estar en forma, a diferencia de la salud, es una experiencia subjetiva (en el sentido de una experiencia "vivida" y "sentida") (....)
El esfuerzo por estar en forma es la cacería de una presa que no se puede describir hasta el momento en que se la atrapa; sin embargo, no es posible afirmar que se la ha atrapado, ya que todos los indicios hacen sospechar que no. La vida organizada en torno del propósito de estar en forma promete muchas escaramuzas exitosas, pero nunca el triunfo final."
Zygmunt Bauman, Modernidad líquida, Individualidad, Págs. 83-84, Fondo de Cultura Económica México, 2010.
Saldré a cazar la presa imposible de estar en forma con mis zapatillas con colchón de aire y mis mancuernas de 1kg. de todas maneras mañana por la mañana sin falta, y procuraré continuar leyendo a gente que hace gimnasia con el cerebro como Bauman para mantenerme saludable.
A boca de jarro
ES bueno el ejercicio, pero, como todo, sin excesos...
ResponderBorrarEs verdad, aunque en mi experiencia, si lo hago livianito, el bendito gen FTO ni se entera. Pero será la fuerza de mi herencia genética :)
ResponderBorrar¡Gracias y un saludo!
Hace poquito y gracias a un artículo en un diario, mi maridovio diagnosticó que seguramente tengo el "gen del sueño". Ahora estoy descubriendo que también tengo el "gen rechoncho". Mi disciplina con el gimnasio a diferencia de la tuya viene siendo bastante enclenque en la última década. Mi compromiso con la comida en cambio, es absolutamente férreo (y ese debe ser otro gen del morfi que queda por descubir)... para la próxima reencarnación seguiré tu consejo de cambiar genes x millones entonces!!
ResponderBorrarBeso!
PD ...cuando empiezo a contar el tiempo en décadas, me asusto !!!
No cabe duda de que la herencia genética es terca y recia por más que intentemos darle esquinazo; pero no es menos cierto que con ejercicio físico, aumentan las posibilidades de estar más sano y eludir algunas "bonanzas" de nuestra naturaleza heredada. Bueno en cualquier caso, habrá que aconsejar, hacer algo de ejercicio diario, eso si, sin obsesiones, que para eso ya están los profesionales. Un beso
ResponderBorrarGracias, Vale: No te asustes, ¡lo bueno es contar las décadas!
ResponderBorrarA mí me habría interesado mucho heredar el gen de la guita, porque entonces sí podés comer y hacer ejercico, leer y pensar, y no trabajar: el equilibrio óptimo.
O al menos el gen de "me como todo y no me importa nada".
Me llama la atención que con las fotos que le agregué al post, nadie en su sano juicio me diga: "Contra eso no se puede. No hay disciplina que valga." Vos ves los productos light ahí abajo de esas delicias con grasa chorreante, y en lo último que pensás es en el gen FTO, ¿no?
Pero todos tenemos tan metido el mandato de estar en forma que somos capaces de ignorarlas, o llegar a decir, como a veces me escucho a mí misma, que por dejar de consumir "ese tipo de alimentos" ahora me caen mal:¡terrible sacrilegio!
En fin, igual retomé el ejercicio, rechonchita, y alguna que otra vez me doy el gusto. Vamos a ver qué más puedo hacer aparte de dormir después de la paliza que me dio la profe.
Me encantó lo del gen del sueño: habría que hacérselo entender a todos los que piensan que si madrugas, Dios te ayuda... y a mi profe de gimnasia también, porque arranca tempranito.
¡Beso grande, Vale querida!
¡Y gracias, Marce!
Pensándolo bien, quizás haya también un gen responsable por las obsesiones, pero bueno, esperaremos a que lo anuncien en el periódico, aunque de hecho ya se habla de personalidades adictivas.
Yo cambié la obsesión del ejercicio por la de bloguear...
Ahora estoy en "tratamiento de recuperación", a ver si puedo lograr desintoxicarme de los excesos y hacer ambas cosas en su justa y sana medida.
Un beso, Marce!
Uy, yo debo tener el mismo gen, español, italiano y frances, como por las dudas jaja. La verdad, la foto que mas me tienta es la segunda (no soy muy fan de la tortilla no de los guisos).
