"Rosa Meditativa", Salvador Dalí, 1958 |
The Unending Rose
A los quinientos años de la Hégira
Persia miró desde sus alminares
la invasión de las lanzas del desierto
y Attar de Nishapur miró una rosa
y le dijo con tácita palabra
como el que piensa, no como el que reza:
Tu vaga esfera está en mi mano. El tiempo
nos encorva a los dos y nos ignora
en esta tarde de un jardín perdido.
Tu leve peso es húmedo en el aire.
La incesante pleamar de tu fragancia
sube a mi vieja cara que declina
pero te sé más lejos que aquel niño
que te entrevió en las láminas de un sueño
o aquí en este jardín, una mañana.
La blancura del sol puede ser tuya
o el oro de la luna o la bermeja
firmeza de la espada en la victoria.
Soy ciego y nada sé, pero preveo
que son más los caminos. Cada cosa
es infinitas cosas. Eres música,
firmamentos, palacios, ríos, ángeles,
rosa profunda, ilimitada, íntima,
que el Señor mostrará a mis ojos muertos.
Jorge Luis Borges, La rosa profunda, (1975).
A boca de jarro
beautiful poem i consider a magnific write . kisses anay
ResponderBorrarBeautiful, indeed. A magnificent Rose in the garden of Poetry.
BorrarThan you, anay.
Kind regards!
Fer
Yo creo que para escribir así hay que estar hecho de una pasta especial. Este hombre porque se ha muerto sino era un manantial inagotable. Te confesaré un secretillo: no he leído tanta poesía en mi vida como ahora, jejeje. Bienvenida sea.
ResponderBorrarEl producto es magnífico.
Un fuerte abrazo
Estoy de acuerdo, Marybel: no hay escuela que le haya enseñado a Borges lo que sólo él sabía hacer con las palabras. Te confieso yo también algo: tampoco nunca antes leí tanta poesía. Hay un tiempo para todo en esta vida si se vive lo suficiente ;)! También lo celebro, sea cual sea el producto. En verdad, ya no pienso en producto ni en producir. Esta rosa que me toca es demasiado profunda, ilimitada, íntima.
BorrarUn beso y buen domingo!
Fer