"Escúchenme
todos y entiéndalo bien. Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede
mancharlo; lo que hace impuro al hombre es aquello que sale del hombre".
Jesús según Marcos, tomado del Evangelio
leído y comentado en la Misa de hoy.
Hacía mucho que no me
sucedía. Son esos momentos de epifanía, de depuración, de revelación. Primero
la aleccionadora lectura de esta Palabra en la que Jesús se harta de los
rituales vacíos, carentes de implicancias espirituales verdaderas y profundas
pero limpios y correctos, y luego toma la palabra enérgicamente, lo imagino con los ojos encendidos y las manos en alto, clavándole la
mirada límpida y ardiente a los fariseos y diciéndoles a viva voz: "¡Hipócritas!"
La palabra taladró hoy mi corazón y me sentí una hipócrita que estaba
allí de igual modo que aquellos fariseos que se lavaban las manos antes de
comer y consideraban a otros impuros por no hacerlo.
Luego Guillermo lo
explicó con absoluta claridad: lo único que es necesario tener limpio para
no sentirse un hipócrita es el corazón. Así de simple y así de difícil. Abrir
el corazón limpio sin que medie ritual alguno y tantas veces como sea necesario, escuchar que late fuerte y
aprender, creciendo, a calmarlo, porque la aceleración de su palpitar viene del
egoísmo infantil que sigue quemando por poner mi yo, mi ego, por
encima de la necesidad del momento o del mandato de lo único que da sentido y
trascendencia a mi existencia: el Amor.
El Decálogo
en versión logoterapéutica:
1° Mandamiento: Mantendrás
el vínculo con la trascendencia.
2° Mandamiento: Mantendrás
tu receptividad para con los valores.
3° Mandamiento:
Periódicamente harás una pausa para dialogar con tu conciencia.
4° Mandamiento:
Perdonarás a tus padres los errores que cometieron contigo.
5° Mandamiento:
Afirmarás incondicionalmente el sentido de la vida.
6° Mandamiento:
Consentirás que tu propia satisfacción constituya el efecto secundario de un
acto de Amor.
7° Mandamiento: No
cargarás sobre tus espaldas ni tomarás posesión de lo que no está destinado a
ti.
8° Mandamiento: No
acrecentarás el sufrimiento entre las personas.
9° Mandamiento:
Respetarás y mantendrás la unidad de la familia.
10° Mandamiento: No
aspirarás a tener, sino a ser.
Y para terminar el domingo, la despedida de un amigo a quien egoístamente no quiero dejar ir. Mucho para trabajar con conciencia plena por un corazón
limpio en los días que se vienen. Mucho por crecer, madurar y
seguir sanando, sin recetas mágicas, simplemente transitando los arduos
senderos del Amor.
A boca de jarro
Yo creo firmemente,que no hay nada mejor para el espíritu,que retrotraerse,analizarse,desmenuzarse durante un tiempo definido(el que sea necesario)repasando esos "mandatos divinos" hechos carne.
ResponderBorrarDivinos o no tanto,permíteme dudarlo desde mi humildad más genuina y sin ánimo de molestar.
Siempre lo he hecho,el dudar digo.
Fue cierto Jesús y sus doctrinas?
Supongo que lo averiguaré algún "no" día con todas sus consecuencias, mientras tanto,lo que sí sé y se me inculcó gracias a esas escrituras sobre las que dejo planear mis interrogantes, es que el corazón ha de ser un órgano limpio, un músculo sano capaz de atraer lo positivo, lo bueno del vivir, actuando con la mejor voluntad y sentimientos hacia los demás.
Eso,algo aparentemente sencillo y que tanto cuesta,repercute,se reviene directamente a un@ mism@, engrandeciéndole la existencia,haciéndosela más placentera.
Besos.
