Se pasó el mes de enero armándolo. Lo devoraba. Lo abstraía del despido que había dejado atrás y de la incertidumbre del trabajo que había conseguido. Intentaba hacer con las piezas lo que querría hacer con su vida, que había quedado como un rompecabezas que alguna vez había tenido las piezas firmes en su lugar pero se lo habían pateado. Tenía que empezar de nuevo. En eso estaba. Si hay algo que no le falta es tesón, una feroz obstinación por salir adelante ante cualquier embate.
Cuando apretó el calor, le llegó el turno a las piezas más difíciles: las negras. Sólo se podía guiar por las formas. El color y el diseño ya no auxiliaban. Pero siguió adelante, bajo el fresco del aire acondicionado, en la horas más tórridas de la tarde o después de cenar, cuando le costaba conciliar el sueño de tanto cavilar.
Para esta etapa se ponía una lámpara sobre lo que estaba armado: requería más precisión y concentración. Y era cuestión de prueba y error con muchas piezas. Con las últimas se dejó ayudar. Le dio satisfacción verlo terminado habiendo permitido que se metieran varias manos en el plato.
Ahí quedó. Lo encoló y falta enmarcarlo. Lo quiere para encabezar su nueva oficina. Se lo habíamos regalado cuando estaba buscando un trabajo de día completo, pero no lo empezó hasta que lo encontró.
Está bien elegida la imagen: mirar las cosas desde esa perspectiva te da otra visión. Los que saben de arte dicen que aquí hay puro dominio de un dibujo preciso, minucioso y realista, con una
composición que responde a la Ley renacentista de la Divina Proporción. Los tonos ocres de la parte superior, de la piel y la madera, contrastan
en perfecto equilibro y armonía con los azules de la límpida bahía, el típico paisaje de Port-Lligat que se convierte en un motivo recurrente en la obra de Dalí. Son mis colores favoritos. Elegimos a Dalí también para él.
La figura de Cristo brilla en la oscuridad de un abismo sobre la tierra. La luz crea un espacio a la vez íntimo y expansivo, la masa de nubes espesas sirve de intermedio entre los pescadores, que faenan el puerto con total naturalidad, y el Cristo iluminado en la negrura, cuyo rostro se nos niega. En este Cristo no hay rastros de sangre ni heridas ni el menor atisbo de dolor. Desde su cruz irradia una extraña serenidad. Tal vez por eso lo escogimos para él: un Cristo que con su sacrificio no se expresa como trágico, sino que nos permite encontrar algo de paz. Dalí escribió sobre esta obra: "Quiero pintar un Cristo que sea una pintura con más belleza y alegría que nunca antes haya sido pintado". Y sin saberlo, eso fue precisamente lo que quisimos regalarle.
La figura de Cristo brilla en la oscuridad de un abismo sobre la tierra. La luz crea un espacio a la vez íntimo y expansivo, la masa de nubes espesas sirve de intermedio entre los pescadores, que faenan el puerto con total naturalidad, y el Cristo iluminado en la negrura, cuyo rostro se nos niega. En este Cristo no hay rastros de sangre ni heridas ni el menor atisbo de dolor. Desde su cruz irradia una extraña serenidad. Tal vez por eso lo escogimos para él: un Cristo que con su sacrificio no se expresa como trágico, sino que nos permite encontrar algo de paz. Dalí escribió sobre esta obra: "Quiero pintar un Cristo que sea una pintura con más belleza y alegría que nunca antes haya sido pintado". Y sin saberlo, eso fue precisamente lo que quisimos regalarle.
Se la pasó así suspendido, como el Cristo, en el aire todo un año. Ahora tiene el rompecabezas armado nuevamente. Sin embargo, se lo ve entristecido. Perdió tanto más que el trabajo: se desorientó, se desarraigó, se cansó de empezar de nuevo con el nudo en la garganta sabiendo que puede llegar a pasarle lo mismo y que, a medida que pasa el tiempo, los años le juegan cada vez más en contra. Fue lo que salió después de tanto buscar. Dice que tenemos que alegrarnos de tener trabajo, pero no se lo ve alegre.
Ilumina Zygmunt Bauman con respecto al trabajo en Modernidad Líquida, que leí por y para él:
"Los puertos seguros para amarrar nuestra confianza son pocos y están alejados unos de otros, y la mayor parte del tiempo ella flota vanamente a la deriva a la búsqueda de un muelle a salvo de las tormentas."
