jueves, 25 de febrero de 2016

Jueves erótico


"Stolen Kiss", Ron Hicks, 1965


Mucho escribí y reescribí durante esta semana para la propuesta del Concurso de los jueves eróticos organizada por la Comunidad Ensoñación Literaria de Google +, apoyada en mis dudas por Javier Salinas, a quien quiero agradecerle por la oportunidad de incursionar en este género y por incentivarme para tomarme esto como un estimulante desafío. El género erótico me gusta mucho, me atrae. Es un género sobre el cual he leído bastante, y, así y todo, aún me llena de resquemores. El límite entre el erotismo y lo burdo es muy fino, y hay muy pocos escritores que logran el burbujeo del erótico sin caer en cursilerías o pasarse groseramente de la raya. Es que la raya, según lo veo, la ponemos nosotros, los lectores, y hasta me animaría a decir que la raya sube y baja de acuerdo con fluctuaciones internas que también nos son propias. En definitiva, creo que la literatura erótica - si es que verdaderamente existe tal cosa - debería producir un efecto excitante sin descolocarnos. Con esta participación inauguro la sección erótica del blog, les doy la bienvenida y escucho vuestras opiniones y reacciones. 

Aquí, mi contribución para este jueves erótico:




- Preparo café - dijiste riendo

Escogiste y dispusiste las tazas

Le diste de lleno a mi deseo

Como hacía siglos

Ya nadie le daba

Y eso sólo bastó para beberte




Llovía como hacía mil días no llovía

Chorreábamos agua

Te tomé por la espalda

Ya no pude ni supe ni quise

Esperar por tu café

Preferí tu piel a la toalla




Empapados caímos en la cama

Mi lengua encendió todos tus fuegos

Tus manos acallaron ya mis miedos

Una fiesta de a dos y con la trampa

Conscientes de todos los riesgos

Juntos mordimos la manzana




Una vez en mí el deleite

Las aguas de mis ríos desbordadas

Desnudez del asombro en vos me pierdo

Susurrante pasión sobre la almohada

Jadeante cabalgar sobre la cima

Acabar besándote las playas




Afuera aún llueve

¿Qué importa?

El mundo nos espera

Que espere

Calentemos el café

Y bebámonos otra vez.




A boca de jarro

27 comentarios:

  1. Hay una delgada línea (como vos decis) entre lo burdo y el erotismo, es muy dificil no traspasar esa línea.
    Maria excelente, lograste transportarme a ese momento y vivirlo
    Simplemente me encanto!!!

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    1. Me alegro mucho, Lara, y agradezco profundamente tu visita y tus palabras.

      Un beso grande!

      Fer

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  2. Ni cursi, ni sensiblero, ni grosero... está perfecto, unos versos llenos de pasión, me han encantado, Fer. Felicidades por esta primera aportación para el Jueves Erótico, y mucha suerte en el concurso!!!
    Mil besos

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  3. Pues, has logrado describir lo erótico sin salirte de la raya. Felicidades!

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  4. ¿Quien diría que preparar un café y bebérselo pudiera ser el mejor deleite para nuestros deseos más íntimos?... la respuesta la tienes tú, amiga María Fer que has sabido hacer de ello todo un ritual erótico.
    Un beso y ¡feliz jueves erótico!

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    1. ¿Quién diría? Es el poder de la cafeína mezclada con la fantasía ;)! Muchas gracias, Estrella, y feliz noche de jueves erótico para ti también.

      Un beso!

      Fer

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  5. Un texto de lo más sugerente, Fer, y puedo asegurarte que ni has caído en lo cursi ni en lo excesivamente obvio. A mí, como a tí, me llama la atención el género erótico, aunque pocas veces lo practico. En este caso la elección del café como elemento del relato, con todas las connotaciones que tiene, me parece una fantástica idea. Te ha quedado genial y espero que tengas mucha suerte en el concurso.

    Un beso enorme!!

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    1. Agradezco tu opinión sobre esta incursión en algo que también siempre me ha atraído, aunque no suela practicarlo (me refiero a escribirlo, ja, ja ;!). Fui tantas veces por café para inspirarme que al final decidí que el café merecía ser protagonista en esta breve historia. Muchas gracias por tus palabras, Julia.

      Un beso!

