Mi hijo de trece está transitando una larga agonía para dar muerte a su niñez, con el duelo que este proceso vital conlleva, y soportando los dolores de parto que provoca el nacer a su adolescencia. Es un púber, y como denota la palabra, que ha caído en desuso por la aceleración que caracteriza a nuestros tiempos, de la mano del endiosamiento de la adolescencia, que parece decretarse cada vez más tempranamente para luego eternizarse en tantos adultos, su cuerpo está en plena metamorfosis. Sucede que él se desconoce al mirarse continuamente en el espejo, buscando nuevos peinados raros para encontrar algo de lo conocido que se fue para no volver, o para modelar esa amorfidad que caracteriza esta etapa de transición del ser. Sucede también que lo desconocemos nosotros, los que lo amamos: sus padres, su hermana menor, sus tíos, sus abuelos. Sus primos, todos menores, lo adoran y lo tienen como al ídolo máximo; son niños, y los niños adoran con un amor incondicional y sin racionalizaciones de ninguna índole.
Trato de bucear en mis memorias de este período vital de tanta vulnerabilidad, fragilidad, desorientación, ensimismamiento, cuestionamiento del mundo como uno lo conocía hasta hace un tiempo, y me cuesta conectar con la memoria puntual, aunque sí conecto con la memoria afectiva de la crisis. Pero creo que mis memorias y experiencias pueden ayudarlo poco: se han sumado nuevos y complejos desafíos para los que transitan este rito de pasaje al mundo de los grandes y del afuera en la actualidad; además, como digo siempre, la experiencia es intransferible.
Éstos chicos son ahora presionados a ingresar al desenfreno, desnudado, enfiestado, alcoholizado, energizado, endrogado, precozmente sexualizado, facebookeado, fotologeado, nocturnizado, alentados ya no sólo por sus pares, sino también por muchos "adultos", que muchas veces lo comparten con ellos y la van de "amigos". Impera el síndrome de Peter Pan entre los padres de esta generación de púberes, y eso no nos ayuda en lo más mínimo: al contrario, nos confunde a todos aún más. Mis padres, mis maestros y profesores podían ser amigables, pero nunca mis amigos. Vivimos inmersos en una chatura de fiebre consumista y exitista que no contribuye al verdadero crecimiento y desarrollo del ser. Algunos que teorizan sobre crianza desde los libros comparan al rol de los padres con el de "técnicos de un equipo de fútbol", nos dicen que ésto de maternar y paternar "es un trabajo y valdrían para él las aplicaciones corporativas para desarrollarlo con éxito. Una tarea en una empresa...". Se nos interpela a los padres desde un libro con la pregunta: "¿Queremos hijos cómo...?". En mi modesto entender, erraremos el rumbo si al criar a nuestros hijos asimilamos la naturaleza de la familia al status de un equipo de fútbol, o a una empresa, donde lo que importa es la eficiencia, los logros cuantificanbles materialmente, el éxito entendido en millones... Nada más lejos de mi idea de "criar hijos en felicidad"*. Si existen expectativas a priori de lo que nuestros hijos deben ser, y de cómo deben ser, entonces seremos un fracaso como padres. El verdadero amor de un padre y de una madre reside en amar al hijo en su esencia, y ayudarlo desde las convicciones y principios propios, no los que se toman de un libro como quien va en busca de una receta para cocinar un platillo magistral, para que ese hijo sea quien él elija ser en absoluta libertad y cuando esté listo para hacerlo.
(*"De límites y roles está hecha la crianza" "¿Qué animales somos como padres?", Flavia Tomaello, Editorial Grijalbo, Extrato de libro, publicado en La Nación Revista, páginas 12 y 14, domingo 16 de octubre de 2011, Día de la Madre.)
(*"De límites y roles está hecha la crianza" "¿Qué animales somos como padres?", Flavia Tomaello, Editorial Grijalbo, Extrato de libro, publicado en La Nación Revista, páginas 12 y 14, domingo 16 de octubre de 2011, Día de la Madre.)
Y está también el dilema de elegir ser quien ellos creen o sospechan ser, desde la maraña de principios, valores que provienen de lo que han mamado, y los sentimientos e impulsos confusos y desordenados, en plena ebullición al ritmo de sus hormonas, frente a la facilista y bien vista opción de ser quién y cómo se espera que uno debe ser por "el afuera"... Y el afuera no espera demasiado, aunque en eso poco y pobre que se espera, se pueden llegar a perder muchos talentos, mucha riqueza, mucha sensibilidad, y, lo más penoso, la posibilidad del encuentro auténtico con el otro y con uno mismo desde el respeto por los tiempos del crecimiento, por lo sagrada intimidad y dignidad de la sexualidad bien vivida, por el valor del esfuerzo y del estudio, por el verdadero significado de la diversión, la risa y la plenitud.
