sábado, 25 de junio de 2011

De luces y sombras

  
Hay varias vivencias y autores que me han llevado a enfrentarme y a comenzar a comprender el concepto de "la sombra" que desarrolla Carl Gustav Jung [ˈkarl ˈgʊstaf ˈjʊŋ] , a quien todavía no leí. 
La primera experiencia fue el devenir madre y el leer a Laura Gutman, en "La maternidad y el encuentro con la propia sombra". Luego, mi propia "enfermedad", enfermedad del alma con síntomas físicos que me alarmaron. Allí se produjo una profunda conversión en mí, volví a la fuente de mis creencias religiosas, me encontré con La Palabra, y leí a Anselm Grün, quien también desarrolla el concepto Jungiano de la sombra en todo su esplendor y su misericordia Cristiana. Jesús sanaba a los enfermos al traer a la luz las miserias de los enfermos y "pecadores", y la idea de pecado así vista es nada más ni nada menos que estar fuera de foco, descentrado, peleado con ciertos aspectos oscuros que nos habitan y rechazamos, y que, al traerlos a la luz, logramos ACEPTAR, perdonar, y encarnar, pero ya conscientes de que ellos son una parte nuestra que podemos y debemos tomar como parte del TODO. Así entendido, la idea del "Reino de los Cielos", es una idea muy mundana, ya que llegar allí es simplemente pasar de vivir en la polaridad "luz versus sombra" a vivir en la unidad, que es la casa del Padre, o simplemente, El Padre. Bueno, esto parece simple, pero ni sus discípulos, pescadores aldeanos y sencillos hombres de trabajo y llenos de defectos, lograban entenderlo.
  Allí me encontré con los libros de María Guadalupe Buttera y su blog, y seguí ahondando, "despertando y creciendo" en este arduo terreno de ACEPTACIÓN de mis partes oscuras.
  Ahora, es la enfermedad de las figuras paternantes más añosas de mi familia la que una vez más me remite a Jung y a su idea de "la sombra", y el libro que estoy leyendo sobre la enfermedad, "La enfermedad como camino", de Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke. Ellos explican que es la sombra quien nos hace enfermar, en tanto nos hace incompletos. Ella nos "angustia", es decir, "nos angosta", y la plenitud , es decir, la salud, reside en poder tomar conciencia de que somos un todo, una unidad, y en asumir que "todo lo unitario es dual". Pero nos empeñamos en identificarnos con sólo una parte de nosotros mismos, la luminosa, la socialmente aceptable, y en esconder en la sombra todo aquello que no es agradable ni para nosotros ni para los demás acerca de nosotros mismos, y es así como "engordamos" a nuestra sombra, negándola, rechazándola, y diciendo: "No, así no soy yo. Así son los demás." Y leyendo este libro aprendo que:

"... el mundo exterior está formado por los mismos principios arquetípicos que el mundo interior. La ley de la resonancia dice que nosotros sólo podemos conectar con aquello con lo que estamos en resonancia.(...) Nosotros insistimos en nuestro empeño de borrar del mundo los aspectos que valoramos negativamente (...) este intento se convierte en una pugna constante que garantiza que nos ocupemos con especial intensidad de la parte de la realidad que rechazamos.(...) de este modo se acerca el principio rechazado hasta llegar a vivirlo."


  
Y así, enfermamos. Creo que hasta los buenos médicos entienden esto, más allá de todo lo que saben de las funciones y las disfunciones del cuerpo humano y de los vericuetos de la medicina. La enfermedad es siempre una gran maestra, porque es un emergente, un signo claro de que nos estamos negando a salir de la unipolaridad en la que tan cómodamente nos instalamos, y a adquirir la visión del TODO que solamente los sabios e iluminados  pueden llegar a vivenciar en estado de permanencia y adhesión absoluta. Para todos los demás, nosotros, esto es un camino de idas y vueltas, avances y retrocesos, pero creo que lo importante es transitarlo con una mente abierta y un corazón íntegro y honesto, tanto en la luz como en la sombra,"en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad". Es como casarnos con nosotros mismos, como deberíamos casarnos con los demás, ACEPTANDO todo el paquete, no sólo el envoltorio y el moñito de regalo. No digo que sea fácil, de hecho, no es nada fácil: la clave está en intentarlo y procurar avanzar en este sendero hasta el fin de nuestra existencia en este mundo: "hasta que la muerte nos separe". Y entonces brillaremos en absoluta resonancia con el resplandor de LA LUZ DE DIOS
  

Yo creo que el camino es, y disculpen si me repito, pero necesito decírmelo muchas veces:

     De la plenitud perenne del ser a la plenitud perenne del ser



Esto es, nada más y nada menos, que todo el camino...  Pura filosofía de vida.

Y ahora estoy paladeando de a poco este bello libro de Hugh Prather (se pronuncia PRAY-ther, con un sonido no sibilante de “th”) , "Palabras a mí mismo", al cual llegué gracias a la lista de libros que Jorge Bucay recomienda como "los libros que hay que leer" al final de su libro "Cartas para Claudia", y a quien le agradezco profundamente por la recomendación, tanto como por sus libros.
Hugh Prather anoche me dijo:

"Mi potencialidad para el mal 
es igual a la de cualquier hombre.

Si no acepto este hecho, 
esas tendencias podrían gobernarme.

Puedo liberarme de esas fuerzas
si las reconozco cuando se apoderan de mí
y aceptándolas como parte mía
elijo no seguirlas.  
Sólo de ese modo comienzo a incorporar las partes que había rechazado
y a entender qué es lo que hago
cuando critico a mis semejantes."
                                   Página 41

"Rechazar mis sentimientos
es condenarme por tenerlos.
La parte rechazada reacciona
tornándose más fea.

