ESTA FUE MI PRIMER ENTRADA, QUE QUEDÓ AHÍ POR UN LARGO TIEMPO HASTA QUE RETOMÉ EL BLOG DESCUBRIENDO 3 COMENTARIOS FAVORABLES. HOY POR HOY, ME SIENTO BASTANTE IGUAL A ENTONCES, AUNQUE EL HABER ESTADO ESCRIBIENDO LE HA DADO UN NUEVO SENTIDO A MI VIDA. Y AYUDA A ORDENAR LAS EMOCIONES...
Termino este año sin saber dónde estoy parada. Al menos sé donde no quiero estarlo. Ya es algo... El año próximo no quiero más hacer cosas con el corazón dividido entre mis propios intereses y el bienestar familiar. Jamás imaginé que esto sería tan difícil, tan inmensamente difícil de compatibilizar : ser yo, profesional, y ser yo, mamá, esposa y ama de casa. Este es el paragdima más hondamente paradójico que me he planteado en toda mi vida, y nunca imaginé siquiera que el mero hecho de querer desarrollar mi "yo", mi singularidad y potencial creativo e interpersonal en el mundo del afuera, pudiera ser tan arduo de armonizar con el hecho de intentar ser cada día la mejor madre y esposa que puedo ser en el mundo del hogar que yo misma supe crear. Es, insisto, paradójico que las mujeres pensemos desde muy temprana edad que la realización personal pasa por los dos mundos, mientras que los varones intentan postergar y no involucrase con el mundo que más nos complica la vida, el de la formación de una familia, lo más que pueden, seguros de que por allí no pasa su realización integral como personas. Y cuando se mueven en el mundo del adentro, el hogar, la familia, lo hacen como de pasada, como una forma de refugiarse de la voracidad del afuera. Entonces colaboran como de favor, porque están ahí por un rato, pero esta no es su función principal. Nosotras lo sentimos muy distinto, más allá de la demanda o la recompensa que el trabajo de afuera nos brinde, nuestro rol principal está puertas adentro. Sin duda, un especialista en el tema de roles genéricos me diría que esto es natural, que esto tiene que ver con la programación genética y la función primaria e histórica que varón y mujer han desarrollado a través de los años, los miles de años... ¿Entonces por qué hablamos de cambio social, de revolución feminista, y de la igualdad de los sexos? Podemos hablar y publicar mucho, vestirnos al revés, y dar vuelta el mundo para ver si cae algo, pero hay un hecho que no deja de ser cierto, y disculpen si suena machista, pero SENTIMOS DIFERENTE, y por eso debemos obrar en consecuencia. Por eso, aquí me planto y me pongo a pensar, a pensar y a escribir, para ver hacia dónde rumbeo, porque estoy perdida.
Buenísimo este posteo. No entiendo como nadie te escribió antes...
ResponderBorrarComparto tu situación familiar. Tenemos tres (14, 6 y 4 añitos, respectivamente). Da mucho para hablar lo que pusiste acá. Posiblemente le dedique alguna próxima entrada con este tema en mi blog.
Con lo único que disiento contigo es que yo, como padre, no estoy de pasada por casa. Es más, realizo trabajos de investigación en filosofía y, por ende, laburo en ella. He cambiado más veces (o igual) los pañales que mi mujer ya que ella labura en una oficina. Hace ya unos años tendría que haber terminado el doctorado y todavía estoy en eso..., ahora con un poco más de tiempo porque la más chica va a salita de cuatro. Pero los llevo y los traigo del Cole...
Mucho laburo, todo esto. Pero también te enriquecen y de algún modo te re-juvenecen.
Ojalá sigas con este blog.
Besos
Ricardo. P.
Leí tus comentarios en el blog de Xime y me parecieron geniales!
ResponderBorrarMe encantaría leerte!
Gracias Ricardo y Merlina por sus comentarios.
ResponderBorrarPERDONENME!!! Jamás pensé que ALGUIEN siquiera visitaría mi blog, que empecé a modo de diario íntimo. Y ahora que descubrí, dos años después, que tuvo algún eco, me comprometo al menos a intentarlo mas asiduamente...
Saludos,
Fer.