"La investigación de las
enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien
que esté completamente sano."
Aldous Huxley
Por estos días no me he estado sintiendo bien:
tengo lo que en principio aparenta ser una gastritis que se me está estudiando.
Produce acidez, malestar estomacal y esofágico por reflujo, falta de apetito y
disminución de peso. En otras épocas de mi vida, hubiese pagado por estar más
delgada sin tener que privarme de comer lo que me gusta. Pero sentirse mal no
es agradable, sobre todo porque hay que manejar la actitud con la que se
enfrenta el sentirse enfermo. Y además porque, a pesar de que sus causas pueden ser varias, muchos asocian lo que me sucede
con una de las características de mi personalidad: la ansiedad.
Lo primero que hice después de este último
episodio de acidez fue recurrir a un médico clínico. Hacía ya un par de años
que no me hacía un control y creí oportuno empezar por allí y ponerme en manos
de un profesional que decidiera, si era necesario, derivarme a un especialista.
Pero mi decepción fue grande cuando entré al consultorio y recibí una mano
blanda y una mirada esquiva en vez de un firme apretón y atención. Lamentablemente,
hace años que los médicos se han convertido en empleados administrativos
cumpliendo con estrictos horarios y llenando interminables planillas o
documentos en la pantallas de sus computadoras para ordenarle al paciente
someterse a toda clase de estudios más o menos sofisticados y dar con un
diagnóstico. Los ojos del médico aletean por sobre el paciente y sus manos casi
ni lo tocan.
El paciente, por su parte, llega a la consulta
médica esperando justamente lo que no encuentra: ante todo mirada, contención,
un bálsamo empático, una mano en el hombro en forma de apoyo conversado: creo
que estos siguen siendo los pilares de toda curación cuando la hay. Siempre que
el cuerpo hace ruido, empieza también a hacer interferencia la cabeza, y lo más
normal es perder la calma que vivenciamos como salud. Por eso los médicos nos
llaman pacientes, aunque no todos tengamos esta virtud para lidiar con
la enfermedad. Ahora resulta que ellos también han perdido el don de la
paciencia. Será por eso que los divanes de los terapeutas están tan concurridos:
necesitamos de alguien que nos dispense su tiempo para ser escuchados y
escucharnos así a nosotros mismos.
El clínico no me miró a los ojos en los escasos
diez minutos que duró la consulta, no me dejó explayarme más allá de dos
oraciones corridas en la descripción de mis síntomas y no me interiorizó acerca
del estudio que me harán en unos diez días, la fecha más próxima que encontré
disponible, dejándome con un manojo de prescripciones y nervios:
"Vuelva cuando tenga todos los resultados". Y mientras tanto,
bánquesela, señora mía. Y lidie usted con su cabeza que empieza a dar vueltas.
O páguele a un terapeuta. O llénele la paciencia que a usted le falta como
paciente y a mí como médico a su familia.
A falta de contención médica, siempre están los
familiares y amigos listos para emitir un diagnóstico, encima si entre ellos
hay médicos, como es mi caso: "Eso es de los nervios". Hace
años que he sido etiquetada como la nerviosa de la familia. Y por lo
tanto, todo lo que siento o me sucede se debe a mi actitud tensa frente a los
avatares de la vida. En definitiva, la lectura que se hace es que la culpa de
mis males es toda mía. Más allá de que algunas enfermedades estén
emparentadas con causas psicológicas, ¿se podrá generalizar así sobre
los motivos por los que enfermamos? ¿Será acertado o pertinente establecer en
todos los casos una relación tan categórica entre las enfermedades que
contraemos y los rasgos de nuestra personalidad o las erosiones en nuestra
biografía? Por asumir esto como cierto, un día hace años decidí hacer terapia.
Vivo de hecho en una sociedad altamente
"terapeutizada", que tiende a ver cualquier rasgo negativo del carácter
como expresión posible de enfermedad mental. Se tiende a rotular
manifestaciones como la ansiedad como signo de psicopatología, aún cuando la
persona tenga justificados motivos ocasionales para sentirse ansiosa.
