"Los cambios en la vida de las personas vienen, en ocasiones, por caminos
tortuosos e imprevistos. No se les reconoce en primer momento y su
conmoción sobre el espíritu es considerada como un cataclismo emocional."
Esta primavera ha llegado poco florida. No es casual. Ha habido cambios profundos, de raíz, y creo que, tal como refiere esta cita de una autora que se me hace exquisita como el aroma de su novela, que no logro terminar por el inmenso cansancio que me embarga y una marcada falta de energía vital, los estados del alma no coinciden siempre con el calendario y parece que nada quiere florar en mi vida.
Me encuentro en un estado de conmoción e introspección ante el abandono de aquello que se me hacía familiar y seguro, aunque infructuoso en los últimos tiempos, y al mismo tiempo se adueña de mí una perplejidad y un grado de agotamiento paralizante ante una realidad de la cual no puedo siquiera hablar porque tengo miedo y me han ganado por cansancio, esa es la verdad. La tarea de recuperar imágenes que se perdieron por haber sido atacada al abrir esta boca de jarro se me hace pesada, aburrida y dolorosa. Ya nada parece ser lo mismo que antes, ni tan siquiera la esperanza de que la tierra donde abrí mi jarro y donde planté mi árbol alguna vez cambie. Será por eso que ni siquiera le encuentro sentido a la crítica. No hay oídos dispuestos a escuchar, manos limpias para enmendar, rostros confiables capaces de dar la cara por los males perpetrados, aunque siempre hay cuerpos enteros empeñados en seguir revolviendo el pasado para encontrar muertos que demonizar, un pasado que se me hace tan oscuro como el hoy en muchos aspectos.
Tampoco me siento acompañada en mi sentir por mis propios compatriotas: cualquier cortina de humo que se nos ponga por delante, como un velo para no ver más allá, vale para encontrar tema interesante del cual ocuparse: el fútbol, los crímenes del momento y demás yerbas. Nuestros noticieros se han pintado de amarillo. Pero el amarillo es un color que no me va: yo sigo soñando con la transparencia del agua pura, y eso sé bien a estas alturas que no abundará mientras viva. Es posible que en el fondo de las formas siga siendo una empedernida idealista.
Me aparto entonces de la humana compañía, de las últimas noticias, y me refugio en mi jardín. Allí hallo un reflejo de la conmoción doliente de este cataclismo emocional que ha dejado arrasado a mi espíritu. Mis plantas con su árbol padre ido ya tampoco son las mismas. Parece que ellas lo extrañan como yo y están florando lentamente en esta primavera fría. Algunas, las enredaderas, trepan hacia las alturas sin tutor, desbordando sus macetas, como en busca de la protección que les concedía el árbol. Pronto tendré que plantearme qué hacer con todas ellas sin su cobijo de sombra, porque cuando pega el implacable sol del verano sobre mi jardín, no queda planta ilesa. Antes al menos encontraban cierto alivio bajo el follaje del ficus. Le doy vueltas al diagrama del jardín, cambio macetas de lugar, pero todo es en vano: soy yo la que no encuentra su lugar en este paradigma y así no logro volver a poner mi jardín en forma.
Bajé de la terraza una preciosa camelia y se apestó, perdiendo lastimosamente por todo el suelo pedregoso del jardín la promesa de capullos tiernos que no habían siquiera abierto. Le hice caso al experto de dedos verdes nuevamente y la fumigué, a ella y al jardín entero, con un líquido pestilente, vestida como un cirujano en pleno quirófano, pero parece que fue peor, para ella y para todas las demás. Se quedó flaca la pobre camelia y se le cayeron todas las hojas viejas y muchas nuevas, cosa que suele presentarse como un patrón de conducta en las mujeres que duelamos en mi familia: nos consumimos en pocos días y se nos cae el poco pelo que tenemos.
