"Para poder vivir plenamente,
hay que renacer.
Para renacer, primero hay que morir
y para morir,
primero hay que despertar."
Georges o George Ivánovich Gurdjíeff (Գեորգի Գյուրջիև, Γιώργος Γεωργιάδης, Георгий Иванович Гюрджиев, Gueorgui Ivánovich Giurdzhíyev), (1872 – 1949), fue un maestro místico, escritor y compositor armenio, quien se autodenominaba "un simple Maestro de Danzas". Nacido en la Armenia rusa, Gurdjieff buscó en las fuentes ancestrales las respuestas a las preguntas fundamentales del ser humano. Algunos sostienen que sus planteamientos constituyen un revolucionario cuerpo de ideas acerca de las posibilidades del ser humano en el camino de lo que se ha dado en llamar "evolución consciente". Figura mística y polémica, el "Tigre de Turkestán" dejó un frondoso legado orientado al despertar de las conciencias dormidas, con seguidores y detractores en todo el mundo.
Cuando los locos años '20 reunían un crisol de personalidades en París, este hombre, con presencia de mago a la vez encantador y bizarro, recorría sus calles con grandes mostachos y cráneo pelado, un sombrero de alas anchas y bastón de oro en la mano, luciendo su figura imponente y enigmática. Sentado en los bohemios cafés parisinos, frente a un cognac o una taza de café, mantenía largas y animadas conversaciones con la gente que podía sostener la potencia de su mirada. Era Gurdjíeff , uno de los maestros espirituales más controvertidos de nuestro tiempo. Muchos lo califican de charlatán. Otros, en cambio, lo ven como un ícono espiritual en un mundo entregado al descreimiento de todo. Gurdjíeff legó al mundo una obra construida por una serie de 5 libros, un ballet, 300 piezas para piano y alrededor de 100 danzas sagradas o "movimientos", pero se lo reconoce fundamentalmente por sus reflexiones aforísticas acerca de la existencia.
Cuando los locos años '20 reunían un crisol de personalidades en París, este hombre, con presencia de mago a la vez encantador y bizarro, recorría sus calles con grandes mostachos y cráneo pelado, un sombrero de alas anchas y bastón de oro en la mano, luciendo su figura imponente y enigmática. Sentado en los bohemios cafés parisinos, frente a un cognac o una taza de café, mantenía largas y animadas conversaciones con la gente que podía sostener la potencia de su mirada. Era Gurdjíeff , uno de los maestros espirituales más controvertidos de nuestro tiempo. Muchos lo califican de charlatán. Otros, en cambio, lo ven como un ícono espiritual en un mundo entregado al descreimiento de todo. Gurdjíeff legó al mundo una obra construida por una serie de 5 libros, un ballet, 300 piezas para piano y alrededor de 100 danzas sagradas o "movimientos", pero se lo reconoce fundamentalmente por sus reflexiones aforísticas acerca de la existencia.
"Hayamos sido arrasados o bendecidos,
nunca hay otro remedio que no sea construir
desde y con lo que realmente ha quedado.
Sólo una respuesta obvia aparece en nuestra mente:
construir con lo que tenemos.
Cada persona
que ha debido superar momentos
de hecatombe interna o externa
solamente ha podido rehacerse
cuando, desde su interior,
aprendió a confiar
en los recursos que guardaba."
De este lado del charco y sobre finales del siglo XX se vio brillar la figura de Jorge Bucay (Buenos Aires, 30 de octubre de 1949), psicodramaturgo, terapeuta gestáltico y escritor argentino. Nació en el barrio de Floresta, en la ciudad de Buenos Aires. Se graduó como profesor en 1973, en la Universidad de Buenos Aires, empezando su especialización en enfermedades mentales en el servicio de Interconsulta del Hospital Pirovano de Buenos Aires y en la Clínica Santa Mónica del partido bonaerense de Vicente López y completando su formación como terapeuta en Chile y en Estados Unidos. Las obras de Jorge Bucay se han convertido en best sellers en Argentina, España así también como en Venezuela, México, Uruguay, Costa Rica. Además, han sido traducidas a una veintena de idiomas. Algunas de las más relevantes son Cartas para Claudia, Déjame que te cuente, Cuentos para pensar, Amarse con los ojos abiertos y la novela El candidato, premiada en Torrevieja en el 2006. Bucay, asimismo, ha escrito una serie de libros que él denomina “Hojas de ruta”: El camino de la autodependencia, El camino del encuentro, El camino de las lágrimas y El camino de la felicidad.