La verdad es que la palabra me llegó al corazón mucho más por cómo la dice el hombre Jesús que por la condición que cada quien pueda creer que ostente o lo que se denomina hoy peyorativamente doctrina. Más allá de la fe y las creencias personales, querida Marinel, Jesús es un personaje histórico que dejó palabras contundentes que enseñan un cierto arte de vivir. Ya también se duda de que esas fueron su palabras o hasta de que existió (¿?), pero nos morimos por comprar los libros de Osho, por ejemplo, sin jamás preguntarnos quién era y qué testimonio de vida dio. Todos sus libros son recopilaciones de cosas dichas por él. También podría dudarse, pero nadie lo hace, porque es muy posmo.
BorrarPseudo-profetas que amasan fortunas, andan en limusina custodiados por guardaespaldas y se hospedan en hoteles de lujo, se comunican, ya no desde una barca o un monte, sino a través de sus blackberries, y en eso estoy segura de que no reside ninguna divinidad, y sobre todo, que de desde esa posición es muy hipócrita arrogarse el poder de enseñarle a la gente "el arte de vivir", como hace este señor Sri Sri Ravi Shankar, al que se espera con bombos y platillos por aquí y una explosión publicitaria para meditar todos juntos y así encontrar paz interior.
Los mandatos logoterapéuticos son muy humanos, y creo que Lukas se anima a llamarlos "mandatos" por lo que ha comprobado empíricamente como terapeuta: se trata simplemente de lo que le permite a la gente vivir plenamente. ¿Es fácil? No, no lo es. Es más fácil proponer que a través de la meditación y el yoga y toda esta neoreligión posmoderna, sobre la que nadie parece sembrar dudas, lograremos aprender el arte de vivir. Se me hace una propuesta muy siglo XXI: hedonista, placentera, light, líquida, sin compromisos, egoísta. Es hasta una buena forma de escaparse de ciertas responsabilidades adultas "porque hacen bien". No dudo que es necesario estar bien con uno mismo para hacer el bien. Y comprendo que la propuesta de salirse del lugar central, cómodo y agradable de concentrarse en las necesidades propias se mire con recelo en estos tiempos. No me sorprende que dudemos, Marinel, porque vivimos flotando en tiempos de incertidumbre. El único anclaje es un corazón limpio y amarrado a ciertos valores en los que cree y por los que logra seguir latiendo.
Gracias por tu aporte.
Besos.
Lamentablemente, Fer, la hipocresía campa a sus anchas por donde quiera que vayas. Nos hemos desprendido de muchos valores - entendido como aquello que tiene valor- y no algo que se manipula a antojo- y hemos tomado partido por la hipocresía, el egoísmo y la individuaalidad, perdiendo el sentido de que la unión de todos y nuestro ser y estar depende tanto de uno mismo como de los otros, eso es lo que da sentido a nuestras vidas.
ResponderBorrarSin ser una persona creyente aunque sí me considero bastante espiritual, siempre me ha llamado la atención aquello de " amarás al prójimo como a ti mismo".
Alcanzo mucha paz en mis paseos cotidianos aunque a partir de ahora, que empieza el cole, los tendré que reprogramar. Hice yoga -me gustaba mucho- hace tiempo pero abandoné, era complicado cuadrar horarios. Pasear me da paz y es algo que puedo organizar como quiero, son, digamos, momentos perfectos para la espirirualidad, para hacer camino.
Muchos besos, Fer.
Espiritualidad no necesariamente implica religiosidad. Ayer aprendí que la palabra "religión" está emparentada con "relación", y eso es relación con uno mismo, con el más próximo o cercano (=el prójimo), y con lo que entiendas por trascendencia o divinidad.
BorrarEstamos de acuerdo en un todo, querida Angie.
Gracias, y ojalá puedas continuar con tus caminatas!
Muchos besos y buen comienzo de curso.
Excelente tu reflexión y el decálogo.
ResponderBorrarFeliz inicio de semana y abrazo.
Gracias, María. El decálogo es una gema, en mi humilde entender, que descubrí gracias a esta autora maravillosa que estoy disfrutando enormemente de leer.