Cuando intenté hacer terapia para enfrentar y vencer mi ansiedad, que no es una
constante en mi vida pero que emerge en momentos puntuales, me quedé con un
cúmulo de ideas confusas sobre mí misma y con la amarga sensación de estar
enferma. Por eso decidí abandonarla, porque creo que todo lo que hace a nuestra
personalidad, inclusive lo que consideramos desagradable e indeseable en
nosotros, no es necesariamente sinónimo de enfermedad. Decidí no seguir cavando
sobre las raíces del árbol de mi historia para desenterrar las causas de lo que
me sucede y se exacerba cuando hay motivo de preocupación. Además, existen
nombres de trastornos y síndromes que encajan perfectamente con toda la gama de
respuestas psicológicas a la realidad con las que reacciona cualquier persona
cuerda, sana y normal frente a determinadas situaciones. Inclusive alguien que
decide abandonar su terapia se encuadra dentro de lo se denomina como trastorno
de incumplimiento del tratamiento prescripto. Un poco como explica Lou Marinoff en Más Platón y menos prozac, con bastante mala vena en contra de los terapeutas:
"La declaración o suposición de que algo existe sin que haya modo de probarlo es lo que los filósofos denominan "cosificación". Los psiquiatras y los psicólogos son expertos en la cosificación de síndromes y trastornos: primero se los inventan y luego buscan síntomas en las personas y sostienen que eso demuestra que la enfermedad existe."
Hasta hoy pienso que no puedo cambiar mi molde,
mi biografía, las circunstancias que me toca enfrentar y mucho menos mi carga
genética y los rasgos de mi personalidad. Los que me dicen que lo que me pasa
es por nerviosa no son precisamente monjes zen. Lo máximo que puedo
hacer es observar la forma en la que respondo ante la vida tal como se
presenta, intentar entenderme y esforzarme por lograr que mis reacciones ante
lo que siento no me desborden, como el ritmo de la vida tal como se impone, las
dificultades que genera la situación general en la que me encuentro inmersa y
los imponderables de siempre, como este contratiempo en mi salud. Y resistirme a la "cosificación", al menos hasta que se demuestre lo contrario.
Creo que la salud mental y la calidad de vida que
tenemos deriva de una mezcla de los acontecimientos que podemos controlar y
aquellos que escapan a nuestro control, la reflexión permanente y discernimiento
que hacemos sobre ellos y el intento de procesarlos y atravesarlos con la mejor
actitud posible desde la aceptación de quienes somos en esencia.
Por eso, hoy elevo una Oración por la
Serenidad:
Señor, dame la serenidad de
aceptar las cosas que no puedo cambiar;
Valor para cambiar las cosas que puedo; y sabiduría para conocer la diferencia.
Valor para cambiar las cosas que puedo; y sabiduría para conocer la diferencia.
A boca de jarro
Siempre tan interesantes tus temas.
ResponderBorrarLo que refieres de la consulta médica es tan real como la vida misma,pero la atropellada,la milimétricamente controlada,la que hemos ido haciendo-nosotros mismos,la sociedad en general-acosadora.
Ir al médico esperando complicidad,una excelente observación, unos comentarios educados y explicativos de nuestra dolencia,es como esperar que un peral produzca cerezas.
Pero imagínate a esos mismos "profesionales" en su consulta privada...
Son dulces como el membrillo y muestran todo lo anteriormente citado con profusión,sabiendo que hay dinero extra de por medio.
He de decir que existen buenísimos profesionales en medicina, que no todos son como estoy diciendo aquí.
Son médicos de vocación y valen su peso en oro.
Luego está lo de los médicos de opinión...
Los que emiten juicios por conocerte-o creer que lo hacen-y de ahí se derivan sus diagnósticos, de estos,sus recetas,y así sucesivamente.
Es como si se nos desatara una especie de locura palabresca hacia la persona enferma, ignorando que nuestras predicciones, consejos, diagnósticos o como queramos llamarlos, lo único que consiguen es hundirla más en el remolino de la vida.
Y ahí llegamos a lo último,que es también el principio y el todo.
La vida con sus cosas,nos coarta, acorrala, cerca...
Y en ese espacio,algunas "cosas" podemos hacer para impedir la asfixia,pero otras son inamovibles!
Sólo nos queda asumirlas lo mejor posible.
Cómo hacerlo en esta algarabía estresante en lo que hemos convertido el vivir?
Premio para quien lo sepa hacer sin enfermar en alguna ocasión.
Besos Fer y recuperate prontito y bien.
No dudo que haya excelentes médicos diferentes a este que me ha tocado. Procuraré encontrar referencias para cuando tenga un diagnóstico y cambiar. Tampoco los culpo porque conozco las condiciones en las que se les hace trabajar en consultorios: se les llena la agenda de turnos y sobreturnos, se les paga mal, se los contrata mal. De todos modos, eso no justifica que la pague el paciente.
BorrarEstoy en esto que tan bien explicas, Marinel, de asumir todo lo mejor posible y no sentirme asfixiada en el intento.
¡Gracias por tus buenos deseos, mi querida poetisa!
Un beso grande.
