Hacía tiempo que no nos veíamos y sentí que una pizza ayudaría a derretir el hielo. A mal puerto... Esta chica está muy cambiada; habla y habla todo el tiempo del poder de los alimentos:
—Es increíble lo que se adelgaza cuando eliminás las harinas de tu dieta. También tomo mucha agua: casi dos litros por día, y así elimino las toxinas. La piel también me lo agradece cada mañana. Frutas frescas al desayuno y las secas, antes de ir a la cama... Mucho ajo, apio y mariscos súper frescos garantizan los orgasmos duraderos. Si le agregás semillas a la ensalada, es increíble, pero, te juro, te convertís en multiorgásmica. Con los años, he remplazado carne de cerdo, vaca y pollo por pescado a la plancha, aunque solamente dos veces a la semana, porque está caro. Te aseguro que mis electros de esfuerzo - los que me piden para mis sesiones levanta-glúteos en spinning - son la envidia de mi médico, que, dicho sea de paso, es un bombón de chocolate. A ese sí que me lo como sin preocuparme por nada...
Se fue al baño un momento. Dejó pedida un agua mineral sin gas con rodajas de limón fresco y mucho hielo. Reinaba el silencio. Yo miré por la ventana, como queriendo escaparme a otros tiempos: aquellos días en los que salíamos de cacería por las calles de mi barrio buscando una pizza. Eran días en los que no existía el delivery y en los que nadie se asustaba si dos chicas iban comiéndose una porción de pizza grasosa por la vereda, camino a casa y de la caja...
Pese a todo lo que se diga de la harina, yo aún creo en los poderes curativos de la pizza que practicábamos ella y yo en aquellos bellos días en los que éramos bellas sin esfuerzo. Desde chica, la pizza forma parte del mecanismo de la ley de compensación de mi propio universo. Les explico: dice mi amiga — que además de obsesiva de la comida sana, bah, es posmoderna — que la vida es una ecuación matemática exacta: recibís de manera precisa lo que das, ni más, ni menos. Es por eso — yo asumo, con una pizza de por medio — , que ella cree que si ingiere solo cosas saludables, el universo le dará la salud que ella espera. A este principio pseudo científico al que mucha gente adscribe se lo conoce como la ley de compensación, y es para mí una gran patraña aplicado a la vida. Y esto lo digo con conocimiento de causa: han sido tantas las veces en mi vida en las que di todo lo que tenía para dar — tanto dí que hasta parecía más de lo que tenía — , y a cambio no recibí nada, que ahora sólo creo en los poderes de la pizza...
La pizza es la piedra filosofal de aquello que yo practico y entiendo como mi ley de compensación: lo que la vida me da o me quita, lo celebro o lo compenso con una pizza...
Aquí les paso mi receta compensatoria y, a continuación, les comparto un curativo texto de Martha Medeiros que traduje del portugués cuando volví de comer pizza con mi ex-amiga.
Moscato, pizza y fainá: la mejor argentinada.
Para ahuyentar el mal de amores: pizza de jamón y morrones.
Para sacarte toda la bronca: pizza casera, bien amasada.
Para superar peleas: con verdeo y panceta.
El mejor afrodisíaco: pizza en pelotas, con los dedos...
Como entrada: pan de pizza a la canasta.
El mejor afrodisíaco: pizza en pelotas, con los dedos...
Como entrada: pan de pizza a la canasta.
Para un día aburrido: pizza verde gratinada.
Para visitas inesperadas: pizza comprada.
Para comerla viendo a Sherlock: fugazzeta y doble queso.
Para visitas inesperadas: pizza comprada.
Para comerla viendo a Sherlock: fugazzeta y doble queso.
Para detener el llanto: pizza con tomate y ajo.
Para celebrar la vida: pizza con lonjas de longaniza.
Para el invierno: pizza de cancha.
Para el verano: pizza fría en el desayuno.