El valor de la obra literaria de Bucay es un tema discutido. Algunos críticos consideran al autor como mediocre y elemental. Otros sintetizan el estilo de Bucay remarcando su lenguaje coloquial, comprensible y ligero, que intentaría llevar al lector a encontrar respuestas sobre el comportamiento y el razonamiento humano y ampliar los "horizontes del pensamiento" para lograr entender mejor la vida misma, cambiar la apreciación de las cosas y, en consecuencia, ir modificando su propia vida para lograr vivir en paz y con felicidad.
El valor de la obra literaria de Bucay es un tema discutido. Algunos críticos consideran al autor como mediocre y elemental. Otros sintetizan el estilo de Bucay remarcando su lenguaje coloquial, comprensible y ligero, que intentaría llevar al lector a encontrar respuestas sobre el comportamiento y el razonamiento humano y ampliar los "horizontes del pensamiento" para lograr entender mejor la vida misma, cambiar la apreciación de las cosas y, en consecuencia, ir modificando su propia vida para lograr vivir en paz y con felicidad.
Tras publicar su libro Shimriti en 2003, Bucay fue acusado de plagio diciéndose que este contenía unas 60 páginas copiadas casi textualmente de la obra La sabiduría recobrada de la española Mónica Cavallé, publicada en 2002. Según el propio autor, el asunto sería un error involuntario por el cual se incluyeron textos de la autora española sin la correspondiente mención de su fuente. Además, Bucay asegura que no se trata de 60 páginas sino de 7 párrafos, proponiendo como prueba los propios textos. Por pedido del propio autor, en la re-edición de Shimriti se citó la obra de Mónica Cavallé correctamente. Hasta el día de hoy Bucay sostiene que la repercusión mediática que tuvo el caso es sólo una campaña de desprestigio. Mónica Cavallé afirmó que el autor argentino se disculpó con ella y que desistió de iniciar acciones judiciales.
Buscadores de la Verdad, maestros espirituales, guías en el camino evolutivo de la consciencia y el alma humanas, iluminados, o Vendedores de Humo, charlatanes profesionales, asidores de entradores refritos de ideas filosóficas, psicológicas y pseudo religiosas ajenas, avivados que comercian con nuestra perenne necesidad de transcendencia y hallazgo de sentido de la vida, lo cierto es que la humanidad líquida de nuestros tiempos, que ha caído en un profundo descreimiento de las religiones tradicionales y ha declarado muerto a Dios, tiende a adorar a estos gurús del pensamiento y los ha colocado en el altar de los grandes.
A boca de jarro
‘‘Dios corta el mazo y reparte las cartas, pero es el hombre el que las juega’’. La gente ha dejado de tener fé que no es lo mismo que negar a Dios. Shakespeare necesitó sólo dos versos para acuñar la idea. El señor Bucay le dedica casi doscientas páginas, incluyendo los simpáticos dibujitos.jejeje.
ResponderBorrarUn abrazo.
Shakespeare es una genialidad absoluta, un profundo conocedor y alegre portador de la naturaleza humana. No sabía que Bucay incluía dibujitos en sus obras: voy a informarme sobre el tema.
BorrarUn abrazo, Marybel, y muchas gracias por tu aporte.
Fer
Será un paso más que esta sociedad deberá vivir. La caída de valores, puede conllevar una pérdida en materia religiosa.te adjunto una opinion de un diario hoy:un cristiano todavia... 21/05/2015 12:24:26
ResponderBorrarUn consejito de un hombre que ve la situación del "CLERO" y la religión catolicia EN ESTOS MOMENTOS....: SI ESTE ESPECTACULO DE MONJAS O LO QUE DIABLOS SEAN METIDAS A POLITICAS Y FIGURANTES DE ALGUN CANAL DE TV. E INDEPENDENTISTAS, NO PARA, VATICINO A CORTO PLAZO EL FIN DEL CATOLICISMO EN ESPAÑA.... AVISO A NAVEGANTES, SI AQUI YA VALE TODO EN NOMBRE DE DIOS, PUES QUE LUEGO EL PAPA "FRANCISCO", NO SE ENFADE PORQUE LE ACABARAN LLAMANDO "PACO EL COLABORANTE" Y MIENTRAS LA IGLESIA DESINTEGRANDOSE, QUE PENA. Es relativo a una monja creo que argentina, de clausura, que no practica, y que se ha vuelto política, en vez de humanista. con ejemplos de este tipo, no hay roca que aguante edificación alguna. "lo que es del Cesar, al cesar y lo de Dios a Dios" que pinta un torero en el Polo ?
La humanidad debera amañarse el mundo a su manera. y como decía un anónimo:
We are anonymous;
We are legion.
