Deberé acatarlo mansamente:
mi tiempo de creer se ha terminado,
ya se ha ido, con Dios lo han enterrado.
Hoy es noche de brujas y de muertos,
pero es que yo descreo de los vivos,
los que en domingo tocan a mi puerta
vestidos de palabras y vacíos.
Ya no creo en el milagro que prometen
quienes venden ilusiones en frasquito,
quienes, con Dios en el bolsillo, nos ofrecen
las recetas que aseguran que se puede
hacerle frente a las fuerzas del destino,
los que intentan traficar con la esperanza
de que por el mero hecho de soñarlo
la fortaleza que anhelamos se construye,
los que insisten, en modo imperativo,
en que obtengamos la dicha por pedido.
Una legión de descreídos en pena
saldremos a las calles en protesta
alguna noche que otra como esta,
los refugiados huyendo de la tierra
de la mentira de un Dios a domicilio,
de la estafa de decir que con pensarlo
la salud se hace luz en nuestras casas,
el trabajo que buscamos nos encuentra,
el amor que se nos fue se nos regresa
y la vida que soñamos nos recibe.
A boca de jarro
Ummm... no nos quites la ilusión jejejejeje... un besazo
ResponderBorrarSe vende en frasquitos para quien la quiera comprar ;)! Muchas gracias por visitarme en domingo, Anabel!
BorrarUn beso.
Fer
La fortaleza que anhelamos se construye,la vida que soñamos nos recibe,bien te acompaño en esa noche de protesta aunque físicamente queda un poco lejos, voy contigo. Te acompaño a vivir,protestar,caminar,reír o llorar. Escribes lindo..Un saludo cariñoso.
ResponderBorrarMuchas gracias por la compañía y el cariño, Nellyta.
BorrarUn abrazo!
Fer
Las ilusiones se venden en frasquitos. A veces es mejor en frasquito que nada. Un abrazo
ResponderBorrarEs de venta libre y sin receta ;)! Muchas gracias por pasarte a visitarme, Mamen.
BorrarUn abrazo.
Fer
Muy bueno...
ResponderBorrarSaludos
Muchas gracias, Mark.
BorrarUn abrazo.
Fer
Hay mucho vendedor de elixires que prometen la vida eterna pero que luego no son más que agua azucarada.
ResponderBorrarEstupenda poesía, Fer.
Un beso grande.
Muchísimas gracias, Kirke.
BorrarBeso grande!
Fer
Yo tengo mis propias recetas para encontrar la felicidad. Creo sinceramente que cada uno tiene la propia. Hay quienes no se conforman con nada y otros con poco. La receta de la ilusión es nacer con las ganas de vivir y de seguir adelante.
ResponderBorrarNo hay formulas magistrales ni disfrazadas de Dios ni de demonio.
Besos para las jornadas venideras.
Felices los que encuentran sus propias recetas sin haberlas comprado nunca a nadie. Muchas gracias, querido compañero.
BorrarBesos!
Fer
Ainssss me han encantado tus letras, Fer, pero no así el sentimiento que traslucen porque creo que es de decepción, de tristeza, de hartazgo, de desánimo. Si me dices que es ficción, me quito el sombrero y te aplaudo por tan brillantes y sentidos versos; si me dices que todo eso salió de tu corazón, me dejas preocupada.
ResponderBorrarYo, como Francisco, tengo mi propia fórmula de la felicidad y creo que depende, más que nada, de creer y querer en uno mismo. Lo demás solo son apoyos para el que decida adoptarlos, pero la felicidad hay que trabajársela y empieza con nuestra propia intención de serlo...
Un abrazo fuerte fuerte, querida mía.
No hay nada de qué preocuparse, mi querida Julia: desde los estados de desánimo y decepción también suelo inspirarme. Eso no significa que no tenga mis propias formas de encontrar alegría en mi vida. Se trata simplemente de una especie de respuesta o una reacción frente a algo que me dijeron, y que me sonó a impostura. Pensando y charlándolo fríamente con alguien, se me ocurrió que eso que me habían dicho es una idea trillada, una especie de receta que se vende en frasquito para contentarnos cuando las cosas no marchan como de verdad queremos y no hay nada que podamos hacer al respecto. Desde luego, cada uno, al leer, lo interpreta de cierta manera: eso es muy válido. Muchas gracias por tus palabras ;)!
BorrarUn fuerte abrazo!
Fer
Vivimos en un mundo de falsas ilusiones y mucha hipocresía, desgranar lo auténtico puede resultar complicado. Estoy con Julia en que en tus letras se lee decepción y es cierto que en nuestro mundo cotidiano hay mucho de triste y decepcionante pero también hay momentos, muchos, en los que a nuestro alrededor hay un montón de detalles que nos hacen sentir bien y estar bien con aquellos que queremos.
ResponderBorrarUn beso
Hay mucha literatura a la venta para hacernos sentir bien también. Muchas gracias, Conxita.
BorrarUn beso!
Fe
Vaya Fer, es realmente desalentador.
ResponderBorrarEl frasquito será pequeño pero transmite muchísima desilusión.
Una decepción que se ahoga entre creencias.
Que nada, ni nadie logre el propósito de apagarnos!