"Los nervios", ¡qué fácil!...Los psicólogos, psicoterapeutas y psiquiatras siempre encasillando y etiquetando...Me leí el libro de "Más Platón y menos prozac" y su proceso PEACE me pareció muy atinado pues en el fondo y en muchísimas ocasiones sólo necesitamos alguien que nos escuche. El asesoramiento filosófico es una buena opción, pero en cualquier caso siempre está bien tener un hombro en condiciones sobre el cual poder llorar. Un beso Fer y ánimo, tu sabes mejor que nadie lo que necesitas.
ResponderBorrarJustamente lo estoy leyendo, me gusta repasar lo que aprendí de filosofía en el pasado y cada vez que lo hago descubro sentidos más hondos y mayor relevancia en la filosofía aplicada a la vida. Tal vez, como el autor postula, debería haber "terapia para cuerdos" y la medicina, la psicología y la filosofía debrían aunarse en nuestro beneficio en lugar de competir entre ellas.
Borrar¡Muchas gracias por el ánimo que me das!
Un beso.
Lo cuenta mi madre con mucha guasa. En cierta ocasión acompañó a mi padre al médico por algo poco definido. La consulta fue efectiva y absolutamente eficaz. Científica cien por cien. Se desarrolló así.
ResponderBorrar- ¿Bebe usted alcohol? tiene que dejarlo inmediatamente,de ahí vienen muchos males.
-Pues no,no bebo.
- ¿Fuma usted?.Elimine el tabaco de su vida cuanto antes.
- Tampoco fumo.
- El azucar en exceso es muy malo. De ahí provienen muchas enfermedades. Los bombones,chocolates y demás Evítelos.
- No me gusta lo dulce.No soy de pasteles ni nada de eso.
- No se puede abusar del marisco a su edad. Es muy malo para el sistema endocrino ¿lo sabía?
- Hace muchísimo que no tomo marisco, la verdad.
- Oiga ¿se puede saber que coño pinta usted en este mundo?
No es un chiste. Y el tema nervioso también salió al final. Mis mejores deseos,un abrazo.
¡Y eso que no es una peli de ciencia ficción ni una comedia! Pero, desafortunadamente, parece. Es también por eso que muchos recurren a milagreros, mano santas, curanderos y todo tipo de "magos" para que encontrar un alivio para sus males.
Borrar¡Gracias por tus buenos deseos, Víctor!
Un fuerte abrazo.
¡Ay, Fer! No sabes cuánto te entiendo, como siempre...
ResponderBorrarLo primero, es que espero que mejores pronto y este malestar se quede en el olvido. Sobre la habitual "cosificación" de la que hablas, es cierto que hoy en día este proceder es el que prima en la mayor parte de los ámbitos, y también en el psicoterapéutico. Como dices, a todos se nos podría etiquetar de alguna manera. Somos seres humanos y todos estamos muy lejos de asemejarnos a ese ser humano "perfecto y controlable" ajeno a cualquier tipo de patología.
Yo también pasé por una experiencia en terapia, pero afortunadamente fue muy distinta a todo esto... muy alejada de la "cosificación" y muy cercana al "autoconocimiento y crecimiento personal". Y es que, también afortunadamente, escuelas hoy en día hay muchas. Si algún día acabo ejerciendo como psicóloga, tengo claro que me acercaré más a este modo de trabajo.
Un beso, ¡ponte buena pronto!
No me cabe dudas de que existen buenos terapeutas y de que hay terapias beneficiosas, así como hay buenos médicos: yo me remito a contar lo que me pasó y le debe pasar a muchos.
BorrarY si tienes en claro todo esto, no dudo tampoco en que serás una buena profesional de la salud mental.
¡Gracias por los buenos deseos y un beso grande!
Antes, Fer, se te moría un ser querido y estabas triste.
ResponderBorrarAhora, tienes "depresión exógena".
Antes, te llevabas un disgusto o recibías una mala noticia de pronto, o te acababan de pegar un tirón del bolso o habías estado a punto de sufrir un accidente o...
y estabas o te habías puesto nervioso, naturalmente, como cualquier hijo de vecino en una situación así.
Ahora, sufres un cuadro de estress post-traumático.
En fin, que estoy de acuerdo contigo en que este nuevo invento de la psicología solo sirve para etiquetar.
Esto no quita para que haya excelentes psicoterapeutas (escasos, como pasa con los médicos vocacionales), aunque creo que más que excelentes psicoterapeutas, son excelentes personas, con una gran empatía, que saben excuchar y ayudar. No existen fórmulas químicas en esto.
Besos y ya verás que en poquito tiempo (ya!!!) estás en plena forma.
Para empezar, no te creas nada de esa etiqueta ;)
¡Tal cual! Ahora todo es sinónimo de patología. El otro día una amiga se enteró que su novio hacía un año y medio que la engañaba con otra mujer. Me comentó que fue a terapia y su terapeuta le dijo que superar esto le llevará un año. Yo me pregunto por qué se ha establecido que superar un duelo debe llevar un año o si no se considera patológico.