Para los chicos: pizza con varios huevos fritos.
Para un domingo de soledad: una pizza individual.
Creo en una gracia mayor, de Martha Medeiros
"Cada semana, una novedad. La última fue que la pizza previene el cáncer de esófago. Creo en una gracia mayor.
El tomate previene eso, la cebolla previene aquello, el chocolate hace bien, el chocolate hace mal, una copa de vino al día no hace nada, cualquier trago alcohólico es nocivo, tome agua en abundancia, pero no exagere...
Ante tal profusión de descubrimientos, encuentro más seguro no cambiar de hábitos. Seré directa con respecto a lo que le hace bien y lo que le hace mal a mi salud.
El placer hace mucho bien. Dormir me hace sentir 0 km. Leer un buen libro me renueva. Viajar me pone tensa antes de embarcar, pero después rejuvenezco unos cinco años. Los viajes aéreos no me hinchan las piernas: me hinchan el cerebro, y vuelvo llena de ideas.
Pelear me provoca arritmia cardíaca. Ver personas con accesos de estupidez me revuelve el estómago. Ser testigo de personas tirando latas de cerveza por la ventanilla del auto hace que pierda mi fe en el ser humano. Y los noticieros... Deberían prohibirlos los médicos — ¡cómo duelen!
Caminar me hace bien, bailar me hace bien, permanecer en silencio cuando una discusión está que arde hace mucho bien. Se ejercita el auto-control y se levanta una al día siguiente sin arrepentirse de nada. ¡Despertar arrepentida de lo que dije o lo que hice anoche es perjudicial para la salud! Y pasar el resto del día sin coraje para pedir disculpas, peor todavía. No pedir perdón por nuestras macanas causa cáncer, no hay tomate ni mozzarella que lo prevenga.
Ir al cine, conseguir un lugar central en las filas del fondo, no tener a nadie obstaculizando su visión, ningún celular sonando y que la película sea espectacular, ¡guau! El cine es mejor para la salud que el pochoclo. Una conversación es mejor que una cargada. El ejercicio es mejor que la cirugía. El humor es mejor que el rencor. Los amigos son mejores que la gente influyente. El ahorro es mejor que la deuda. La pregunta es mejor que la duda."
Hola Fer esta vez me has dejado sin palabras con esa piza que se deshace en la boca, casi se huele y con todo el aderezo que le acompaña. Esa lista del las 17 propuestas ya impuestas para el nuevo (año se entiende) y esa cerveza a la Darín (regalazo) chica con "la boca abierta" y....el resto en la sopa (sopa de letras, se entiende). ¡¡¡¡Una de champiñones, tomate y queso!!!!
ResponderBorrarLa opción de champiñones no está nada mal, Eme. Gracias por venirte a ese convite gastronómico ;)!
BorrarUn beso.
Fer
yo no soy de pizzas, de las primeras vez que las comí me empache y las tengo un poco de desgana, no es de mis comidas favoritas. A mis hijos les encanta. Un abrazo
ResponderBorrarMe esmeraré para ir variando de menú, a ver si doy con tu gusto ;)! Muchas gracias por la visita, querida Mamen.
BorrarBesos!
Fer
Un compendio bien aderezado de buenos consejos culinarios que llenan además del estomago, la mente.
ResponderBorrarBesos querida amiga.
Muchas gracias, querido Francisco.
BorrarBesos!
Fer
Me encanta amasar pizza! Anoche mismo hice, mis hijos la aman.
ResponderBorrarY me encanta leerte.
Besos!
Muchísimas gracias, Dana querida!!!
BorrarBesos.
Fer
Yo tenía un amigo muy querido que hacía una vida súper sana. jamás fumó, bebía solo buen vino y raramente, caminaba de continuo por el monte a plena naturaleza, respirando el aire más puro que se pueda imaginar y murió joven de un maldito tumor que no se había enterado de que mi amigo hacía una vida muy saludable.