Es difícil ser tutor del árbol de la vida de un hijo pre-adolescente hoy en nuestra sociedad. Si los chicos no transan con la mediocridad, con el facilismo, con lo superfluo, con el consumismo, con el abuso de las tecnologías que parece matar la comunicación profunda y significativa en sus manos y llevarlos a perder el sueño o la paz mental por el tenor de ciertos intercambios y exposiciones desencajadas y del peor gusto, se quedan afuera, dejan de ser parte de su grupo de pertenencia, que en definitiva es tan importante como ser uno mismo. No se puede ser uno sin ser parte del todo. Y uno, que ya se ha hecho uno y navega en el todo haciendo contacto con quienes son uno, sabe como adulto que no se están perdiendo nada que verdaderamente valga o enriquezca en ese deber transar, pero ellos no, no lo entienden, no pueden entenderlo aún, porque adolecen... "He ahí la cuestión..."
Para colmo de males, si no se les permite transar para ser uno más, se convierten en "parias", "raros", "nerds", "tragas", "bichos raros", y rotunda y categóricamente "boludos"... esa es la palabra omnipresente que resuena todo el tiempo entre ellos.
Para colmo de males, si no se les permite transar para ser uno más, se convierten en "parias", "raros", "nerds", "tragas", "bichos raros", y rotunda y categóricamente "boludos"... esa es la palabra omnipresente que resuena todo el tiempo entre ellos.
Y uno sabe también que, como diría William Shakespeare, a quien he de echar mano para orientarlo, no hay nada en un nombre más que un aroma. Él lo dice inigualablemente bien:
"What's in a name?
That which we call rose,
by any other name would smell as sweet."
That which we call rose,
by any other name would smell as sweet."
"¿Qué hay en un nombre?
Lo que llamamos rosa exhalaría
el mismo grato perfume
aún cuando de otra forma se llamase."
Lo que llamamos rosa exhalaría
el mismo grato perfume
aún cuando de otra forma se llamase."
Se me ocurrió empezar por echar mano a las letras de las canciones que han sido poesía inspiradora para mi ser. Siento que esa poesía puede hablar por mí con las palabras que me prestan sus autores. Canciones que me marcaron y me hicieron sentir, siendo ya un poco mayor que él, mi varón primogénito, que yo era quien soy y quien elegía ser entonces y para siempre.
Hoy te las regalo, hijo:
* "There will be an answer. Let it be..."
("Habrá respuesta. Dejalo ser...") The Beatles.
"Help! I need somebody.
Help! Not just anybody.
Help! You know I need someone. Help!"
("¡Socorro! Necesito a alguien.
¡Socorro! No a cualquiera.
¡Socorro! Vos sabés que necesito a alguien. ¡Socorro!") The Beatles.
* "Imagine..."
("Imaginá...") John Lennon.
* " Gracias a la vida que me ha dado tanto..."
Violeta Parra por Mercedes Sosa.
Violeta Parra por Mercedes Sosa.
* "Para la libertad sangro, lucho y pervivo (...)
Porque soy como un árbol talado que retoño
Y aún tengo la vida." Miguel Hernández y Joan Manuel Serrat.
* "... tienen doble vida son sicarios del mal
Entre esos tipos y yo hay algo personal." Joan Manuel Serrat.
* "De vez en cuando la vida me besa en la boca
Y a colores se despliega como un atlas..." Joan Manuel Serrat.
* "Necesito alguien que me emparche un poco
Y que me limpie la cabeza,
que cocine guisos de madre,
postres de abuela y torres de caramelo;
que ponga las tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando ..." Serú Girán.
postres de abuela y torres de caramelo;
que ponga las tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando ..." Serú Girán.
* " Yo subo la escalera, yo cumplo una misión..." Charly García.
* "Mil veces lloro y mil más vuelvo a nacer..." Alejandro Lerner.
* "Let your soul be your pilot"
("Deja que tu alma sea tu piloto") Sting
* "If I ever lose my faith in you,
There'd be nothing left for me to do"
("Si perdiera mi fe en vos,
No me quedaría nada por hacer") Sting.
No me quedaría nada por hacer") Sting.
quiero que me des tu aprobación o tu olvido..."
Cantada por Sandra Mihanomich.
...Y yo TE ACEPTO Y TE AMO como vos elijas ser, pero debés elegir quien ser, y es mi deber hacértelo saber y orientarte en esta ardua e imprescindible tarea: eso es...
* "HONRAR LA VIDA". Eladia Blázquez
Y te dejo esta canción , en video y traducida, que dice mucho para mí. Ojalá diga tanto para vos como me dice a mí, y ojalá puedas lograr escuchar... a tu corazón, que sigue siendo el mismo que ese que latía fuerte el bendito día en que asomaste al mundo y me miraste con tu oceánica mirada turquesa:
*"Have I told you latetely that I love you?" Cantada por Rod Stewart.
