viernes, 14 de noviembre de 2014

La belleza


Antonio Berni, La mujer del sweater rojo, 1935
Escuchando algunas canciones de mi adolescencia, me encontré con una emotiva composición de Alejandro Lerner,  cantante, compositor y músico argentino, quien nos marcó a muchos con sus temas, titulada "La belleza". Mucho se ha escrito y hablado acerca de la belleza y, hasta hoy, es un don de los más preciados. Para muchos, lleva a ser catapultado a la fama y al éxito, entendidos estos como triunfar en el mundo material y hacerse popular sin tener ningún otro mérito ni talento.

Sin meterme demasiado en el complejo mundo de la filosofía, diré simplemente que la belleza puede ser considerada como una valoración puramente subjetiva y personal del sujeto que concierne a la estética, o bien una característica objetiva que es propiedad inherente a la persona o al objeto que se reconoce como bello.


Oscar Wilde
Para Oscar Wilde, escritor, poeta y dramaturgo  irlandés, la belleza era un tema sumamente importante. En la vejez, su madre se encerraba en una habitación a oscuras, con las cortinas corridas, para que nadie la viera porque sentía que había perdido la belleza que alguna vez de joven tuviera. Además, hizo retirar todos los espejos de su casa. Posiblemente, él heredó esa obsesión estética, y esto se vio reflejado en varios de sus escritos y conversaciones. Tal vez, el epítome del tratamiento del tema sea el que quedó plasmado en la novela El retrato de Dorian Gray, la cual parte del argumento universal de la eterna juventud, dado que el protagonista posee una excesiva admiración por sí mismo que lo conduce a no desear otra cosa que conservarse joven y bello tal y como aparece en un retrato que un artista realiza de él. Ese empecinamiento del joven por mantenerse siempre atractivo lo induce a conjurar una especie de pacto faustiano a través del cual logra conservar siempre la misma apariencia, mientras que la figura del cuadro es la que envejece por él. Cae en una espiral de perversión y búsqueda desenfrenada de placer hedonístico, y es así como el retrato refleja los actos cometidos como si se tratara de la imagen de su alma.

De allí viene una famosa y aforística cita que dice:

"La Belleza es una forma de Genialidad  es superior al Genio ya que no necesita ser explicada."

El mucho menos afamado y agraciado Lerner, sin embargo, le da una vuelta de tuerca al tema de la belleza que me ha conmovido aunque no convencidojustamente en una etapa de la vida en la que se siente que la juventud se va y esa belleza de antes comienza a esfumarse irremediablemente. La canción de Lerner dice así:

Cuando la belleza pase
Será bella tu mirada
Será bella tu sonrisa
Y las noches serán claras.

Cuando la belleza pase 
Cada beso, cada abrazo
Será un grito de belleza
Serás bella en mi conciencia.

Oh, mi amor, oh , mi amor
Oh, mi amor, oh, mi amor...

Cuando la belleza pase
No habrá más que lunas nuevas
Y en un círculo de estrellas
Brillarás con luz eterna.

Cuando la belleza pase 
Te daré lo que me queda
Cuando la belleza pase
Cuando la belleza pase
Quizás no nos demos cuenta.

Es un buen consuelo, aunque no es cierto que cuando la belleza pasa no nos damos cuenta. Cuando la belleza pasa, duele.



miércoles, 29 de octubre de 2014

La mitad de la vida

"Las edades y la muerte", Hans Baldung Grien.

Alguna vez leí un libro, que ahora me encuentro releyendo, acerca de la crisis de la mitad de la vida, la cual, de acuerdo al autor  un monje alemán, benedictino y jungiano, Anselm Grün, se produce entre los cuarenta y los cincuenta años, etapa en la cual me encuentro. En esta ocasión, me he acercado al libro con un mayor grado de escepticismo, ya que si hay algo que enseña la vida es que, a ciencia cierta, nadie sabe cuál es la mitad de su vida, dado que todos podemos morir mañana. Según Grün, este tramo se caracteriza por un profundo replanteamiento del sentido de todo que trae aparejado una sensación de "apretura" y puede conducir a grandes cambios, abandono de las circunstancias habituales, separaciones matrimoniales, depresiones y trastornos psicosomáticos diversos que se manifiestan como síntomas externos del confrontamiento del ser consigo mismo.

Muchos han sido los autores que han dividido la vida en etapas o edades. En mi modesta opinión, el más genial ha sido William Shakespeare, cuando, a través de Jaques (Jaimeel bufón de "Como gustéis" ("As You Like It")  — una comedia sobre el amor y sobre la búsqueda de la identidad  en un soliloquio que ha pasado a la historia de la mejor dramaturgia mundial   divide a la vida en siete edades. Cito porque vale la pena leer aunque más no sea la traducción:


"El mundo es un gran teatro,
y los hombres y mujeres son actores.
Todos hacen sus entradas y sus mutis
y diversos papeles en su vida.
Los actos, siete edades. Primero, la criatura,
hipando y vomitando en brazos de su ama.
Después, el chiquillo quejumbroso que, a desgano,
con cartera y radiante cara matinal,
cual caracol se arrastra hacia la escuela.
Después, el amante, suspirando como un horno
y componiendo baladas dolientes
a la ceja de su amada. Y el soldado,
con bigotes de felino y pasmosos juramentos,
celoso de su honra, vehemente y peleón,
buscando la burbuja de la fama
hasta en la boca del cañón. Y el juez,
que, con su oronda panza llena de capones,
ojos graves y barba recortada,
sabios aforismos y citas consabidas,
hace su papel. La sexta edad nos trae
al viejo enflaquecido en zapatillas,
lentes en las napias y bolsa al costado;
con calzas juveniles bien guardadas, anchísimas
para tan huesudas zancas; y su gran voz
varonil, que vuelve a sonar aniñada,
le pita y silba al hablar. La escena final
de tan singular y variada historia
es la segunda niñez y el olvido total,
sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada."

