miércoles, 28 de octubre de 2015

Un cuento

Con Marita Rodríguez-Cazaux y Ricardo Tejerina en Editorial Dunken


"La verdad se vive, no se enseña."

                                  Hermann Hesse

Me habían venido ya con el cuento de esta convocatoria a autores ignotos - que les llaman "inéditos" - por parte de esta editorial dedicada fundamentalmente a aquellos que se embarcan en la auto-publicación, es decir, a pagar de su bolsillo para alcanzar el sueño de tener el libro propio. Llegó la publicidad de su clínica literaria para aprender técnicas para escribir cuentos a mi correo y, dejando mi escepticismo de lado, me inscribí, pagué y fui, aunque en ningún momento dejé de pensar que nadie, jamás, podrá enseñarme a escribir. ¡Ese sí que es un buen cuento! Tal como imaginaba, me encontré con un salón abarrotado de personas diversas, cada una impulsada por su propio cuento, y muchos cuyos egos no cabían en la silla y que sacaban a relucir sus insignias de consagrados - habiendo sido premiados, mencionados, publicados y muchos ados des-hadados que terminaron en un tole tole vía mail que ni te cuento, criticándose unos a otros por haber escrito tal o cual cuento, arremetiendo contra los coordinadores, o protestando porque nos cambiaban la fecha del segundo encuentro o porque faltó mate o café en el primero, buscándole el pelo al huevo, como solemos hacer los adultos cuando nos proponemos llamar la atención de alguna forma que no sea la que legitima nuestro propio cuento. 

Los coordinadores cumplieron con su parte, haciendo valiosas aportaciones en términos de ejemplos literarios a tomar en cuenta a la hora de escribir un buen cuento: Silvina Ocampo, Leopoldo Lugones, Eduardo Holmberg, Horacio Quiroga, Saki. Solo que se fueron de cuento al incluir sus propios cuentos como ejemplo. Es que la autorreferencia resulta desafortunada en la docencia, ya que suele suscitar una buena dosis de ironía por parte de los infaltables desubicados que buscan desesperadamente que sus cuentos se destaquen, no a cuenta de sus propios méritos, sino por la sensación que causan a través del viejo cuento de la agresión. La editorial es astuta comercialmente, ya que te tienta con el cuento de que cada participante va a escribir un cuento aplicando las técnicas aprendidas en el curso, y entonces ese cuento será publicado en una antología colectiva de cuentos como producto de los encuentros. No hay cuento mejor para quien adora escribir que el prospecto de ver sus letras por fin en un libro de cuentos y su nombre publicado, sea de quien viene con experiencia, o sea de una bloguera - como quien escribe este cuento - o de un arquitecto que escribe cuentos verdes en sus ratos libres, y juro que esos somos muchos, tal vez demasiados.

Es así como tantos pican - y en este cuento no me incluyo - y se creen el cuento chino de que habrá peces gordos supervisando los trabajos y buscando entre los cuentistas al nuevo Borges. Con ese cuento en mente son capaces de matar hasta a su madre si les parece que alguien les puede venir a hacer las sombras del tristemente célebre Grey sobre su propio cuento. Fue una tristeza, aunque no una gran sorpresa, descubrir en este mundillo de los cuentos también tanta vanidad en la hoguera, tanta competitividad al pedo, tanto recelo, tanto morbo, tantas ganas de descalificar el cuento de los demás, en lugar de observar y observarse en el propio, intentando simplemente aprender y mejorar, o, por qué no, gozar - ese verbo del cuento de la vida que tenemos tan olvidado cuando de escribir nuestro cuento se trata, y que tanto sabor le da a todo lo que hacemos en este "cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia", que es tan ruidoso y tan furioso como nosotros lo escribimos. Porque, a fin de cuentas y de cuento, el mundo es el cuento que nosotros escribimos con la pluma de nuestra actitud frente a aquello que somos y que hacemos, seamos escritores, médicos, profesores o vendedores de pan.