Los otros días volví al vivero del barrio en busca de más pensamientos para alegrar todo un poco, ya que hasta la pintura de la pared se está descascarando con tanta humedad acumulada. El experto me aseguró que no son plantas de estación, y sin embargo son los pensamientos los que siguen floreciendo en mi jardín urbano. Lo mismo pasa con el ciclamen. Se supone que ya no es tiempo de que dé flor. No obstante, quedó uno en pie, que sobrevivió mi ausencia por el viaje, y está cargado de pimpollos a punto de nacer. Por suerte frondó el ombú bonsái que le obsequié a mi padre cuando le rogué que viajara conmigo a España. Desde su sabiduría de anciano se negó rotundamente, respeté su decisión y su árbol está mejor que cuando se lo regalé. Lo mismo sucedió con unas orquídeas salvajes que vinieron del jardín de la casa de mis suegros, y que al dar flores brillantes por sobre la sequedad que las une al tronco donde llegaron a casa contrastan con la negrura del hollín detrás de la parrilla, como indicando que es tiempo de escuchar a los ancianos que han habitado este jardín argentino toda su vida y, a pesar de todo, siguen siendo fecundos.
Las porteñas jóvenes y sensuales visten shorts y musculosa para salir a la calle. Yo he dado vuelta al placard y a mis bibliotecas pero sigo llevando las mismas prendas y los libros reservados para este tiempo de cambio me siguen esperando en los estantes nuevos. No hay caso, es tal como dice siempre mi compañero de vida: no es cuestión de vestirse por calendario sino por lo que indica el termómetro. Y el termómetro del alma me dice que esta es una primavera destemplada y poco florida.
A boca de jarro
Fernanda
ResponderBorrarSin embargo, hay en tu foto unas tímidas orquídeas amarillas (las mismas que tengo en mi patio) que tal vez preanuncien tiempos lindos y puedan inspirarle un orden a tu jardín (el vaso medio lleno del que me hablaste en varios intercambios). Abrazos!!!!
Querida Mariela:
Borrar¡Ni que tuvieras telepatía! Por estos días estuve acordándome de vos y preguntándome cómo andarías cerrando el año. Contame, por favor, si tenés un ratito y en privado, que realmente me interesa saber cómo va todo. Te agradezco mucho el gesto de dejar un comentario y el apoyo.
¿Viste qué hermosas son estas orquídeas? Hay días en los que se mira el lado lleno del vaso y otros en los que se ve el vacío, es así. Pero en medio del cambio y con fuertes vientos de cola, yo también apuesto por un preanuncio de tiempos fecundos en mi vida y sigo trabajando y aprendiendo para que se hagan realidad.
Un fuerte abrazo y muchas gracias!!!
Fer
Nada te turbe,
ResponderBorrarNada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
Al cielo sube,
Por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
Con pecho grande,
Y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo
Es gloria vana;
Nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
Que siempre dura;
Fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
Pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
Mantenga el alma,
Que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
Aunque se viere,
Burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
Cruces, desgracias;
Siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
Id, dichas vanas;
Aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
Fer, mi linda Dama a sus palabras me acerco, tu me diste la entrada. Por ni nombre la había leído o eso creí. Reciente ya no leo, ya me impregno, ya es mi jardín que no conoce de estaciones...
Persevera y cuando sea necesario siente desvanecer tus fuerzas, deja que repose tu alma y tome aliento y espere la nueva cosecha.
Florecerá Fer, ese jardín está en tí,
tú me lo has enseñado,
y a tener paciencia y perseverancia,
a aceptar y exprimir cuanto esté a mi alcance para CONSTRUIR, una y un millón de veces, infinitas veces...
Si tan solo conseguí unos instantes de Paz y consuelo, si acabe con propios reproches y renov'é por unos instantes esa placidez necesaria del descanso del alma, deseo pensar que mi pluma no la dirigí yo.
Besos y caricias renovadoras a tu jardín ♥♥♥
Mi querida Teresa:
BorrarEsta bella y certera oración tenía que venir de la inspiración de una Teresa. ¡Bendita sean las Teresas que no se espantan ni se turban! Lo que sucede es que no somos santas, ni tú ni yo, y entonces hay días en los que nos espantamos y nos turbamos, sobre todo cuando una ve que hay enfermos de primera clase que reciben los mejores cuidados con la mayor de las urgencias, aunque no nos cuentan bien qué mal es el que los aqueja, mientras otros esperan semanas o meses en la cama de un hospital por una operación cardíaca necesaria o un reemplazo de cadera.
Los santos son personas que dan la vida para erradicar estas desigualdades sociales que duelen, porque saben que los pobres y los sufrientes son los preferidos de Dios. Yo no tengo nada de Santa, Teresa, así que necesito apoyo como cualquiera. Agradezco que seas tú quien me lo brinde con palabras que atesoro en mi corazón. Nuestra pluma se eleva movida por el Espíritu: en eso creo con el alma, sobre todo cuando se trata de acompañar al prójimo.
