"El Ministerio de la Verdad — que en neolengua se le llamaba el Miniver — era diferente, hasta un extremo asombroso, de cualquier otro objeto que se presentara a la vista. Era una enorme estructura piramidal de cemento armado blanco y reluciente, que se elevaba, terraza tras terraza, a unos trescientos metros de altura. Desde donde Winston se hallaba, podían leerse, adheridas sobre su blanca fachada en letras de elegante forma, las tres consignas del Partido:
LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA."
George Orwell, 1984.
¡Qué bofetada el diario de ayer! Fuertes sospechas de corrupción en la cúpula gubernamental, inflación en ascenso, cepo cambiario, dólar paralelo a $5,10 y esta película que ya la vimos, cae la economía en casi todos los rubros, la industria pone un freno, los containers detenidos en la aduana, el panorama de un semestre complicado, el déficit fiscal que costeamos a fuerza de impuestos, la economía familiar que acusa un deterioro, "el peor momento para levantar la cabeza", posibles desbordes de las villas que ahora el gobierno intenta controlar, el campo en paro, intolerancia y agresiones en actos políticos, robo de autos: el delito más sangriento, la crisis en Europa contada por quienes la sufren...
¡Paren: me quiero bajar! Quiero sacar boleto para irme a algún lado y no sé a dónde, ni cómo, ni con qué. Ya se escuchan los cacerolazos otra vez. A veces desearía haber nacido con ese gen que me faltó, ese que le permite a tanta gente evadirse de la realidad que aparece en la primera plana de los diarios, que se ve y se palpa en las calles que se caminan a diario, que les permite lograr una alegría genuina y hasta duradera con los pases milimétricos y los goles descomunales de Messi, con el triunfo de la selección argentina o la espectacular luna llena que nos acompaña en la noche porteña. ¿Cómo harán? ¿Será que soy hiperrealista, o simplemente amarga, pesimista, siempre conectada con la cara oscura de la luna? ¿O será que ellos son escapistas, o simplemente optimistas innatos, positivos, capaces de vislumbrar esperanza y luz donde otros sólo vemos sombras?
¿O será tal vez como profetizaba el genial Orwell y algunos deslizan, toda una manipulación de la información para dominarnos, para controlar nuestras mentes y nuestras vidas, para ponermos la pata encima y sacar provecho del lavado de cerebros y el sometimiento? ¿Cómo será? ¿Qué será?
¿O será tal vez como profetizaba el genial Orwell y algunos deslizan, toda una manipulación de la información para dominarnos, para controlar nuestras mentes y nuestras vidas, para ponermos la pata encima y sacar provecho del lavado de cerebros y el sometimiento? ¿Cómo será? ¿Qué será?
¿Será que habrá que practicar el arte del Doublethink, lo que el mismo Orwell describe como el acto de aceptar simultáneamente dos creencias contradictorias como correctas y posibles?
Leo en 1984, sin poder dejar de identificarme con el protagonista, Winston:
"La Policía del Pensamiento lo descubriría de todas maneras. Winston había
cometido — seguiría habiendo cometido
aunque no hubiera llegado a posar la pluma sobre el papel — el crimen esencial que contenía en sí todos
los demás. El crimental (crimen mental), como lo llamaban. El
crimental no podía ocultarse durante mucho tiempo. En ocasiones, se podía
llegar a tenerlo oculto años enteros, pero tarde o temprano lo descubrían a
uno."
Creo que debería dejar de leer el diario los domingos, de ver los noticieros en la semana e inclusive olvidar que alguna vez leí a Orwell. Abandonar el Ministerio de la Verdad de una vez por todas... Algún día me descubrirán cometiendo el crimen mental, padre de todos los crímenes: en efecto, algunos ya lo han hecho.
A boca de jarro
Excelente y que bien traído las referencias a 1984. Ese Doublethink del que hablas ya se practicó en tu país cuando se celebraba el triunfo en el Mundial del 78 mientras un montón de gente era torturada hasta la muerte en la ESMA y otros lugares. El jolgorio envolviendo el crimen con papel de plata y color albiceleste.