Si hay algo que ya he aprendido a cuento de todo esto es a no juzgar los cuentos de los sueños propios ni ajenos. Ya lo decía Calderón, que siempre viene a cuento: "los sueños, sueños son", y si alcanzan para hacer latir a un corazón, valen. Vale soñar con el cuento de ser escritor, pero preparate para el baile que se te viene a cuento. Acá hay una bazofia televisiva que se llama "Bailando por un sueño", y cuando una se embarca en estos cuentos se siente un poco inmersa en eso, pero convengamos que hay bailarines y bailaores, hay formas y formas de bailar y de contar el cuento...

Emergí del salón de la editorial donde estábamos todos ya medio apretados - siendo que los escritores somos bichos más bien solitarios y poco gregarios - respiré hondo y me fui a deambular un rato por calle Corrientes con un ejemplar del libro de cuentos "La Deuda" bajo mi brazo, donde ver mi nombre y mi cuento impresos me sacudió. Mi relato - que no es cuento, según me aclararon los señores coordinadores - se encuentra en la página 89, cosa que a mí no me cuenta nada, pero muchos colegas le habían asignado cierta significación a ese cuento de los números, y se encuentra publicado justo entre un cuento titulado "Cruce de caminos..." y otro bajo el lema "La visión correcta (Machu Picchu)". Y te cuento que es ahí donde me doy cuenta de dónde vengo a estar situada en el camino del cuento de la vida: entre un cruce de caminos y el Machu Picchu, kilómetros de cuento más o menos. Enfilé derechito para una librería donde siempre me paro a mirar la vidriera y a oler ese aroma que despierta tantos cuentos fantásticos en mí, y no pude evitar pelar lápiz y papel para reunir los siguientes ingredientes para este cuento que te estoy contando y que de cuento no tiene nada: 




Arriba de todo

* "Los 15 escalones del liderazgo, Mis valores en el fútbol y en la vida", Javier Mascherano y (chiquitito) Nicolás Miguelez ($199)

* "Cerati, La biografía", Juan Morris ($299)

* "878 Cócteles, Recetas e historias del bar de Buenos Aires", Flor Capella y Julián Díaz ($244)



En los estantes centrales

* Florencia Bonelli, "La tierra sin mal" ($379!!!) 


(La Bonelli merece post aparte...)

* E.L. James, "50 sombras de Grey contada por Christian" ($329!!!)


(Contada por Christian???!!!)



 Abajo y en lo oscuro...

* "Los diarios de Kafka" ($185)
* Roberto Arlt, "Cuentos Completos" ($140)
* Harper Lee, "Matar un ruiseñor" ($79)



Y este cuento termina acá, como era de esperar, sin ningún gran remate ni vuelta de tuerca. Me volví a casa, rascándome la cabeza, con el cuento de los cuentos bajo el brazo y con muchas ganas de leer a todos los libros del oscuro y devaluado estante de abajo, con quienes, seguro, estoy en deuda.








A boca de jarro

22 comentarios:

  1. Felicidades!!! Me gustó el no cuento desde la primera palabra a la última!! ;)) besosss

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    1. Me alegra mucho saber que te ha gustado, María Antonia. Eso es lo quemás nos alegra a quienes amamos escribir.

      Muchas gracias y muchos besos!

      Fer

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  2. *•.¸♡¸.•*♥*•.¸¸.•*♡*•♥ ¸.•*♥*•.¸.•*♡*•.¸.•*♥* ★MaRiBeL★
    ┊  ┊  ┊  ♥E
    ┊  ┊  ♥V
    ┊  ♥O
    ♥L

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  3. Gracias a Internet y a blogger nos hemos conocido. Nunca había tenido el gusto de hablar o escribirme con ningún escritor reconocido. Enhorabuena para ambas :)))

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    1. Lejos estoy de ser eso, Marybel. Celebro yo también tu amistad ;)!

      Besos!