El darme cuenta, lo más profundamente posible,
parece que siempre vuelve
más positivo el flujo de mi energía."
                                     Página 43.

"No hay sentimientos destructivos,
sólo hay actos destructivos.

Mis acciones pueden volverse destructivas
cuando condeno o rechazo mi sentir.
Si no quiero sentir de un cierto modo
ignoro el hecho de que realmente siento así
y que ese sentir es parte de mí.
(...)
Cuando niego un sentimiento,
no lo destruyo, y pierdo mi capacidad
de expresarlo como quiero.

Al condenarlo dejo de considerarlo parte de mí
y entonces parece adquirir vida propia
forzándome a responder a él de un modo rígido;
pero si reconozco que "yo" vivencio el sentimiento
mantengo mi capacidad de actuar
del modo que elijo y no de la manera que temo."
                                                        Página 45.
   
"No soy responsable de mis sentimientos
sino de lo que hago con ellos."
                                  Página 48.

Si esto no es Jungiano, ¿JUNG DÓNDE ESTÁ? Leí en Wikipedia que Hugh Prather se murió el 15 de noviembre del 2010, a los 72 años, tomando un baño caliente en la bañera de su casa de Tucson, Arizona, aparentemente de un ataque cardíaco. Tal vez no es casual que haya muerto de este modo. No es una mala muerte si se puediese elegir cómo morir, ¿verdad?
Y voy a concluir con sus palabras, que en mi humilde entender están mal traducidas en mi versión de su libro en español, y que, supongo, son garantía de una buena vida y también, por qué no, de una buena muerte, siendo que vida y muerte son nada más que las dos caras de la misma moneda:

              "Lamento sentir lo que siento."

  Que en mi edición se traduce así: 

               "Siento lo que siento lo que siento".
                                                         Página 49.  

¡Me encantaría saber cómo lo interpreta Bucay! Y, por supuesto, obedeciéndole a Jorge una vez más, ya le pedí a mi mamá (¿a quién si no?), que para mi cumple me regale algún libro de Carl Gustav Jung.


*(For those who speak English)
Quotes from Hugh Prather's "Notes to Myself":


¶“Another day to listen and love and walk and glory. I am here for another day. I think of those who aren’t.”       

¶“My prayer is: I will be what I will be, I will do what I will do.”

This for you too, dad! 



A boca de jarro

jueves, 23 de junio de 2011

Luz y conciencia

  Hoy en su post mi maestra y amiga del alma, María Guadalupe Buttera, me dice:     


"Aún como humanidad no logramos crear sociedades donde vivan armónicamente la necesidad humana de integración y amor, y la de auto-expresarse y 
auto-centrarse. 
Es un aprendizaje que tenemos pendiente, como humanidad.
Fue nuestra travesía por el desierto. 
Continuemos la búsqueda de la tierra prometida."


"Necesitamos tomar en nuestras manos nuestra propia transformación y evolución, para hacer del mundo un lugar de amor, convivencia, creatividad, realización, donde cada niño que nazca pueda florecer en su máxima expresión."    

                           Mi sobrino Simón de un poco más de un mes

"El alma vibra en una esfera no perceptible a nuestros sentidos físicos.
En el campo de la unidad esencial del cosmos, por tanto sabe que somos seres pulsantes unidos a todo.
La conciencia del alma es inclusiva.
Sabe que más allá de toda diferencia, de nivel, de raza, de carácter, de ideología, somos esencialmente Uno.
Sabiduría y amor son caras de una misma moneda.
Al intuir que somos Uno, Amamos"
                                                    Patricia May
                                  
*Les recomiendo leerlo completo siguiendo este link:  
http://despertarycrecer.blogspot.com/2011/06/la-conciencia-humana.html#links
" Despertar y crecer"http://despertarycrecer.blogspot.com



A boca de jarro

miércoles, 22 de junio de 2011

Sol de invierno

                                                           
  Se vino el invierno, gris y lluvioso en Buenos Aires, como casi siempre. Falta el frío nada más, pero es cuestión de horas. Y estamos todos cansados. Me encuentro en casa, en el transporte público colmado de gente cansada de viajar mal, y en el trabajo, con caras ojerosas, cuerpos contracturados y sensaciones de hastío que comparto con los seres que habitan los mismos espacios donde me muevo yo. Bostezamos todo el día, nos enjugamos las lagañas y nos desperazamos como los gatos para poder seguir arremetiendo contra el reloj, añorando más horas de luz y de sueño, y más tiempo libre. Nos despertamos de noche para ir a la escuela cual si fuésemos a hacernos un análisis de sangre, en ayunas, o casi, y con la primera orina de la mañana, y cuando nos queremos acordar, es de noche otra vez, y no hemos tenido tiempo de hacer nada que no sea "trabajar". Hace poco nos perdimos de disfrutar un eclipse de luna, por las nubes que lo cubrían, y por la hora a la que se lo podría haber disfrutado. Parecemos zombies, que seguimos con la rutina que se nos impone sin conectar con la naturaleza, y desoyendo nuestro propio reloj biológico.

  Insisto: todos los seres con los que interactúo a diario, niños, adolescentes y adultos, en el ámbito en el que me muevo, hogares de adultos con hijos en edad escolar y escuela, muestran los mismos signos del agobio y el abatimiento de ya diecisiete semanas de clases interrumpidas por varios feriados largos mal distribuidos y sin respiro.