ResponderBorrarEso no ilegitimiza el jolgorio,que siempre es necesario para no morir de asco, pero sí la miopía ante la realidad que nos rodea.
Lo malo es que no sé sale de la ignorancia con tanta interesada noticia amarga y tampoco con meter las manos en las oídos y no querer saber nada. Internet, con todos sus defectos, es un buen medio para luchar contra la constante manipulación. Al menos nos da la sensación de poder participar en algo activamente y poder usar nuestro legítimo derecho al pataleo.
Orwell es infalible, Doc. Implacable en su agudeza y su acertada visión de futuro, lamentablemente. Y yo lo leí a una tierna edad, como a Huxley. Ese Doublethink que asumíamos haber dejado en el pasado estaría reinstalándose aquí, pero te lo digo bajito porque me puede pasar como a Winston... El periódico dice todas estas cosas y la señora de las arrugas estiradas a fuerza de botox nos dice que el periódico miente. Nunca se sabe cuál es la verdad, o eso nos quieren hacer creer.
BorrarDesde ya grité cada uno de los cuatro goles del partido frente a Ecuador, disfruté de la luna llena y fue una fiesta en familia, pero es un jolgorio que poco tiene que ver con la Patria, un desahogo por todo lo demás y la impotencia que nos genera. Pero nunca se sabe cuál es la verdad, o, insisto, eso nos quieren hacer creer.
Un saludo.
Muchas veces desearía ser como algunas de mis amigas, viven en su propio mundo, no leen diarios, no ven noticieros, nunca saben nada. Pero la realidad es que no soy así, no puedo ser así, me gusta leer todos los diarios, estar informada, saber lo que está pasando. Y eso trae preocuparse, a veces entristecerme, pero no lo puedo evitar!
ResponderBorrarBeso grande y buena semana!
Yo también, Maru, desearía vivir en una burbuja de colores, flotando y pensando en el próximo cumpleaños, en el día del padre y en la torta que voy a cocinar el domimgo, pero no me sale, y me maldigo por ser tan realista. Pero es como vos decís: no se puede evitar. Me parece que es una falla de fábrica.
BorrarBeso grande y gracias: buena semana para vos también!
Ay... amiga yo soy como vos. No puedo evadirme de la realidad que me tortura día tras día. Ya ni quiero escuchar a nadie, a ningún político porque me producen un rechazo total. Mentira tras mentira, y todo se derrumba. Lo que más me afecta es la inseguridad, no puedo tolerar la indiferencia hacia ese tema urgeeente, el pueblo no se merece tanto maltrato.
ResponderBorrarYo vivo en una ciudad chica, estoy resguardada un poco pero pienso en los demás y en mí misma cuando iba a Rosario a pasear y a mirar vidrieras para comprarme cosas y lo hacía sola sin miedos. Ahora me siento presa, ni hablar del dolar y de todo lo demás...
Yo me pregunto ¿Cuándo llegará el día que con el voto alguien pueda cambiar las cosas? Cuando se aproxima ese momento todos miran para otra parte y después dicen "yo no fui".
Me gustaría vivir en una campana de cristal como viven muchos, sería más feliz.
Besos
Lo que leí en el diario de ayer sobre la inseguridad en Rosario, querida Luján, me asustó y eso que vivo en Ciudad de Buenos Aires... Es tal cual lo describís vos: los ciudadanos decentes y trabajadores nos sentimos presos, tras las rejas, llenos de miedos y de trabas para vivir digna y libremente. Los delincuentes y corruptos andan sueltos. Paradojas de nuestro tiempo.
BorrarYo tampoco sé cuándo llegará el día en que las cosas cambien de una vez. A veces hasta dudo que alguna vez llegue... La campana de cristal se rompe fácilmente. Al menos tenés un bello refugio en tu arte.
Gracias por tu aporte y un beso grande.