      Fer

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  4. No sé qué ocurre, que hoy, cualquiera se siente escritor. Lo grave de esto no es que garabateen cientos, miles de folios, que hacen temblar a los pacíficos gigantes verdes, lo grave -repito- es la deslocada avidez con que se toman el empeño. Algunos se frotan las manos viendo cómo al personal le ha dado por emular a Cervantes. Lo curioso es que muchos que conozco y ejercen de enseñantes letreros (cuento, relato, poesía, etc.) son personajes que jamás han logrado crear algo por la que merezca la pena chamuscarse las pestañas. Son como los futbolistas frustrados, que no saben dar una pata al balón, pero se meten a entrenador.
    El escritor nace o se hace. Este ha sido siempre el dilema. Yo opino que se nace, luego se puede perfeccionar la técnica narrativa y de expresión, pero no es necesario. ¡Cuántos autores hay publicados (y ganan bastante dinero) que pasan de estos conceptos, y que, además, se las ven negras con la ortografía!
    Yo creo que tu eres de las primeras; has nacido para escribir y lo que haces bien, bastante bien si me apuras, dominando un correcto lenguaje y una composición original y adecuada. Cierto que esto no es un cuento -ya que carece de los tres elementos esenciales que necesita para serlo-, pero en cambio es un gran relato que ya más quisiera más de un escritor publicado conseguir.
    No te obsesione con la publicación en papel, hay otros muchos medios por los que llegar al lector, y este, tu blog, es uno de ellos.
    Sigue escribiendo como hasta ahora, disfruta con lo que haces y no te metas en esa carrera estúpida por el estrellato como muchos persiguen.
    Un abrazo.

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    1. Si hay algo que tengo bien claro en el kilómetro del cuento en el que me encuentro es que ya no me creo ningún cuento y que lo que quiero es gozar mientras el cuento me lo permita. Valoro muchísimo el blog, ya que me da la libertad de crear a mis anchas sin preocuparme por tener que encajar en ninguna angostura intelectual. Escribiendo ahora por encargo, con pautas y límites, tanto para esta convocatoria como para algunos concursos, me he dado cuenta de lo difícil que resulta crear dentro de ese marco, y que eso no es lo que deseo para mí. Prefiero esto, eso seguro. Conozco muchos fruncidos que reniegan de los blogs sin ver que hay blogs y blogs, así como hay autores publicados, caraduras publicados y desastres publicados. Este año he incursionado en la traducción con la misma vena: se necesita estudiar mucho para traducir bien, yo he estudiado mucho, aunque no soy traductora de oficio, y el mejor traductor literario que conozco es Borges, quien tampoco era traductor. Con esto no quiero decir que me siento cerca de Borges, válgame Dios, pero sí que las etiquetas que aplica este mundo poco sirven a la hora de gozar y apreciar un buen trabajo. No hay nada más lejos de mí que la obsesión por eso que llaman éxito, así es que así seguiré, disfrutando de esto que hago simplemente porque necesito hacerlo, porque así lo siento, porque así me sale y así me define.

      Un beso y muchas gracias, Manuel.

      Fer

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  5. Yo te felicito de todo corazón y sabiendo que esa humanidad que nos alberga nos hace sentir orgullo al ver realizado alguno de nuestros sueños, aunque sea levemente y entre los sueños de otros.
    Me encanta saber que te sentirías feliz y además, creo que escribes muy bien y sin hacer carrera de fondo, debieras escribir más cuentos o lo que sea para que vayan adentrándose en ese mundo de historias que perviven por escrito.
    Besos.

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    1. Yo te agradezco de todo corazón, Marinel, por tus palabras, por tus conceptos, por tu amorosa compañía en este cuento y por tu poesía, que es una belleza que de verdad admiro y disfruto mucho.

      Besos mil ;)!