BorrarSon cosas que me hacen escéptica, aunque como tú dices, un buen terapeuta es alguien lleno de empatía que sabe escucharte y te hace ver claro cosas que salen de ti y tal vez sola no las ves. No creo en ninguna fórmula fácil, rápida o indolora para atravesar los tragos amargos. Y mucho menos si viene etiquetada.
Sin duda, la clave para ayudar a alguien en estos trances está en ser una buena persona. Gente como tú y todos los que empatizan aquí conmigo me hacen de terapeutas y lo agradezco de corazón.
¡Un beso grande, Daltvila!
Y yo sigo creyendo que el mundo fue cambiando tanto, en tan poco tiempo, que no tuvimos ni tiempo de adaptarnos todavía. El famoso "stress" que nos sigue a todas partes, y que cada uno trata de afrontar como mejor puede, como mejor le sale.
ResponderBorrarAnimo! Y a no hacerse la cabeza.
Besos.
Justamente era lo que conversaba ayer con mi terapeuta de cabecera: mi esposo. Las cosas cambian y parece que pasan y la cabeza tarda en hacer el clic, en procesarlo. Yo no soy especialista pero me conozco lo suficiente como para darme cuenta de que me tuve que comer unos cuantos sapos en estos últimos años que me está costando digerir.
Borrar¡Gracias por el ánimo y ya seguí tu consejo: la cabeza me la fui a hacer a la peluquería para bajar el estrés!
Un beso!
Fer siento tu proceso, uno se da cuenta de lo mucho que vale la salud cuando esta se quiebra aunque solo un poquito. Lo de los médicos, mejor lo dejamos, por aquí lo arreglan todo con "es un virus que anda" ¿anda? pero es que tiene patas?, de risa.
ResponderBorrarLo de los terapeutas la verdad que nunca he necesitado, siempre con hacer algo de deporte y algo de meditación ( lo recomiendo totalmente y eso que era de las que pensaba que eso era cosa de tarados místicos) pero para nada, funciona.
sra paciente, paciencia e ir probando, algo funcionará.
saludoss!!!
Es cierto, por eso veo a la enfermedad como un camino, Gloria, porque creo que se aprende y se crece mucho al enfrentarse con su inevitable presencia en nuestras vidas o en la de aquellos a quienes queremos.
BorrarMe atrae la meditación o toda práctica que implique ir lento y conectar con uno mismo. Tal vez tenga que probar algo así.
Muchísimas gracias Gloria por tu apoyo!!!
Un beso.
Hola Fer,
ResponderBorrarY sí, la verdad que médicos que "acompañen" como una necesitaría, son muy difíciles de encontrar. A veces un poco los entiendo, no deja de ser su trabajo y si se enganchan con cada paciente, supongo que no sería sano para ellos tampoco. Pero por el otro lado, también pienso: "Y bueno, hubieran estudiado otra cosa". Ni hablar cuando de pediatras se trata.
Es fácil decir que no hay que estresarse tanto, que un poquito está bien porque no sé qué, pero más allá de ese supuesto límite, el cuerpo te pasa factura. Tan fácil decirlo como difícil poder cumplirlo, además por lo que has escrito desde que te leo, tuviste muchas situaciones que generan ansiedad: laborales, familiares, los hijos. Obvio que creo que las enfermedades provienen, en parte de emociones, así que quizás un poquito podamos ayudar, tratando de hacer algo que nos relaje un poco, el yoga y la meditación, por ejemplo. Nunca lo hice, pero supongo que es algo que hace bien para parar un poco la mente.
Besotes y que estés bien!
Mil gracias, Gi!!! Intentaré todo: en principio, hace falta un diagnóstico, porque a menudo este cuadro lo causa una bacteria. Eso es lo que he leído en internet y me han confirmado los médicos de la flia. Veremos... Hay que esperar. Igual es cierto lo que decís sobre mi vida, que seguís hace tiempo. Y es doloroso pero natural pensar que el cuerpo "te pasa factura".
BorrarUn abrazo de oso de los tuyos!
Querida Fer, qué cantidad de cosas!
ResponderBorrarDaré mi opinión en algunas de ella, ¿vale?
Primero creo que si bien la enfermedad no tiene demasiada utilidad, quizá sí tenga la de recordarnos que cuanto nos encontramos bien tenemos la obligación de disfrutar y de no preocuparnos por cosas banales. A veces es una gripe, un dolor muscular... pero otras veces un cáncer, por ejemplo. Quien tiene cáncer. ¿se preocupará por llegar tarde al teatro...? Supongo que relativices mucho más.