Me hago eco de cada palabra tuya, porque ni ganas de hablar tengo, ni de ver una sola noticia más. Le decía ayer a mi marido que ya estoy entrando en una etapa (que ya viví) en la que me encuentro respondiéndole en mal tono al televisor, cuando escucho palabras como boudou, inflación, expropian, moreno, yohagoloquesemeantojaconmisdólares, presidentA, angola, ferrocarril, decreto, néstor... Cada cosa que sucede decimos "es el colmo!", ...pero suceden colmos todos los días. Te presto mi hombro, lloremos juntas, que por ahora no me da para otra cosa. Un beso Fer!
ResponderBorrar¿Qué caerá peor: la tele o el diario? Encima yo lo leo el domingo a la mañana, día del Señor... ¡Ay, Eli, este íspa es el purgatorio! Ya no sé si reír o llorar.
BorrarUn beso grande y gracias por tu testimonio!!!
En 1984 yo era profesor de alumnos en el preparatorio de universidad (COU, ya desaparecido) y les hice leer el texto de Orwell. Era una ocasión única. Retengo todo lo que mencionas del libro pero a mí siempre se me ha impuesto otro recuerdo, pues desde aquel año no he vuelto a leer la obra. Lo que me quedó es la laminación del lenguaje, cómo se iban reduciendo drásticamente las palabras y los matices asociados, de modo que los hablantes se encontraban con una lengua capidisminuida y elemental casi como formulación matemática. No lo recuerdo muy bien, pero la idea es que pensamos a través de las palabras. Si logramos controlar estas, habremos conseguido controlar a los seres humanos.
ResponderBorrarA continuación estimo el número de palabras que utilizan mis alumnos incluso de preparatorio de universidad y sé que no llegan a doscientas. Ese es todo su bagaje. En el nivel donde imparto este año puede que sea muy inferior. ¿Se puede representar la sutileza del mundo y las artimañas del poder con 200 palabras? Por supuesto conocen más pero son incapaces de utilizarlas con propiedad. ¿Cómo entienden una noticia en la prensa o las de la televisión si no comprenden muchas o muchísimas de las palabras utilizadas? ¿Qué decir de la literatura que utiliza un registro más culto y cuidado? ¿Estos muchachos que rechazan cualquier enriquecimiento del lenguaje -porque ellos ya se entienden- pueden entender qué hace el poder con ellos? Es evidente que no. Para hablar con ellos hay que operar un ejercicio de reducción significativa, de eliminación de términos más complejos, de vaciamiento de la esencia de la lengua… Sus textos son penosos por su carencia de capacidad reflexiva y por su pobreza abrumadora en el uso del lenguaje.
Mi hija mayor recibe algún comentario por parte de sus compañeras que le achacan hablar una lengua muy culta. Pero es el signo distintivo de la casa en la que jugamos continuamente con ella y la enriquecemos con actividades variadas.
La doble verdad es esencial. Aquí en España también se practica. Dos opiniones totalmente contradictorias son tenidas simultáneamente por verdad. Hace dos semanas lo ministros de Rajoy salieron a explicarnos que la economía española estaba colgada de una rama en el precipicio. Ayer dijo Rajoy que no estamos tan mal, que no estamos en el precipicio, que la intervención europea no sería el apocalipsis. Así continuamente.
Y sí dan ganas de no leer la prensa ni poner la televisión, pero observo que aun así es muy difícil no enterarse de lo que pasa. Hay mil y una maneras diferentes de que lleguen las noticias a nosotros. Alguna vez lo he intentado, pero solo lo he conseguido cuando he viajado por el Extremo Oriente y no leía durante tres meses la prensa que de paso en Indonesia y Tailandia no entendía. Así viví la fabulosa experiencia de no saber nada del mundo durante tres meses. Asesinaron a Indira Gandhi en aquel tiempo pero yo me enteré más de un año después.
Un beso.