      Fer

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  6. Yo solo he utilizado la narrativa erótica en cartas personales con una destinataria concreta. En ellas -en cada tipo de ella- había un ritmo, unas imágenes, unos juegos compartidos, una ruptura de límites ... Me resulta muy difícil escribir un relato de este tipo sin un alguien al que vaya destinado y en situación de intimidad absoluta. Los límites entre los géneros (porno, erótico, vulgaridad, belleza sublime) son permeables y ambivalentes. Lo soez puede estar cargado también de delicadeza, de profundo encuentro con la otra persona. No deja de ser un juego que ya no practico y dudo que ya lo practique. Es una pena porque me gustaba mucho. El encuentro a través de la palabra entre dos seres en el terreno sexual es una verdadera fantasía que roza lo literario.

    Tu relato está muy bien. ¿Es pura creación sin destinatario o lo tiene? No me contestes por supuesto.

    Un abrazo, Fer.

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    1. A mí me parece que en esto del erotismo, mujeres y hombres somos algo diferentes. Tú me corregirás si me equivoco, pero me parece que los hombres necesitan del objeto erotizante más expuesto, como delante de sus ojos, mientras que las mujeres solemos erotizarnos por el lado de las fantasías, quiero decir, no necesitamos un destinatario concreto para nuestras ensoñaciones sexuales, o al menos ese es mi caso. Creo que queda respondida tu pregunta. De todos modos, te confieso que mi esposo está muy contento por el hecho de que se me diera por fantasear, ja, ja!!!

      Un abrazo y muchas gracias, Joselu.

      Fer

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  7. Me encantó la relación entre el café y el sexo, ambos como deben tomarse, calientes y húmedos. Beso.

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    1. No podría estar más de acuerdo contigo en cuanto al sexo y el café ;)! Muchas gracias por tu visita.

      Beso!

      Fer

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  8. Sólo diré que una de las cualidades que delatan a un buen escritor es la capacidad de sugerir. Excelente.
    Un abrazo muy fuerte:))

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    1. Muchísimas gracias, Marybel.

      Un abrazo grande!

      Fer

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  9. Me encantó ese café!. Que bonito, que bien descrito...niña, haces q se sienta.
    Te sonrío con el Alma.

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  10. ¿Pero entonces, hubo café o no hubo café? Jaja. Yo espero que ganes el concurso, Fer. Me ha encantado eso de que tantas veces fuiste a por café para inspirarte que al final le diste papel protagonista. Es que te estoy viendo yendo y viniendo con la taza en la mano. Y no me extraña, alrededor del café se deben haber creado mil historias, lo de tomar un café es la excusa perfecta. Y estoy de acuerdo, la raya es muy personal y sutil la pone cada cual, pero también es verdad que las palabras las pone el escritor y lo que está bien escrito, bien está. A mí me ha parecido genial.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Hubo mucho café para crearlo, Angie ;)! Agradezco mucho tu valoración así como tu compañía de siempre.

      Un beso grande!

      Fer

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  11. Unnnn!, hasta aquí me llega ese olor a café tan bien ilustrado.
    Mi felicitación por esa pasión que has puesto, me ha encantado.
    Feliz semana María Paz.

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    1. Muchísimas gracias, Carmen. Feliz semana para ti también.

      Un abrazo.

      Fer

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  12. Hay que reconocer que la lluvia y otras oportunas mojaduras le dan sabor al café y hacen más suculento el sexo como nos enseñó el maestro D.H. Lawrence en sus clases teorico-literarias de perturbaciónes y deseos.
    Te veo buena alumna del maestro.
    Besos

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  13. Yo leí a Lawrence completo a mis veinte, años después del fin de la dictadura en mi país, y lo cierto es que en aquel entonces me pareció bastante suave en cuanto al voltaje de su erotismo. Debería volver a leerlo ahora. Es un gran elogio el que me prodigas, amigo Krapp: más quisiera yo haber salido la mitad de buena. Quien sí de verdad me escandalizó fue García Márquez con su "Elogio de la madrastra", así como me puso los pelos de punta el inicio de "El Evangelio según Jesucristo", de Saramago, novela a la cual, en su momento, tuve que abandonar. Ahora te digo que con toda el agua que ha pasado bajo el puente, estos escritos que se suponen un "must" a la hora de incursionar en el género erótico son juego de niños en términos de lo explícito que presentan comparados con algunas de las novelitas que se está leyendo mi hija de doce... Así está el mundo, Krapp, qué le vamos a hacer.

    Un beso y muchas gracias!

    Fer

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    1. Perdón, debo enmendar, Krapp. "Elogio de la madrastra" no es de García Márquez, sino de Vargas Llosa.

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