También pienso que es importante tolerarse a uno mismo, respetarse sus días malos, no ser tan duro. Relajarse con uno mismo, al fin. Y en cuanto a lo de psicólogos, etc, si creo que se pueda cambiar: pero hay que sentir la necesidad. Somos libros en blanco que escriben otros hasta bien entrados los años. Yo confío en que cuando uno tome conciencia de que uno quiere escribir su propia historia, intente borrar lo que nos han escrito y ser protagonistas de nosotros mismos.
Un abrazo, ánimo, y tolerancia.
Lo más arduo en esto de no sentirse bien para mí es tolerarme a mi misma y sobrellevar los días y sobre todo las noches malas. Y mientras tanto estar firme y entera para seguir con el trabajo y en casa con lo qe hay que seguir, frente a los chicos ante todo. Y sí, se piensa en el cáncer cuando suceden estas cosas. Y se revaloriza absolutamente todo, hasta el placer de comer y la necesidad de dormir sin que las molestias físiscas te despierten.
BorrarOjalá sea como tú dices y si todo esto es por causa de mi forma de ser, pueda cambiarla. Ya pedí ayuda una vez y tal vez no recibí la adecuada. Procuraré encontrar lo que necesito, como de hecho lo estoy haciendo ahora con lo clínico.
Un abrazo y gracias, Diego!!!
Hola!
ResponderBorrarMe siento identificada con lo que escribiste, sobre todo por el tema de la acidez, que también la sufro y no es para nada lindo. Si hago terapia, hice mucho tiempo me dieron de alta, volvi hace menos de un año, pero no la hago por la acidez ;-) Las razones porque la hago es bastante compleja.
Cada vez que tengo un episodio de acidez tiene que ver con tres cosas: los nervios y el mate o el café de máquina express mas el hecho de no comer nada por mas de cuatro horas. Esas cosas me producen un dolor indescriptible y desesperante, aunque a veces son solo dos cosas, el tema nervios siempre debe estar presente.
Lo supero con algo chiquito que comer y/o un ati acido, aunque creo que tendrìa que consultar a un especialista gastroenterólogo
Caro: mirá que yo venía haciendo lo mismo, piloteándolo lo mejor posible. Pero ahora me arrepiento de no haber consultado antes para no llegar a sentirme peor.
BorrarLa verdad es que sólo quien lo padece sabe lo molesto y desgradable que es.
Un beso y gracias, Caro!
voy a dejar de pilotear y aterrizar. Ayer me quedè pensando si no serìa esa bacteria, y que estupidez seria haber padecido todo este tiempo cuando con un pequeño tratamiento puede irse.
BorrarEs muy molesto. Tambien recorde qu el ultimo episodio fue el viernes pasado en un momento tranquilo, ya estaba terminando la semana y le estaba leyendo a mi hija, asi que nervios no fueron.
Me bajo la presion y pensè que me iba a desmayar. Además del dolor suele bajarme la presion. No pude terminar la hoja que sali corriendo a tomar un anti acido efervecente. Tendria que consultar, no puedo ser tan quedada
Sí, Caro. Mejor hacerte estudios y tener un diagnóstico. Con un tratamiento se puede salir adelante. Espero que me pase igual. Por estos días, yo estoy yendo de médico en médico y de estudio en estudio: es un incordio, pero necesario. En definitiva, para encontrar una cura primero hay que saber de qué se padece...
Borrar¡Ánimo y suerte!
Un beso grande.
Ay Fer!!! Tan bien lo describís... la semana pasada fui al traumatólogo, y que me dice cuando me revisa??(Si se puede llamar así a tocar los hombros con un dedo...) - Ahhhh!!! pero Ud. está muuuy contracturada!!!
ResponderBorrarY si...Justamente!!!
Y qué me dijo después de recetarme un desinflamatorio??(con miorelajante... porque me notó nerviosa...)- Va a tener que bajar un cambio!!!
Toda la consulta duró no más de 10´por decir algo...
Lamentablemente cada vez son menos los profesionales que atienden a sus pacientes como deben ser atendidos...
Espero que pronto te mejores...de todas maneras, pedí que te expliquen qué estudios te van a hacer... estás en tu derecho y necesitas saber para poder ir lo más tranquila posible...
Te mando un abrazo enorme!!! Besos
Sí, qué pena que suceda con tanta frecuencia. Al final te sorprendés cuando encontrás alguien que trata más humanamente y te presta la atención debida.
BorrarEstaría bueno preguntarle al doc cómo se hace para bajar un cambio en tu situación. Además, no somos autos, ¿no?
Te agradezco de alma, Moni, te deseo que te armonices vos también y te mando un beso enorme!!!
Mucha suerte con lo tuyo.