El lenguaje en su pobreza y falta de matices, en palabras que se imponen y se vuelven trilladas y carentes de real significado, es también un arma de sometimiento de las masas. Y el doble mensaje es moneda corriente aquí y allá. Orwell con su neolengua también fue un buen pronosticador de lo que sucedería en ese futuro que envisionó. Para mí es una obra que está siempre penosamente vigente, más por su visión distópica del mundo que por su mérito literario, y hasta los periódicos la citan para trazar analogías frecuentemente.
BorrarDesde luego que lo que más pega es la realidad que no te tienen que contar los diarios ni los noticiarios televisivos: la que se experimenta desde el bolsillo, desde las condiciones sociales y laborales en las que vivimos. Ahí no te pueden venir a decir que te están mintiendo, ni tienen ningún valor los cálculos y las proyecciones técnicas y estadísticas de los políticos y sus equipos dibuja-números.
Gracias por compartir tu rica visión del tema.
Un beso.
Tranquilidad. Todo está previsto.Los que saben, para aliviar tensiones o másbien para seguir drogando al personal ya tienen la mejor solución para vosotros. Un partido de futbol contra Brasil el próximo sábado. Y ambos paises se paralizarán de nuevo. Las hojas dejaran de caer, el viento se detendrá y la luna guiñará un ojo cuando marque Messi.
ResponderBorrarHay una película argentina cuyo título ahora no consigo recordar que comienza justo el día después de que Argentina ganase el campeonato mundial de 1978,con aquellos goles de Mario Kempes. El retrato del día después, de la resaca, del fin del escapismo y el falso sueño,es demoledor.
Ahora mismo antes que comprar el periódico o ver la tv, prefiero echar una ojeada a boca de jarro. Aunque en ocasiones digas verdades dolorosas como puños. No importa. Se agradece.Un abrazo.
Tienes mucha razón: el sábado con Brasil suben los niveles de adrenalina nuevamente y nos entra la amnesia colectiva otra vez.
BorrarFabuloso y oportuno toque de ironía de tu parte.
No recuerdo el título de esa película yo tampoco, pero intentaré averiguarlo.
Esta vez las aguas de este jarro no hicieron más que reflejar el periódico dominical, que es una especie de resumen condensado de la semana que resulta altamente tóxico. Te puedes dar por informado de la situación imperante y soy plenamente conciente de sus efectos.
Gracias, Víctor, por enriquecer mi texto con tus aportes y además agradecerlo.
Te mando un abrazo.
¿Sabes una cosa FER?
ResponderBorrarÚltimamente tengo la extraña sensación que siempre termino hablando de lo mismo en sus diferentes versiones:-) Es decir... ¿necesariamente un realista debe ser pesimista y negativo? ¿puede ser alguien realista y a la vez optimista y positivo?
Rotundamente sí, FER:-)
Nadie más curiosa e interesada en estar lo más informada posible, nadie más pragmática y con los pies clavados en la tierra aunque sólo sea por mi trabajo ( Como para no serlo, siempre entre dramas y con la responsabilidad a tus espaldas de salvar su patrimonio, casa, familia en incluso su libertad la gente) nadie más consciente de mis limitaciones y dificultades de la vida( cada día tengo a un abogado enfrente que me reta o un juez que me lo recuerda) en fín, para mi es obvio el terrible momento que vivimos a nivel planetario... te lo aseguro FER, es probable que sea hiperrealista, como tú... de hecho, jamás me evado de la realidad cuando toca agarrar el toro que sea por los cuernos, pero en cuanto salgo de la plaza... me quito mi traje de guerra y es otra historia... agarrada con toodas mis fuerzas a mi positivismo existencial jajaja me lo acabo de inventar ;-)
Veo, vivo y siento de la realidad, sólo lo que me ayuda a sentirme bien... me quedo y me agarro a lo que me ayudan, siempre hay cosas, siempre hay algo que te hace sonreír aun en medio de la mayor de las desgracias... ¿por qué algunos lo miramos y nos recreamos en ello? ¿por qué otros sólo se regocijan en la pena, la tristeza y la desesperanza? ni escapismo, ni inconsciencia, ni evasión de la realidad, ni muchos menos ceguera ¡¡PURA SUPERVIVENCIA!!