 En los países inteligentes, no hay períodos de más de siete u ocho semanas sin un par de semanas intercaladas de vacaciones. Aquí, tenemos veranos eternos y vacaciones de invierno insuficientes, y luego una interminable seguidilla de semanas abarrotadas de quehaceres sin tregua. Trabajamos mucho, aunque tenemos claro que no queremos vivir para trabajar. Hasta los chicos lo saben, y lo manifiestan de diversas maneras cada vez que se acerca la temida hora de hacer la tarea para el hogar. Es el exceso lo que le quita al trabajo y a la tarea el sentido y el disfrute. Y la falta de propósito, el sentido de rotunda futilidad en el caso particular de la tarea. ¿Y por qué el exceso? Por imposición, no por elección, ni siquiera por necesidad: nada lo justifica. No puedo culpar a quienes conozco por ser del mismo palo: los docentes. Nosotros también somos víctimas de las planificaciones que se nos imponen desde arriba. Y hay que acatar. Pero sabemos mejor que quienes las diseñan que seguir los ritmos que se nos imponen y que no respetan los ritmos del aprendizaje de un niño normal no garantiza mejor aprendizaje. En realidad, sabemos, como lo sabe todo el mundo, que, en términos de calidad educativa, nuestro país está lejos de brillar. Brillamos tan poco en esto como el sol de invierno. Y a lo que arrojan los datos estadísticos me remito, aunque estoy muy cansada para incluirlos aquí.


  Hoy es miércoles 22 de junio, son las 4 de la tarde. Mi hija y yo nos levantamos a las 6:30 a.m., y hace una hora que la estoy llamando para hacer la tarea del día. Y no viene. Se dió un baño de inmersión para despabilarse, pero a pesar de haber inundado el baño, sigue dando vueltas, rezongando, lloriqueando y protestando, porque queda hacer la tarea e ir a inglés, y ya casi es de noche en Buenos Aires. Y yo escribo para hacer mi enojo resolutivo en vez de destructivo, aunque no resuelvo nada, (perdón, no debería decir "enojo", debería ser "mi disgusto"¿o también estará mal visto?), con una nena de ocho años que necesita JUGAR, y por no enfrentarme con la pila de tarea de mis alumnos que tengo que corregir para mañana, porque otra vez hay boletines que llenar... Esto también es tarea para el hogar para los docentes. Y en los países inteligentes, a los profesores y maestros se les paga por planificar, corregir y diseñar exámenes en sus lugares de trabajo, con acceso a bibliografía e Internet in situ. Pero aquí se es docente por vocación, por amor al arte...


  El tiempo que insume hacer la tarea no es breve como el sol de invierno, precisamente. A medida que avanza el calendario, las maestras parecen desesperar, y cada vez nos mandan más tareas. La pregunta que más resuena en la puerta del colegio cuando voy cada día a buscar a mi hija es:"¿Cuántas tareas tenés hoy?" El número raramente baja de dos o tres, excluyendo lo no terminado en clase y la tarea de materias "extra", es decir, inglés, catequesis (¡!) y demás yerbas. Y los padres sabemos tan de memoria como aprendimos las tablas de multiplicar que esa tarea es para nosotros. Por ejemplo: 

 Buscar, recortar y pegar seis palabras que contengan hiato y seis que contengan diptongo.
Buscar, recortar y pegar seis oraciones exclamativas y seis interrogativas.
Buscar información sobre animales invertebrados: definición, categorigazación y ejemplos. 
Pegar imágenes ilustrativas.
Traer información sobre Manuel Belgrano.

  Y también sabemos que si no nos ponemos la hora larga que hace falta diariamente para cumplir con esto, son nuestros hijos los que sufren y pagan las consecuencias. Por lo tanto, no sólo criamos y educamos: también instruímos cada día después de la jornada escolar. Y yo instruyo gustosa, es más, siento que es una buena parte de lo que todo buen padre hace, pero no me gusta hacerlo "bajo presión". No obstante, me encuentro con opiniones de profesionales que se dicen expertos en estas cuestiones, y que dan charlas a padres que tal vez necesiten escuchar lo siguiente:

                            QUINCE MINUTOS EXCLUSIVOS PARA LOS HIJOS
  •  "Esta señora es práctica a la hora de dar consejos de crianza. Explica, por ejemplo, que no es necesario estar largos ratos dedicados a los hijos. "Con 15 minutos exclusivos por día y por hijo es suficiente." Eso sí: estando totalmente disponibles para escucharlos y mirarlos. Este tiempo diario es para ella "una vitamina que cura" y que, con los años, produce vínculos cercanos y amorosos en la familia. "Cuando nuestro hijo nota que, cuando estamos dedicados a ellos, aunque suene el teléfono o el celular nosotros no nos levantamos a atenderlo, se siente valioso y muy querido. Eso vale."
            
  En este caso, me voy a reservar el nombre y la fuente de esta opinión, porque la señora se sulfura si expreso mi desacuerdo con ella e insiste en que lea su libro, aunque a ella la publiquen en un diario de circulación nacional y la convoquen a dar charlas para padres que necesitan consejos sobre cómo criar hijos "que brillen". En cambio a mí, cuando digo cosas como esta, se me acusa de "resentida"... No obstante, seguimos acordando en el desacuerdo: quince minutos no bastan ni para hacer la tarea para el hogar, ni para llevar y traer a nuestros hijos del colegio, ni para sentarnos a comer con ellos luego de haberle dedicado un buen rato a comprar y cocinar lo que se va a comer, ni para criar como yo, desde mi humilde lugar de madre presente y comprometida, creo que se debe hacer, ejerciendo la crianza real y aplicada , a menos que no quede otro remedio que salir a trabajar. En ese caso, las mamás estarán seguramente "cambiando el dinero" de sus ingresos para poder solventar los gastos que implica "tercerizar" la crianza en ayuda doméstica, transportes escolares (¡carísimos!), comida comprada, niñeras, maestras de apoyo escolar, etc., a menos que dispongan de una "abuela todo terreno", y tal vez no sintiéndose muy felices sino resignadas al respecto. Me parece que esta señora no escribe para mí, ni para la mayoría silenciosa de madres que nos rompemos el lomo para maternar en calidad y cantidad de tiempo, además de trabajar fuera del hogar y dedicarnos a pensar sensatamente sobre nuestra labor de vez en cuando.