ResponderBorrarDesde entonces no me fuerzo a nada. El pilates me produce ansiedad y me rompe el equilibrio emocional, como lo que me apetece (me encanta la pizza), aunque afortunadamente, me suele apetecer comida bastante saludable, pero si me entra mono de algo pernicioso, también lo como que es peor la frustración que lo que te pueda dañar una bandeja de fritos.
En fin, que me han encantado tus reflexiones y estoy de acuerdo totalmente.
Un beso.
Yo, como tú, creo que lo que más enferma es aquello de lo que nos privamos por miedo. El miedo es la peor enfermedad que he conocido hasta ahora. Muchas gracias por compartir esta pizza conmigo, querida Rosa.
BorrarUn beso grande!
Fer
Dejémonos llevar, si apetece pizza, pues pizza a la boca. Comerla con los dedos y haciendo equilibrios para que no se desplome. Y si tienes al lado alguién con quién reírte de las ocurrencias, mejor.
ResponderBorrarAy por dios que no me parloteen más de la chía, el tofu y el aceite de coco...estoy hasta allá arriba! Comida de temporada y la de toda la vida, sin más.
Un beso
Josela
Sin más, de acuerdo contigo, Josela. Muchas gracias.
BorrarUn beso!
Fer
Desde hace unos años frecuento la misma Pizzería. Se trata de LA CASA BIANCA y siempre pido la misma: "Cinque Formaggi". La regamos con un vino del Somontano, Enate, y de postre, Sorbete de Limón. Siempre vamos por la noche. El blanco inmaculado ornamenta el restaurante y por ahora no siento la necesidad de buscar un cambio. Algo tendrá de meritorio, ¿no?
ResponderBorrarBesos, Fer
Aquí tenemos una especialidad conocida como "Cuatro quesos", que, por cierto, es muy apetecible. El sorbete de limón como postre para pizza me ha encantado, estimado Luis Antonio. Muchas gracias por la idea.
BorrarBesos.
Fer
Es realmente interesante...
ResponderBorrarSaludos
Muchas gracias, Mark.
BorrarUn abrazo.
Fer
¡Qué bueno Fer! Me gusta la pizza, ¿a quién no? aunque no la como demasiado pero me ha encantado degustarla de tu mano, ¡¡¡ummmm!!!, me gusta especialmente todo lo que la acompaña.
ResponderBorrarEse párrafo final fantástico, por cierto ¿qué es pochoclo?
Un beso
"Pochoclo" es como nosotros le llamamos a las palomitas de maíz. Gracias por llegarte a compartir esta pizza, Conxita.
BorrarUn beso!
Fer
Qué rica la pizza y qué rico el placer que proporciona obviando tanto bombardeo mediático y contradictorio!
ResponderBorrarMartha Medeiros sí que sabe...
Besos.
Sí que sabe: es un hallazgo reciente, mi querida Marinel.
BorrarGracias y besos!
Fer
Ya sé qué cenaré hoy porque no puedo soportar el antojo viendo las imágenes de tu post.
ResponderBorrarDicho esto, estoy al cien por cien de acuerdo contigo, Fer. Por añadir algo, confieso que, además de considerar también perjudicial para la salud despertar arrepentida de lo que se dijo o se hizo, también de lo que no.
Me ha encantado el "curativo texto de Martha Medeiros", y me he perdido un poco con lo de tu "ex-amiga" con la que comiste pizza ;-)
Un beso enorme, da gusto volver de vacaciones y encontrarme posts tan suculentos.
Me alegro que te haya gustado, Chelo. Muchas gracias!
BorrarUn beso grande!
Fer
A lo mejor no sabes que la pizza llegó a España no desde Italia excepto con la consideración de plato exótico, en realidad llegó desde América pero fundamentalmente desde Argentina por eso haya una gran variedad de pizzas y pizzerçias acá con nombres de allá y no de Italia: Milonguita, Supermilonguita, criolla etc...