Cuando como en mi caso percibes y sientes casi todo hondo hondísimo, cuando te duelen casi físicamente los detalles más mínimos o desarrollas estrategias que te ayuden a sobrellevar la hipersensibilidad o mueres directamente... el ser humano es el mayor experto adaptación al medio ... seguramente esta es mi única cualidad, yo me adapto a lo que hay hasta que estoy a gusto, con lo que sea, música, imaginación, recuerdos, lo que sea que me ayude... aunque tenga que hacer contorsionismo mental, salgo de la oscuridad:-)
Y es que siempre hay algo con lo que animarte, algo positivo en medio de lo más negativo, algo a lo que agarrarte para consolarte, para ilusionarte cada día, siempre. Hay quien lo busca y quien no e incluso hay quien se lo pasa estupendamente relamiéndose las heridas y recreándose en el dolor. Yo no soporto el dolor, así que no me queda más remedio que buscar la forma de que no duela, seguramente es eso FER.
La información se manipula, se nos intenta engañar en casi todos los ambientes y aspectos bien...a mi no me va ninguna de las distopías, ni la de Orwell, ni la de Huxley, ni la de Bradbury ¿ recuerdas? Fehrenheit 451 ¡¡NINGUNA!! quien quiera cerrar lo ojos y no ver, allá él... yo prefiero saber, hasta donde pueda y me dejen para poder situarme, mentalizarme y si hace falta parapetarme :-) así que FER, recuérdalo los positivos, sólo somos supervivientes natos que tenemos bajísimo el nivel de tolerancia al dolor y hemos aprendido a producirnos endorfinas para no morirnos... pero esto es un secreto FER, nuestro secreto... mejor que nos tomen por locos infantiles viviendo en medio de las nubes del país de nunca jamás, a los tontos y a los locos se les deja en paz:-)
Un beso grande bonita.
Vale, María. Por eso digo que la falla de fábrica la tengo yo, que me faltó el gen del positivismo existencial. A mí me encantan las distopías como Fahrenheit 451, Rebelión en la granja, La guerra de las salamandras, Un mundo feliz y 1984: todas isnpiradas por realidades que se vivieron aquí en mi país también, lejos de donde se inspiraron sus autores pero muy acertados en su visión de esos regímenes totalitarios que quemaron libros, cerebros y vidas. Y aunque no te parezca, no me recogijo en la pena, pero no me resulta indiferente. Hay una bella canción de un cantautor argentino, León Gieco, con la que me identifico desde adolescente, dado que crecí en tiempos de dictadura, y tal vez eso me marcó más de la cuenta en mi falta de optimismo. Dice así:
ResponderBorrarSólo le pido a Dios
Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.
Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente,
que no me abofeteen la otra mejilla
después que una garra me arañó esta suerte.
Sólo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.
Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Sólo le pido a Dios
que el futuro no me sea indiferente,
desahuciado está el que tiene que marchar
a vivir una cultura diferente.
A mí no me resulta tan simple quitarme la ropa de combate para vestirme de fiesta, y no te imaginas cuánto lo lamento. Estoy segura de que sería mucho más feliz si lo lograra. Pero se nace, María, con una cierta disposición con la que se lucha toda la vida. Tal vez mi remedio sería suspender el periódico hasta que pasen los nubarrones y ponerme a contemplar la luna llena que nos acompaña por estos días en la ciudad. Pero me resulta difícil olvidar que bajo esa luna hoy, con tres grados bajo cero de temperatura, hay muchos durmiendo a la intemperie en mi ciudad. Eso empaña irremediablemente mi alegría y mi optimismo. Aunque no me hace mejor persona, ni más sensible, ni mejor plantada en la realidad. Simplemente es mi forma de sentir. ¿Qué le voy a hacer Yo ya le expliqué lo mismo a mi consejera en emocionalidad, como te he contado vía mail. Y creo haber aprendido que lo mejor para mí es aceptar todo el arco de mis emociones.
