"No se por qué hay que dejar de querer a una persona
solo porque se ha muerto."
El guardián en el centeno, J.D. Salinger
Se levantaba todos los santos días del año a eso de las cinco de la mañana y se iba derecho para el kiosco-librería-polirubro que le da vida a la cuadra y a él. Preparaba su termo y su mate y dejaba la yerba en reposo mientras se hacía una escapada a lo del diariero Alberto a buscarse el Clarín suyo de cada día. Prendía la FM, podrido ya de malas noticias, y era un tipo afable y erguido para quien todos los días eran iguales y todos los pibes y algunos de los grandes con alma de pibes que entrábamos a su local por cigarrillos, golosinas o útiles escolares nos llamábamos "Willis". Da pena hablar en pretérito de Carlitos, el patrón de la vereda, pero es que se está apagando la luz del centinela de mi barrio. Le extirparon un tumor maligno el verano pasado, y él sabe bien que, a pesar de las sonrisas de Cuqui y sus esfuerzos por disimularlo, hay metástasis por todos lados a sus cincuenta y siete años. Sus días eran todos iguales pero ya dejaron serlo para no volver y ahora están contados. Anda lúgubre, lento y cansino, medio encorvado, con el pasaje de ida abierto hacia el otro barrio.
A boca de jarro
Lamentablemente esta enfermedad, creo que se agrava mas con tantos bombardeos químicos. Es triste ver la gente linda del barrio mudarse! Un abrazo,besos
ResponderBorrarUna bastarda enfermedad, Mirta. Muchas veces me pregunto seriamente si me animaría a darle batalla o me entregaría y punto. Ojalá jamás lo descubra... Soy demasiado cobarde como para luchar.
BorrarBesos y gracias!
Fer
Mi amigo se me está yendo, no coje el teléfono, no me deja ir a su casa...tan sólo cuando se encuentra con algo de fuerzas viene a buscarme al trabajo, lentamente me cuenta como le va, yo deseo abrazarle y traspasar su dolor...
ResponderBorrarEl requisito para seguir viéndole es , "yo iré a ti"
Besos querida amiga,
tRamos
¡Fuerza, tRamos! No podemos comprender ese dolor, simplemente acompañarlo aunque nos duela también a nosotras, Hace ya semanas que no veo a Carlitos, tan solo a su esposa, Cuqui, de quien me he hecho confidente. Y cuando le pregunto a ella por él o le mando mis saludos, las respuestas varían con sus estados de ánimo, lo cual desconcierta y hasta incomoda, tal como lo hace siempre la enfermedad. Yo continúo intentando aprender a acompañar a los demás en el camino del dolor también. Es muy fácil hacerlo en todo lo demás, pero este camino es angosto y ríspido, no hay vuelta que darle...
BorrarTe mando muchos besos!
Fer
Mi padre se murió de cáncer. Maldita enfermedad!! Es todavía muy joven. Lo siento Fer.
ResponderBorrarMuchos besos.
Una puta enfermedad. Lo siento también yo.
BorrarMuchos besos, Marybel!
Fer
Te envío un abrazo, querida Fer, porque siempre vienen bien...
ResponderBorrarSiempre! Otro muy fuerte para ti, María.
BorrarFer