Bauman apela a la metáfora de la liquidez, pero cuando se dedica a analizar el paradigma laboral de nuestros tiempos, echa mano a la figura del juego. Intentar rearmar el rompecabezas de la vida es como adentrarse en un juego de azar.
"... estar en el mundo ya no produce la sensación de un encadenamiento de acciones lógicas, consistentes y acumulativas, que están atadas a la ley y responden a ella, sino que empieza a parecerse más a un juego en el que "el mundo exterior" es uno de los jugadores y se comporta como tal, sujetando las cartas contra su pecho. Como en todo juego, los planes para el futuro tienden a ser transitorios, versátiles y volubles, sin un alcance que exceda las próximas jugadas."
Más que nunca se nos ha hecho carne la sensación de lo transitorio y prescindible en nosotros. Como en un juego, nos movemos jugada a jugada, y el futuro se convierte en piezas que habrá que intentar colocar en su debido lugar cuando lleguemos a esas alturas del juego.
Nuestra noción del futuro y nuestra cabida en él es comparable a la imagen del laberinto, en el cual el trabajo y el resto de la vida humana están fragmentados en episodios cerrados en sí mismos:
"Hay que ocuparse de un obstáculo por vez; la vida es una secuencia de episodios. Los caminos de la vida no se enderezan a medida que los recorremos, y una curva bien tomada no es garantía de que la próxima nos resulte igual."
Su leitmotiv siempre ha sido: "Cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él." Condice con esta visión de Bauman sobre nuestra realidad. Y sin embargo, no parece haber puentes a la vista. Sólo tenemos un muelle. El puerto ahora somos nosotros, el uno para el otro. Antes, cuando nuestros amarres se nos hacían firmes y confiables puertos, no estábamos tan fuertemente amarrados el uno al otro. Cosas que pasan después de los naufragios de un despido.
A boca de jarro
Hermosas palabras...
ResponderBorrarUn abrazo enorme!!!
Ojalá la realidad fuera un poco menos dura y las palabras brotaran de otos sentires. Pero sabemos que para crecer es necesario enfrentar las cosas como vienen e intentar aprender de ellas, querida Moni.
BorrarUn beso grande y gracias.
Tengo una situación laboral que parece asegurada respecto a la realidad que domina en mi país en que hay cinco millones de parados y lleva camino de llegar a los seis millones incluso con gobierno conservador que prometió todo tipo de maravillas si llegaban al poder. Aun así, con mi supuesta seguridad que tantos envidiarían, me siento inseguro respecto al futuro, respecto al día a día. Pienso que el diagnóstico de la modernidad líquida es eficaz y válido. Sentimos un profundo miedo, nada es estable, y los seres humanos se han convertido en piezas de un puzzle que son intercambiables y prescindibles. Los seres humanos tenían antes una cierta dimensión personal que les daba consistencia, había valores más o menos sólidos, referencias, puntos de anclaje… El ser humano actual sobrevive en la complejidad, en los eslóganes que son los que ahora vertebran la filosofía y el pensamiento. Estamos desorientados, perdidos, solo sabemos que el Crito de Port Lligat también está tan desorientado como nosotros.
ResponderBorrarBesos.
Gracias, Joselu. Esperemos sobrevivir a la complejidad de la realidad líquida y no hundirnos en ella.
BorrarUn beso.
Nunca he vivido de cerca esa inseguridad laboral y debe ser muy duro FER.
ResponderBorrarLo veo en la gente que me rodea y me apena, no sólo en el terreno económico, a veces creo que aun es peor por la merma de autoestima que supone en las personas que de pronto sienten que su mundo se desmorona... invirtiendo el proceso de construcción de tu puzle... un puzle armado al que alguien sin previo aviso y consideración alguna, destroza cuando llevaba armado montón de años... al menos él, te tiene a ti y sin duda tú eres un puerto seguro FER, uno de los más seguros que veo por aquí:-)
Fíjate con creo recordar 15 años, pinté ese Cristo en clase de pintura, durante mi adolescencia tuve la suerte de ir a clases de casi todo jajaja mi padre siempre me dio carta libre para que me apuntara a lo que me apeteciera y yo... me apuntaba a toodo, siempre me ha gustado muchísimo dibujar... pintar hace mucho que no lo hago.