ResponderBorrarHoy estoy con mucha fiebre, gripe, y no sé si podría catar tanto placer con suficiente intensidad.
Besos
Lo que sí sabía es que la pizza que se come en este país es de lo mejor: me ha desilusionado profundamente hasta la pizza italiana comparada con las exquisiteces de las pizzerías argentinas. Esa que aparece en el anuncio de Quilmes es de las mejores aquí en Buenos Aires. Deseo que los poderes curativos de la pizza funcionen con tu gripe ;)!
BorrarBesos y gracias.
Fer
Genial receta tanto gastronòmica como espiritual. Empecemos a disfrutar de las pequeñas cosas, así podremos hacer grandes planes para nuestra vida. ¡Este año 2017 será nuestro. Levantemos nuestra copa y brindemos por los que están, por los que ya se fueron y por los que vendrán a nuestras vidas. FELIZ AÑO A TODOS Dejemos pues que este año se marche, y recibamos el nuevo año con entusiasmo, con tolerancia y sobre todo con mucho amor. Gracias por celebrar-lo un año mas conmigo. Elracodeldetall.blogspot.com
ResponderBorrarMuchas gracias y mis mejores augurios, Julia.
BorrarUn abrazo.
Fer
En todos los alimentos se encuentra un ingrediente que no aparece en los libros de nutrición pero que es el que mayores beneficios aporta: el placer de comer. Si ese ingrediente va junto a otro que es el de "una buena compañía", la salud se verá reforzada al 100%.
ResponderBorrarLa obsesión de algunas personas por "comer sano" les hace perder el norte y no se dan cuenta de que la salud y la vida no son ecuaciones matemáticas. Te lo dice alguien que trabaja en nutrición, jajaja.
Genial relato/receta. Un beso.
El placer es una de las proteínas más nutricias que jamás he conocido. Otra es la alegría. Muchas gracias por tu sapiencia, mi querida Kirke.
BorrarBesos!
Fer
Yo también creo que la pizza tiene un poder curativo, la comida se debe disfrutar como bien has dicho entre líneas y no tan líneas, de la vida. No podemos o no deberíamos estar pensando en un mañana, éste nos sorprende y por desgracia no siempre para bien.
ResponderBorrarMe encanta volver a leerte Fer.
¡Hay que vivir! ;)
Besos.
Te agradezco mucho la visita, la lectura y la huella que aquí dejas, Irene.
BorrarUn beso!
Fer
Fer, llegué tarde a esta entrada, ahora es domingo a la noche, pero me parece que llegué justo para la cena. Estuve leyendo y mirá, me tengo que confesar, a pesar de que está lloviendo, me voy a cruzar a "La Pascana", porque me despertaste las ganas. La pizza que hacen aquí es a la piedra. Si lo pienso un poco, me hago una escapada al centro, porque me tira más la media masa, como la de "Güerrín", aunque tenga que quedarme parado en el mostrador de adelante porque no hay mesa, y si ni siquiera pueda llegar a acomodarme a los codazos ahí adelante, sigo por Corrientes y le doy un vistazo a "Banchero", y si está lleno, me voy derecho a "Las cuartetas", al fondo ¿viste? y chau. Gracias por las recomendaciones, Fer, espero que hayas pasado un buen fin de semana (ojalá que no te haya tocado cocinar). Gracias por la buena idea!!!
ResponderBorrarUn beso.
Ariel
Nunca es tarde cuando la pizza es buena, mi querido Ariel ;)! Y no hay con qué darle a una de las nuestras. Muchas gracias por llegarte a este convite.
BorrarUn beso.
Fer
Qué bonito ! aunque difícil leerlo a las 8 de la tarde, antes de cenar. Se abre el apetito y el espíritu. ENCANTADO DE REENCONTRARTE.
ResponderBorrarEncantada de tentarte, Jesús. Muchas gracias!
BorrarUn abrazo.
Fer