"Sé tierra - dijo el maestro -. La tierra recibe las deyecciones de hombres y animales, y esto no le molesta. Muy por el contrario, transforma las impurezas en abono y fertiliza el campo."
"Sé agua - dijo el maestro - . El agua se limpia a sí misma, y limpia todo aquello que toca. Sé agua en torrente."
"Sé fuego - dijo el maestro -. El fuego hace que la madera se transforme en luz y calor. Sé el fuego que quema y purifica."
"Sé viento- dijo el maestro -. El viento esparce las simientes sobre la tierra, hace que el fuego arda con más vigor, empuja las nubes del cielo para que el agua caiga sobre la tierra y sobre todo cuanto la habita."
"Si tienes la paciencia de la tierra, la pureza del agua, la fuerza del fuego y la justicia del viento, entonces eres un ser libre."
"Sin utopía la vida sería un ensayo para la muerte"
"Se echó al monte la utopía perseguida por lebreles que se criaron en sus rodillas y que al no poder seguir su paso, la traicionaron; y hoy, funcionarios del negociado de sueños dentro de un orden son partidarios de capar al cochino para que engorde.
¡Ay! Utopía, cabalgadura que nos vuelve gigantes en miniatura. ¡Ay! ¡Ay, Utopía, dulce como el pan nuestro de cada día!
(...)
Quieren prender a la aurora
porque llena la cabeza de pajaritos;
embaucadora
que encandila a los ilusos y a los benditos;
por hechicera
que hace que el ciego vea y el mudo hable;
por subversiva
de lo que está mandado, mande quien mande."
Joan Manuel Serrat
Entre mis libros favoritos se encuentran las distopías: "1984" y "Rebelión en la granja" de George Orwell, "Un mundo feliz" de Aldous Huxley y "La guerra de las salamandras" de Karel Capel, quien acuñó a palabra "robot" en este humano mundo robotizado. Sin embargo, me atrae, como a todos, la utopía. La única versión de "Utopía" que conocía hasta hoy es la del Nano Serrat pero esta mañana radiante de domingo de Ramos descubrí ésta, y es un deber, diría hasta una obligación, compartirla y difundirla, porque lo bueno ha de ser compartido. La utopía me sabe a eso, ¿saben? Me sabe a pan compartido:
"Comparto y parto el pan para el alma
que, con alegría y esperanza,
comparto humildemente hoy contigo.
Bendito sea el pan partido, bendito el pan compartido, bendita sea la utopía que sabe a pan compartido."
Fernopoeta
La Utopía por Eduardo Galeano
¿Qué tal si deliramos por un ratito,
qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia
para adivinar otro mundo posible?
El aire estará limpio de todo veneno que no provenga
de los miedos humanos y de las humanas pasiones.
En las calles los automóviles serán aplastados por los perros,
la gente no sera manejada por el automóvil,
ni será programada por el ordenador,
ni será comprada por el supermercado,
ni será tampoco mirada por el televisor.
El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia
y será tratado como la plancha o el lavarropas.
Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez
que cometen quienes viven por tener o por ganar
en vez de vivir por vivir no más,
como canta el pájaro sin saber que canta
y como juega el niño sin saber que juega.
En ningún país irán presos los muchachos
que se nieguen a cumplir el servicio militar,
sino los que quieran cumplirlo.
Nadie vivirá para trabajar
pero todos trabajaremos para vivir.
Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo,
ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.
Los cocineros no creerán que a las langostas
les encanta que las hiervan vivas.
Los historiadores no creerán que a los países
les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán que a los pobres
les encanta comer promesas...
La solemnidad se dejará de creer que es una virtud,
y nadie, nadie
tomará en serio a nadie
que no sea capaz
de tomarse el pelo.
La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes,
y, ni por defunción ni por fortuna,
se convertirá el canalla en virtuoso caballero.
La comida no será una mercancía,
ni la comunicación un negocio,
porque la comida y la comunicación son derechos humanos.
Nadie morirá de hambre
porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura
porque no habrá niños de la calle.
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero
porque no habrá niños ricos.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla
y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas,
volverán a juntarse bien pegaditas espalda contra espalda.
En Argentina las locas de Plaza de Mayo
serán un ejemplo de salud mental
porque ellas se negaron a olvidar
en los tiempos de la amnesia obligatoria.
La santa madre iglesia
corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés
y el 6to mandamiento ordenará festejar el cuerpo.
La iglesia dictará tambien otro mandamiento
que se le había olvidado a Dios:
"Amarás a la naturaleza de la que formas parte".
Serán reforestados los desiertos del mundo
y los desiertos del alma.
Los desesperados serán esperados
y los perdidos serán encontrados
porque ellos se desesperaron de tanto esperar
y ellos se perdieron por tanto buscar.
Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan
voluntad de belleza y voluntad de justicia,
hayan nacido cuando hayan nacido
y hayan vivido donde hayan vivido,
sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo.
Salvador Dalí, "Mi mujer desnuda contemplando su propio cuerpo convirtiéndose en escalera, tres vértebras de una columna, cielo y arquitectura", 1945.
Los días en los que no se me ocurre nada para escribir, leo. Estoy revisando papeles viejos, hojas amarillas arrancadas de vaya a saber una dónde, en las que hay textos inspiradores que me hubiese gustado crear a mí. Este es uno que aplica para este día en el que me toca otra entrevista laboral más. Desconozco su autoría.