Muchas gracias por tus dulces gestos de amor fraterno que ciertamente me infunden fortaleza.
Te los retribuyo uno por uno de ♥!!!
Fer
¿Qué buscas cuando escribes, Fer? ¿Gratitud o satisfacción? ¿Respeto Tal vez? ¿De verdad crees imprescindible que te guarden el respeto? ¿Supone que fracasas si no lo hacen? ¿O por el contrario los ataques que sufras son la mayor señal del éxito?
ResponderBorrarA mí, Fer, también me atacan el blog y hasta el word, me insultan por la calle por lo que escribo, eso algunos, otros me animan y me piden que no lo deje nunca, pero paradojicamente son los primeros los que más satisfacción me dan, porque noto su incomodidad al no poderme controlar, al notar que los dejo en evidencia, que saco su mediocridad a relucir, sus ruínes pretensiones y no pueden hacer nada por evitarlo. Eso es lo que me anima, eso es lo que me hace sentir bien: saber que no pueden conseguir mi silencio y que mis palabras están abriendo los ojos de otra mucha gente, en especial de esos estudiantes que tendran que gestionar hoy las bases de mañana. No digo futuro porque el futuro no existe como objetivo. Su futuro será la consecuencia de su presente. Por eso tengo por tan importante mostrarle aquello que deliberadamente en las escuelas le esconden. Yo busco la satisfacción cuando escribo y esa satisfacción la consigo si las reacciones a esos escritos y consecuencias que sufro resultan coherentes y lógicas. De alguna forma esto se resume en la frase que te dejé el otro día: Si alguna vez me diesen el Nobel me disgustaría muchísimo.
Creo que buscas en tu jardín lo mismo que en tu boca de jarro, maravillosa boca de jarro, y, cosas de la vida, encuentras las mismas respuestas: Agradecimiento de unos, ingratitud de otros. Es la ley de la vida. Los únicos predicados ante los que tienes rendir cuentas son los tuyos. No hay otra cosa que te pueda hacer feliz.
Feliz primavera y que no sea sólo una estación, sino un estado permanente.
Gracias, Manuel. Te diré como mejor pueda lo que busco y lo que buscamos millones de personas que habitamos este jardín que se ha quedado sin árbol y sin tutor: busco la libertad de expresión, esa libertad que todo poeta y libre pensador añora cuando la pierde, como lo hacía Silvio Rodríguez cuando escribió "Mi unicornio azul", o Miguel Hernández, a través de su poema hecho canción en la voz de Serrat, "Para la libertad". Cuando eso te falta, te falta tu dignidad. Cuando se meten en la intimidad de tu blog por algo que has escrito, es como si se metiesen en la intimidad de tu casa en plena madrugada, Manuel, te violan, y eso genera miedo, porque hay mar crispado de fondo, y están sucediendo cosas que no se ventilan, pero de las cuales muchos estamos al tanto, y por eso tememos, más que por nosotros mismos, por nuestros seres queridos, porque al abrir la boca de jarro, se corre el riesgo de que entren moscas verdes que andan rondando y que se pudra todo...
BorrarTe agradezco mucho los buenos deseos: seguiré adelante, aunque aquí ya no se trata de insultos, lamentablemente, estimado Manuel.
Un abrazo.
Fer
Fer, la seguridad es lo primero, y si hay que callar porque el hablar es delito, es prudente callar y en eso no se menoscaba tu dignidad sino que se alimenta tu seso. Porque te quieran callar no te roban la dignidad. La dignidad va implícita en las obras más que en las palabras y por encima de esto aun en los principios, y como te dije arriba es en la lealtad a estos donde reside la felicidad.
BorrarMuchas gracias, estimado Manuel.
BorrarUn abrazo!
Fer
Hola Fer
ResponderBorrarSoy más de otoño que de primavera porque de la primavera se espera tanto!. Quieres cambiar tu rostro gris e invernal por una amplia sonrisa, tus problemas por atajos, tus abrigos por guayaberas...pero son una quimera, son tu mente y tus emociones las que deciden, eres tú y no la exultante primavera.
Mucha fuerza para ti y tus plantas.
Un abrazo
Tienes mucha razón, Josela: se espera demasiado de la primavera. A mí también me sienta mejor el otoño.