BorrarFeliz semana para tí también y un abrazo!
Estoy a punto de escribir que es una entrada y un texto muy valientes. Luego me paro a pensar como hemos llegado a considerar que estas sinceras reflexiones puedan constituir una acto de valentía. En realidad debieran formar parte de la cotidianeidad más absoluta.
ResponderBorrarIgual lo que comentas respecto de la prensa de la que unos y otros disfrutan o padecen tiene mucho que ver.
Leyendo esto pensé en Hobbes, ya sabes, el hombre es un lobo para el hombre. Aunque por desgracia la frase puede ser más dura aun y podemos decir que aistimos a un desgarrador momento vital en el que el hombre es un hombre para el hombre. No hay erratas. Ello tiene sus pros y sus contras. La naturaleza humana es capaz de lo peor, pero también de elevarse a lo más alto. Un abrazo.
Justamente la semana pasada leí un artículo brillante en The Guardian escrito por un periodista que reflexionaba sobre el tema. Cualquier persona que hoy confiese que vive su espiritualidad dentro del marco de una religión tradicional, sea cual fuere, está expuesta a la sospecha e incluso a la burla o el ridículo. El autor comentaba cómo sus hijos eran hostigados por sus compañeros de clase al decir que asistían a Misa los domingos.
ResponderBorrarSiempre que me siento más vulnerable, me refugio en rituales religiosos y vuelvo a participar de lo que propone mi credo, a pesar de que, como tanta gente valiosísima dentro de la iglesia de quienes se empieza a oír más claro y fuerte ahora afortunadamente, sé que no es perfecta, porque es humana. La mía es una fe miedosa. No obstante, se me hizo muy claro que esto es una necesidad personal permanente que me permite crecer y mantener el equilibrio en todo sentido.
Justamente esta maravillosa autora que estoy disfrutando tanto de leer, Elisabeth Lukas, dice con respecto a la forma en que vivimos, sus consecuencias sobre nuestra salud y las nuevas prácticas que se imponen para conectar con nuestra paz interior:
"El bullicio cotidiano (...) y el diario trajín merma nuestra capacidad de detección. ... Concluyen en el derrumbe del organismo, lo que la sociedad industrial también ha descubierto y procura compensar con métodos de relajamiento artificiales de todo tipo. Sería más sencillo y natural retornar al "Día del Señor"; al día en que descansa el organismo entero salvo un órgano: la conciencia."
Hoy estamos aún más alienados que en plena era industrial, a pesar de tantos avances en las comunicaciones y redes sociales. Y me pasó que sentí esa merma de detección de la que ella habla, mi organismo colapsó de tanto trajín y sencillamente volví a buscar el Sabat para el que creía ya no tener tiempo o necesidad... Y estoy mucho mejor. Tal vez otros lo logren meditando y haciendo yoga: no los juzgo. Pero es cierto que me siento un poco cuestionada por algunos al admitir que soy una persona religiosa, aunque, como te digo, no creo que mi fe sea fruto de la valentía sino de la cobardía de enfrentar la vida cuando se pone espesa. De todas formas, es menester aprender que lo que me determina como persona no es nada que sea externo o que venga de los demás sino lo que sale de mí y la actitud con la que yo decido encausarlo.
Gracias por tu aporte, lleno de empatía.
Un fuerte abrazo.
Quizás entonces tenían más tiempo para estas cosas....Imagínate, un tiempo sin estrés, y además ni siquiera lo invierten en aprender...que se sepa Jesucristo no escribió nunca nada, y todo lo que de él se sabe es, porque otros lo escribieron, lo mismo que Sócrates ... que incluso se sospecha de sus conocimientos caligráficos...pero claro, leer y escribir parece que son conocimientos menores con respecto a la trascendencia del espíritu....jajaaja
ResponderBorrarJesús no dejó su palabra escrita, pero invirtió largos años de su vida "no pública" aprendiendo de rabinos, y esto consta en el relato Bíblico de su vida. Pero también se sospecha que es todo un invento.