  Pero como yo admito que puedo estar un poco "resentida", es decir, "debilitada, dolida, molesta" y además agotada a esta altura del año, más estar sobrellevando otras cuestiones que trae la vida familiar adulta y que tampoco se deben ni se pueden tercerizar, los dejo en presencia de Suzanne Powell, Psiquiatra Filosófica Especialista en Medicina Ortomolecular e Instructora de cursos ZEN, y espectacular hablante extranjera de español, una verdadera rareza para mí, que me muevo entre ingleses que se niegan a hablar en su pobre español a pesar de que llevan años viviendo aquí y de que tiene hijos argentinos y compran en los mismos negocios que yo en español, creo.

   Esto es parte de una charla titulada "Los niños y el reset", con la que acuerdo ciento por ciento, dada en un auditorio en Barcelona (donde de esto saben mucho) a alumnos y padres, con su propia hija allí presente, a quien en un momento interpela en público sobre una anécdota privada: ¡maravilloso! No hay mejor ejemplo de lo que es en verdad una madre presente. ¿Y qué dice Suzanne? Dice lo mismo que yo en la cocina de mi casa cuando abro la mochila y veo la lista de tarea para el hogar: "¡Aflojemos!" Pero si lo dice Suzanne Powell, no es resentimiento, ¿no? Y algunos pensarán de dónde saco el tiempo y las fuerzas para escribir todo esto que pienso. Y les digo que si no me hago el tiempo para hacerlo, como no tengo psicólogo, ni soy un "monje Zen", EXPLOTO. Esto es catarsis terapéutica gratuita: sepan comprender y perdonar. Y se termina a las 22:42 horas de un largo día de invierno sin sol.
  Como alguien dijo una vez, "Hay que pasar el invierno"...



                                         Los niños y el reset, Suzanne Powell


                     
A boca de jarro

martes, 21 de junio de 2011

Un rato de felicidad

Gal, "la voz" ...
                                                                 
  Siempre me gustó la música brasileña y su gente. Los que saben dicen que Gal Costa es "la voz" de Brasil. Para mí, es una bellísima voz, mi favorita, y me gusta verla en el escenario aún hoy, ya madura y conservando todo el esplendor de su cadencia única y su potencia tan hondamente brasileña.
  Ésta canción en particular, que cantamos con mi hija menor a menudo, "A Felicidade", de  Vinicius de Moraes con música de Tom Jobim, es un poema, y un canto a la realidad de la vida que parece no hacer caso de esa idea preconcebida que algunos tienen de que el brasileño es pura juerga, samba, caipira, playa y carnaval... Es un pueblo alegre, de eso puedo dar fe por las muchas veces en que visité distintos lugares de Brasil, y me encontré con gente sonriente, amable, cálida como el clima, festiva, y siempre, siempre, con música de fondo y un perfume en el aire que en esencia huele a naturaleza pura, y exuda alegría y exuberancia, que se potencia con las vistas y los sabores. Me encanta Brasil, me gusta su gente, amé platónicamente a sus "garotos" de Ipanema y de todas las playas ... y no me refiero precisamnete a los bombones; a sus "praias", a su falta de prejuicios con los ridículos estereotipos físicos que harían que en cualquier playa argentina una chica que se considera "gordiña", (como "eu", como yo lo hacía y hago aún de adulta), y como ellos tan dulcemente lo pronuncian y lo desestiman, no se permita la libertad de ponerse una bikini y gozar de su cuerpo y de la playa y el mar sin vergüenza propia ante la mirada de los demás ... sobre todo la mirada anoréxica de la belleza de las demás mujeres argentinas, porque los hombres refinados en Brasil saben mirar a la mujer y saben hacerla sentir como la "Garota de Ipanema" que adoró también platónicamente, parece, o no, desconozco los detalles, Vinicius y que todas desearíamos ser...
  Me encanta Brasil, su lengua: pura dulzura, melosa cadencia, un esfuerzo por la interacción desde lo fonológico hasta lo gestual que me cautiva, una cuenta pendiente la de seguir aprendiéndola a pesar de su complejo sistema verbal.
   Me encanta Brasil, su música: una alegría sustentada en la sabiduría del pobre que se sabe pobre pero rico en su capacidad de disfrutar de lo que la naturaleza le regala prolíficamente en su tierra, y de las pequeñas grandes cosas de la vida.

  Para todos los que como yo gusten de ésto, en el día en el en que comienza nuestro invierno, les regalo un poco del brillo y el calor del sol del Brasil en la voz de Gal Costa y la poesía de Vinicius, a quien mi humilde traducción no le hace honor. Poetas hablantes de portugués: sus correcciones son bienvenidas.

"A Felicidade" interpretada por Gal Costa
Letra de Vinicius de Moraes -

Tristeza não tem fim
Felicidade sim...