Gracias por tu autenticidad en tu forma de ver la vida: no pienso que seas loca, ni infantil. Simplemente eres tú misma y eso vale muchísimo y me hace mucho bien considerar tu punto de vista!!!
Un beso.
FER cielo ¿de verdad tú crees que a mi me es indiferente el dolor con todo lo que te he contado?
ResponderBorrarNo FER, creo que me he explicado fatal. Me es tan íntimamente cercano el dolor, lo palpo cada día tan de cerca ( yo no lo leo en el periódico FER.. yo lo veo frente a mi, cara a cara, no tengo elección, quiera, porque es mi trabajo) me hace tantísimo daño a vecsas, que para resistirlo sólo tengo un arma, relativizar ese dolor y al relativizar ese, relativizo cualquier problema mío. Sufro de empatía y digo sufro, porque me mimetizo sin quererlo con el sufrimiento ajeno...¿cómo voy a centrarme en hacer bien mi trabajo si me dejara y me pusiera a llorar a mares que a veces es lo que me pide el cuerpo, FER?
Para que me entiendas mejor, si en tu casa tu hijo no rinde o no se comporta como debe o te gustaría y ves al hijo de otro, que le revienta a golpes la cabeza o que tras drograse intenta violar o robar o cualquier otra barbaridad ¿cómo no voy a ver nimio y superficial mi preocupación? ¿cómo no voy a pensar que soy afortunada y alegrarme por ello? no dejas de sentir el sufrimiento ajeno, justamente ver tan de cerca ese sufrimiento, te ayuda a relativizar lo tuyo y a no sufrirlo con la misma intensidad. ¿Cómo puedo quejarme de nada viendo eso FER?
Creo que a la gente pesimista o que se hunde en el desánimo de la vida, a parte de componentes físicos y endógenos, que ese es otro tema, lo que puede que le falte es perspectiva FER, poner en relación lo que a ti te angustia o te hace sufrir íntimamente, con lo que sufren de verdad otros y además ver cómo lo llevan.
Salvado las distancias por favor, sólo como ejemplo extremo para que me comprendas ¿tú crees que la madre Teresa de Calcuta podía permitirse el lujo de ser pesimista y caer en el desánimo viviendo donde vivía? ¿crees que le era indiferente el dolor FER?
No es fácil quitarse el traje de guerra cuando no tienes la necesidad imperiosa de hacerlo, cuando es así, mi querida FER, como te he dicho o aprendes a hacerlo o te mueres.
El único secreto del positivismo es valorar todo lo que tienes e intentar disfrutarlo al máximo, no centrarte en lo que te falta o lo que te puede suceder en el futuro, hoy FER, sólo hoy importa... ojalá pueda ayudarte ver esto como a mi me ayuda.
Gracias a ti y otro beso muy grande para ti, feliz día.
Querida María: No quise decir que a tí el dolor te fuese indiferente. Es sólo una canción que me representa desde hace años, porque crecí con ella en tiempos en los que ni siquiera se podía hablar de todas estas cuestiones.
BorrarSimplemente es muy posible que sin ser una infeliz, no tenga el temple que se requiere para lidiar con realidades arduas como las que palpa a diario un abogado, un médico o una Madre Teresa: soy muy conciente de que no he nacido para eso. Y admiro a quien sí puede y comprendo que si puede es porque no se hunde en el drama que tiene entre manos.
Estoy además absolutamente de acuerdo contigo en lo cierto que hay en que ver el sufrimiento ajeno te hace relativizar el propio y valorar lo que tienes, pero mi defecto es que no puedo dejar de observar lo que les falta a muchos y lo que les sobra a tantos y de sentir la injusticia que eso conlleva. Así y todo, me considero afortunada, María, no ando llorando todo el día, tengo muchos momentos de disfrute y agradezco a Dios y a la vida por todo lo mucho y bueno que me ha dado.