BorrarCreo, mi querido amigo, que estamos en una era en la que se sospecha de la autenticidad de todo y tenemos una teoría conspirativa para sembrar duda sobre todo aquel que nos dejó algún legado que nos increpa, nos desacomoda, nos molesta, porque cuestiona la frivolidad de no pensar,de no sentir, el egoísmo de no salirse del eje del propio ombligo, de lo que resulta placentero, lo que nos mantiene en forma y de buen ánimo. De eso se trata la "espiritualidad" siglo XXI. Sólo nos preocupamos por el momento, no nos detenemos a pensar en la trascendencia, no pensamos en la muerte, ni en lo que pasa después, nos aterra el dolor y la enfermedad y los barremos bajo la alfombra o hacemos de todo para prevenirlos. Todo muy light...
Claro que en conocimientos no nos gana nadie. Somos la generación más informada de todas y googleamos o ponemos bajo el microscopio a todo lo que nos precedió para relativizarlo y, si es posible, defenestrarlo, pulverizarlo, licuarlo. Así es como tenemos esta sensación de flotar a la deriva que tan bien describe Zygmunt Bauman: te recomiendo leer su Modernidad líquida si es que aún no lo has hecho.
Gracias por tu aporte.
Un cariño.
Lo siento, pero no me gustan los mandamientos de Elisabeth Lukas. En realidad no me gusta ninguna clase de mandamiento. También dudo de la existencia cierta de aquel Jesús de las escrituras, cuyas supuestas palabras solo fueron copiadas en los manuscritos muchos años después de su muerte en algún caso por gente que nunca pudo conocerlo. Sí, en cambio, creo en la espiritualidad y en su necesidad. Creo en la necesidad de los viejos profetas o incluso de los nuevos, aunque usen limusina o sean meros apóstoles de la New Age, para orientarse en este marasmo confuso e incierto. En ese viaje cualquiera me vale, siempre que no me pida adoración o cualquier otra forma de sumisión. Todos pueden aportarme cosas y en mi manos está elegir lo que más me conviene en cada momento. ¿O es que nuestra sentido de la trascendencia siempre tiene que estar en manos de otros?
ResponderBorrarVale, Krapp. Hay palabras que han adquirido una connotación autoritaria para quienes hemos pasado por feroces dictaduras y no queremos saber más de límites, aunque siguen siendo necesarios en mi modesto entender. Lucas aclara en su libro que su denominación se expone a críticas como la tuya, aunque la teología está bien lejos de ella. Esto es logoterapia. Y por ende se trata de orientaciones para lograr madurez y estabilidad que ella simplemente asocia con los 10 mandamientos y saca de su experiencia con enfermos psiquiátricos.
BorrarEvidentemente son muchos lo que dudan de la existencia de Jesús, a pesar de que hasta los musulmanes y los judíos lo aceptan y admiran como un profeta. Se nota que la película de Antonio Banderas ha tenido mucha repercusión...
Y si te va Sri Sri y toda esta gente tan linda y seria por quienes mis conciudadanos se derriten por estos días, expresando veneración y adoración, te digo que tienes que tomarte un avión y venir ya mismo, no te lo puedes perder. Encontrarás la paz interior de la New Age en multitud de la mano de Sri Sri Ravi Shankar, Nah-Kin, René Mey y Dadi Janki, entre otros, gurúes de prácticas que incluyen respirar, relajarse, meditar, nuevos modos de comer y hasta abrazar árboles. Esta semana protagonizarán grandes eventos. Ven a elegir que es lo que más te conviene.
Ellos no te hablarán de mandamientos, pero verás que te someterán a un buen lavado de cerebro ecléctico y posmo y terminarás haciendo lo que te dicen, comprando sus libros, CDs, vistiendo de modo especial, con ropas sueltas y blancas, dejarás de afeitarte y de cortarte el pelo, aportarás a sus ONGs, y demás cosas.