BorrarGracias por la fuerza que me transmites a través de tus cálidas palabras.
Un abrazo.
Fer
Son momentos, Fer.
ResponderBorrarA veces parece que todo se conjurara contra nosotros. Es ahí cuando más debemos estar enteras, que luego pasa y no se merecen las minucias los grandes disgustos que nos llevamos.
Escribes maravillosamente, te expresas muy bien y de manera correcta, emocionas y enganchas... Eso es lo importante. Lo de menos, las fotos y demás.
Un beso enorme y mi guiño de complicidad ante esa cita que me emociona.
Tus palabras me alientan a seguir trabajando duro con la palabra, así como el fruto de tu trabajo me inspira y me deleita en la lectura. Te agradezco los conceptos que tienes a bien verter sobre esto que hago por pura afición. Sin duda, son los mejores conceptos que he recibido en toda mi vida, sobre todo porque vienen de una escritora. Me brindas de varias maneras, y siempre a través de tu ejemplo, un fuerte empujón.
Borrar¡Muchas gracias, querida Isabel, y adelante con las letras!
Un beso enorme y un autógrafo, por favor ;)!!!
Fer
Ánimo Fer, la depresión es lo que envenena la savia, pero las flores como tu, no la padecen. El sol anima la vida en primavera, esa primavera trashumante que llega del norte al sur sonriendo a los campos y las flores.
ResponderBorrarSigue escribiendo sensaciones, relatos y todo lo que te sale del alma, porque es una buena terapia y si las plantas de tu jardín urbano parecen aburridas, es porque no saben expresar su belleza como lo haces tú.
un bsazo.
Gracias, querido amigo Spa. No es depresión, es verdad, aunque es un estado general de cosas que no da mucho sentido primaveral, lo que en porteño llamamos "un bajón". Pero es lo que hay. También de eso se sale fortalecido. Seguiré escribiendo, desde luego. Es una necesidad vital. Gracias por tus generosos conceptos.
BorrarUn bsazo.
Fer
Me cuesta pensar que allí es primavera mientras aquí vamos camino del invierno en un otoño inusualmente cálido que casi parece primavera. Siento tu perplejidad y tu zozobra ante unos momentos de incertidumbre que entiendo porque en alguna manera son los míos. No puedo recetarte esperanza porque a veces a mí también me falta. Estamos aquí, estamos presentes, estamos abiertos a los aires y a los huracanes. Pero presiento que resistiremos, pese a todo. Espero.
ResponderBorrar"Incertidumbre" es la mejor palabra que he encontrado para describir el sentir que me embarga desde hace un tiempo a esta parte. Yo también espero que seamos capaces de resistir, Joselu, aquí y allá.
BorrarUn abrazo y muchas gracias.
Fer
¿Y qué tal un huerto? Cuando ves crecer las hortalizas el corazón se anima, estás creando vida, una vida útil que, si la creas bien, puede alejarte un poco de ese país al que tanto amas pero que tan poco os respeta.. A mi me alivia pensar que dependo del estado español poco, muy poco, tremendamente poco, me hace independiente e inmune a las fluctuaciones del mercado, todo depende de cuánto necesites.
ResponderBorrarLa felicidad de la primavera consiste en saber aprovecharla, creo, pero casi que cuando aprenda ya te cuento :)
un placer saludarte de nuevo
Un huerto no es mala idea. Tendría que rediseñar todo. El único inconveniente es la orientación de mi jardín. No es la ideal para plantar hortalizas y frutales, pero la terraza podría funcionar. Ya lo hemos estado charlando en familia, sobre todo al ver cómo aumentan los precios de los productos de verdulería y frutería día a día mientras que nuestros sueldos siguen siendo los mismos...
BorrarEs muy interesante lo que comentas sobre "cuánto se necesita". Estoy trabajando sobre ese concepto internamente, intentando cada vez necesitar menos de todo aquello que se nos presenta como "necesario" y que, en verdad, es superfluo. Intuyo que por ahí pasa el sentirse realmente "libre". Es una excelente observación la tuya, CKCProject.
Si aprendes el secreto de la felicidad perpetua, publícalo: te harás millonario ;)! Seguramente no serás más feliz ni más libre de todas maneras. Comenzarás a depender de contadores, abogados, guardaespaldas, bancos... Creo que todos tenemos mucho que aprender y desaprender a la vez para alcanzar eso que imaginamos como felicidad.