      Fer

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  6. Concuerdo contigo en la falta de ambición literaria ni de luchar por un espacio en ese mundo tan complicado y espinoso. Tenemos nuestros blogs y para mí es suficiente. Sé que no soy escritor, pero mi espacio en blogger es mío. Es mi pequeño reino. Ya está bien. Creo que si fuera Kafka o Saki ya me hubiera dado cuenta. Entrar en esas batallas es agotador. Así nadie quiere acabar conmigo. No disputamos a nadie su territorio. Se lo dejamos y nos vamos fumando un cigarrillo imaginario y cantando un bolero -entre dientes-.

    Un fuerte abrazo.

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    1. ¿Cómo se habrán dado cuenta Kafka o Saki que sí eran escritores? En la respuesta a esa pregunta me huele que hay un buen cuento esperando ser escrito por algún escritor ignoto, Joselu. Con esas vidas atormentadas que suelen tener ellos, amores desprolijos, enfermedades mentales, adicciones, suicidios, la verdad es que no entiendo por qué tantos reniegan de ser simplemente blogueros como tú y yo y vivir como reyes, durmiendo la siesta, paseando por todos lados sin tener que lidiar con la incomodidad de autógrafos o entrevistas y codeándose con gente como uno en el ciberespacio. Fumemonos ese pucho, cantemos un bolero a media voz y brindemos a la salud de los escritores ;)!

      Un fuerte, fortísimo abrazo, Joselu, ¡y gracias!

      Fer

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  7. Tú sigue escribiendo así de bien, como tú sabes. Esas pequeñas miserias que mencionas... para otros.
    Un abrazo fuerte,

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    1. Totalmente, Carmen, yo seguiré en mi salsa ;)!

      Un fuerte abrazo y gracias por tu grata visita y compañía.

      Fer

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  8. Qué bueno María por tu cuento. Que se te cumplan todos tus sueños y sigan latiendo los corazones. Éxitos y bendiciones!

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    1. Muchas gracias, Mery. éxitos y bendiciones para ti también. Muchas gracias por la visita ;)!


      Fer

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  9. "El cuento de la lechera" ha dado lugar a una expresión popular, que se usa cuando alguien imagina o sueña con algo imposible. Su significado es similar al de la expresión "hacer castillos en el aire" (hacerse ilusiones, ¿vanas?)

    Sobre cuentos y cuentistas se podría escribir largo y tendido. En Cataluña, muchos partidarios de la independencia se han tragado el cuento de que con ella todo será perfecto. Se acabarán los recortes en cuestiones vitales como la sanidad, la educación, etc. Se pondrá fin al desempleo y hasta se cuenta la ficción de que este nuevo país se colocará entre la élite mundial dada la capacidad de los catalanes para autogestionarse y tal... Todo bla, bla , bla...

    Los cuentos son necesarios para evadirnos de la realidad, no siempre gratificante, Pero una cosa es darles ese significado y otra es creérselos...

    Tú, estimada Fer, no te lo has creído porque enseguida has caído en la cuenta de esos tipos no son serios, son unos "cuentistas" Y eso dice mucho y bueno de tu intuición e inteligencia. Creo que has tomado la decisión acertada.

    Abrazos

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    1. Debería indagar acerca del cuento de la lechera. Los otros, el de una Cataluña imparable, como el de "Argentina potencia", ya los he escuchado todos y casi que no me sorprenden... Acá si que corren buenos cuentos políticos por estos días, que espero que al menos sirvan para marcar el fin de una era nefasta, aunque sería un cuento infantil pensar que sólo eso logrará que salgamos algún día del atolladero en el que estamos.El final de estos cuentos no lo verán ni mis propios hijos, me temo. Por lo demás, seguimos por el mismo camino contando el mismo cuento.

      Un beso grande y muchas gracias por tu atenta lectura y tu comprensión, mi querido Luis Antonio.

      Fer

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  10. Enhorabuena!!
    Sepas q tus letras me atrapan.
    Te sonrío con el Alma.

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    1. Me hace muy feliz saberlo. Tus sonrisas también me hacen feliz. Te las retribuyo y te las agradezco.

      Fer

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