                                                                                "Como gustéis", Acto II, Escena VI.

Es posible que, hoy por hoy, nos empeñemos en desterrar ciertas edades, en prolongar otras, en negar al soldado dentro nuestro, o al juez, lleno de falsas verdades, y mucho más en aniquilar al viejo enflaquecido en su segunda niñez, pero, señoras y señores, doy fe de que abundan, y al verlos postrados en una cama de hospital no dan ganas de llegar a la vejez.

Recientemente, ha fallecido un primo hermano mío de cuarenta y nueve años, dejando viuda e hijo huérfano. Lo cierto es que, como en tantas familias, no nos tratábamos, pero la noticia de su muerte, tanto como la de Daniel, el año pasado, me conmocionó.  Es un tanto impresionante enterarse de que mis coetáneos ya comienzan a emigrar. En otra etapa de la vida, la muerte suele ser lo que les sucede a los ancianos que han vivido lo suficiente y han cumplido con todas las metas que, se supone, se deben alcanzar, pero estas muertes de personas a quienes he conocido y que parten de este mundo acusando más o menos mi edad hacen que me replanteé todo el sentido de mi existencia y la posibilidad de que puede acabar en cualquier momento y de un modo súbito o doloroso, y, dado que eso no se elige, mete miedo.

Este año mi vida ha sido rara. Dejé las aulas, extraño enseñar y el contacto con alumnos, aunque las condiciones de trabajo no me conformaban. Las tareas domésticas no me complacen, no obstante, las realizo todos los días por obligación, y no me siento inspirada como antes para escribir. Tuve que hacer un alto en mi labor como voluntaria de acompañante de los enfermos ya que no me daba el alma para irles a dar esperanza cuando veía que las mínimas condiciones sanitarias no se encuentran satisfechas. Como acompañantes espirituales, no estamos respaldadas por algún especialista que nos contenga en la tarea, que es realmente ardua. Salía del hospital apaleada por las realidades que veía y que sólo con un rato de escucha no se pueden subsanar. No se nos otorga permiso para dar de comer a los que tienen hambre y nadie que los alimente, ni de beber a a aquellos que claman por agua. Tenemos casi todo prohibido, y nuestra presencia por la mañana entorpece el trabajo de médicos, enfermeras y personal de limpieza. Parece que todo lo que emprendo finalmente queda trunco y no logro encontrar mi lugar en este mundo en lo que ni siquiera creo que sea la mitad de la vida.

A boca de jarro

domingo, 14 de septiembre de 2014

Sin comentarios



En un canal europeo cuya señal recibo por cable, se muestran las noticias tan sólo a través de imágenes. El canal en cuestión es Euronews, y la sección a la cual hago referencia se denomina nocomment-tv, es decir, televisión sin comentarios. Sin embargo, estamos habituados a recibir las noticias a través de la visión de aquel que las transmite, ya sea por televisión, radio o medios gráficos. Así es que, a menudo, nuestra percepción de los hechos se ve fuertemente influenciada por la opinión de quien los transmite.

En el caso de la imagen pura y cruda, sin comentario alguno agregado, lo que vemos habla por sí mismo. Somos más objetivos a la hora de sacar conclusiones propias de aquello que se nos muestra. Se apunta a la inteligencia y al juicio crítico del espectador para que se forme una visión personal sobre los acontecimientos que observa. En ciertas ocasiones, no hay necesidad alguna de agregar palabras a la elocuencia de aquello que vemos.

Los programas de noticias televisivos e incluso radiales locales se han convertido en un verdadero cocoliche, ofreciendo un segmento inicial de noticias de índole política local, teñido de la ideología de cada emisora. Luego pasan a los policiales, le sigue el fútbol, un breve e incompleto pantallazo de lo que acontece en el mundo, la farándula local, algo de juerga ligera y el pronóstico del tiempo. 


Cabe destacar que las noticias policiales  tal vez debido al alto grado de inseguridad a merced del cual vivimos  se han convertido en todo un género protagónico a la hora de los noticiarios. Varios especialistas en la materia ocupan extensos segmentos de los programas con los detalles más macabros de cada crimen, accidente, violación o desaparición de personas que desafortunadamente acontece a diario. Nos alimentan a puro morbo en horarios centrales de televisión abierta, y es así como luego temblamos cada vez que salimos a la calle, ya que nos parece que el crimen acecha a la vuelta de cada esquina y que en cualquier instante nos va a golpear. Llamativamente, se le mezquina tiempo y espacio a los acontecimientos importantes de carácter mundial, y parece que viviéramos aislados del resto del mundo, solamente sumergidos en nuestra problemática diaria.

En estas últimas semanas, para ponernos al tanto de los acontecimientos internacionales, hemos optado en casa por sintonizar la señal europea. Aquí les dejo las imágenes que más nos han impactado para que las vean como las hemos visto aquí: sin comentarios. Saquen entonces sus propias conclusiones, tal como lo hemos hecho nosotros, y reflexionemos un momento acerca de qué está aconteciendo en este mundo nuestro.




A boca de jarro

Buscar este blog

A boca de jarro

A boca de jarro
Escritura terapéutica por alma en reparación.

Vasija de barro

Vasija de barro

Archivo del Blog

Archivos del blog por mes de publicación


¡Abriéndole las ventanas a la realidad!

"La verdad espera que los ojos
no estén nublados por el anhelo."

Global site tag

Powered By Blogger