Mucho escribí y reescribí durante esta semana para la propuesta del Concurso de los jueves eróticos organizada por la Comunidad Ensoñación Literaria de Google +, apoyada en mis dudas por Javier Salinas, a quien quiero agradecerle por la oportunidad de incursionar en este género y por incentivarme para tomarme esto como un estimulante desafío. El género erótico me gusta mucho, me atrae. Es un género sobre el cual he leído bastante, y, así y todo, aún me llena de resquemores. El límite entre el erotismo y lo burdo es muy fino, y hay muy pocos escritores que logran el burbujeo del erótico sin caer en cursilerías o pasarse groseramente de la raya. Es que la raya, según lo veo, la ponemos nosotros, los lectores, y hasta me animaría a decir que la raya sube y baja de acuerdo con fluctuaciones internas que también nos son propias. En definitiva, creo que la literatura erótica - si es que verdaderamente existe tal cosa - debería producir un efecto excitante sin descolocarnos. Con esta participación inauguro la sección erótica del blog, les doy la bienvenida y escucho vuestras opiniones y reacciones.
Aquí, mi contribución para este jueves erótico:
- Preparo café - dijiste riendo
Escogiste y dispusiste las tazas
Le diste de lleno a mi deseo
Como hacía siglos
Ya nadie le daba
Y eso sólo bastó para beberte
Llovía como hacía mil días no llovía
Chorreábamos agua
Te tomé por la espalda
Ya no pude ni supe ni quise
Esperar por tu café
Preferí tu piel a la toalla
Empapados caímos en la cama
Mi lengua encendió todos tus fuegos
Tus manos acallaron ya mis miedos
Una fiesta de a dos y con la trampa
Conscientes de todos los riesgos
Juntos mordimos la manzana
Una vez en mí el deleite
Las aguas de mis ríos desbordadas
Desnudez del asombro en vos me pierdo
Susurrante pasión sobre la almohada
Jadeante cabalgar sobre la cima
Acabar besándote las playas
Afuera aún llueve
¿Qué importa?
El mundo nos espera
Que espere
Calentemos el café
Y bebámonos otra vez.
A boca de jarro