A felicidade é como a pluma
Que o vento vai levando pelo ar
Voa tão leve
Mas tem a vida breve
Precisa que haja vento sem parar.

A felicidade do pobre parece
A grande ilusão do carnaval
A gente trabalha o ano inteiro
Por um momento de sonho
Pra fazer a fantasia
De rei, ou de pirata, ou jardineira
E tudo se acabar na quarta-feira.

Tristeza não tem fim
Felicidade sim...

A felicidade é como a gota
De orvalho numa pétala de flor
Brilha tranquila
Depois de leve oscila
E cai como uma lágrima de amor.

A minha felicidade está sonhando
Nos olhos de minha namorada
É como esta noite
Passando, passando
Em busca da madrugada
Falem baixo por favor...
Pra que ela acorde alegre como o dia
Oferecendo beijos de amor.

Tristeza não tem fim
Felicidade sim..


Mi versión mejorable en español

La tristeza no tiene fin
La felicidad sí
La felicidad es como una pluma
Que el viento va elevando por el aire
Vuela tan leve
Pero su vida es breve
Precisa tener viento sin cesar

La felicidad del pobre parece
La gran ilusión del carnaval
La gente trabaja ( Editado: "NOSOTROS TRABAJAMOS") el año entero
Por un momento de ensueño, para  hacerse su disfraz
De rey o de pirata o jardinera (?)
Para que todo se termine el miércoles (de Ceniza, cuando finaliza el carnaval)

La tristeza no tiene fin
La felicidad sí

La felicidad es como una gota de rocío
Pendiendo del pétalo de una flor
Brilla tranquila
Después de la luz oscila (?)
Y cae como una lágrima de amor
Mi felicidad está soñando
Con los ojos de mi amada
Es como esta noche
Que pasa y  pasa
En busca de la madrugada
Hablen bajo, por favor ...
Así despierta alegre como el día
Ofreciendo besos de amor.

 La tristeza no tiene fin
 La felicidad sí


P.D. "Tatuajem": te doy la bienvenida , y te propongo que revises mi intento de traducción y me aportes alguna corrección.

¡Benvinda! 
 A boca de jarro

lunes, 20 de junio de 2011

El saludo de un lector querido también papá



  Una vez más tuve la alegría de recibir mails con buenas noticias y cariños para el alma del señor Xavier Busto, quien entabló una amistad "epistolar" vía e-mail  conmigo a través de una de las cartas que envié a LNR. Quisiera compartirla aquí, por lo que Xavier dice acerca de lo que sintió él al leer mi más reciente carta de lectores como padre, y que me hizo llegar en distintos momentos del Día del Padre:

Mensaje 1.                           
En principio, la felicito. Recién hoy, hace sólo minutos, llegó a mis manos un ejemplar de la revista de La Nación del día 12-6, que me permitió solazarme con otra de sus cartas. Admiro su poder de síntesis, algo que reconozco siempre me costó lograr en mi redacción, y además su capacidad para lograr,  a través de una carta, el amplio sentido de familia que existe en su persona y la importancia que le otorga a la educación como condición sine quanon para el desarrollo humano. Y no pude menos que sentirme identificado con la frase final  que ..."no esperemos la perfección en nuestros hijos, pero se nos la exige como padres".
La comparto totalmente, porque más de una vez la he padecido y hasta llegué a sentirme culpable en lo relativo a los "límites" (!!!),  por lo que le agradezco esta tardía pero necesaria reinvindicación que sentí gracias a su nota. Y aprovecho esta circunstancia para felicitarlo a su marido por la familia que han formado, por el día del padre y por la persona que eligió para compartir la vida.                                  


Mensaje 2.
María Fernanda, regocijante encontrar su mensaje, se lo agradezco sinceramente. Desde ya le aclaro que no tiene que solicitarme permiso para publicar lo que desee de aquello que le he escrito, me siento homenajeado por la actitud de compartir en su página los comentarios que le hice sobre la carta que escribiera. Ojalá que mis palabras hayan servido en parte para aplacar ese comentario anónimo que la hizo sentir mal y quiero aclararle que Ud. también es una de las personas que me acompañan diariamente, más allá de estar comunicados o no, espero al respecto que nunca se llegue a sentir sola en lo ateniente a ideas en lo ateniente a educación de los hijos o a los valores y límites a inculcar. Lamentablemente, cuando se llega a rozar la ofensa o la descalificación -cuando la calificaran de "resentida", por ejemplo- uno llega a estar al borde de bajar los brazos, tal vez porque curiosamente son ESAS personas las que se ven desfavorecidas por un proceder incorrecto en lo educativo...y no se dan cuenta. Pero a mi me interesa que Ud. siga adelante con su página, que la considero un placer para los sentidos. Lamento los problemas de salud dentro de su familia, porque se cuanto valora la misma.  Espero que esta dura realidad sea muy pronto sólo un mal recuerdo. Le envío un abrazo. Cariños a su gente y feliz finde largo.

Xavier.

¡Gracias, amoroso señor Xavier Busto!  
Y seguiremos adelante y en buena compañía!      