Besos, :)
Muchas gracias por tu visita, Irene.
BorrarBesos!
Fer
Hace años un amigo me comentó: cuando conozco a alguien no espero nada de ella, no tengo ninguna ilusión. Muy triste.
ResponderBorrarCompraría un frasco de ilusión para los momentos bajos que parecen ahuyentar hasta al optimismo innato en mí, y lo repartiría entre los que me rodean.
Y te diré querida Fer, que voy a hacer unos buñuelos para celebrar que, hoy te he leído, por ejemplo.
Besos
¿Buñuelos, dijiste? Pues me apunto, Josela: resérvame uno, uno o mejor dos ;)!
BorrarBesos y gracias.
Fer
Menudo poema, Fer. Para empezar me ha sorprendido el tarro de crema, ¡sensacional tu asociación entre la imagen y la idea que transmites.
ResponderBorrarLos que insisten en que obtengamos "la dicha por pedido" no son más que vendedores de humo y a éstos no vale la pena darles a ganar ni un céntimo.
Me ha encantado, a pesar de ese tono de decepción o desilusión que se percibe en tus letras.
¡Un abrazo en frasco XXL!
Vaya para ti un abrazo extra extra large, Chelo ;)! Muchas gracias.
BorrarUn beso.
Fer
Del desengaño se puede extraer belleza.
ResponderBorrarGracias por conseguirlo y enseñárnoslo, Fer.
Un abrazo
Yo te agradezco a ti, y muy especialmente, mi querido Krapp. Tú me lees hace tiempo, desde el tiempo en que yo no pensaba ni sentía cosas como estas acerca de la fe, ni siquiera me lo permitía, y sé que de eso te debes acordar. Hasta yo me sorprendo de lo mucho que he cambiado en poco tiempo, y a veces me da temor de resultar incompresible para aquellos que, como tú, me leen hace tiempo. Pero otras veces pienso que la autenticidad está en expresar lo que se siente sin filtros, y la autenticidad siempre, siempre ha sido mi lema. Así es que la agradecida soy yo, por tu respetuosa y entrañable presencia a través de los cambios que voy realizando.
BorrarUn beso grande.
Fer
Apuesto por los frascos de autenticidad que no se venden en ningún tarro, sino que van incluidos en el pack de fabricación artesanal cósmico. Supongo que cuando alguien cambia o ve las cosas desde otra perspectiva, esto le produce un cierto desasosiego y más aún cuando "otros" desde fuera se empeñan en que debemos seguir siendo los mismos siempre o egoistamente nos prejuzgan, lo más sensato es hacer oídos sordos, porque de lo contrario donde queda nuestra libertad y crecimiento personal.
ResponderBorrarLa felicidad es tan cara que no tiene precio, ni se puede vender en ningún tarro, lo mismo que el amor.
Un poema, Fer, que da para muchas versiones y un muestrario absoluto de posibilidades. ¡Me encantó!
Un gran abrazo.
Agradezco enormemente tus conceptos de empatía y comprensión artesanal y cósmica, mi querida amiga en letras Estrella. Es una enorme dicha y privilegio para mí contar con tu presencia en este espacio.
BorrarUn fortísimo abrazo!
Fer
Pensar que la dicha se puede conseguir mediante atajos, es una idea muy mala para la salud, a parte de ser falsa. Nadie te va a dar la felicidad solo con un hechizo o con magia. La verdadera felicidad se encuentra en el camino para llegar a ella, en el esfuerzo por conseguir lo que sueñas o deseas. Excelente poema, María Paz. Saludos!
ResponderBorrarQué bueno que hayas sumado el tema de la salud, estimado David, porque no es un tema menor en esta historia de la venta de ilusiones, y da también para escribir largo y tendido.
BorrarMuchas gracias y un fuerte abrazo!
Fer
Un poema hermosísimo, y muy elocuente. Lo peor de esos vendedores de ilusiones es que te despiertan temprano el fin de semana XD
ResponderBorrar¡Saludos!
Muchísimas gracias, Denise, por tu valoración y tu visita.
BorrarUn abrazo!
Fer
Muy bueno Mari Paz, pero hay potingues y potingues, hay que cuidarse por dentro y por fuera, sin obsesión, claro, pues la felicidad no se vende como potingue, la llevamos dentro de una cajita llamada corazón.
ResponderBorrarBesote, querida amiga.
Muchas gracias, querida Carmen.
BorrarUn beso grande!
Fer
Fer un poema cargado de melancolía...y de desilusión,no existen los milagros ni en los frascos ni fuera de ellos, pero para hacer este caminar por la vida un poco mas amable, nos debe quedar siempre la esperanza de que las cosas pueden ser mejor...
ResponderBorrarNo sabía que te gustaba tanto Elvis...jejeje.
Aunque mi vida sigue siendo un caos, estoy intentando recupera la rutina de pasar por los blogs a saludar y retomar el mio, que lo tenia abandonado.
Un abrazo
Es siempre un placer y un honor recibir tu amable visita y tus cálidos comentarios, querida Julia. En cuanto retomes la senda blogueril, ahí estaré ;)!
BorrarUn beso grande!
Fer