For every one that falls,
Ten shall take his place.
We do not forgive,
We do not forget.
We are the face of chaos,
The harbingers of judgement.
We laugh in the face of tragedy;
We mock those in pain.
We ruin the lives of other people simply because we can.
We are the embodiment of humanity,
With no remorse,
No caring,
No love
And no sense of morality.
We have only the desire for more.
We are everything
We are nothing
And now, quite simply, you have our attention.
Expect us.
Me resulta un tanto complejo seguir la línea de tu pensamiento esta vez, Jesús, y siento que no me identifico con el mensaje anónimo que has posteado. Sin conocer ni su autoría ni su procedencia resulta difícil comprender cabalmente de qué va.
BorrarGracias y un cordial saludo.
Fer
Estoy completamente de acuerdo contigo: es el terrible problema que persigue al ser humano, el de la inferioridad, el de necesitar a un pastor que lo vigile y le guíe el camino. Antes “rellenaban” ese vacío con dioses a los que les pasaba la pelota, hoy, una vez que se han derribado muchos edificios espirituales, necesitan llenarlo con cualquier otra cosa que tengan a mano, no sólo con gurús que nacen como setas, sino con cacharros electrónicos casi inservibles que los mantienen enganchados pero que les hace creer en la grandiosidad del invento, etc., la cuestión es no sentirse solo, abandonado, aislado en un mundo que supone inmenso.
ResponderBorrarCuriosamente este corto llamó poderosamente mi atención cuando se estrenó en España y fue objeto de publicación en mi blog el día que le concedieron el Goya al mejor cortometraje de animación: http://derpolingano.blogspot.com.es/2013/02/el-vendedor-de-humo-goya-2013-al-mejor.html
Enhorabuena y un saludo.
Nada vende más que la necesidad, la cual, sin duda alguna, tiene cara de hereje. Voy a ver tu entrada sobre este estupendo corto. Te agradezco.
BorrarUn saludo.
Fer
La figura de Bucay me resulta inane, intrascendente, mediática ... No me gusta la sabiduría fácil en píldoras para el consumo de las masas. No me gustan los gurús de ningún tipo, en cuanto sospecho que alguien quiere erigirse en gurú, me voy por otro camino. Me gustan eso sí las reflexiones sin ánimo de proselitismo que existen en la buena literatura, confidencias que expresan cómo se siente la vida, como se la interpreta, cómo se la vive. Los Bucay, los Coelho, las Susanas Tamaro y tantos y tantos vividores de la autoayuda me resultan patéticos. Solo ha habido un pensador que ha llegado a interesarme. Lo tomé, lo leí y seguí mi camino en solitario que es lo que hay que hacer. Creo. Pero cada uno es un mundo. No puedo aquilatar lo que pueden aportar a otras personas. Al parece mucho por la difusión que tienen. Es el fast food de la sabiduría, los MacDonalds del autoconocimiento.
ResponderBorrarUn beso, Fer.
Jamás olvidaré tu primera visita a este espacio, Joselu. Había publicado una entrada sobre uno de estos libritos que admito haber consumido hasta el hartazgo, Palabras para mí mismo, de Hugh Prather. Me pegaste un felpudo y una levantada en peso inolvidables. Poco a poco, a medida que fui "evolucionando" como persona, me he transformado en una mujer escéptica y cuestionadora. No sé si es bueno ser así. Es más fácil conformar, creer, refugiarse en estas recetas de vida y felicidad grandilocuentes y facilistas sin pensar demasiado, leer a estos vendedores de humo y no a Camus, pero ya no puedo hacerlo, por eso me he propuesto publicar entradas como ésta, lo más objetivas posible, utilizando fuentes como Wikipedia para informarme más, recurrir al McDonald's popular del saber para presentar a estos tipos ante mis ojos y los de aquellos que leen tal como son, con sus hallazgos y sus falencias, y sacar mis mis propias conclusiones así me cueste pagar el precio de seguir remando contracorriente. Ya no me interesa complacer ni agradar, sino comprender en profundidad y echar luz.
BorrarSé muy bien a quién te refieres cuando hablas del único pensador que te ha entrado: Krishnamurti, pero esa es madera de otro palo. Mi abuela asturiana solía decir, desde su falta de instrucción y su enorme sentido común y admirable madurez, que "No sólo hay que ser, sino que también hay queparecer." Cada día se agiganta más la sentencia de mi abuela pueblerina y almacenera inmigrante ante mis ojos y se achica más la de personajes como estos.
Un beso y muchas gracias, Joselu.
Fer