A boca de jarro          
         

domingo, 19 de junio de 2011

La Palabra es Papá



  Hoy es el día que los comerciantes han elegido como el "Día del Padre" para engrosar sus ventas en un momento del año en el que vienen bien. Este es un pensamiento típicamente paterno para mí, porque mi papá me enseñó a pensar así, y yo, como adulta, descubro cada día que, a pesar de haberle opuesto tanta resistencia como adolescente y joven, y a veces hasta el día de hoy, a las verdades siempre dichas "a boca de jarro" de mi viejo, soy muy como él, por elección personal ,molde y/o falla de fábrica.  
 Gracias a las herramientas de las que dispongo como blogger en mi escritorio, puedo rastrear las "Palabras de búsqueda" que hacen que algunos lectores lleguen aquí. Y una de las razones más frecuentes es la de conocer el significado de la expresión "a boca de jarro". Evidentemente, los diccionarios no resultan tan amigables al usuario como los motores de búsqueda de Internet, y me doy cuenta de que se deben estar decepcionando al no encontrarse con una definición literal, sino con una ejemplo práctico que se expresa en el estilo de lo escrito, en una forma de decir lo que se siente, se piensa y se vivencia, una forma de vivir y de ser que no se elige, o sí, y que tal vez hoy sería tildada de "políticamente incorrecta" por muchos, y que, además, de hecho, nos ha traído, tanto a mi viejo como a mí, algunos problemas en la vida y muchas satisfacciones personales también. Voy a ahorrarles a mis lectores casuales el sufrimiento, y les daré lo que yo descubrí al indagar el significado de la expresión idiomática que elegí como nombre de este espacio de pensamiento sincero e impulsivo, sin tapujos ni remilgos, en mis propias búsquedas:

A boca de jarro
En el uso habitual, este modismo suele emplearse con más frecuencia en la forma apocopada “a bocajarro”, como referencia al nombre del recipiente presente en la frase (jarro), y denota la acción de beber sin tasa y sin medida, aunque también es sinónimo de improvisación, de acción repentina ("disparó a bocajarro"), y en tal sentido se emplea el dicho en sus diversas variantes en el idioma castellano : “a boca de cañón”, “a quemarropa”, lo que es decir, de improviso, inopinadamente, sin preparación ni rodeos.




Bocajarro: 1. Referido a un disparo desde muy cerca. 2. De improviso, bruscamente, sin preparación.(También se dice a boca de jarro).


  Hay muchas expresiones idiomáticas alrededor de la palabra "boca":

a pedir de boca Muy bien, según se desea: nuestros planes salieron a pedir de boca.
abrir (o hacer) boca Despertar el apetito con comida o bebida antes de la comida o al inicio de esta.
boca a boca Sistema de respiración artificial que consiste en aplicar la boca a la de una persona accidentada a fin de insuflarle aire.
boca abajo I Con el cuerpo tendido en posición horizontal y con la cara hacia el suelo: se tumbó boca abajo para que le diera el sol en la espalda. NOTA También bocabajo. II Tratándose de un recipiente, en posición invertida: pon las copas boca abajo para que se sequen. NOTA También bocabajo.
boca arriba I Con el cuerpo en posición horizontal y con la cara hacia el cielo: se tumbó boca arriba para le diera el sol en el pecho. II Tratándose de un objeto, en posición normal: pon las cartas boca arriba, que podamos ver qué juego tiene.
como boca de lobo Muy oscuro: la noche estaba negra como boca de lobo.
con la boca abierta Admirado, sorprendido: cuando le dijeron que le había tocado la lotería, se quedó con la boca abierta.
con la boca chica fam. Con poca voluntad y sin convicción, solamente por quedar bien: dijo que vendría a ayudarnos, pero lo hizo con la boca chica.
con toda la boca En todo: mentir con toda la boca.
de boca en boca o en boca de todos Se aplica a la cosa de la que todos hablan, que es objeto de murmuraciones: el accidente de Ernesto va de boca en boca, todo el mundo habla de ello.
hablar por boca de ganso fam. Decir lo que otra persona sugiere.
hablar por boca de otro Decir una persona las palabras o la opinión de otra persona ajena.
hacerse la boca agua Sentir una persona el deseo de comer algo que ve o imagina y que le apetece mucho: cuando pienso en el gazpacho que hacía mi madre, se me hace la boca agua. 
meterse en la boca del lobo Exponerse a un peligro voluntariamente:
no vayas por esos barrios: eso es como meterse en la boca del lobo.
no decir esta boca es mía Callarse, no decir nada: cuando yo pregunté si necesitabas algo, no dijiste esta boca es mía.
partir la boca fam. Pegar en la cara a una persona: como me insultes, te parto la boca.
quitar de la boca Anticiparse a decir algo que iba a decir otro.
tapar la boca Sobornar a una persona para que no hable.

  Esto es una muestra cabal del enorme poder de fascinación que las palabras han ejercido sobre mi desde que tengo memoria. Y mi primer diccionario fue mi papá. Mi papá me enseñó una tonelada de palabras, es un inventor de palabras, frases y giros idiomáticos graciosos que nos divierten mucho a los que lo conocemos y lo queremos, y que también ahora hacen reír a sus nietos, que parecen seguir la tradición familiar del gusto por las palabras. Mi hija de ocho años no deja de sorprenderme con sus preguntas sobre el significado de una lista interminable de palabras que muchas veces me ponen a prueba, sobre todo cuando se levanta de la cama para volver a mi cuarto una vez concluido el ritual de las buenas noches. Se asoma por la puerta, interrumpiendo mi amado rato de lectura en la cama, y me pregunta "a boca de jarro", cosas como:


"Mami, ¿qué sibgnifica"mutar","interactuar","consumir","exigir","demandar"
"filosofía", "comunidad","segmento","solidaridad","rústica","intrépido",
"sofocante"?