Qué hermoso bebote :) Fer, qué complicado ser mamá de un pre adolescente, en parte porque la mayoría de los padres de sus congéneres piensa muy distinto. A veces me pasa lo mismo, con mi nena de dos que ni va al jardín. Me imagino!
ResponderBorrarCreo que es muy valioso que lo ayudes a encontrar quién es y lo aceptes tal cual es, ya con eso es un chico muy afortunado, más allá de que tenga que vivir esta crisis. Mis padres siempre estuvieron conmigo, con sus defectos, pero recuerdo esa edad (13 años) como bastante conflictiva y fea! Te cambia el cuerpo, la cara, las sensaciones, no sabés si jugar con muñecas o salir a tomar una gaseosa con tus amigas. Yo la recuerdo horrible, qué querés que te diga! Mi mamá y mi papá tuvieron la suerte de que los padres de mi grupo de amigas eran muy similares a ellos. Aunque ojalá me hubieran regalado palabras prestados en canciones, qué lindas!!! (pero bueno, en mi casa no se escuchaba tanta música). Bah, ellos aunque me amaban y estaban muy presentes, no sé si apoyaban mi ser esencial, tienen la idea de que uno va "formando" de alguna manera la personalidad de sus hijos (y acá estoy yo, adulta de 31 todavía buscando saber quién soy!). Mi adolescencia fue un poco tardía, mi primera crisis vital fue a los 20. Fue un click. Fue la primera vez que me rebelé.
Las cosas cambiaron bastante. Yo tengo dos primitas de 13 y 14 años y las tengo en el facebook. Y a veces las espío, las comparo conmigo a esa edad :) Y me asombra cómo son, cómo posan para las fotos y cómo aman a todo el mundo. Me asombra, pero no tanto, porque en realidad yo también tenía esa necesidad de "pertenecer" a mis amigos.
Bueno, en fin...es una etapa que hay que pasar, pero como te dije, tener unos padres que lo conozcan, lo apoyen en ser como quiera ser y estén ahí para lo que necesite, es importantísimo para que este trayecto se le haga, si bien doloroso, más llevadero.
Besos!!
Fer, primero que nada te digo que se me llenaron los ojos de lagrimas con esas canciones. Yo use Beautiful Boy para el video que le hice a Coco para su primer año, me encanta..
ResponderBorrarCon el tema de la adolescencia, a Coco todavia le falta jeje pero a mi me da un poco de miedo esa epoca. Como vos decis, los chicos empiezan a sentir que para pertenecer tienen que ser como el resto. Y la crianza que yo quiero para mi hijo dista mucho de lo que veo en otro chicos. Y no quiero que él se sienta un desadaptado, un bicho raro, pero tampoco que tenga que transar con cosas que no le gustan o qe no son parte de él sólo para sentirse aceptado por la masa...que dificil. Junto con tu post y unas charlas que tuve hoy, ahora voy a escribir algo. Espero despues de mi ida tu vuelta como siempre, que me hace super bien.
Besos!!
Gracias, compañeras de ruta blogger, madres jóvenes, pensantes y amigas!
ResponderBorrarSí, Mica, da un poco de miedo. Procuro no convertirme en un "crítico asustado" para poder ser un "protector confiable", pero no es fácil. Honestamente, el panorama me alarma ya hace por lo menos unos diez años, para qué lo voy a negar: y siempre he trabajado con adolescentes...
A Coco le falta mucho, y lo que estás haciendo ahora es el trabajo más importante, ese enraizamiento amoroso, bien nutrido y firme que lo va a ayudar a no caer, a no dejarse doblegar por los vientos que azoten, a no "transar" (gracias por ayudarme con la ortografía de una palabra que escribo mal y detesto... ya la edité!)
La canción es bellísima, y tiene una frase que ha pasado a la historia:
"La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes."
Gracias,Gi: Viste que bello mi bb? Viste que yo también tuve bebés alguna vez, allá a lo lejos? Viste (SNIF..), qué rápido pasa...(SNIF... SNIF...):(!!!
Por eso te digo, como dicen las viejas: "Disfrutala, nena, que dura poco...!"
Ya lo creo que es una edad fea por donde se la mire: indefinición, amorfidad, cambio constante y esa necesidad tan fuerte de aceptación de tus pares... Inclusive huelen feo... Uf!!!
A mí me pasa igual que a vos, por eso no sé bien cómo ayudarlo: ésto de que al comparar, veo que yo empecé a transitar la crisis bastante más tarde que él,que a su edad todavía jugaba con muñecas y andaba todo el día en bici, por la vereda... Hoy estas cosas son impensables. De una generación a otra, ha cambiado todo muchísimo.