ResponderBorrarHace cuatro días tuvo una experiencia que confirma lo que dices sobre los médicos como simples burócratas de la salud. Consulta por un quiste en la espalda inflamado y el médico que ni se levanta del asiento del ordenador. Viene una enfermera mira el asunto y el otro sin moverse, redacta un informe y me lo entrega. "No se puede hacer nada por ahora. Adios"
Salud mental: Hace poco un bloguero amigo colocó un enlace a este documental:
http://www.youtube.com/watch?v=7WbmywiREZA
Quizás sea algo exagerado pero hay verdades evidentes. El catálogo de enfermedades mentales ha crecido de forma pavorosa, al mismo tiempo que la industria farmacéutica ha ampliado sus productos para enfermedades mentales y ha encontrado su maná en toda esos antidepresivos y anxiolíticos que recetan alegremente tanto los psiquiatras y los doctores de familia. Hay un hecho cierto además: no hay ningún caso demostrado en el mundo en el que la psiquiatría haya curado a un enfermo. Ni uno solo. Pero cada vez tienen más éxito y crecen sus desorbitadas minutas.
Creo que ya nunca más volveremos a estar sanos, solo seremos sospechosos de no estar enfermos.
Gracias, Doc. ¿Por casualidad no te dedicás a la gastroenterología? Me gustaría tener un doc como vos, aunque tu apellido me hace desconfiar un poco, pero por lo que te he tratado, tenés lo que más valoro en la gente, incluyendo los médicos: sentido común.
BorrarEstoy de acuerdo con vos con respecto a los profesionales de la salud mental, pero somos minoría. Voy a ver ese video del que me dejás el link.
Un abrazo!
Bueno Fer, te diré que de cuando en cuando está bien sentirse mal porque puede ser un indicador de que hay que frenar. Por lo que dices vuelas durante el día de un lado para otro. Me identifico mucho contigo pero también es verdad que nos pasa factura y esos momentos bajos deben hacernos recapacitar y fijar límites.
ResponderBorrarEs muy sabia la "Oración de la Serenidad". Incluso creo que el orden en que se expresa es importante: serenidad, valor y sabiduría. Hay que empezar por la serenidad y de eso necesitamos una buena receta.
Yo también, Fer, he estado en el médico. Nada serio. ir al médico se ha convertido en ir a que te receten. Según te sientas, si es que llegas a sentarte, te disparan alguna. Te pasa esto, receta de esto, te pasa lo otro, receta de esto otro. No sé, yo empiezo a negarme aceptar todo lo que dicen. He cambiado hábitos y a ver qué pasa pero cada vez me veo más como posible cliente de la industria farmacéutica, una vez que empiezas no hay forma de pararlo, así que, de momento, me resisto.
Llevo cuatro días de vacaciones y voy ganduleando de un lado para otro todo el día. No sabes cómo agradezco el descanso y hacer lo que me dé la gana, levantarme sin hora y acostarme sin hora, y si es posible, durante el día que ni me miren, que estoy a mis cosas. Es que de vez en cuando hace falta una cura de no hacer nada. Y yo creo que eso es un poco lo que necesitas tú eso y sol que tiene mucha Vitamina D y no puede faltarnos.
Bueno, corazón, deseo que te pongas bien - lo cual no dudo- muy pronto y te felicito por la forma que tienes de escribir y contar las cosas. Siempre es un placer venir por aquí a verte. Cuídate mucho. Besos de mil amores, todos sanadores.
Tienes tanta razón, Angie. Esta época de mitad de año para nosotros es terrible: las demandas y presiones se incrementan por todos los flancos antes del receso invernal. Seguro que el descanso me daría serenidad y eso contribuiría a la sanación.
BorrarEl sol aquí está faltando, se extraña y se siente su ausencia en el cuerpo y el alma.
Te agradezco por tus palabras y por tus besos de mil amores sanadores que sé que son sinceros. Realmente no tengo palabras para agradecer tanto apoyo y cariño que recibo en cada comentario.
Un beso gigante y que sigas disfrutando de tu libertad!!!
Fer, aquí un colega mio, que ciertamente es algo hipocondríaco, (diremos que mucho), andaba quejandoses de variopintas dolencias, por lo que le aconseje que pidiera consulta a diversos especialistas... me hizo caso y tras un largo recorridos por diversas consultas y varias pruebas, lo curioso es que ninguno coincidió con el mismo diagnostico, atiborrandolo de pastillitas y demás tratamientos.... las casualidad le hizo ir en ultima instancia a un medico de cabecera que hizo de psicólogo y de medico a la vez, le aconsejo suprimir de inmediato aquel amasijo de pastillas que tomaba, y que se dedicara a pensar mas en temas familiares y laborales y se olvidara de tanta comedura de coco, pues realmente no tenia nada, todo era sugestivo, pues si padeciera de todo de lo que presumía tener, estaría ya debajo de una losa de marmo, el trato me cuenta que fue exquisito pero directo y claro y conciso, y tal efecto hizo que hasta la fecha no volví a oírlo comentar nada parecido... "estas curado"... "milagro"..... jajaja... bromeamos con el ahora....No quiero decir que todos los casos sean igual, simplemente te cuento esta experiencia.