  En cada caso, trato de esbozar una definición coherente, a pesar del apuro que tengo porque vuelva a su cama y ya me deje de una buena vez ... leer mi libro, pero se asoma nuevamente, para agregar:

"OK... Ya entendí." O: "Genial, má." O:  "Sí, ya sé." O:  "Aham. Buenas noches."
  La del otro día, por ejemplo, fue genial. Estábamos cenando su platillo favorito: espaguetis. Y ella estaba sirviéndose más de la fuente, cuando su plato aún rebalsaba de fideos, antes de que su hermano de trece se los devorara como suele hacer últimamente. Mi esposo le dijo:
     "¡Por favor, hija, no seas "angurrienta!"
      A lo cuál, ella, muy académicamente, contestó:
     "¿Me podrías explicar más específicamente lo que sibgnifica "angurrienta"? 


Y siguió sirviéndose de la fuente con la elegancia manual que la caracteriza, es decir "con los dedos", y sin culpa alguna, ni por "angurrienta" ni por "ordinaria", epíteto sobre el cuál también consultó significado.
  Desde ya, estas cosas yo las anoto, como anoto también palabras que mis alumnos inventan en inglés siguiendo una lógica morfológica en la que la lengua les falla, pero que resulta creativa, y signo de que andan por buen camino en la adquisición del idioma. Yo las llamo "macaniations", y ellos se ríen, y estoy segura de que desearían que yo publicara un diccionario con todas ellas. Y lo haría encantada : sería un gran éxito de ventas, aunque a los ingleses no les gustaría nada. 
  Este amor por las palabras se lo debo a mi papá. Mi papá no es ningún improvisado: estudió y leyó mucho. Tampoco es un tipo sin opinión, muy por el contrario: opina mucho, fundamentada y vehementemente, sobre muchos temas de su interés, así como también descarta de plano otros que no lo son. Fue la primera persona en regalarme un diccionario "LAROUSSE DE LENGUA CASTELLANA", libraco que quedó reventado del uso y abuso que de él hicimos mi hermana y yo. Fue quien me regaló mi primer diccionario bilingüe, "COLLINS, ESPAÑOL-INGLÉS, INGLÉS-ESPAÑOL", tapa dura los dos libros, y que me dió los mangos para comprarme otros que aún están en mi biblioteca como los pilares de mi tarea cotidiana cuando costaban una buena ponchada de pesos, o australes, o vaya a saber qué moneda. Hasta fue quien me compró en un viaje, con su entonces rudimentario pero luego mejorado inglés, el único diccionario electónico bilingüe que tuve, una joyita que adoré, y que hasta hablaba, pero que dejó de funcionar.

         Mi papá es el verbo y yo me hice carne

   ... parafraseando con todo respeto por la hondura de las implicancias místicas de la referencia a esta soberbia cita Bíblica de Juan, el discípulo amado por Cristo, y tal vez el más dotado para la lengua y el de mayor vuelo literario. 
   Mi viejo es médico, y trabajó mucho curando personas. Lo hacía muy bien: la gente lo buscaba, pacientes y colegas por igual, para pedirle su visión de las cosas, y él no se andaba con rodeos, aunque no daba malas noticias "a bocajarro", es decir, sin fundamento o sin tacto cuando esto se imponía por la magnitud de la situación. Se especializó en corazón, es decir, es cardiólogo, y se quemó las pestañas estudiando hasta cuando yo era grande, cuando hizo un curso de noche para acceder a un cargo jerárquico en el hospital donde ejerció toda su vida, y así poder dejar de hacer guardias "a bocajarro", a destajo, que ya le pesaban, naturalmente. Sobre el final de su carrera, mi papá le puso el pecho a una operación de corazón, un triple bypass, "a bocajarro": lo abrieron como un pollo, y anduvo como pollo mojado por un largo tiempo. Ahí el jarro cambió, sobre todo el tamaño de la boca del jarro, y estábamos todos un poco desconcertados... Se hizo más sensible, se dió cuenta de la magnitud de lo que esta vez le había tocado a él "del otro lado del mostrador", como él mismo dice, y tuvo la valentía y la férrea disciplina de hacer lo que todo buen paciente tiene que hacer para sobrellevar una enfermedad incurable, que lo acompaña hace catorce años: nacer de nuevo, cambiar radicalmente su estilo de vida, cerrar su amado consultorio y cuidar ante todo su salud, para seguir cuidando de todos nosotros. Y en esa lucha sigue.
  Anteanoche leí por fin un artículo que me recomendó una ex-alumna con la que tenemos pendiente un café, y que justamente es otra fanática del diccionario. Vale me recomendó de la revista Orsai, que finalmente adquirí, un artículo escrito "a boca de jarro" acerca de lo que es "en verdad", no en la propaganda de Huggies, la paternidad bien ejercida, escrito por Santiago Roncagliolo, titulado"Educando al extraño", Orsai, Segunda Edición, páginas 172-180.

 Me quedo con algunas perlitas que subrayé en el artículo, que pueden leer en su versión digital. Y lo comparto hoy porque creo que está muy bien que exista el Día del Padre, que celebremos la figura paterna que a veces siente que solamente está desempeñando el rol de proveedor material en la crianza, cuando, en verdad, su presencia, su mirada, y, ante todo, SU PALABRA, es fundamental para los hijos, quienes gracias a LA PALABRA PATERNA bien dada logramos ir siempre un poco más allá.
  Está muy bien que engrosemos los bolsillos de los comerciantes padres para comprarles regalos al nuestro. Y está muy bien también que lo recordemos si no lo tenemos cerca a través de LAS PALABRAS, por esos viajes de la vida que a veces nos alejan aunque no nos lo quitan.
Santiago Roncagliolo lo pone muy bien EN PALABRAS:

"La paternidad es el ejemplo más patente de lo inútiles que somos los hombres. Nuestra participación en la gestación toma cinco minutos, probablemente robados al intermedio de un partido de fútbol, después de los cuales nuestra presencia se vuelve irrelevante. Tras el nacimiento, el bebé tiene una relación física con su madre: responde a su tacto, a su olor, a su voz. Pero el padre, ese despojo de la naturaleza carente de tetas, tiene poco que ofrecerle. Su función se limita a comprar cosas en la farmacia y tratar de que la madre lo lleve lo mejor posible.
El padre va entrando en escena conforme el niño comienza a comunicarse, y sus relaciones interpersonales ya no dependen del contacto físico. La primera manifestación de respuesta a estímulos externos es la risa. Rápidamente, le siguen los balbuceos, después las palabras y, al final, las estructuras gramaticales."
                                 