No sé si crees o no... yo no soy muy de iglesia, pero sí que creo que hay lago por encima del ser humano, la forma y el nombre me da igual...sólo te lo comentaba porque deseo que sea quien sea.. os ayude, de corazón. Que su puzle de la vida termine siendo tan precioso como este que muestras aquí bonita... yo creo que irá bien... ¡¡os irá bien, seguro!! :-)
Un beso grande y feliz semana FER... por cierto, felicítalo de mi padre por ser papá... hoy es su día:-)
Gracias, MARÍA!!! Tienes mucha razón que es la autoestima la que sale más lastimada de estas situaciones. En fin, es cuestión de dar tiempo al tiempo y dejar que corra el agua bajo el puente que él dice que cruzaremos cuando a él lleguemos. Eso sí, juntos y de la mano.
BorrarEste Cristo, más allá de ser creyente o no, es realmente una bellísima obra de arte.
Gracias por los buenos deseos y los saludos, que desde ya serán dados. Aquí celebramos el día del padre un domingo de junio.
Un beso grande.
Que lindo quedo! Cuanta voluntad y paciencia! Mas alla de que fue por una situacion triste y compleja que atravesaron, me gusto como regalo y tu metafora de la vida - rompecabezas. Le ha servido como una terapia, pareciera, pero que feo debe ser verlo aun triste y con su autoestima dañada (y peor para el que lo vive). En mi familia ha pasado con mi papa en el 2001, aunque conseguia cosas para hacer, se sentia inutil, deprimido... Pero afortunadamente, salimos adelante, siempre hubo voluntad y fortaleza por parte de mis padres y si bien, se daño, sirvio para salir a flote. Esa incertidumbre se siente, en algunas epocas mas que en otras y a medida que pasan los años, supongo que es peor. Ojala todo mejore, Fer! te mando un gran abrazo!
ResponderBorrarUf, el 2001... Ese nos dejó a todos deprimidos.
BorrarYo tengo fe que va a ir recobrando su habitual alegría conforme se afiance en lo nuevo y deje atrás el trauma. Es verdad que el puzzle fue una buena terapia y una buena metáfora también, tenés razón.
Gracias por tus buenos deseos y espero que todo lo tuyo marche bien, Gi querida.
Te mando un beso grande con abrazo!!!
Yo hago votos por seguir ejerciendo de puerto para los que necesita guarecerse en él. Eso da sentido a la vida.
ResponderBorrarProfunda y reflexiva entrada la tuya, Fer. Te felicito.
Un fuerte abrazo
Sí que da sentido a la vida.
BorrarGracias, Luis Antonio.
Un fuerte abrazo.
Te diré sin dudar que es el mejor texto que haya tenido oportunidad de leer ern la red en mucho tiempo. Y las razones no estriban solo en una prosa precisa y elegante, sino en el magnífico fondo y en los múltiples significados que aportas.
ResponderBorrarLa idea de ir recolocando, reinstaurando, ordenado nuestra vida pieza a pieza me parece sublime. Para colmo la metáfora se vuelve perfecta y atroz cuando todas las piezas son negras y parece dificil darcon la solución.
Y sin embargo,con tesón y paciencia la obra del hombre se culmina,aunque en este caso sea un pasatiempo que da forma al Cristo de Dali.
Y me parece precioso, una prueba de amor con mayusculas,como has buscado referentes que levanten el ánimo. Bauman es perfecto.
Un amigo muy pragmático,irónico por naturaleza, dice que solo hay dos tipos de personas: las que piensan que al final del día siempre anochece,y las que piensan que no, que si se espera un poco más descubres como amanece. Viendo la paciencia demostrada, aun dentro de las dificultades,creo que esta claro que por muchas piezas negras que nos ponga la vida, finalmente amanecerá. Hoy estoy optimista.Un saludo y gracias por la experiencia.
Gracias, Victor. Esperaremos ese amanecer del que habla tu amigo y que intentamos ver con los ojos a veces nublados del alma, como tantos otros que pasan por este y por tantos otros laberintos y rompecabezas de la vida.
BorrarUn saludo.
¡Felicitaciones por la paciencia!(algo que últimamente no suele abundar demasiado). Quedó precioso!
ResponderBorrarBesos.
Aquí hay mucho más que paciencia... Y sí, quedó lindo.
BorrarGracias y un beso.