ResponderBorrarMe gustó eso de no confundir la salud con estar en forma. Yo estoy saludable, aunque hace mucho que no hago ejercicio rutinario y a rajatabla y el poco que hago dudo que sirva para "estar en forma", aunque si "para mantenerme en estado". Hubo un tiempo en que fui flaca (jeje) que se termino en el embarazo de Coco. Pero hoy puedo decir que a pesar de la pancita floja y las caderas rellenas, estoy conforme con mi cuerpo de madre, a pesar de los 5 0 6 kilos que debo tener de más. Intento hacer ejercicio dos veces por semana, cuando me da el tiempo, pero tampoco me gusta demasiado hacerlo, asi que muchas veces me roba el tiempo mi hijo, con mi permiso.
Esta bueno que empieces a hacerlo de nuevo Fer, si es algo que te hace bien y te despeja!
Yo creo firmemente que hacer las cosas que nos gustan es lo que nos mantiene saludables, más allá de estar o no en forma.
¡Gracias, Mica!
ResponderBorrarLa verdad es que lo que más me gusta del ejercicio es moverme con la música. Si tuviese más tiempo, haría algo de baile en serio. Y también disfruto el hecho de regalarme esa hora para mí solita dos o tres veces por semana.
Vuelvo cansada y hay que arremeter con la casa, ir a buscar a mi hija al cole a pie, llevarla a inglés, ir al instituto... no es fácil, termino el día reventada y se esfuma la sensación de estar haciendo algo saludable, pero en verdad, no es culpa del ejercicio, sino de todo lo que le meto encima en un día que tiene 24 horas y muchas veces no duermo ni ocho...
Ahora está bueno porque no está ni el cole ni el instituto. Puedo reponerme los días que tomo clase con una buena siestita.
Y convengamos en que nuestra sociedad es bastante obse con el temita de los kilitos de más, y una siempre entra, quiera o no.Por es importante focalizar en esa idea que vos captaste: hacer lo que nos gusta, lo disfrutable y sano, es lo que nos mantiene saludables, y hay mucha gente, sobre todo, mujeres, que se la pasan haciendo cosas muy poco saludables para verse en forma.
¡Un besote, Mica!
Pues hay que activar el organismo con actividades al aire libre, andar, correr, nadar, incluso bailar uff cuantas calorias se eliminan..todo es valido para tener a raya los kilos de mas y sobre todo aprender alimentarnos ...la mejor dieta es la mediterranea...saborear de todo pero en pequeñas cantidades...
ResponderBorrarFeliz comienzo de año para ti...
un besito
Hola, Primavera! Bienvenida!
ResponderBorrar¡Me encanta bailar y me encanta la dieta mediterránea!
Un beso y gracias!
Hola Fer,
ResponderBorrarYo soy de las que prefiere ejercitar la mente, para ejercitar el cuerpo soy bastante vagoneta. Empece 1000 veces el gimnasio, aerobic, ritmos latinos y 1000 veces abandone por excusas de falta de tiempo, frio o calor, con hija, sin hija, con trabajo, sin trabajo, casada, soltera... Hace dos semanas arranque Pilates, una vez por semana, es al cohete pagar mas dias, si se que no voy a ir. No me gusta demasiado la actividad fisica, por si no se noto, veo que definitivamente no forma parte de mis prioridades, pero creo que algo hay que hacer, que hace bien el movimiento por todo lo que mencionas, incluso por la liberacion de endorfinas. No soy ni gorda ni flaca. Pero desde mis 11 a mis 14 fui mas gordita y tambien entre los 16 y los 19, cuando empece la facu comia menos, cuando tenia examenes no comia de los nervios y de casi 60 que pesaba, empece a estar alrededor de los 50. Comiendo de todo, ni muchisimo ni poquisimo, Quede embarazada con 51 kilos, engorde 12 o 13. Los baje casi todos. Ahora peso 53. Mi mama y tias son rellenitas, tengo mas tendencia a engordar que a ser flaca. Pero no hago demasiado para ir en contra de los genes, aunque creo que podemos hacer algo al respecto cambiando habitos, incluso la alimentacion. Yo estoy comiendo mas harinas y dulces que lo que me gustaria, me cuesta cambiarlo, es dificil socialmente comer distinto. Los fines de semana en familia son de asado, pizzas, helados, tortas, galletitas, postres, facturas, desayunos en bares y no de ensalada de frutas, ensaladas y cereales. Las comidas con amigos tambien. Dificil ir tan en contra, durante la semana tratamos de compensar. A mi mas que estar super en forma me gusta sentirme bien, ponerme una ropa y que me quede presentable y relativamente agradable a la vista, no ser una diosa, flaca con buena cola y lolas. Pero sinceramente ser delgada es un "problema" menos, la ropa te entra de año a año y no tenes que hacer malabares para conseguir algo que te quede bien. En fin, demasiado bien estoy por lo poco que hago, jajajajajaj! Tengo celulitis, estrias y demas, pero bueno....ni una crema me pongo, que puedo pedir? Besotes!