  Y ahí es desde donde mi papá comenzó a ser LA PALABRA para mí, como lo fue Santiago Roncagliolo para su hijo , que en su bella, realista y masculina descripción de su primera experiencia de paternidad sólo falla, en mi humilde entender, en darse cuenta de que PAPÁ es risa y palabra, y también contacto físico, olor, caricia, besos, abrazos, voz y rostro conocido y adorado por el bebé, en tanto el PAPÁ se corra del estereotipo de varón mal entendido y se anime a ser "teta" para su hijo, a través de una simple mamadera tibia y brazos. Pero su hijo se lo hará saber algún día seguramente, como lo hago hoy yo con mi papá, y mis hijos con mi esposo. Y yo, igual que el varón Roncagliolo, siento que tuve una relación tirante con mi viejo, precisamente por que tengo muchos rasgos de él: mi frente, mis cejas, mis lunares, la delineación de mis arrugas insipientes, mi constitución física, mi carácter, mi gusto por la actividad física, por el baile, por LAS PALABRAS, y mi vocación por vivir "a boca de jarro".
  Y anoche leí algo de este libro tan rico y tan arduo de leer, "La enfermedad como camino", que también ya cité en entradas anteriores, porque hay enfermedad en los árboles más añosos y fecundos de nuestra familia: los padres ya abuelos. Y la estamos luchando juntos, como mejor nos sale, como familia toda.       Anoche leí algo que quiero regalarle a mi papá tanto como a mí misma. El libro se asienta sobre la idea de la polaridad Jungiana, que es Taoísta en origen, y sus germánicos autores denominan "ley de principio complementario", de acuerdo a la cual, como diría mi viejo, "todos somos bipolares", o como dicen ellos:

"(...) cada parte contiene el todo (pars pro toto). Por algo dijo Jesús: "¡Lo que hiciereis al más pequeño de mis hermanos, a mí me lo hacéis!" Teóricanente, la idea es simple, pero su puesta en práctica es ardua, por lo que el ser humano se resiste a aceptarla. (...) el ser humano no puede estar completo, es decir, sano, mientras se inhiba, mientras se resista a admitir algo en su conciencia. (...)
En este universo no hay nada que no tenga razón de ser, pero hay muchas cosas cuya justificación escapa al individuo. En realidad, todos los esfuerzos del ser humano sirven a este fin: descubrir la razón de ser de las cosas - a esto llamamos tomar conciencia- pero no cambiar las cosas. No hay nada que cambiar ni que mejorar, como no sea la propia visión.(...)
Sabiduría, plenitud y toma de conciencia significan: poder reconocer y contemplar todo lo que es en su forma verdadera."

"La enfermedad como camino", Thorwald Dethlefsen & Rüdiger Dahlke, Debolsillo clave, (pág.45-47).

                                         ¡Feliz día a todos los padres!
 
*Papá: "Pars pro toto", nunca mejor dicho. Esta bella pintura de Vincent Van Gogh, "Café de noche", de 1888, que te regalamos en la enfermedad, como un rompecabezas para armar, la vás a descular: pero el hondo misterio del Todo y de la Vida, es el misterio que tenemos que ACEPTAR y al que nos debemos entregar confiados en las manos de la FUENTE DE LA VIDA, que es nuestro PADRE DIOS.


"HAVE I TOLD YOU LATELY THAT I LOVE YOU?"     
¡TE QUIERO, PÁ!

   
 A boca de jarro             


viernes, 17 de junio de 2011

Palabras a mí misma.

                                                                                                               
    Ya les hablé de Hugh Prather y de su maravilloso pequeño gran libro "Palabras a mí mismo".
Hoy encontré esto, de allí tomado, en youtube.com: precioso. Y me lo digo a mí misma, para que se haga carne: escuchalo y masticalo vos también en este viernes desapacible y gris en Buenos Aires, con un otoño que muere para dar paso al invierno, y cuando todos parecemos cansados de andar las calles con más sombras que luz, y comenzamos a sentir la fatiga de tanto caminar y buscar caminos que parecen resisitirse a la apertura.

ESTO ME LO DIGO YO A MÍ MISMA...

                                                   http://youtu.be/IneXMzOT6x4

 A boca de jarro.

miércoles, 15 de junio de 2011

Para educadores que apuestan por la Educación



http://www.youtube.com/watch?v=ZRIKkU6IVRQ


¡GRACIAS, TOMMY, UN ALUMNO QUE TANTO ME ENSEÑA!


A boca de jarro.

Buscar este blog

A boca de jarro

A boca de jarro
Escritura terapéutica por alma en reparación.

Vasija de barro

Vasija de barro

Archivo del Blog

Archivos del blog por mes de publicación


¡Abriéndole las ventanas a la realidad!

"La verdad espera que los ojos
no estén nublados por el anhelo."

Global site tag

Powered By Blogger