Ven, que aquí todo vale, cualquiera te vale y cualquiera nos vale a todos. Y a Jesús, Viktor Frankl y Elisabeth Lukas los mandamos a juicio por fraudulentos, retrógrados y autoritarios. ¿Vale? Pues, sí: ¡todo vale!
Un beso, Krapp y gracias por discrepar.
No me has entendido. No defiendo ni ataco ninguna forma especial de espiritualidad porque no tengo porque tomar partido o acatar ningún credo. Porque me guste las patatas fritas no tengo que tomarme el McPollo que lleva una gran guarnición de ellas. Credos modernos eligen sistemas antiguos pero su verosimilitud no está en función de los métodos empleados como tampoco la verosimilitud de las creencias antiguas tampoco tienen que ver con la longevidad y la patina brillante que le han dado los ritos y sus epifanías. Entiendo la espiritualidad a la manera volteriana sin ser volteriana, algo que está ahí y que se debe aprovechar de la manare que cada cual estime oportuno.
BorrarEs muy posible que no te haya entendido, excepto en lo que respecta a no tomar partido y no juzgar, aunque siembras dudas sobre la verosimilitud de algunas creencias y aceptas otras, que en verdad son un remix de viejas creencias, en función de su utilidad.
BorrarDe todos modos, cuando hablamos de espiritualidad, de lo que entendemos por trascendencia, no alcanzan las ideas ni las palabras para explicar ciertas cosas que simplemente se perciben, por eso en el post hablo de epifanías. Y cuando me faltan las palabras, debería remitirme al silencio.
Tal vez no debería haber escrito una entrada sobre algo tan personal. Es más, creo que no volveré a hacerlo. Y más aún, me estoy cuestionando seriamente el seguir escribiendo y el tomarme yo también un largo descanso: es claro que lo estoy necesitando, ya que no es lo que entra por mi boca de jarro sino lo que sale de ella lo que más contamina.
Gracias por tu aclaración.
Un beso.
Fer no voy a entrar en controversias por lo que cada uno cree y quien cree...
ResponderBorrarde tu entrada me quedo con lo esencial...tener un corazón limpio y ser buena gente...y respetar a todos tengan las creencias que tenga...y sea cual sea su condición...
lo mejor para dormir en paz cada noche es tener la conciencia tranquila y el alma en paz...
la primavera poco a poco va llegando para ti...y a mi se me va acercando el otoño...pero seguro que ambas encontraremos la manera de vivir lo más plenamente posible...
un abrazo...
PD no se pasa con blogger que no me llegan tus entradas...he vuelto a entrar y espero que se solucione...y me sigue devolviendo los mensajes...aunque veo que si se publican...
Gracias, Julia. La idea era simplemente la de mantener limpio el corazón, nada fácil por cierto, y me encontré con este libro que propone ciertos principios orientativos en un camino humano y sensato de lo que entiendo puede conducirme a la paz interior que busco, encuentro y pierdo, como noto que nos pasa a la gran mayoría de los mortales, más allá de nuestras creencias, desde luego.
BorrarVarios me han comentado lo de blogger y a mí me sucede igual con tus entradas. Te dejé un comentario en la que publicaste con esas preciosas fotos personales, pero no lo he visto publicado: hay misterios insondables en le mundo de los blogs que son aún más difíciles de dilucidar que las cuestiones de fe...
Te deseo un otoño cálido, pleno y en paz, querida Julia.
Un beso grande.
Lo tengo claro desde hace muchos años: me hace feliz hacer felices a todos los que me rodean sean quien sean. Un beso Lola
ResponderBorrar¡Lola querida! ¡Qué gusto tenerte de vuelta! Intenté varias veces visualizar tu última entrada y no he podido. Necesitaba tenerte cerca para que ejercitaras este arte tan tuyo de hacer feliz a quienes contamos con tu compañía.
ResponderBorrarGracias y un beso grande.