Un placer recibir tu visita y tu comentario: te agradezco mucho la deferencia.
Un saludo!
Fer
Quizás en un momento de fragilidad le has abierto la puerta de tu jardín a la desesperanza y ahora te cuesta librarte de ella. Has vivido momentos duros, te has acostumbrado a ellos, y puede que tengas la sensación de por mucho que lo intentes todo va a ir desmoronándose como un castillo de naipes. Pero creo que te olvidas de que cualquier proceso de demolición lleva consigo nuevas oportunidades para construir algo más sólido y duradero. Y es que al final lo importante no es la obra hecha y acabada, tarea imposible. Lo importante, y tú lo sabes, es esa sensación de que con esfuerzos, con caídas y recuperaciones, estás construyendo, estás viviendo algo.
ResponderBorrarMuchos besos
Gracias, mi querido doctor del alma ;)!
BorrarMuchos besos.
Fer
La humanidad es un pozo sin fondo, pero no de sabiduría,(por lo general) por eso es axconsejable disponer de un refugio estable en el que perderse y recuperar la energía necesaria para seguir en la brecha.
ResponderBorrarMusos ánimos, que compatriotas somos todos, por más que nos distingan con banderas, y como se dice por aquí: "En todas pastes cuecen habas"
Gracias por los ánimos, Alson! Te los retribuyo, que en todos lados se cuecen habas, y qué habas!!! Ese es el dicho que más le he oído decir a mi abuela asturiana, y con las habas hacía un cocido para rechuparse los dedos y me llamaba a la cocina a mojar el pancito caliente en la salsa antes de servirlo a la mesa. Esa es la sabiduría que busco en mi jardín, Alson, ya que cada planta me habla de mis raíces y tiene siempre una lección de vida para enseñarme, como mi abuela.
BorrarUn abrazo!
Fer
Tenía un comentario casi terminado y de repente ha desaparecido, no es que he hecho si es que te lo he enviado sin terminar o se me ha borrado. A ver si se termina ya esta mala semana.
ResponderBorrarNo voy a volver a escribirlo, no sería lo mismo, así que sólo te mandó lo que faltaba por poner:
Cuídate mucho y disfruta de ese rincón de paz que has creado. Un petó Fer,
Muchas gracias, Rosa querida. Así lo haré.
BorrarUn petó y un fuerte abrazo!
Fer
Preciosa entrada! Gracias por compartir tu estado de animo. Lo importante es no permanecer mucho tiempo en el desanimo. Cultivar el jardín es maravilloso, se puede aprender tanto de las flores.
ResponderBorrar;o)
Muchas gracias, Marilyn!!! Bienvenida al jarro.Mucho verde desde aquí ;)!
BorrarFer
Fer espero que ese ánimo este mejor y con las flores de tus pensamientos en maceta , florezcan también las ganas de seguir hacia adelante...mas que nada porque hacia atrás no se puede...
ResponderBorrarCreo que necesitas tocar el fondo del jarro, hacer pie en lo más hondo y tomar impulso para salir fortalecida...
la primavera está tardando en llegar, pero llegará...seguro...asi que ya esta abonandote para florecer y sobre todo fumigandote para matar todo aquel bicho molestoso, en forma de pensamiento negativo...
que no se diga que no eres capaz de afrontar los nuevos retos que te has propuesto...te lo debes a ti misma en primer lugar y nos lo debes a todos los demás que creemos que puedes empezar de nuevo...
Ojala mi consejo llegué tarde, en hoy lo veas todo de un color menos gris que hace una semana...
me perdí entre rejas esta entrada, y visitando a Héctor, que ahora es la personita que más me conmueve el alma...
un abrazo
Los pensamientos están y no se pueden evitar, Julia querida, sobre todo en un jardín como el que habito. Pero no hay mal que dura cien años, esto ha de ser como una de esas plagas de Egipto, una especie de purga para los argentinos, y veremos que nos depara el futuro. Hay momentos en los que no se llega a divisar claro el horizonte, entonces te desorientas, y otros en los que los vientos te llevan y te insuflan de coraje. Tocar fondo no es mala idea: te obliga a salir a flote por puro instinto de supervivencia.
BorrarTe mando un gran abrazo y disfruta mucho de estos primeros tiempos de Héctor, que son únicos y maravillosos!
Muchas gracias, Julia ;)!
Fer