Y lamentablemente, desde que me hice adulta, me he hecho más conciente tanto del valor del hoy como del mañana: todos deberíamos tener el derecho de proyectar nuestro futuro y no vivir simplemente el hoy, aunque es válido como elección y hasta preferible en términos de salud mental. Aún sin querer controlarlo todo, es el mismísimo Estado quien aparta dinero de nuestros haberes todos los meses para lo que llaman la previsión social, que no te asegura un mañana nada espectacular en este país.
Hemos pasado por situaciones familiares que me han hecho ver que es necesario prever no sólo por uno mismo sino por quienes dependen de uno. Pero he comprobado que en un mundo donde la imprevisibilidad y el cambio parecen ser la norma y en el que los seres humanos somos fácilmente defraudados y descartados por el sistema sin miramientos de ninguna índole, intentar proyectar a futuro se hace prácticamente imposible.
Gracias, otro beso grande y feliz día.
Creo que esos sentimientos tan ambivalentes y cambiantes forman parte de nosotros mismos. Por supuesto no todos digerimos las cosas de la misma forma y como me dijo una vez una compañera: "el que lo lleva en la sangre..." no sé si es el gen del que tú hablas pero ese malestar va más allá de lo que nos puedan manipular desde arriba y de cómo eso nos afecta. En la vida cotidiana ves cóm la gente pasa de muchas cosas, si no les afecta directamente les importa un pimiento que se perjudique a otros -recuerdo una conversación en que argumentaba que determinada situación era ilegal y que ni siquiera podía votarse, por ilegal, una compañera me respondió que le daba igual que a ella no le venía bien. De traca!! O ves cómo tras una conversación con alguien que normalmente pasa de ti se esconden segundas intenciones y tienes que decir no, aunque ya todos los anteriores han dicho sí, y te preguntas ¿Y qué más me da? Pues no, es que no. Y si no lo haces así te quedas a disgusto, pero si lo haces así también estás en el conflicto.
ResponderBorrarYo te entiendo perfectamente, Fer, y además creo que escribes requetebién, y transmites muy bien lo que quieres decir.
Y porque el conflicto existe y siempre existira, me parece un milagro poder arrancarle a la vida de cuando en cuando esa risotada franca, incontenible y sana tan liberadora, porque no se trata de librar guerras. Vamos, yo soy mucho más de "batallitas".
Un beso, corazón. Buena lectura Orwell, para releerlo cuando tenga tiempo.
Qué bueno que me entiendas y te haya arrancado una risotada. Es cierto que ironizo un poco con el contenido del periódico, lo que se nos pretende hacer creer y lo que sentimos en medio de todo ese lío. Escribir es una forma de liberar el malestar que genera tantas veces la percepción de la realidad, que obviamente es muy subjetiva.
BorrarYo también creo en librar batallas, más que guerras: ¡me apellido Paz! Sobre todo las batallas que se dirimen en mi interior en este intento de pensar la realidad en voz alta, Angie.
Y desde luego concuerdo contigo en que Orwell siempre merece releerse.
¡Gracias por tu aporte y tu reacción frente a mi escrito!
Un beso grande.
Hola Fer:
ResponderBorrarAun no leo este libro, me gusta esta expresión crimental, de haberlo leído la hubiera incluido en el ensayo que escribí sobre el control mental. Con respecto a los noticieros, bueno es mejor estar informados, aunque no se puede creer el 100% de lo que nos envían los medios, hay muchos, la mayoría, que sirven a los intereses de grandes macroempresarios y por eso hay desinformación u omisión de información importante; a pesar de ello, es importante estar pendientes de lo sucede a nuestro alrededor, haces bien y no te falta ningún gen.
Un abrazo
Muchas gracias por tu aporte, estimada Alejandra. ¡Me haces reír con lo del gen! No te pierdas de leer a Orwell. Te va a encantar, y además de darte muchas ideas que te inspirarán, encontrarás muchas correlaciones con esa realidad que tanto te interesa investigar.
BorrarUn fuerte abrazo.
Fer