ResponderBorrarUn abrazo.
Te voy a contar un secreto porque ya eres un amigo de la casa: también soy un poquito hipocondríaca. Me encantaría ir a visitar a ese médico que atendió a tu amigo, pero no me lleva ningún ómnibus...
BorrarTe aseguro que estoy intentando minimizar todo y pensar que le pasa a muchos. Y lo que me cuentas me sirve, tanto como tu presencia y tu abrazo. Te lo agradezco de corazón.
Otro abrazo grande para tí!!!
En primer lugar quiero manifestar mi sincero deseo de que te recuperes pronto y bien.
ResponderBorrarY en segundo lugar quiero mostrar mi relativa confianza en los galenos que predominan hoy en día por la falta de humanidad que manifiestan. Y sobre sus conocimientos albergo, a veces, muchas dudas...
Y para terminar, los medicamentos, en general, pueden solucionar algunas dolencias, pero provocan otras. Cuando leo los efectos secundarios que pueden acarrear me entran ganas de lanzarlos a la basura.
A los nervios y al estrés se les culpa de todo, cuando la ignorancias es manfiesta.
Un abrazo y cuídate mucho, Fer
Muchas gracias por tu empatía y tus buenos deseos, querido Luis Antonio. Es muy cierto lo que dices de los efectos secundarios de los medicamentos. Es más, tengo la sospecha que este problema gástrico me lo ha ocasionado la ingesta de analgésicos fuertes una vez que los necesité hace unos años... Desde entonces, no tolero el ibuprofeno, por ejemplo.
BorrarEs también muy cierto que a los nervios y el estrés se los culpa de todos nuestros males. Me pregunto cuánto se puede hacer efectivamente para impedir padecerlos en los tiempos y de la forma en que vivimos.
Un fuerte abrazo y gracias de corazón.
Debí pasarme antes por aquí FER, lo siento, esta semana ha sido caótica para mi. Espero que te encuentres mejor, tus síntomas, hace mucho que son los míos, sólo que yo ya no los veo como síntomas, más bien como consecuencias más que naturales de muchas causas que como tú dices, van en el paquete de huesos y circunstancias que somos cada humano.
ResponderBorrarDesde ya te digo que seguramente mi comentario no debieras leerlo, es probable que te diga justo lo contrario de lo que cualquiera en su sano juicio deba decirte, pero como siempre, te escribo lo que me surge, así que ni caso:-)
Verás,cuando siento un cuchillo que perfora mi estómago... siempre sé que la cosa está en el límite de lo soportable...suelo aguantar mucho, sin que se me note por fuera, de hecho ni yo misma lo noto, antes no lo sabía y en tres ocasiones he caído redonda, no es metafórico, es literal. De pronto sentía un dolor fortísimo y agudo en el estómago que iba a más y a más en horas, hasta que no podía respirar y ¡¡zaass!! desplomada. Mil pruebas, esa sensación de acudir al médico buscando consuelo y lejos de eso, aun escuchándote, como tú ( no sabes cómo te comprendo) sumar la incertidumbre de la espera de pruebas, terrible FER, a mi lo de esperar se me da de pena, se me dispara la cabeza y por más que quiero enseguida me veo haciendo testamento por si llega la muerte súbita :-) ...¿sabes al final lo que resultó ser? lo obvio, ansiedad desatada en momentos puntuales que el organismo somatiza para darte un toque de atención y que frenes el ritmo.
No es un invento, es la manera que tiene le organismo de avisarnos a los sordos que tiramos y tiramos sin darnos cuenta que ya no hay de donde tirar...
Fíjate te leía y no sé si será porque deseo de verdad que no padezcas nada preocupante ( seguro que no) que me parece que te has diagnosticado sola. Y ¿sabes qué te digo? no creo que exista mejor médico de uno mismo de uno mismo, por malo que sea. Efectivamente ni tu carácter, ni tus circunstancias, ni tu genética la va a cambiar ningún médico... sólo te dará truquitos y paliativos, nada más...