Escribes esto la víspera de que comience un régimen draconiano en que he de perder diez kilos en medio año. Está basado en una dieta que se ha hecho muy popular en España que prescinde de los azúcares, las grasas, los hidratos de carbono, la sal y se centra en las proteínas y los vegetales. Se puede comer lo que quieras de cantidad. Y tengo que plantearme hacer vida menos sedentaria. Internet y la tecnología me llevan a enclaustrarme y no veo el momento de hacer ejercicio, cuando antes lo hacía.
ResponderBorrarSupongo que es así.
Ya contaré cómo va.
Besos.
¡Gracias, Gi!
ResponderBorrarPilates hice también, y no me enganchó. Y el tema de la ropa es tooodo un tema: yo no oscilo demasiado, son dos kilitos arriba, y ya no me cierran los pantalones, y los que compro porque no cierran los que tengo, después me quedan una bolsa.
Por eso este año opté por las babuchas: amo las babuchas, pero no te das cuenta cuando subís de peso...
Estrías, várices, celulitis: de eso no me quejo, no lo heredé,. Igual lo dejamos para otro post, o mejor para otra bloguera. No me quiero deprimir :)!
Igualmente vos tenés un peso envidiable, Gi:¡quién pudiera!
Yo no bajo de 59 con dieta a rajatabla hace mil años...y mido 1.56... En fin.
Besote, Gi!
¡Y gracias, Joselu!
Ojo con esas dietas: acá se pusieron de moda hace unos años, porque este es el país de las dietas, Joselu. De los psicólogos y de las dietas, cosa de que siempre nos sintamos insatisfechos y les demos de comer a nutricionistas y psicólogos, yendo de uno a otro...
Yo hice una dieta así una vez, la dieta del Dr Ravenna, que ha vendido millones de libros, se baja rápido y bastante, pero luego, al reincorporar esos alimentos que descartaste, sobre todo los hidratos, se vuelve a subir de peso. No te quiero desaminar, pero atención con la salud: son dietas que sólo se pueden sostener por un corto plazo.
Y lo de la compu, el blog, no es por culpar a la tecnología, la culpa es de uno que se deja absorber, pero sí, me pasó mucho de quedarme a escribir en lugar de salir a hacer ejercicio, pero me funcionó bien el cerebro y conocí gente estupenda de la que aprendo de todo y me hace pensar mucho, y eso sí que es bien saludable ;).
Te dejo el link para que veas un ejemplo de lo que abunda aquí por todos lados sobre las dietas hiperestrictas:
EJEMPLO DIETA DEL DR RAVENNA
A ver si sale el enlace...
¡Suerte con tu plan de perder peso!
(Yo perdí como medio kilo tratando de hacer el enlace bien...)
¡GRACIAS POR ENSEÑARME TANTO!
Un beso.
Joselu:¡qué emoción!
ResponderBorrar¡Salió bien el enlace!
Besos.
A ver si me sale así...
ResponderBorrarY así?
Me ha salido todo bien: ahora me falta el propósito de mantenerme en forma y saludable... pero eso lleva una vida!
ResponderBorrarOtro beso, Joselu!