Por suerte está la música, están los buenos libros para compartir, las grandes verdades atemporales que nos conectan con nuestra esencia pura...
Un beso enorme a las dos, y gracias por las lindas palabras, el testimonio de vida y la reflexión constante y empática!!!
Buen finde, que se viene con elecciones: siempre hay elecciones que hacer...
Me han gustado mucho tus reflexiones y la foto de tu chico cuando era un bebe. A mi ya me parece que nacieron así como estan ahora con sus veintipocos, niños para unas cosas y hombres para otras.
ResponderBorrarEl mayor tuvo un paso a la adolescencia suave y discreto, sin grandes cambios y con ideas claras. Muchas cosas que el consiguio de mi como madre las esta disfrutando ahora su hermano.
Cosas como viajar por ejemplo, el mayor iba a muy pocos sitios. Y cuando salía yo me quedaba toda preocupada hasta que volvía a entrar por casa.
Pero cuando cumplio los 18 nos pidio hacer un viaje de un mes a China, con su chica y unos amigos. A su padre más protector que yo se le vino el mundo encima, y se veia protagonista de aquel film "Missing". Tarde semanas en convencer a mi marido que el niño ya tenia alas para volar solo, y que solo sabría cuidarse cuando tuviese experiencias propias. A partir de ahi ya perdimos, su padre y yo, el miedo a los viajes.
Despues de eso ya le dejamos hacer un master de dos años en Inglaterra y eso le ayudo mucho a completar su carrera y encontrar rapidamente trabajo.
Ahora trabaja en Madrid, y por su trabajo igual tiene que pasar un mes en Estados Unidos que en Brasil. Y sabe manejarse muy bien por esos mundos de Dios.
El pequeño salio más viajero de primera hora, a él ya no le sobreprotejimos y le dejamos ir a todos lados. Ahora en Diciembre se marcha a Estambul con su novia. Y a primeros de año estará quince días en la Riviera Maya con su novia y compañera de estudios. Es su viaje de estudios (los dos cursan cuarto de medicina) y son muy responsables.
En fin, que estoy tan centrada en su presente que su adolescencia quedo ya en el pasado. Pero reconozco que han sido unos niños muy grato de criar y de hablar con ellos.
Nunca hemos tenido ningún problema que no se haya solucionado hablando. Y siempre como padres hemos procurado que eligieran su futuro y su presente con las mejores herramientas (valores, estudios..) que pudiesemos darles.
De hecho yo deje de trabajar fuera de casa cuando nacio el pequeño, y me dedique en cuerpo y alma a su crianza. Y para mi fue todo un lujo poder hacerlo y verles felices cada día de su infancia y de su adolescencia.
También soy de las que les dio el pecho hasta casi los dos años. Les llevaba y recogía cada día del cole. Podiamos comer toda la familia junta y hablar cada uno como le habia ido el cole o el trabajo a su padre. Lo que podría llamarse una vida muy hogareña, con tiempo para escucharnos unos a otros, y conocer nuestras respectivas necesidades.
En estos tiempos todo esto suena muy antiguo, pero cuando yo lo hacía también me llamaban anticuada.
En fin, que tu chico un día se levantará y cuando se mire al espejo se descubrira a si mismo sin tantas dudas.
Las canciones han sido preciosas y nostalgicas, con mucho mensaje.
Un beso, guapa.
¡Qué buena historia de familia: real, con compromiso y presencia, con frutos que son los frutos de la entrega, el trabajo y el amor! Gracias por compartirla aquí y contarla tan espléndidamente bien.
ResponderBorrarLa verdad es que me da un poco de vértigo el soltarle la mano y dejarlo corretear el mundo viendo como están las cosas. Pero confío en lo que hemos construído como familia, confío en la vida, y confío en él.
Y sí, tienes razón, eso de comer todos juntos en familia, renunciar a salir a trabajar tanto afuera para hacerlo más en casa, y el hablar mucho todos juntos puede sonar anticuado y hasta aburrido, pero sigo apostando por esas cosas que me han servido a mí como persona, y me sirven hoy para enfrentarme con las complejidades del maternaje porque las he recibido de mis padres.
¡Ojalá algún día pueda dar una retrosprectiva de mi historia familiar tan hermosa como la tuya!
Mientras tanto, agradezco este intercambio generacional que se ha gestado aquí alrededor del jarrito, entre mujeres de diferentes edades, en distintas etapas de su vida, y todas con un fuerte sentido de rol, un rol que ejercen visceralmente y pensando al hacer sus elecciones de vida.
¡Muchísimas gracias por tu aporte, bella mujer!
Te mando un beso con abrazo
y celebro tu paso por aquí!!!