Obsérvate, pero no te escuches mucho, mi padre decía que si escuchas detenidamente un motor terminas por escuchar siempre algún ruido raro...memoriza lo que te ayuda en los casos en los que sientas el cuchillo y anticípate a que la cosa sea crítica...cambiar nuestra naturaleza es difícil cielo, pero podemos conocernos un poquito y aprender a convivir con ella llevándonos lo mejor posible. Lo de relativizar que es un tópico, pero como tantas veces, hay que aprender o al menos intentarlo y después, yo que sé... lo que sea será, pero que duela poco por favor:-)
Ojalá a ti ya no te duela nada, o por lo menos, menos... a lo mejor es que necesitas mimos urgentemente;-) si es eso avísame que me pongo manos a la obra o aviso a quien tú me digas ¿sí?:-)
Cuídate mucho, si te dejan y si no... escápate a ratos pero hazlo FER cielo.
Un beso inmeeenso y ahora que llega el finde disfrútalo todo lo que puedas.
¡¡¡Gracias por todo, por tanto, María!!!
ResponderBorrarComo te pasó a ti, voy de médico en médico y estudio en estudio, esperando resultados y la espera me mata. Los símtomas han recrudecido. Ayer se me practicó una video endoscopía y se me diagnosticó una hernia de hiato y una gastritis. Pero quienes se ocupan del estudio no dan tratamientos, así que tengo que esperar al martes para ver a un gastroenterólogo y luego al miércoles para el resultado de los análisis clínicos. Y luego a ver si el tratamiento hace efecto. Entre tanto tengo que vivir!!! Y me siento débil, cansada y molesta.
Veremos... Seguro que es un aviso y estoy intentando procesarlo y decidir qué cambios hacer para enfrentarlo y sobrellevarlo.
Te mando un beso enorme, María. Y un GRACIAS GIGANTE!!!
Jo, FER cómo lo siento, aprovecha mañana para descansar toodo lo que puedas y recuperar fuerzas
ResponderBorrarVerás, te voy a dejar remedios caseros, si no te ayudan, que verás como algo sí, al menos no te harán ningún daño.
Para la gastritis:
Tómate una cuchara de aceite de oliva por la mañana, reducirá la acidez y te protegerá el estómago neutralizando el ardor que produce el exceso de secreción de ácidos.
También es muy buena la manzana, tómala con piel y preferiblemente al horno... es muy digestiva y también ayuda a neutralizar los ácidos.
Para la hernia de Hiato:
Duerme con el tronco un poco elevado, así evitas las regurgitaciones de áccidos.
Buenísimas las infusiones de melisa (ideal para los problemas digestivos de origen nervioso), regaliz (reduce la acidez) y anís verde o hinojo.
Intenta hacer 5 o 6 pequeñas comidas al día
aumenta el consumo de fibra y pocos lácteos, preferiblemente en forma de yogur o kéfir mejor desnatados.
Evita al máximo el café, alcohol y el tabaco (mira que bien que ya no fumas:-) y no tomes bebidas con gas .
Reduce las legumbres o tómalas cocidas y a poder ser eliminando su piel para hacerlas más digestivas.
Mastica mucho FER, en la saliva se encuentra una de las enzimas que facilitan la digestión y...
Paciééééncia cielo... y ¡¡ánimo, mucho ánimo!! a ver si te dan pronto un tratamiento en condiciones bonita.
¡¡ Qué te mejores, cielo!!
Un beso muuuuy grande y toodo mi cariño, no cura pero te lo dejo en la receta, de esto abusa toodo lo que quieras, si se te termina pídeme más ;-)
Aaah y en caso de que no puedas desconectar ¡¡un buen martillazo en todo el coco!!:-)
Muaaaaaaaakss grande y dulces sueños FER, estos también son curativos.
Infinitas GRACIAS!!! Estoy descansando mucho y es por eso ni escribo nada ni tengo fuerzas para leer y comentar a mis queridos blogueros. Ya pasará. Confío en que con tus recetas de remedios caseros y las que me agregará la especialista el martes, empezará a volver la que solía ser hasta hace poco.
BorrarUn beso enoooorme y muy buena semana. mi querida María!!!
Fer! llego varios días después de que escribiste esto..., espero que ya te sientas mejor, o que al menos estés encaminada (gracias a o a pesar de tu médico). En mi familia también hay un par de médicos que siempre opinan, y por cariño nomás, me voy a abstener de decir tantas cosas que pienso de algunos profesionales de la medicina..., y luego está mi marido no médico, que toda dolencia se la adjudica ya a los nervios, ya a la temperatura o a los fenómenos climáticos, difíciles de manejar los primeros, imposibles los demás! Somos carne de consultorio, de la especialidad que sea.
ResponderBorrarY viste? nuestros políticos también cosifican: primero se inventan una realidad y luego buscan creérsela jajaa
Un beso! y gracias por tus palabras lindas en el blog!
Muchas gracias, Eli, tanto por la empatía como por tus buenos deseos y el gesto de llegarte hasta acá a dejarme un beso.
BorrarTe lo retribuyo!!!
Buena semana.